[CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Las frías e inhóspitas tierras de Nord fueron antaño el hogar de un poderoso pueblo. Un pueblo orgulloso cuyas infranqueables ciudades-fortalezas se alzaban imponentes sobre las cimas de las Montañas Heladas. Un pueblo cuyas riquezas excedían todo lo imaginable. Un pueblo, un imperio, conocido como los enanos

Director: Parpadee
Jugadores: Bolgran, JackDaniels, Elesmus, Langaela
Jugadores Reserva: Se aceptan
Plazas libres: 1
Periodicidad de los turnos: Variable

Moderador: Parpadee

Avatar de Usuario
Adze
Mensajes: 18
Registrado: 19 Abr 2008, 20:18

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por Adze »

Al parecer la gente que formaba el grupo iba apareciendo en la posada,era algo que agradecia.
Tambien la condescendencia de Celia de hablar conmigo en elfico, suponia que para ella seria una forma de pracicar lo que habia aprendido ya que no creia que fuera su lengua materna.

Me habia dado cuenta que la perdida de Harald me habia vuelto irascible y como eso no le habria gustado tendria que trabajar en suavizar mi caracter asi que pregunte al grupo en general -¿que tal os han ido estos dias? y despues sin mas rodeod -Por favor contadme que paso en el cementerio. Yo he recordado un par de detalles mas del hombre que ataco junto con los goblins y ademas quiero proponeros que me dejeis uniros a vosotros para resolver esta aventura baje la voz y casi susurre -Ya nada me retiene en este pueblodespues di un trago a mi me bebida -¿Que me decis? ¿Puedo unirme a esta caza?Preferiria no hacerlo sola
Avatar de Usuario
Parpadee
Mensajes: 1030
Registrado: 08 Ago 2007, 17:12
Ubicación: Madrid, España

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por Parpadee »

Winterdale

La mañana del tercer día se levantó triste y grisácea, como si el sol se ocultase tras las nubes con la esperanza de dormir un poco más. Nuestros héroes se habían reunido en torno a una de las mesas del Dragón de Piedra, y compartían un copioso desayuno. Ragnar, Grey, Celia, Valeria y Cáliel se encontraban allí. Ingrid, afanada, como siempre, paseaba entre las mesas, atendiendo a los comensales y rellenando sus jarras. Akiko estaba dentro, preparando el estofado que seguramente serviría durante la comida.

Valeria había sido sustituida por el padre Oswald, dado que los pocos ingresados en el Ciervo Blanco ya no requerían su atención, y había seguido a la elfa quien, ya recuperada de sus heridas, había estado hablando con sus nuevos compañeros sobre los acontecimientos ocurridos días atrás. Los cinco compartieron todo lo que sabían, intrigados por los motivos que podían haber llevado a aquel misterioso encapuchado a profanar el mausoleo. Entonces una voz poco familiar se alzó sobre las demás, gritando en un idioma extraño. Un hombre alto, pero encorvado, de pelo cano había entrado en el local. Grey reconoció en las palabras de aquel hombre su idioma materno.

- (En Silvano) ¿Dónde demonios está mi hija? - espetó el anciano con la cara fruncida por la ira. Aquel hombre vestía con los ropajes tradicionales de las tierras de Shin. Cualquiera que las hubiese visto antes podía afirmar que sólo podían pertenecer a una persona con cierto estatus social.

Los parroquianos, haciendo caso omiso a los desvaríos del shinto, se concentraron en apurar sus jarras. Incluso Ingrid, atareada cargando platos parecía no prestar atención al recién llegado. Aquel hombre, en vista de la indiferencia generalizada, se adentró en el local, haciendo resonar sus sandalias de madera sobre el suelo. Dirigió sus pasos hacia la barra hasta que su mirada se cruzó con la mesa en la que nuestros héroes se encontraban.

- ¡Oh! ¿A quién tenemos aquí? ¡Pero si son los Héroes de Winterdale! - exclamó el hombre con ironía y con un marcado acento shinto - ¿Debería inclinarme ante vosotros? ¿Ante aquellos que como mi hija se aprovechan de la buena voluntad de los demás? No sois mejores que los forajidos que asaltan los caminos. Lo único que hacéis es traer problemas.

- Dejadles en paz, padre. ¿Me buscábais? Aquí me tenéis - Akiko, aún con el delantal puesto y cargando con una olla entre las manos, había salido de las cocinas. No parecía contenta de tener a su padre en el local - ¿Qué os trae a mi humilde posada?

- (En Silvano) No me hables con condescendencia, jovencita. No pondría mis pies en un antro como éste a menos de que se tratase de un tema importante. Nos marchamos de Winterdale. Inmediatamente. Este pueblo ya no es un lugar seguro. La familia Yukimura volverá a Bridgefell para iniciar una nueva vida. Y tu vendrás conmigo.

- (En Silvano) ¿Bridgefell? ¿Porqué esa repentina prisa por marcharse? No pienso moverme de aquí. Este local es ahora mi vida, ya lo sabes. No abandonaré Winterdale, padre, mi lugar está aquí.

- (En Silvano) No te atrevas a desobedecerme, pequeña insolente. Tú vendrás conmigo quieras o no, o ya puedes ir olvidándote de tu parte de la herencia familiar.

- (En Silvano) Me trae sin cuidado lo que hagas con esa vieja mansión, padre. No abandonaré a aquellos que me han acompañado durante tantos años.

Con ira contenida el anciano agarró a la joven shinto de los hombros, en un intento por arrastrarla fuera. Akiko, con un rápido movimiento, se zafó de las garras de su padre, volcando en el proceso la olla sobre su cabeza. El viejo shinto acabó empapado, cubierto de trozos de pescado y patata, con una expresión de furia y estupor en el rostro. Cubierto de estofado y de vergüenza, giró sobre sí y se dirigió hacia la puerta.

- (En Silvano) ¡Estás tan muerta para mí como lo está tu madre! - y dando un portazo el anciano desapareció.

Akiko, visiblemente afectada por la discusión con su padre se giró hacia los comensales, quienes observaban con poco disimulo. Con los ojos llorosos recogió algunos trozos de pescado del suelo y volvió a echarlos en la olla.

- Siento que hayáis tenido que ver esto - dijo la shinto mientras se incorporaba - la última vez que lo comprobé el ?estofado de cretino? no estaba en el menú.

Los parroquianos estallaron en una ovación hacia la joven posadera que pareció animarla un poco. Tras cruzar unas palabras con Ingrid Akiko volvió a las cocinas, no sin antes dedicar un saludo a los cinco compañeros.

Finalizada aquella escena, nuestros héroes deciden aprovechar el tiempo hasta la llegada de la exploradora. Ragnar y Grey tenían intención de visitar el Viejo Faro y sus compañeras decidieron unirse al plan.

En la otra punta del pueblo, las antiguas ruinas conocidas como el Viejo Faro proyectaban su larga sombra sobre las casas del barrio norte. El grupo se aproximó a la estructura, algunos de ellos con un nudo en el estómago. La arquitectura enana siempre era algo digno de ser contemplado. Recia, soberbia, elegante y misteriosa. Parte de aquella ancestral torre parecía haber caído hacia un lado. Grandes fragmentos de piedra podían verse desperdigados por la playa, bañados durante miles de años por las olas del mar. La base de la estructura, sin embargo, parecía firmemente anclada al suelo. Ragnar pudo observar que, al igual que las gigantescas presas de Loch, aquella torre parecía haber sido tallada de un único y enorme bloque de piedra. Algunas inscripciones y grabados podían observarse en el exterior, ya demasiado desgastadas como para poder descifrarlas por Grey.

Cáliel observó durante un momento la costa, distraída observando el ir y venir de los barcos en la cala. Valeria y Celia, seguían con cierto interés la búsqueda de sus compañeros, disfrutando de las vistas mientras trepaban por las rocas. Pasado del mediodía el grupo caminaba de vuelta, dejando a sus espaldas el Viejo Faro. Grey y Ragnar no pudieron sacar nada en claro de aquellas ruinas. Tan sólo rocas desgastadas y una única estancia sin puertas y cubierta de escombros. Nada de valor que pudiera arrojar algo de luz sobre los orígenes de aquella torre. Posiblemente los lugareños, con los años, habrían visitado esas mismas ruinas con la esperanza de encontrar algo interesante.

Días más tarde cada uno de los integrantes del grupo recibió una nota de manos de Segarr. Johanna, la exploradora elfa, había conseguido llegar hasta Winterdale antes de lo esperado. Björn había citado a los cinco a media tarde, así como a otros importantes miembros de la comunidad para celebrar una reunión discreta en las comandancias de la guardia.

Uno a uno o de dos en dos nuestros héroes fueron llegando al lugar acordado. Los cuarteles, a diferencia de otros edificios en Winterdale, estaba enteramente construido en piedra, siendo una de las estructuras más firmes y seguras del pueblo. Los miembros de la guardia, Segarr entre ellos, saludaron a los recién llegados desde el patio de armas, indicándoles el camino a la sala de reuniones. Una habitación pequeña en el corazón del edificio, iluminada con un par de antorchas, sería el punto de reunión. En ella se encontraban Björn, el padre Oswald, el hermano Jörthar, Gretta, la earl del pueblo, y una elfa de aspecto agreste. Una melena rubia caía sobre sus hombros, concienzudamente trenzada y decorada con cuerdas. Dos ojos azules como el agua de un lago se clavaron sobre los recién llegados. La elfa vestía una armadura de cuero de buena factura, claramente tallada por elfos, un par de pantalones verdes y botines de piel cosida. En su hombro un arco largo descansaba junto a un carcaj bien provisto.

- Creo que estamos todos - dijo el capitán rompiendo el hielo - Para aquellos a los que no os sea familiar la señorita que se encuentra a mi lado es Johanna. Ha ejercido como batidora extraoficial para la guardia de Winterdale y otros pueblos de la Costa Blanca durante años. Nadie sabe más sobre el comportamiento y la organización de los goblins que ella. Dado que nos enfrentamos a una situación de lo más singular he creído oportuno contar con su consejo antes de dar el siguiente paso en la investigación.

- Gracias, capitán - agradeció la elfa tras la presentación - Como bien ha dicho el capitán no hay nadie en todo Sandrfit que sepa más que yo sobre esas odiosas criaturas. He oído todo lo que el capitán tenía que decirme acerca de los recientes acontecimientos, pero me gustaría escuchar lo que aquellos conocidos como los ?héroes de Winterdale? tienen que decir al respecto. Vosotros habéis sido testigos de primera mano durante los incidentes de hace unos días. Decidme, héroes, ¿qué han visto vuestros ojos, escuchado vuestros oídos o pensado vuestras mentes?

Sobre la mesa, en el centro de la sala, un mapa de Winterdale y sus alrededores se encontraba perfectamente perfilado. Sobre él, alfileres marcaban diferentes puntos, uno de ellos, Winterdale. Si el reciente ataque estaba marcado de ese modo ¿significa entonces que al menos otros doce puntos habían sufrido los ataques de aquellas insidiosas alimañas? ¿Sería aquello parte de algo más grande?

_____________________________________________________________________________
OFF-ROL: En esta ocasión tenéis la oportunidad de poner sobre la mesa todas las teorías sobre los recientes acontecimientos, así como marcar el modo en el que el capitán y la guardia investigarán el asunto. Podéis apuntar la dirección que queráis. Johanna os proporcionará toda la información sobre los goblins que colgaré en el tema de Trasfondo. A partir de entonces las cosas se acelerarán un poco.

PX: Celia y Ragnar obtienen 75 PX. Cáliel, Valeria y Grey obtienen 50 PX.
Avatar de Usuario
Langaela
Mensajes: 606
Registrado: 29 Dic 2011, 16:40

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por Langaela »

Después de que la exploradora elfa hablara el silencio se extendió sobre la habitación. Todos parecían contemplar el mapa que marcaba lo ataques goblins sumidos en sus pensamientos.
Celia miró a uno y otro lado sin saber muy bien que decir. Parecía que aquello se complicaba por momentos.

Bueno...-comenzó la hechicera.- Vera usted, Señora Johanna, yo no me considero muy heroica. Simplemente no pude salir corriendo cuando esos bichos verdes atacaron: me dio más rabia que miedo la situación. Después de todo ese mismo día había decidido instalarme en Winterdale y estaba celebrando que iba a tener un nuevo hogar ¿comprende? Dicho sea de paso, aquella fue la primera vez en mi vida que he visto un goblin y no me han quedado más ganas de repetir la experiencia aunque esta claro que no voy a tener suerte en un futuro próximo.

¿Ha podido usted saber a que tribu pertenecían los goblins que atacaron?
Yo sin saber anda del asunto me preocuparían por los Mascapieles que son los que están más cerca y los que parece que tiene más iniciativa ya que si les ha dado por el comercio no pueden ser tontos del todo. Pero no tengo la menor idea de lo que hablo. Lo mismo puede ser una de las otras con más capacidades combativas o varias juntas. Y eso sólo en lo referid al asalto a Winterdale porque visto el mapa probablemente los goblins están dentro del plan de alguien más y bien organizados.


¿y estos puntos en el mapa a que corresponden? ¿que otros lugares han atacado esos salvajes?
Avatar de Usuario
Elesmus
Mensajes: 439
Registrado: 04 Dic 2012, 08:44

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por Elesmus »

Grey

Escuche todo lo que la exploradora tenia para decirnos y observe por un instante la mesa, la verdad era que yo no había recabado casi nada de información acerca de las criaturas, todo este tiempo había tenido mi mente concentrada en otros asuntos y pase por alto casi toda la información.

Lo que mas me llamo la atención de estas criaturas fue su montura, nunca había visto algo igual, aunque lo que mas me llama la atención fue el ataque al cementerio, el ataque de los goblins pudo haber sido una pantomima, para desviar los ojos de un problema aun mayor.

me quede esperando a que mis compañeros den su información y luego me sume a celia para preguntar que eran los puntos en el mapa
galanor
Mensajes: 15
Registrado: 22 Feb 2015, 14:17
Ubicación: salamanca

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por galanor »

Valeria escucho todo lo que decía la elfa atentamente, aun así y después de todo lo que les contó le seguía pareciendo difícil que los goblins se aliaran con algo no goblins y más para saltar un cementerio.

Disculpar, Johanna, yo no viví esos momentos como mis compañeros pero si pude las heridas que dejaron, y más aún las de Caliél. De hecho me interesa más esa parte, ¿Por qué unos goblins se unirían a alguien para saquear un cementerio? Más aun para robar cadáveres y perturbar su descanso eterno.


Off rol uso diplomacia para que no suene muy borde pero si convincente y ver que sabe de esto Johanna
Avatar de Usuario
Adze
Mensajes: 18
Registrado: 19 Abr 2008, 20:18

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por Adze »

off rol: Disculpadme por la tardanza he tenido una semana complicada y la que viene se presenta parecida :S

Caliel se adelanto apenas un paso y en silvano saludo a Johanna -Es un placer conocerte, aunque preferiria hacerlo en otras circunstancias mas benignas

Volvi a hablar en comun -Yo me encontraba en el cementerio y no fui capad de ver al hombre como para reconocerlo, si que vi que llevaba una vasilla de arcilla que lleva atada a la cintura y un arco corto. Ademas de eso estaba claro que era el cabecilla de los goblins. Y no creo que el ataque haya sido una pantomina, si fuera una distraccion la habrian creado en la plaza del pueblo donde habia gente, en la tarbena o en algun negocio del pueblo, pero no en el cementerio. De hecho creo que ellos contaban con que ni el guardia estuviera y tubieran solo la compañia de los muertos para sus fechorias

Suspire y mire un instante al suelo para añadir -Seria de gran ayudar saber si estaban buscando algo en esa tumba y aun mas, saber si lo han encontrado
Me quede en silencio esperando a que Johana, la experta en goblins nos contase lo que sabia
JackDaniels
Mensajes: 169
Registrado: 24 Oct 2014, 19:53

Re: [CAPÍTULO 1] Holocausto ardiente

Mensaje por JackDaniels »

Ragnar
El alma se me cayó a los pies al ver el mapa. Todos esos puntos marcados como si fuese la situación de una guerra me hacía pensar que esas pobres gentes habían sido hostigadas por ataques de los goblins más tiempo del que pensábamos. Sin embargo, esa conclusión me hizo preguntarme por qué nadie del pueblo nos había informado que los bicharrajos esos se habían dejado ver en los alrededores más de una vez...
Sea como fuere, lo del otro día no era un ataque aislado, sino parte de una gran campaña que habían empezado los goblins.
-Poco más hay que añadir, Johanna.-digo, en relación a su interés por nuestra información, acompañando las primeras palabras con una inclinación de cabeza a modo de saludo- Sólo sé que mis filos sesgaron sus vidas, pero como fue un ataque tan de sopetón nunca estuve seguro de por dónde atacaban, y como todo lo que mis ojos no ven lo pongo en tela de juicio, no tengo opinión formada aún del incidente en el cementerio.
Responder

Volver a “El Retorno de Rey-Herrero [Pathfinder RPG]”