De la mesa a la pantalla

Con el auge de internet, las redes sociales y todas estas parafernalias, es inevitable ver que el mundo del entretenimiento está evolucionando a pasos agigantados. Ese trasto cuadrado que usábamos antes para ver lo que se conocía como televisión pública es casi ya una reliquia, algo de una civilización anterior de la que nos compadecemos por no tener ni siquiera Netflix. Es lógico pensar que internet lo está cambiando todo y lo que antes era “ir a casa de un colega a ver X juego” ahora se llama “suscríbete a mi canal de Twitch, directos los martes y jueves a las 20:00”. Los videojuegos como forma de entretenimiento han alcanzado un estatus que hace años era impensable.

Antiguamente era considerado un ocio para retraídos, parásitos sociales que, en vez de salir un sábado por la noche a ligar con “mujerzuelas” a los bares, se quedaban en casa jugando a los “marcianitos”. Ahora resulta que los profesionales de los videojuegos han adquirido un estatus social y económico apabullante. Igual quedarse en casa los sábados no fue tan mala idea después de todo.

Si extrapolamos este ejemplo a otros campos, ¿estamos viviendo esto mismo en los juegos de rol?

Yo digo, sí.

Volvemos al mismo ejemplo de antes. El rol, también conocido hace unos años como el ocio para marginados, sucios frikis y gente con problemas mentales. Todos hemos conocido las leyendas de los juegos de rol, las oscuras y negras historias que lo rodeaban. Muchos se asustaban si les decías lo que hacías con tus amigos el viernes por la noche. Cuantas veces me habrán preguntado: “¿Pero matáis personas o cómo va eso?”. Así, con media sonrisilla burlona. Pues no, fíjate, al final resulta que todos los que nos hemos pasado media vida entre dados, hojas de papel y lápices no somos asesinos en serie ni tarados mentales que viven en mundos fantásticos en vez de afrontar la realidad. Bueno, de esto último todos tenemos algo.

Hace unos años, Critical Role comenzó sus andanzas por las redes emitiendo en directo sus partidas de rol. Ellos fueron la chispa que encendió la mecha de lo que está todavía por explotar. Un grupo de personas reunidas junto a una mesa, lanzando dados y poniendo voces que se emitía en directo durante casi 4 horas. Explicado así puede parecer algo aburrido y monótono, pero en realidad es todo lo contrario.

Tras su abrumador éxito comenzaron a surgir nuevos grupos de rol que emitían por internet sus partidas y nos brindaban historias nuevas, personajes memorables y situaciones de todo tipo. Ya sea algo épico que puede hacer llorar a alguno de sus jugadores, como a algo tan cómico que te saque una carcajada como espectador. El rol tiene esa magia, ese efecto cuando se ejecuta bien con las personas adecuadas.

No fue de extrañar que tras Critical Role, Maze Arcana, Encounter Roleplay, Girls Guts and Glory, y un largo etcétera, este fenómeno se extendiera a lo largo del mundo. La gran pregunta ahora es, ¿funcionará? Quiero decir, ¿la gente estará dispuesta a verse videos de 3-4 horas con un puñado de personas poniendo voces e interpretando a un personaje?

De nuevo, la respuesta es sí.

Por supuesto, bajo mi punto de vista el rol es el sistema de entretenimiento perfecto. A diferencia de otros hobbies, el rol tiene una clara ventaja y es que no aporta nada negativo, no hay ni una sola cosa que te perjudique al jugarlo. Entablas amistad, colaboras, trabajas en equipo, desarrollas tu imaginación, tu creatividad, puedes sentir emociones de todo tipo, conocer gente nueva, ejercitar la mente con cálculos pequeños pero continuos, desarrollas la improvisación y un largo etc. Es tan accesible que cualquier persona sin importar su habilidad o su experiencia puede entrar a formar parte de la comunidad. Y ya no sólo como jugador o máster, sino como espectador también. Cualquiera puede sentarse a ver un streaming de rol porque no necesita un conocimiento previo de nada, no es necesario que entiendas las reglas del juego para ver una sesión y disfrutar de la historia y de los personajes.

Y además un punto fundamental, a diferencia de una película o una novela, es que el final no está totalmente escrito. Una historia se sabe cómo empieza, pero nunca como acaba. Las acciones de los personajes pueden ser tan influyentes como el azar de sus tiradas y lo que genera es un espectáculo improvisado e imprevisible que siempre te mantiene en vilo. Cuando ves una película muchas veces puedes llegar a adelantarte a lo que va a ocurrir. Puede que sea más o menos obvio, pero puedes intuir lo que va a pasar. En una partida de rol nunca sabes que va a ocurrir en una escena, a pesar de saber las intenciones de los personajes. Sus acciones están sujetas al azar y es ahí donde está la gracia.

Bajo mi punto de vista un juego de rol puede ser, y seguramente sea, la nueva forma de contar historias de un modo mucho más intenso y mucho más entretenido para un espectador. La mecha que encendieron los que ahora son considerados referentes en la cultura del rol, está cerca de llegar al final y estallar en una nueva forma de entretenimiento nunca vista.

 

Escrito por Immortal Dice “ImmortalDice”

Nacido el 29 de Enero de 1989 en Madrid. 3d Environment Artist. Amante de los videojuegos. Rolero desde los 12. Una vez fue músico. Escritor a ratos. Dungeon Master en Immortal Dice. Adicto al café y a la pizza.

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