2. La caverna del dragón

[andyfaith73]

Adriana

Reviso el cuarto de Medusa, si es que no noto que ella esté, si está y no hay varios caminos para elegir, vuelvo a la barca y hacia atrás nuevamente. Anoto todo en mi mapa pero no sé si me está quedando bien porque me sigo perdiendo. Por ahora lo que primero hago es eso: fijarme si hay algún camino en el cuarto de Medusa, si es que no siento un ruido o algo que me indique que la monstruosa criatura sigue en el lugar.

Si aún está ahí, ni me lo pienso vuelvo a la barca, pidiendoles disculpas a los otros por hacerles perder su tiempo.

[Cato.the.Elder]

-Cuidado, la Medusa seguirá allí-dijo Juan, cogiendo por el hombro a Adriana antes de que entrara en la habitación, y vigilando de reojo a Ramiro para asegurarse de que tampoco entrara.-Aunque es posible que no nos quede otra que enfrentarnos a ella de una vez. Con una Bola de Fuego, tal vez.

[M_C]

Cuando penetrais en una cueva tu antorcha ilumina el más enorme montón de gemas, plata, oro, jade, marfil y artefactos que nunca hayas visto. Hay aquí con que pagar el rescate de un rey, un tesoro que supera los más desmesurados sueños de un avaro. Esta caverna hace que el fabuloso tesoro del hechicero Ansalom parezca a su lado la taquilla de un circo de segunda categoría. Aquí tiene que haber millones, quizás billones. ¡Diamantes, rubíes, zafiros, esmeraldas, circones, perlas a centenares, a millares, sencillamente amontonadas, aguardando a que alguien las meta con una pala en su mochila! Este debe ser el legendario tesoro del Dragón, todo lo entregado para la liberación de doncellas, lo arrebatado de monasterios y castillos, el botín obtenido durante siglos por generaciones de turbulentos dragones.
Todo lo que precisais para conseguirlo (al menos tanto como podais cargar, que es muchísimo) consiste en convencer a la dama de extraños cabellos de que te deje llevártelo. ¿La dama de extraños cabellos? ¡Pero si no son cabellos, son serpientes! ¿Podría ser ésta Medusa, la mítica mujer que convierte en piedra a las personas? Ahora que lo dices, hay aquí varias estatuas de tamaño natural, cerca del montón del tesoro.
De repente Medusa empieza a reirse escandalosamente, una risa irrefrenable

[andyfaith73]

Adriana

Tomo una poción curativa cuando veo que esa cosa con... ¡con serpientes en lugar de cabellos! se comienza a reir como una loca. El tesoro que inunda esta caverna es tan numeroso que hace que el de mi otra aventura parezca el de un mendigo, sin embargo yo pienso que lo primero es estar sana para llevar a cabo las acciones que sean necesarias contra esa cosa. Saco mi espada y me fijo si yo me reflejo en ella. Tengo entendido que medusa teme su propio reflejo, al menos eso leí en el colegio...

OFT=> si Adriana no sabe eso último, solamente saca su espada para estar preparada para el ataque.

[andyfaith73]

Adriana

Intento cortar a Medusa, siempre evitando mirarla directamente a los ojos. Me le acerco por la espalda y trato de tirar un espadarazo hacia donde se halla con la esperanza de dar en algún lugar importante. Mientras lo hago rezo porque Juan tenga una idea mejor que la mía.
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OT=> si tengo que tirar algo, dime.

[Cato.the.Elder]

Aprovechando la risa de la Medusa, Juan lanzó el hechizo "Repetidor inmensamente rápido", y se lanzó después a por la Medusa con su mangual.

[andyfaith73]

Adriana

Seguí atacando con la espada a la Medusa, con la esperanza de pegarle en algún punto vital o de poder incluso cortar su fea cabezota. Siempre lo hice asegurándome de estar a espaldas de ella y si se movía, yo giraba mi cabeza de costado para no verla nunca de frente.

[M_C]

Ramiro nada más entro rompio su silencio para lanzar una bola de fuego a la medusa, que le dio de lleno, Juan y Adriana se pusieron de acuerdo para golpearla ambos por la espalda, hasta que finalmente la medusa cayo muerta ante ellos

[andyfaith73]

Adriana

Recién cuando ví que estaba muerta pude respirar de verdad. Me sequé el sudor de la frente y guardé la espada. Miré a Juan para ver si estaba bien, cosa que comprobé con alegría.

-Bueno, es hora de ir por esa puerta que la medusa cubría, ¿te parece?

[Cato.the.Elder]

Juan le dio una palmadita en el hombro a Ramiro.

-Gracias. Me alegra ver que sigues por aquí cuando de verdad haces falta-y, mirando a Adriana-Sí, vamos a esa puerta. Pero primero cojamos todo el oro y joyas que podamos.

Y se puso a llenar su mochila con avidez, pensando en que si todo saldría bien volverían luego a por más. Con un carro, quizás.

[M_C]

Cogeis 200000 monedas de oro y luego salís por la puerta que ocultaba la medusa. Avanzais por el pasillo hasta que llegais a un punto en el que el suelo se viene abajo cayendo a un pozo. Juan es el que peor salio de la caida, ya que el peso de sus compañeros cayo encima de él, se sentia mareado y aturdido, con una cuerda y clavos conseguis salir de alli.
¡Esta caverna está completamente recubierta de metal! ¡El suelo, las paredes y el techo! Y toda la pared septentrional está ocupada por batería tras batería de una maquinaria verdaderamente descomunal. ¡Esto jamás fue hecho por dragones! Ni por nadie en la época del Rey Arturo. Si no fueseis realmente unos jovenes del siglo xx que ocupa otro cuerpo podrías sentir la tentación de creer que todo es mágico. Pero eres un joven del siglo xx, así que sabes perfectamente bien que tienes enfrente una especie extraña de máquina gigantesca. ¿Pero quién la hizo? ¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Y para qué sirve? Menudo misterio. Vaya rompecabezas. Qué espléndida oportunidad de hurgar un poco y meteros en un interminable atolladero.
Podríais sentir la irremediable tentación de ir directamente al panel de control de la pared septentrional si no fuera por un pequeño detalle. La maquinaria es atendida nada menos que por una docena de enanos jorobados, de aire maligno. ¡Son doce!

[andyfaith73]

Adriana

Cuando terminamos con la Medusa estábamos felices. Tomamos un montón de monedas y estábamos pensando que las cosas iban bien cuando, por este horrible agujero, terminamos adoloridos y cansados. ¡Por fortuna pudimos salir de allí! Ahora, nos encontramos en una sala llena de metal, es una máquina impresionante, inmensa; me carcome la curiosidad pero entonces veo a los enanos. Esos bastardos jorobados y malignos son como 12 y no tengo ganas de seguir peleando. Me acerco despacio a Juan y le digo, bien despacito:

-Busquemos la salida. Tenemos una misión que terminar y yo no quiero pelear con esos bichos.

Miro a Ramiro y le hago un shh con el dedo en los labios (sólo la señal de silencio, no el sonido) como para que entiendan que debemos ser super sigilosos ahora.
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Ya he vuelto como jugadoraaa. El lunes retomo como máster. Gracias por esperar.

[Cato.the.Elder]

Sin decir nada, Juan siguió a Adriana, intentando ser todo lo sigiliso posible, pero listo para pelear. Dudaba mucho que ninguno de los doce enanos les viera, y, sabiendo cómo se las gastaban en esta caverna, no creía que fueran amistosos.

[M_C]

Abriéndoos camino con cuidado entre los enanos llegais a la consola de controles de la pared septentrional. En el reluciente piso metálico hay encajada a tus pies una placa de metal azulado. Ante vosotros tienis tres grandes palancas y encima un cartel en rojo. En el cartel se lee:

COLOCAR LA LLAVE EN LA RANURA ANTES DE MANEJAR LAS PALANCAS

Junto al cartel hay una ranura lo suficientemente grande para admitir una llave de buen tamaño. Las palancas están numeradas, 1, 2 y 3.


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Podeis manipular las palancas incluso sin llave, decidid que haceis podeis bajarlas todas, subirlas todas, subir una y bajar dos o subier dos y bajar una.

[andyfaith73]

Adriana

Tomo la mano de Juan para evitar que toque nada y, con cuidado, señalo el cartel. Hablo en voz baja:

-No movamos nada... sin la llave...

Luego me acerco a su oído y susurro:

-La deben tener los enanos esos feos...

Lamentablemente creo que vamos a tener que enfrentar a esos enanos malditos.