Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Moderador: Isildur
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Kitsuki Fujiwa
Aseguré el agarre sobre el enorme caballo unicornio, atento a Ryushi-sama. Me temo que poco sé. El señor de los secretos es un hábil conocedor de cuanto ocurre en el Imperio. Como Dragón tal vez hable de forma mística, pero como Kitsuki, soy fiel a la verdad y hablo con ella con orgullo.
Como ya os había dicho, el embajador Yasuki era un servidor del Señor Oscuro, Daigotsu ha planeado todo este ataque. Yo lo ví, el día que lanzó su ataque. Daigotsu cuenta con tres servidores. Uno de ellos tenía un aspecto de un hombre fuerte, pero a la vez astuto. Su melena era también blanca, pero en su rostro había una sonrisa maléfica que hacia estremecerse. Había una mujer de sensual belleza, quizás obscena para los estandares del Imperio. Su kimono era totalmente rojo carmesí, pero en sus piernas se abría casi por completo, dejando ver sus esbeltas piernas. Su pelo era castaño oscuro, así como sus seductores ojos. El tercero era un hombre, a juzgar por su figura. Llevaba un kimono negro, muy ajustado a su atlético cuerpo. En su obi dorado, estaba sujeta una katana con el mango negro. Su rostro no era visible, pues estaba cubierto con una tenebrosa máscara negra, que imitaba las facciones de un Oni enfurecido.
En la ciudad tuve un sueño... Seitatsu portaba un pergamino, Kaneka una katana, el joven que vimos en Yume-Do un estandarte imperial, Satoshi un abanico y Daigotsu un pergamino siniestro. Sin duda Kaneka portaba la katana oscura que le hizo llegar Daigotsu, y el joven el estandarte que lo denotaba como heredero imperial. Sin embargo ese pergamino de Seitatsu y el de Daigotsu... el abanico de Satoshi puede que sea un peligroso artefacto que utiliza el cortesano, debemos estar atentos. Que crees de estos pergaminos?
Finalmente callé, con los ojos profundamente heridos, clamando por la luz y guía divina. Cuando el Campeón Escorpión miró en ellos, vió el pequeño atisbo de esperanza que me mantenía en pie, capaz incluso de defender al último heimin de todo el ejército oscuro. Sonreí tímidamente, esperando la respuesta del Escorpión.
Aseguré el agarre sobre el enorme caballo unicornio, atento a Ryushi-sama. Me temo que poco sé. El señor de los secretos es un hábil conocedor de cuanto ocurre en el Imperio. Como Dragón tal vez hable de forma mística, pero como Kitsuki, soy fiel a la verdad y hablo con ella con orgullo.
Como ya os había dicho, el embajador Yasuki era un servidor del Señor Oscuro, Daigotsu ha planeado todo este ataque. Yo lo ví, el día que lanzó su ataque. Daigotsu cuenta con tres servidores. Uno de ellos tenía un aspecto de un hombre fuerte, pero a la vez astuto. Su melena era también blanca, pero en su rostro había una sonrisa maléfica que hacia estremecerse. Había una mujer de sensual belleza, quizás obscena para los estandares del Imperio. Su kimono era totalmente rojo carmesí, pero en sus piernas se abría casi por completo, dejando ver sus esbeltas piernas. Su pelo era castaño oscuro, así como sus seductores ojos. El tercero era un hombre, a juzgar por su figura. Llevaba un kimono negro, muy ajustado a su atlético cuerpo. En su obi dorado, estaba sujeta una katana con el mango negro. Su rostro no era visible, pues estaba cubierto con una tenebrosa máscara negra, que imitaba las facciones de un Oni enfurecido.
En la ciudad tuve un sueño... Seitatsu portaba un pergamino, Kaneka una katana, el joven que vimos en Yume-Do un estandarte imperial, Satoshi un abanico y Daigotsu un pergamino siniestro. Sin duda Kaneka portaba la katana oscura que le hizo llegar Daigotsu, y el joven el estandarte que lo denotaba como heredero imperial. Sin embargo ese pergamino de Seitatsu y el de Daigotsu... el abanico de Satoshi puede que sea un peligroso artefacto que utiliza el cortesano, debemos estar atentos. Que crees de estos pergaminos?
Finalmente callé, con los ojos profundamente heridos, clamando por la luz y guía divina. Cuando el Campeón Escorpión miró en ellos, vió el pequeño atisbo de esperanza que me mantenía en pie, capaz incluso de defender al último heimin de todo el ejército oscuro. Sonreí tímidamente, esperando la respuesta del Escorpión.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Bayushi Ryushi
Me temo que poco sé. El señor de los secretos es un hábil conocedor de cuanto ocurre en el Imperio. Como Dragón tal vez hable de forma mística, pero como Kitsuki, soy fiel a la verdad y hablo con ella con orgullo.
-Y por eso es un honor tenerte a mi lado, Fujiwa san.- le dijo a su amigo-
A medida que el Dragón le comentaba la apariencia de los servidores de Daigotsu, Ryushi creyó recordar algo de lo dicho por Paneki tras su incursión hacia las tierras sombrías. Curioso, pensó. E intento recordar algo mas, algo sobre aquellas personas o seres? pero no pudo.
- Los lugar tenientes de Daigotsu, sin duda.- concluyo, intentando dibujar a los ya mencionados en su mente- Un sueño extraño, amigo mió.- le dijo, refiriéndose a lo que el Dragón acababa de revelar en sus mas intimas revelaciones; un sueño- Tus suposiciones son mas que correctas, Fujiwa san. Lo que viste no fue sino la clara imagen de los artefactos malditos del enemigo.- hizo una breve pausa en la que lucho por controlar sus impulsos- Con respecto a los pergaminos? basta con saber quienes los tienen para tener en cuenta su considerable importancia, ¿No lo crees?- pregunto, sabiendo la respuesta- Fujiwa san? si hay algo a lo que debemos aferrarnos en este momento es a la esperanza que veo en tus ojos, a la verdad y a la justicia.- la mirada del Dragón no había sido pasada por alto- Ahora si me disculpas, Sunetra?- miro por encima de su hombro, dirigiéndose a la samurai ko- Guarda esto contigo y cuídalo con tu vida de ser necesario, pues en esta carta esta la salvación de muchas personas? o su perdición.- dijo finalmente, sin importarle que el Dragón escuchase nada o viese algo. El Escorpión confiaba ciegamente en su aliado-
Off: Ahi te fue un mp, Marcel.
Me temo que poco sé. El señor de los secretos es un hábil conocedor de cuanto ocurre en el Imperio. Como Dragón tal vez hable de forma mística, pero como Kitsuki, soy fiel a la verdad y hablo con ella con orgullo.
-Y por eso es un honor tenerte a mi lado, Fujiwa san.- le dijo a su amigo-
A medida que el Dragón le comentaba la apariencia de los servidores de Daigotsu, Ryushi creyó recordar algo de lo dicho por Paneki tras su incursión hacia las tierras sombrías. Curioso, pensó. E intento recordar algo mas, algo sobre aquellas personas o seres? pero no pudo.
- Los lugar tenientes de Daigotsu, sin duda.- concluyo, intentando dibujar a los ya mencionados en su mente- Un sueño extraño, amigo mió.- le dijo, refiriéndose a lo que el Dragón acababa de revelar en sus mas intimas revelaciones; un sueño- Tus suposiciones son mas que correctas, Fujiwa san. Lo que viste no fue sino la clara imagen de los artefactos malditos del enemigo.- hizo una breve pausa en la que lucho por controlar sus impulsos- Con respecto a los pergaminos? basta con saber quienes los tienen para tener en cuenta su considerable importancia, ¿No lo crees?- pregunto, sabiendo la respuesta- Fujiwa san? si hay algo a lo que debemos aferrarnos en este momento es a la esperanza que veo en tus ojos, a la verdad y a la justicia.- la mirada del Dragón no había sido pasada por alto- Ahora si me disculpas, Sunetra?- miro por encima de su hombro, dirigiéndose a la samurai ko- Guarda esto contigo y cuídalo con tu vida de ser necesario, pues en esta carta esta la salvación de muchas personas? o su perdición.- dijo finalmente, sin importarle que el Dragón escuchase nada o viese algo. El Escorpión confiaba ciegamente en su aliado-
Off: Ahi te fue un mp, Marcel.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Fujiwa & Ryushi
Los dos Campeones habían acampado para pasar la noche. El enorme ejército del Unicorino era el que más se adaptaba a dormir en la intemperie, y gracias a la experiencia de sus exploradores, consiguieron encontrar un lugar lo suficientemente grande como para que cabiera todo el ejército de miles y miles de hombres.
El olor a carne asada y a exóticas especias llenó los sentidos de ambos Campeones, poco acostumbrados a ese tipo de comida.
Cuando Ryushi entregó su misiva a Sunetra, esta asintió con una reverencia.
Así lo haré, Ryushi-sama. Me dísteis una segunda oportunidad y no lo olvidaré. dijo la samurai-ko refiriéndose al momento en que Ryushi le prohibió cometer seppukku.
Suentra pidió un caballo para viajar hacia su destino, y el propio Shono le proporcionó uno. La noche era fría debida a la época del año, pero aún así, la mayoría de Unicornio no parecían molestarse.
Un curandero Iuchi había preparado un brebaje para la esposa de Ryushi, quien la condujo hacia la tienda de pieles del viejo shugenja. El hombre le ofreció el brebaje de fuerte olor a Amane.
Después de tomar esto y dormir unas horas, estará como nueva. sonrió el anciano, de oscura piel marrón.
La mañana siguiente, el ejército seguiría con su avance.
Los dos Campeones habían acampado para pasar la noche. El enorme ejército del Unicorino era el que más se adaptaba a dormir en la intemperie, y gracias a la experiencia de sus exploradores, consiguieron encontrar un lugar lo suficientemente grande como para que cabiera todo el ejército de miles y miles de hombres.
El olor a carne asada y a exóticas especias llenó los sentidos de ambos Campeones, poco acostumbrados a ese tipo de comida.
Cuando Ryushi entregó su misiva a Sunetra, esta asintió con una reverencia.
Así lo haré, Ryushi-sama. Me dísteis una segunda oportunidad y no lo olvidaré. dijo la samurai-ko refiriéndose al momento en que Ryushi le prohibió cometer seppukku.
Suentra pidió un caballo para viajar hacia su destino, y el propio Shono le proporcionó uno. La noche era fría debida a la época del año, pero aún así, la mayoría de Unicornio no parecían molestarse.
Un curandero Iuchi había preparado un brebaje para la esposa de Ryushi, quien la condujo hacia la tienda de pieles del viejo shugenja. El hombre le ofreció el brebaje de fuerte olor a Amane.
Después de tomar esto y dormir unas horas, estará como nueva. sonrió el anciano, de oscura piel marrón.
La mañana siguiente, el ejército seguiría con su avance.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Bayushi Ryushi
Nunca antes había visto semejante congregación de jinetes. Nunca antes había visto al Unicornio en su total y más organizada plenitud. Impresionante, pensó. Y desde el umbral de la tienda en la que yacía erguido, como una estatua, Bayushi Ryushi se sintió seguro de si mismo y una mueca de satisfacción se dibujo en su boca.
El Cangrejo y el León deberían estar en la ciudad imperial. La Grulla, por otro lado, ya lo estaba... al igual que el Fénix y el Escorpión. El Unicornio estaba en camino y faltaba el Dragón, cuya ausencia era evidente e incuestionable debido a su inusual comportamiento. Y por ultimo la Mantis. ¿Dónde estaban?, se pregunto.
La última vez que vio al daimyo de susodicho clan había sido en Toshi Ranbo si su memoria no le fallaba. ¿Pero que sucedió luego? Al parecer, Sunetra tendría otras órdenes que cumplir?
Bayushi resoplo, ahora mas tranquilo, deshaciéndose de todo vestigio de preocupación que quedase en su cuerpo para luego entrar a la tienda. El olor que embriagaba sus sentidos lo seducía incitándolo a probar lo que su nariz degustaba. Pero la comida podía esperar, la mujer que amaba no.
Bayushi Sunetra se encontraba allí, inmóvil, situada al lado de Shosuro Amane; cualquiera podría creer que la samurai ko era su yojimbo.
El campeón del Escorpión se acerco a ella, le susurro unas palabras al oído y la despacho sin más luego de que esta asintiera, agradecida, dispuesta a cumplir su encomienda.
Shosuro Amane yacía tendida sobre la mejor y mas improvisada cama de todo el campamento, cortesía del daimyo Unicornio y que Ryushi jamas olvidaría.
El se acerco y se sentó a su lado, contemplando su belleza inigualable. Acaricio su mejilla y le sonrió. Ella estaba dormida, sumida en un sueño desconocido para su esposo, o tal vez una pesadilla.
- Todo va a salir bien, amor.- y luego beso su frente; los labios del samurai, calidos como el acero templado, se apoyaron lentamente sobre la fría frente de su mujer-
Y luego de solicitar permiso y con la etiqueta correspondiente, un anciano shugenja entro a la tienda. Un miembro de la familia Iuchi, que sostenía un brebaje entre sus manos, se acerco hasta la pareja y le ofreció la cura a Ryushi. Este, con disimulo, paseo el recipiente por debajo de su nariz en un intento de reconocer las hierbas utilizadas para la preparación. Solo por precaucion.
Tomo a su mujer lentamente por detrás del cuello y con la otra mano acerco el brebaje hasta sus labios. Cuando ella los hubo abierto apenas un poco, lenta y pausadamente vertió la bebida dentro de su boca.
- Arigato, Iuchi san.- le agradeció con una ligera reverencia-
Nunca antes había visto semejante congregación de jinetes. Nunca antes había visto al Unicornio en su total y más organizada plenitud. Impresionante, pensó. Y desde el umbral de la tienda en la que yacía erguido, como una estatua, Bayushi Ryushi se sintió seguro de si mismo y una mueca de satisfacción se dibujo en su boca.
El Cangrejo y el León deberían estar en la ciudad imperial. La Grulla, por otro lado, ya lo estaba... al igual que el Fénix y el Escorpión. El Unicornio estaba en camino y faltaba el Dragón, cuya ausencia era evidente e incuestionable debido a su inusual comportamiento. Y por ultimo la Mantis. ¿Dónde estaban?, se pregunto.
La última vez que vio al daimyo de susodicho clan había sido en Toshi Ranbo si su memoria no le fallaba. ¿Pero que sucedió luego? Al parecer, Sunetra tendría otras órdenes que cumplir?
Bayushi resoplo, ahora mas tranquilo, deshaciéndose de todo vestigio de preocupación que quedase en su cuerpo para luego entrar a la tienda. El olor que embriagaba sus sentidos lo seducía incitándolo a probar lo que su nariz degustaba. Pero la comida podía esperar, la mujer que amaba no.
Bayushi Sunetra se encontraba allí, inmóvil, situada al lado de Shosuro Amane; cualquiera podría creer que la samurai ko era su yojimbo.
El campeón del Escorpión se acerco a ella, le susurro unas palabras al oído y la despacho sin más luego de que esta asintiera, agradecida, dispuesta a cumplir su encomienda.
Shosuro Amane yacía tendida sobre la mejor y mas improvisada cama de todo el campamento, cortesía del daimyo Unicornio y que Ryushi jamas olvidaría.
El se acerco y se sentó a su lado, contemplando su belleza inigualable. Acaricio su mejilla y le sonrió. Ella estaba dormida, sumida en un sueño desconocido para su esposo, o tal vez una pesadilla.
- Todo va a salir bien, amor.- y luego beso su frente; los labios del samurai, calidos como el acero templado, se apoyaron lentamente sobre la fría frente de su mujer-
Y luego de solicitar permiso y con la etiqueta correspondiente, un anciano shugenja entro a la tienda. Un miembro de la familia Iuchi, que sostenía un brebaje entre sus manos, se acerco hasta la pareja y le ofreció la cura a Ryushi. Este, con disimulo, paseo el recipiente por debajo de su nariz en un intento de reconocer las hierbas utilizadas para la preparación. Solo por precaucion.
Tomo a su mujer lentamente por detrás del cuello y con la otra mano acerco el brebaje hasta sus labios. Cuando ella los hubo abierto apenas un poco, lenta y pausadamente vertió la bebida dentro de su boca.
- Arigato, Iuchi san.- le agradeció con una ligera reverencia-
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Kitsuki Fujiwa
Deambulaba por el campamento, tratando de recapacitar sobre todo. No creía que Ryushi-sama comprendiera lo que había dicho cuando había hablado de los pergaminos. Sin duda el pergamino de Daigotsu era de maho, pero lo que ocultaba podría ser devastador. Una vez 12 pergaminos habían significado la destrucción de un imperio, los shugenja y los tsukai usaban los pergaminos para controlar a las propias fuerzas del vacio, quien sabe el poder que controlaba Daigotsu dado hasta donde se extendían sus afilados dedos. El pergamino de Seitatsu, sin duda, eran clave del bien, de la luz de la esperanza, por lo que era necesario protegerlo.
Los campeones de los clanes, donde se encontrarían? La grulla había caído a la tentativa del mal, el cangrejo se mantenía en su lucha continua, el leon enviaba sus fuerzas para luchar, el unicornio igualmente, el fénix era un aliado fiel que sin duda apoyaría el combate con su poderosa magia, podrían contrarrestar el maho? con la ayuda de los tsukai-sagasu tal vez...
En noches como esta un trago del aromático té siempre me resultó muy atractiva. Me acerque a la cabaña del capitán Shono-san, esperando que se encontrase despierto para charlar antes de acostarme a dormir. Buscando la luz de su tienda protegida por los guardias y los estandartes del Unicornio y de la familia Shinjo y de la familia dirigente, la Utaku.
Deambulaba por el campamento, tratando de recapacitar sobre todo. No creía que Ryushi-sama comprendiera lo que había dicho cuando había hablado de los pergaminos. Sin duda el pergamino de Daigotsu era de maho, pero lo que ocultaba podría ser devastador. Una vez 12 pergaminos habían significado la destrucción de un imperio, los shugenja y los tsukai usaban los pergaminos para controlar a las propias fuerzas del vacio, quien sabe el poder que controlaba Daigotsu dado hasta donde se extendían sus afilados dedos. El pergamino de Seitatsu, sin duda, eran clave del bien, de la luz de la esperanza, por lo que era necesario protegerlo.
Los campeones de los clanes, donde se encontrarían? La grulla había caído a la tentativa del mal, el cangrejo se mantenía en su lucha continua, el leon enviaba sus fuerzas para luchar, el unicornio igualmente, el fénix era un aliado fiel que sin duda apoyaría el combate con su poderosa magia, podrían contrarrestar el maho? con la ayuda de los tsukai-sagasu tal vez...
En noches como esta un trago del aromático té siempre me resultó muy atractiva. Me acerque a la cabaña del capitán Shono-san, esperando que se encontrase despierto para charlar antes de acostarme a dormir. Buscando la luz de su tienda protegida por los guardias y los estandartes del Unicornio y de la familia Shinjo y de la familia dirigente, la Utaku.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Fujiwa & Ryushi
Los pasos de Fujiwa le llevaron hasta la tienda de Shinjo Shono, reconocible por ser la más vigilada y más grande de todas.
Los guardias le dejaron pasar apenas recibieron permiso de Shono, que como el Kitsuki, seguía despierto.
Entró a la tienda hecha con pieles, y comprobó que era un lugar cálido. Shono había desplegado un gran mapa de la zona en una alfombra de exótica procedencia, y fumaba con una larga pipa de acero.
El olor del tabaco mezclado con aromas de canela y ciruela llegó a los sentidos de Fujiwa.
Parece que no soy el único que trasnocha... Sentáos Fujiwa-san, os ofrecería una pipa, pero asumo que no es muy común en el resto de Clanes. El camino se encuentra despejado, y llegaremos en el tiempo estimado; pero quizás el ejército de Daigotsu se nos adelante... dijo algo frustrado mirando el mapa que tenía en la alfombra.
Los pasos de Fujiwa le llevaron hasta la tienda de Shinjo Shono, reconocible por ser la más vigilada y más grande de todas.
Los guardias le dejaron pasar apenas recibieron permiso de Shono, que como el Kitsuki, seguía despierto.
Entró a la tienda hecha con pieles, y comprobó que era un lugar cálido. Shono había desplegado un gran mapa de la zona en una alfombra de exótica procedencia, y fumaba con una larga pipa de acero.
El olor del tabaco mezclado con aromas de canela y ciruela llegó a los sentidos de Fujiwa.
Parece que no soy el único que trasnocha... Sentáos Fujiwa-san, os ofrecería una pipa, pero asumo que no es muy común en el resto de Clanes. El camino se encuentra despejado, y llegaremos en el tiempo estimado; pero quizás el ejército de Daigotsu se nos adelante... dijo algo frustrado mirando el mapa que tenía en la alfombra.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Kitsuki Fujiwa
Kitsuki Fujiwa a Shinjo Shono.
Shinjo-sama, esperaba encontrarme con vos antes de llegar a la ciudad imperial. Esperaba que me informaráis de como van las cosas en Toshi Ranbo. La última vez que me encontré con vuestra señora, habíamos decidido enfrentarnos a Daigotsu. Os había mencionado ella algo?
Aprovecho las técnicas enseñadas por mi sensei, un anciano cortesano de las cortes. El anciano Kitsuki me había enseñado a escrutar las miradas de los demás para interpretar la verdad en sus palabras. Ante las preguntas el cuerpo actuaba conforme a las respuestas. En ocasiones incluso conseguía que los samurai dijesen mucho más de lo que ellos mismos esperaban, cosas ocultas en los recovecos de sus mentes.
Sabéis algo de los demás campeones de clan de Rokugan? Sabéis algo de la Mantis o el Fénix?
Aprovechemos la capacidad de las técnicas Kitsuki: Cuando aquel con menos Inteligencia trate de mentirme será percibido. Tirada enfrentada de Voluntad, gastando vacío, provocar que revele algo. Tras 5min charla, tirada enfrentada de Inteligencia para descubrir Aliados y Enemigos. Cada vez que un oponente trate de mentir y falle pierde dos puntos vacío, ganados por mi. Si no le quedan puntos de vacío no podrá mentir, dirá verdad o no dirá nada.
Así que si noto algo raro, le provocaré para que me revele algo, con la mirada claro, nada de intimidar.
Kitsuki Fujiwa a Shinjo Shono.
Shinjo-sama, esperaba encontrarme con vos antes de llegar a la ciudad imperial. Esperaba que me informaráis de como van las cosas en Toshi Ranbo. La última vez que me encontré con vuestra señora, habíamos decidido enfrentarnos a Daigotsu. Os había mencionado ella algo?
Aprovecho las técnicas enseñadas por mi sensei, un anciano cortesano de las cortes. El anciano Kitsuki me había enseñado a escrutar las miradas de los demás para interpretar la verdad en sus palabras. Ante las preguntas el cuerpo actuaba conforme a las respuestas. En ocasiones incluso conseguía que los samurai dijesen mucho más de lo que ellos mismos esperaban, cosas ocultas en los recovecos de sus mentes.
Sabéis algo de los demás campeones de clan de Rokugan? Sabéis algo de la Mantis o el Fénix?
Aprovechemos la capacidad de las técnicas Kitsuki: Cuando aquel con menos Inteligencia trate de mentirme será percibido. Tirada enfrentada de Voluntad, gastando vacío, provocar que revele algo. Tras 5min charla, tirada enfrentada de Inteligencia para descubrir Aliados y Enemigos. Cada vez que un oponente trate de mentir y falle pierde dos puntos vacío, ganados por mi. Si no le quedan puntos de vacío no podrá mentir, dirá verdad o no dirá nada.
Así que si noto algo raro, le provocaré para que me revele algo, con la mirada claro, nada de intimidar.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Fujiwa & Ryushi
El daimyo Shinjo se quedó pensativo ante las preguntas de Fujiwa.
No.. realmente no me había contado nada sobre eso. Me dijo que debía enviar a todos los hombres disponibles hacia Toshi Ranbo, para prevenir el ataque masivo de las Tierras Sombrías. Ayla-sama es una mujer a la que le gusta actuar, así que no le gustan las preguntas. Por ello hice lo que me dijo sin pararme a pensar por qué las Tierras Sombrías habían llegado hasta el interior del Imperio, y quién las comandaba. No sabía que pensaráis confrontar a Daigotsu directamente... ¿entonces es él el culpable de todo? dijo Shono; el Unicornio decía la verdad.
Realmente, no gran cosa. El Fénix no tiene mucha relación con nosotros, ni tampoco Ayla-sama con Shiba Mugen-sama... En cuanto a la Mantis, creo que llegamos a un acuerdo comercial, en fin, cosas de cortesanos. Por lo que sé, Yoritomo Tsuneyoshi-sama parece haber organizado a sus hombres para ir a la guerra, pero sin duda puede ser para defender la Capital también. Oh, me olvidaba, parece que Doji Yukiko-sama va a casarse con Otomo Satoshi-sama, me lo comentó Ayla-sama en la última misiva... Del resto, asumo que sé menos que vos. añadió el Shinjo, que o bien por su naturaleza o bien sabedor de las técnicas Kitsuki, había revelado la verdad.
El daimyo Shinjo se quedó pensativo ante las preguntas de Fujiwa.
No.. realmente no me había contado nada sobre eso. Me dijo que debía enviar a todos los hombres disponibles hacia Toshi Ranbo, para prevenir el ataque masivo de las Tierras Sombrías. Ayla-sama es una mujer a la que le gusta actuar, así que no le gustan las preguntas. Por ello hice lo que me dijo sin pararme a pensar por qué las Tierras Sombrías habían llegado hasta el interior del Imperio, y quién las comandaba. No sabía que pensaráis confrontar a Daigotsu directamente... ¿entonces es él el culpable de todo? dijo Shono; el Unicornio decía la verdad.
Realmente, no gran cosa. El Fénix no tiene mucha relación con nosotros, ni tampoco Ayla-sama con Shiba Mugen-sama... En cuanto a la Mantis, creo que llegamos a un acuerdo comercial, en fin, cosas de cortesanos. Por lo que sé, Yoritomo Tsuneyoshi-sama parece haber organizado a sus hombres para ir a la guerra, pero sin duda puede ser para defender la Capital también. Oh, me olvidaba, parece que Doji Yukiko-sama va a casarse con Otomo Satoshi-sama, me lo comentó Ayla-sama en la última misiva... Del resto, asumo que sé menos que vos. añadió el Shinjo, que o bien por su naturaleza o bien sabedor de las técnicas Kitsuki, había revelado la verdad.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Kitsuki Fujiwa
Aquella noticia era nueva y extraña, soprendente sin duda. Aquello significaba que el daimyo y la grulla, sin duda, estaban bien unidos y puede que incluso aspirasen a mucho más de lo que su señor podría ofrecerles. Con la capacidad en la corte del Otomo, y la destreza en duelo de la Doji, sin duda sería un difícil enfrentamiento, sin tener en cuenta el peligro que era el propio Daigotsu. Cada vez deseaba más acercarme a la capital y estar en su seno. Tendría que ir con los planes bien determinados. Ayla-sama, había preparado a sus tropas para enfrentarse directamente con las fuerzas de Daigotsu, pero eso solo sería una distracción del peligro principal, no las fuerzas sino quien las ordenaba. Las fuerzas de Daigotsu podían levantarse una y otra vez si no eran detenidas adecuadamente. Además las fuerzas de Satoshi y de Yukiko debían ser eliminadas, aunque habían extendido sus redes en las familias más importantes.
- Shono-san, que órdenes teneis de Ayla-sama, si puede conocerse? Debéis acampar en las mediaciones de la ciudad imperial o entrar en la ciudad? Si entráis en la ciudad, las fuerzas de Satoshi tendrán legimitimidad para deteneros e incluso de desnombrar a vuestro clan, como hicieron con el cangrejo. Si descansáis en las tierras del León, cercanas a la capital, no podrán deciros nada, siempre que contéis con el permiso de su Campeón.
Mover los ejércitos de Rokugan, todos hacia la capital. A veces pienso que podría ser más arriesgado de lo que podría ser que la capital cayese ante Daigotsu. Dejar nuestras tierras vacías de fuerzas defensivas.... con un ejército oscuro a sus manos...
Aquella noticia era nueva y extraña, soprendente sin duda. Aquello significaba que el daimyo y la grulla, sin duda, estaban bien unidos y puede que incluso aspirasen a mucho más de lo que su señor podría ofrecerles. Con la capacidad en la corte del Otomo, y la destreza en duelo de la Doji, sin duda sería un difícil enfrentamiento, sin tener en cuenta el peligro que era el propio Daigotsu. Cada vez deseaba más acercarme a la capital y estar en su seno. Tendría que ir con los planes bien determinados. Ayla-sama, había preparado a sus tropas para enfrentarse directamente con las fuerzas de Daigotsu, pero eso solo sería una distracción del peligro principal, no las fuerzas sino quien las ordenaba. Las fuerzas de Daigotsu podían levantarse una y otra vez si no eran detenidas adecuadamente. Además las fuerzas de Satoshi y de Yukiko debían ser eliminadas, aunque habían extendido sus redes en las familias más importantes.
- Shono-san, que órdenes teneis de Ayla-sama, si puede conocerse? Debéis acampar en las mediaciones de la ciudad imperial o entrar en la ciudad? Si entráis en la ciudad, las fuerzas de Satoshi tendrán legimitimidad para deteneros e incluso de desnombrar a vuestro clan, como hicieron con el cangrejo. Si descansáis en las tierras del León, cercanas a la capital, no podrán deciros nada, siempre que contéis con el permiso de su Campeón.
Mover los ejércitos de Rokugan, todos hacia la capital. A veces pienso que podría ser más arriesgado de lo que podría ser que la capital cayese ante Daigotsu. Dejar nuestras tierras vacías de fuerzas defensivas.... con un ejército oscuro a sus manos...
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Fujiwa & Ryushi
El daimyo Shinjo miró a Fujiwa fijamente, como tratando de imitar sus sentidos de Kitsuki.
Las órdenes de Ayla-sama no tienen un gran secreto. El ejército de las Tierras Sombrías se dirije hacia la Capital según todos los inidicios, es el único objetivo auténtico. ¿De qué le serviría a Daigotsu controlar las tierras de un Clan? Él quiere controlar el Imperio, por eso mostrará toda su fuerza donde más se pueda verle.
Esperemos llegar a tiempo, mis exploradores me han informado de que el ejército impío nos lleva algo de ventaja. Esperemos poder recortarla mañana... Sea como sea, nuestras órdenes son atacar desde el flanco. Ayla-sama sabe que nuestra caballería serviría de poco encerrada tras los muros. Quizás sea una temeridad atacar directamente al ejército impío, pero alguien debe hacerlo. Los muros de Toshi Ranbo no son infinitos, y un ataque a su flanco les creará un importante desvarajuste. No os estoy obligando a uniros al ataque, pero viajar solo por los caminos puede resultar peligroso, y Ayla-sama no me perdonaría si os sucediera algo. terminó por decir el daimyo.
El daimyo Shinjo miró a Fujiwa fijamente, como tratando de imitar sus sentidos de Kitsuki.
Las órdenes de Ayla-sama no tienen un gran secreto. El ejército de las Tierras Sombrías se dirije hacia la Capital según todos los inidicios, es el único objetivo auténtico. ¿De qué le serviría a Daigotsu controlar las tierras de un Clan? Él quiere controlar el Imperio, por eso mostrará toda su fuerza donde más se pueda verle.
Esperemos llegar a tiempo, mis exploradores me han informado de que el ejército impío nos lleva algo de ventaja. Esperemos poder recortarla mañana... Sea como sea, nuestras órdenes son atacar desde el flanco. Ayla-sama sabe que nuestra caballería serviría de poco encerrada tras los muros. Quizás sea una temeridad atacar directamente al ejército impío, pero alguien debe hacerlo. Los muros de Toshi Ranbo no son infinitos, y un ataque a su flanco les creará un importante desvarajuste. No os estoy obligando a uniros al ataque, pero viajar solo por los caminos puede resultar peligroso, y Ayla-sama no me perdonaría si os sucediera algo. terminó por decir el daimyo.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Kitsuki Fujiwa
Arigato, Shono-san. Tenéis razón. Servís bien a vuestra señora, sin duda. Tal vez podamos movernos por la ciudad Bayushi Ryushi-sama y yo para detener la acción desde dentro. Si me disculpáis, volveré a mi tienda para descansar. Mañana será un largo día. Shinjo Shono, daimyo de la familia desprestigiada, y sin embargo tan honorable y apegado a su deber. Era un verdadero samurai, sin duda. A muy pocos había tan comprometido con su campeón como a este samurai. Inclino la cabeza ante su despedida, volviendo sobre mis pasos a la cabaña donde el campeón escorpión ya habrá podido disfrutar de la tranquilidad con su esposa; esperando que las nuevas luces de Señor Luna traigan paz y tranquilidad en un mar de sangre próximo.
Arigato, Shono-san. Tenéis razón. Servís bien a vuestra señora, sin duda. Tal vez podamos movernos por la ciudad Bayushi Ryushi-sama y yo para detener la acción desde dentro. Si me disculpáis, volveré a mi tienda para descansar. Mañana será un largo día. Shinjo Shono, daimyo de la familia desprestigiada, y sin embargo tan honorable y apegado a su deber. Era un verdadero samurai, sin duda. A muy pocos había tan comprometido con su campeón como a este samurai. Inclino la cabeza ante su despedida, volviendo sobre mis pasos a la cabaña donde el campeón escorpión ya habrá podido disfrutar de la tranquilidad con su esposa; esperando que las nuevas luces de Señor Luna traigan paz y tranquilidad en un mar de sangre próximo.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Fujiwa y Ryushi
La noche pasó en el improvisado campamento del Unicornio. El duro suelo en el que debían descansar, aunque estuviera amortiguado por unas esterillas de paja que les dejaron los Unicornio, no permitió a ambos Campeones descansar debidamente. Quizás también influyó el hecho de saber que quizás en su ausencia, la Capital podría estar siendo atacada.
Ryushi descansaba junto a su esposa, que parecía ajena a sus preocupaciones y dormía plácidamente. Había estado a punto de perderla, perder todo cuanto tenía realmente en este mundo. No había planeado ser daimyo, pero lo era. Por ello tenía una responsabilidad para con los suyos de la que no podía ni quería huir. No se consideraba a si mismo un buen estratega, ni tampoco un líder excepcional, pero miles de hombres dependían de lo que él les ordenara.
Pero ahora sus hombres estaban a miles de ken-an de distancia, y Ryushi odiaba esa tensa espera, tumbado en la cabaña de piel que le habían dejado los Unicornio.
Fujiwa seguía evaluando en su mente todas las imágenes que había visto, tanto en la realidad como en sus sueños. La visión del Oráculo Oscuro del Vacío, el sueño en el que apareció Daigotsu, la visita al Yume-Do. Había pasado toda su vida estudiando para resolver los casos más complicados, los crímenes más rebuscados, y para defender siempre la verdad.
Pero le parecía que ahora, en el momento clave de su vida, algo se le escapaba. ¿Y si todo lo que había visto estuviera relacionado? Quizás lo tuviera delante de sus narices, pero su obsesión por verlo no le dejaba hacerlo.
Necesitaba calmarse, pero el duro y frío suelo no le ayudaban mucho.
Llegó la mañana, y ambos Campeones se despertaron con el extraño ruido de... ¿un cuerno? Uno de los soldados Moto soplaba por el enorme cuerno de un animal, levantando un fuerte y grave ruido, audible para los miles de soldados allí reunidos. Ryushi se levantó y comprobó que al final sí había logrado pegar ojo. Un olor a arroz hervido llenó sus sentidos, y su estómago protestó al recordarle que hacía tiempo que no se alimentaba debidamente. La sorpresa fue mayor cuando se percató de que el olor provenía de dentro de su cabaña, y que un apetecible desayuno le esperaba, puesto en una tela en el propio suelo, ante la que estaba sentada Amane. La esposa sonrió a su marido cuando se percató de que estaba despierto.
Buenos días, amor. dijo ella con su dulce voz.
Fujiwa salió a estirar las piernas tras el repentino sonido del cuerno y asearse con una palangana de agua casi helada que le dejaron los Unicornio. El campamento se estaba levantando, pues la mayoría de Unicornio estaba recogiendo sus tiendas. El resto, entre los que vió a Shinjo Shono, gozaban de un abundante desayuno, distribuídos en pequeñas hogueras en las que asaban carne de cordero. El peculiar olor de la carne, poco habitual para el Kitsuki llenó sus sentidos, así como el de multitud de especias que los improvisados cocineros ponían en el asado. Una gran cazuela con arroz hervido con desconocidas raíces también desprendía un peculiar y apetecible aroma.
Fujiwa-sama, acercáos. No voy a dejar a un Campeón sin desayuno. dijo Shono, con un ademán de su mano derecha, quizás tomándose ciertas confianzas con el Kitsuki.
La mañana era fría, mucho más que la del día anterior, y el cielo estaba totalmente nublado, con unas nubes grises y espesas. No era un escenario muy alentador para proseguir el viaje, pero no había tiempo que perder. Tras el oportuno desayuno el campamento se levantó por completo, y el temible ejército del Unicornio prosiguió su camino.
La noche pasó en el improvisado campamento del Unicornio. El duro suelo en el que debían descansar, aunque estuviera amortiguado por unas esterillas de paja que les dejaron los Unicornio, no permitió a ambos Campeones descansar debidamente. Quizás también influyó el hecho de saber que quizás en su ausencia, la Capital podría estar siendo atacada.
Ryushi descansaba junto a su esposa, que parecía ajena a sus preocupaciones y dormía plácidamente. Había estado a punto de perderla, perder todo cuanto tenía realmente en este mundo. No había planeado ser daimyo, pero lo era. Por ello tenía una responsabilidad para con los suyos de la que no podía ni quería huir. No se consideraba a si mismo un buen estratega, ni tampoco un líder excepcional, pero miles de hombres dependían de lo que él les ordenara.
Pero ahora sus hombres estaban a miles de ken-an de distancia, y Ryushi odiaba esa tensa espera, tumbado en la cabaña de piel que le habían dejado los Unicornio.
Fujiwa seguía evaluando en su mente todas las imágenes que había visto, tanto en la realidad como en sus sueños. La visión del Oráculo Oscuro del Vacío, el sueño en el que apareció Daigotsu, la visita al Yume-Do. Había pasado toda su vida estudiando para resolver los casos más complicados, los crímenes más rebuscados, y para defender siempre la verdad.
Pero le parecía que ahora, en el momento clave de su vida, algo se le escapaba. ¿Y si todo lo que había visto estuviera relacionado? Quizás lo tuviera delante de sus narices, pero su obsesión por verlo no le dejaba hacerlo.
Necesitaba calmarse, pero el duro y frío suelo no le ayudaban mucho.
Llegó la mañana, y ambos Campeones se despertaron con el extraño ruido de... ¿un cuerno? Uno de los soldados Moto soplaba por el enorme cuerno de un animal, levantando un fuerte y grave ruido, audible para los miles de soldados allí reunidos. Ryushi se levantó y comprobó que al final sí había logrado pegar ojo. Un olor a arroz hervido llenó sus sentidos, y su estómago protestó al recordarle que hacía tiempo que no se alimentaba debidamente. La sorpresa fue mayor cuando se percató de que el olor provenía de dentro de su cabaña, y que un apetecible desayuno le esperaba, puesto en una tela en el propio suelo, ante la que estaba sentada Amane. La esposa sonrió a su marido cuando se percató de que estaba despierto.
Buenos días, amor. dijo ella con su dulce voz.
Fujiwa salió a estirar las piernas tras el repentino sonido del cuerno y asearse con una palangana de agua casi helada que le dejaron los Unicornio. El campamento se estaba levantando, pues la mayoría de Unicornio estaba recogiendo sus tiendas. El resto, entre los que vió a Shinjo Shono, gozaban de un abundante desayuno, distribuídos en pequeñas hogueras en las que asaban carne de cordero. El peculiar olor de la carne, poco habitual para el Kitsuki llenó sus sentidos, así como el de multitud de especias que los improvisados cocineros ponían en el asado. Una gran cazuela con arroz hervido con desconocidas raíces también desprendía un peculiar y apetecible aroma.
Fujiwa-sama, acercáos. No voy a dejar a un Campeón sin desayuno. dijo Shono, con un ademán de su mano derecha, quizás tomándose ciertas confianzas con el Kitsuki.
La mañana era fría, mucho más que la del día anterior, y el cielo estaba totalmente nublado, con unas nubes grises y espesas. No era un escenario muy alentador para proseguir el viaje, pero no había tiempo que perder. Tras el oportuno desayuno el campamento se levantó por completo, y el temible ejército del Unicornio prosiguió su camino.
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
OR: Bien, como no habéis respondido últimamente, he optado por dar por terminado este tema. Seguiremos en el Capítulo IV: Luchando por el Destino. Allí podréis responder a este tema. Os lleváis 10 PX por superar el Capítulo III, si alguno desea invertirlos en algo, que me lo comunique por PM. Saludos!
Re: Conversación del Capítulo II: Kitsuki Fujiwa /Bayushi Ryushi
Che, yo tenia ganas de responder pero la verdad es que me despidieron del trabajo y me quede sin Internet Asi que bueno, no se. De todas formas esta partida no se termina sin mi presencia Pero bueno, tenganme paciencia que igualmente voy a intentar participar lo antes posible.