Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Moderador: Isildur
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
El daimyo Yogo asintió tras su máscara ante las cabilaciones de Ryushi.
Poco más puedo contaros ya. Salvo que esta mañana se ha visto partir a una samurai-ko del Dragón, llamada Mirumoto Katsumi-san. Parece que se trata de una pariente del anterior daimyo, Mirumoto Rosanjin-san. Intuyo que no estaría en Toshi Ranbo por casualidad... puede que el Dragón trame o sepa algo. De momento, su daimyo permanece en paradero desconocido.
Es todo lo que puedo contaros, Tono. ¿Necesitáis algo más? dijo con su habitual voz.
El daimyo Yogo asintió tras su máscara ante las cabilaciones de Ryushi.
Poco más puedo contaros ya. Salvo que esta mañana se ha visto partir a una samurai-ko del Dragón, llamada Mirumoto Katsumi-san. Parece que se trata de una pariente del anterior daimyo, Mirumoto Rosanjin-san. Intuyo que no estaría en Toshi Ranbo por casualidad... puede que el Dragón trame o sepa algo. De momento, su daimyo permanece en paradero desconocido.
Es todo lo que puedo contaros, Tono. ¿Necesitáis algo más? dijo con su habitual voz.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
- Yudoca san habra de verla, quizas repare en algo... o en alguien- Dijo Ryushi, reincorporandose- Encargate de escribirle a Sunetra, a Eiji y a Ichiba. Necesito hablar con "nombre falso del bushi Paneki". Si llegas a verlo, ya sabes.- El Señor de los secretos se acerco a la ventana y contemplo el jardin en su plenitud. Un lugar tranquilo y refrescante, sonrio como si fuera la ultima vez que fuera a hacerlo- En breve ire a hablar con el Otomo. Hazte cargo de lo que te he pedido. Nos veremos luego.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
Yogo Koji asintió ante las órdenes de Ryushi:
Sin problema, redactaré las misivas de inmediato. e hizo una reverencia antes de retirarse. Su dirección era la embajada del Esorpión, donde comunicaría a Paneki, Shigen ahora, que Ryushi deseaba verle.
El Señor de los Secretos se quedó sólo un instante en sus aposentos del Palacio Imperial. En su mente, rezaba para que su esposa estubiera a salvo.
Pero ahora, debía prepararse para lo que se abecinaba. Salió de sus aposentos, en dirección a los aposentos del Otomo.
Hubo una sorpresa por el camino. Se trataba de Doji Yukiko, daimyo de la Grulla.
Su kimono plateado, dibujaba una gran Grulla de color azul eléctrico en su espalda.
La Dama Doji se detubo un instante, como si hubiera visto un fantasma. Miró con ojos desconcertados a Ryushi, y le dedicó una leve reverencia. Se detubo cortesmente, y dijo:
Había oído rumores de que habíais llegado ya... Bienvenido. dijo con su suave voz en un tono neutro.
OR: Como te dije, faltan el resto de jugadores por avanzar. Ten un poco de paciencia, please! Saludos!
Yogo Koji asintió ante las órdenes de Ryushi:
Sin problema, redactaré las misivas de inmediato. e hizo una reverencia antes de retirarse. Su dirección era la embajada del Esorpión, donde comunicaría a Paneki, Shigen ahora, que Ryushi deseaba verle.
El Señor de los Secretos se quedó sólo un instante en sus aposentos del Palacio Imperial. En su mente, rezaba para que su esposa estubiera a salvo.
Pero ahora, debía prepararse para lo que se abecinaba. Salió de sus aposentos, en dirección a los aposentos del Otomo.
Hubo una sorpresa por el camino. Se trataba de Doji Yukiko, daimyo de la Grulla.
Su kimono plateado, dibujaba una gran Grulla de color azul eléctrico en su espalda.
La Dama Doji se detubo un instante, como si hubiera visto un fantasma. Miró con ojos desconcertados a Ryushi, y le dedicó una leve reverencia. Se detubo cortesmente, y dijo:
Había oído rumores de que habíais llegado ya... Bienvenido. dijo con su suave voz en un tono neutro.
OR: Como te dije, faltan el resto de jugadores por avanzar. Ten un poco de paciencia, please! Saludos!
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
- Para mi tambien es un placer el poder verla, gracias.- Dijo el, luego de devolverle la reverencia- He sabido que gran parte de vuestros samurai, por no decir todos ellos, estan ayudando al Shogun con las defensas del lugar. Me parece bien, no esperaba menos de la Grulla. Aunque...- hizo una breve pausa- Crei que la discusion en la primera reunion que tuvimos hace ya varios dias habria culminado con la prestacion de servicios de Kaneka-san al imperio. Parece que no...- concluyo, esperando que la dama Doji le dijera algo al respecto-
Off-rol: Dale, no prob. ^^
Off-rol: Dale, no prob. ^^
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
La Dama Doji miró con cierto recelo a Ryushi, como si sus palabras la cogieran desprovista.
La verdad es que Kaneka-san me parece indigno de ser Shogun... hasta esta misma mañana, Satoshi-sama le había retirado su título, pero por alguna razón se lo ha devuelto...
Bueno, creo que esa razón se llama Shiba Mugen-san. No me gustaría que malinterpretárais mis palabras, puesto que el Fénix y la Grulla somos aliados, pero Mugen-san se ha excedido en sus ambiciones. Está presionando a Satoshi-sama para que le cumpla sus deseos, y en la actual situación, sin más Campeones que yo y la recién llegada Utaku Ayla-san, creo que Satoshi-sama está en una situación de gran presión. Hace apenas unos minutos, hablé con Mugen-san, y se le ha ocurrido que él solo puede derrotar a La Fauce... ¿sabéis de quién os hablo? La Fauce, uno de los Señores Oni más poderosos... e hizo una pausa esperando la opinión de Ryushi.
La Dama Doji miró con cierto recelo a Ryushi, como si sus palabras la cogieran desprovista.
La verdad es que Kaneka-san me parece indigno de ser Shogun... hasta esta misma mañana, Satoshi-sama le había retirado su título, pero por alguna razón se lo ha devuelto...
Bueno, creo que esa razón se llama Shiba Mugen-san. No me gustaría que malinterpretárais mis palabras, puesto que el Fénix y la Grulla somos aliados, pero Mugen-san se ha excedido en sus ambiciones. Está presionando a Satoshi-sama para que le cumpla sus deseos, y en la actual situación, sin más Campeones que yo y la recién llegada Utaku Ayla-san, creo que Satoshi-sama está en una situación de gran presión. Hace apenas unos minutos, hablé con Mugen-san, y se le ha ocurrido que él solo puede derrotar a La Fauce... ¿sabéis de quién os hablo? La Fauce, uno de los Señores Oni más poderosos... e hizo una pausa esperando la opinión de Ryushi.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
La dama Doji no era ninguna ingenua; a pesar de que el Fénix y la Grulla eran aliados, ella quería el trono para su clan. Por eso intento desviar la atención del Escorpión para que este centrara su atención en el joven Shiba.
- Ya veo.- dijo Ryushi, altivo; Doji Yukiko era la persona mas allegada al administrador imperial y no se había despegado de el desde su arribo a la ciudad imperial. ¿Cómo no iba a saber la razón por la cual le devolvieron el titulo al Shogun? El Escorpión sonrió detrás de su mascara- Yukiko san, dudo que Otomo Satoshi san no sepa como desenvolverse en una situación como la que describes, yo es que acabo de llegar y nada se de lo que se cuece en el interior de los muros de la ciudad. Ahora si me disculpas?- concluyo al fin, satisfecho por la noticia que le había dado la Grulla; solo tres daimyo en la ciudad: El del Fénix, el del Unicornio y el de la Grulla? aunque las sospechas de la posible aparición del Dragón no estaban del todo desechadas-
Luego de la respetuosa reverencia y de haberse alejado unos pasos, el ennegrecido Escorpión giro su cabeza por encima de su hombro en dirección a la dama Doji.
- Quizás deberías persuadir a tu aliado, no seria prudente que el clan del Fénix perdiera la cabeza en momentos como este.- dicho esto se alejo por el pasillo y desapareció, doblando en una esquina.-
El administrador imperial lo estaba esperando?
Te mande un privado ^^
- Ya veo.- dijo Ryushi, altivo; Doji Yukiko era la persona mas allegada al administrador imperial y no se había despegado de el desde su arribo a la ciudad imperial. ¿Cómo no iba a saber la razón por la cual le devolvieron el titulo al Shogun? El Escorpión sonrió detrás de su mascara- Yukiko san, dudo que Otomo Satoshi san no sepa como desenvolverse en una situación como la que describes, yo es que acabo de llegar y nada se de lo que se cuece en el interior de los muros de la ciudad. Ahora si me disculpas?- concluyo al fin, satisfecho por la noticia que le había dado la Grulla; solo tres daimyo en la ciudad: El del Fénix, el del Unicornio y el de la Grulla? aunque las sospechas de la posible aparición del Dragón no estaban del todo desechadas-
Luego de la respetuosa reverencia y de haberse alejado unos pasos, el ennegrecido Escorpión giro su cabeza por encima de su hombro en dirección a la dama Doji.
- Quizás deberías persuadir a tu aliado, no seria prudente que el clan del Fénix perdiera la cabeza en momentos como este.- dicho esto se alejo por el pasillo y desapareció, doblando en una esquina.-
El administrador imperial lo estaba esperando?
Te mande un privado ^^
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
Las palabras de Ryushi dejaron algo sorpendida a Yukiko. Sin embargo, no preguntó nada más, ya que si lo hacía, podría parecer que temía las "amenazas" de Ryushi hacia Mugen. En su lugar, se despidió con una leve reverencia, y siguió su camino.
Ryushi fue en busca de Otomo Satoshi. No tardó en descubrir que se encontraba en la sala de reuniones, por supuesto, reunido. Los guardias Seppun le informaron de que Shiba Mugen, Utaku Ayla y Tsuruchi Nobumoto eran sus invitados.
OR: Leí tu PM! Una cosa, para cuadrar las horas y demás, se supone que habéis viajado de noche, por lo que en la última noche no dormiste (aún así, con tu máscara no se nota). Te lo digo para que lo sepas, por que el cansancio sí lo tienes. Ah, y ahora es antes de mediodía en Toshi Ranbo. Saludos!
Las palabras de Ryushi dejaron algo sorpendida a Yukiko. Sin embargo, no preguntó nada más, ya que si lo hacía, podría parecer que temía las "amenazas" de Ryushi hacia Mugen. En su lugar, se despidió con una leve reverencia, y siguió su camino.
Ryushi fue en busca de Otomo Satoshi. No tardó en descubrir que se encontraba en la sala de reuniones, por supuesto, reunido. Los guardias Seppun le informaron de que Shiba Mugen, Utaku Ayla y Tsuruchi Nobumoto eran sus invitados.
OR: Leí tu PM! Una cosa, para cuadrar las horas y demás, se supone que habéis viajado de noche, por lo que en la última noche no dormiste (aún así, con tu máscara no se nota). Te lo digo para que lo sepas, por que el cansancio sí lo tienes. Ah, y ahora es antes de mediodía en Toshi Ranbo. Saludos!
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
Mientras decidía que hacer, un siriviente atabiado con un bello kimono dorado con borlas de nieve, se le acercó. Era un hombre de avanzada edad, con aspecto de ser todo un experto en la Corte.
El hombre se arrodilló en el suelo, cuando tuvo la atención de Ryushi. Su frente tocó el firme suelo de madera del Palacio Imperial y dijo:
Si me permitís, su excelencia, Otomo Satoshi-sama desea veros de inmediato en la Sala de Reuniones. y esperó respuesta.
Mientras decidía que hacer, un siriviente atabiado con un bello kimono dorado con borlas de nieve, se le acercó. Era un hombre de avanzada edad, con aspecto de ser todo un experto en la Corte.
El hombre se arrodilló en el suelo, cuando tuvo la atención de Ryushi. Su frente tocó el firme suelo de madera del Palacio Imperial y dijo:
Si me permitís, su excelencia, Otomo Satoshi-sama desea veros de inmediato en la Sala de Reuniones. y esperó respuesta.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
El señor de los Secretos contemplo al sirviente por un instante- Que coincidencia. Sera un placer. - y aguardo a que el anciano se reincorparara para seguirle hasta la sala de reuniones-
Off: Me aburren los politiqueos
Off: Me aburren los politiqueos
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
El Señor de los Secretos se adentró a la sala de reuniones. En ese instante, Shiba Mugen y Utaku Ayla acompañaban a Otomo Satoshi y su yojimbo Seppun Saeki.
Bienvenido, Ryushi-san, cuánto tiempo, seguro que hay muchas cosas de las que podemos hablar. Sin embargo, Mugen-san tiene algo de gran urgencia de lo que hablar. dijo Satoshi invitando a Ryushi a sentarse y degustar el té que había servido.
Yukiko entró acto seguido:
Parece que se requiere de nuevo mi presencia... dijo Yukiko haciendo una leve reverencia.
Mugen empezó a hablar rápidamente.
"Hoy por la mañana, los Inquisidores me han informado de sospechosas anomalias en los kamis de Toshi Ranbo.", haciendo una leve pausa para cautivar la atencion de todos los presentes.
"¿Recordais como los Tsuno se movian a traves de los Reinos Espirituales? ¿Recordais como Daigotsu logro enviar a Fu Leng a Tengoku?", posando su mirada sobre cada uno de sus oyentes.
"De una amenaza semejante os hablo.", esperando ver la reaccion de los demas ante sus palabras.
"Toshi Ranbo, como lo fue Otosan Uchi, es un lugar donde convergen los Reinos Espirituales. Especialmente, un portal hacia Yume-Do, el Reino de los Sueños. Si bien es poco probable que dichos portales puedan manifestarse en un periodo corto de tiempo, no ocurre así con este portal. A través de los sueños de los mortales, se abren pequeños pasadizos hacia Yume-Do, los cuáles pueden ser aprovechados por viajeros astutos. Toshi Ranbo parece ser un lugar perfecto de llegada de posibles viajeros a través de Yume-Do. Y además, cuanto más poderosa es el alma del soñador, más profundos pueden ser esos pasadizos. Esto ha sido informado a las demas delegaciones como tambien a los Seppun, pero al parecer, no se les ha prestado atencion a las sugerencias de mis hombres. Solo debo decir una cosa, en este instante y dentro de muy poco, esta ciudad estara atestada de Campeones de Clanes. ¿Se han preguntado cuan profundos pueden ser nuestros sueños? Os recomiendo a todos que pongais a vuestros mejores shugenjas al tanto y que se encarguen de velar cuando mas desprotegidos estamos. Yo ya lo he hecho y mientras dependa de mi, no voy a permitir que otro Campeon mas sea perdido ante las fuerzas de las Tierras Sombrias.", tomando la taza de te con su mano y bebiendo el contenido.
"Eso es todo y me retirare si no se me necesita mas aqui."
Lo que decís es realmente preocupante. Entiendo que representa una posible amenaza a Toshi Ranbo, por lo que estoy en la obligación de garantizar la máxima seguridad. Os daré el oportuno permiso para que desplacéis a cuantos miembros de vuestro Clan necesitéis, con tal de garantizar la estabilidad de esos portales. Por supuesto, también tendréis mi permiso para efectuar rituales o conjuros para prevenir lo peor, sin embargo, os ruego que me informéis de cualquier medida que preciséis tomar antes de llevarla a cabo. dijo Satoshi.
Ya recuerdo que lo comentó Seppun Kiharu-sama... sin embargo, él no tenía la misma información exactamente. Sólo me dijo que había mandado reforzar la seguridad en previsión de posibles ataques mágicos... En fin, comunicaré a Asahina Sekawa que se ponga en contacto con vuestros Inquisidores, quizás él pueda ayudar en algo. dijo Yukiko.
La verdad, tanto lo del ejército impío como eso de los portales me parece tan increíble, que si no fuera por que en estos tiempos puede pasar cualquier cosa, no lo creería. Que conste, que no dudo de vuestra palabra, Mugen-san. Tan sólo, creo que son demasiadas cosas, ante las que necesito más tiempo para meditar. Mi virtud es reaccionar ante los imprevistos, pero en el campo de batalla. Ante tales amenazas, sólo puedo ofreceros la humilde aptitud de mis shugenja Moto, Iuchi y Horiuchi. dijo Ayla.
El Señor de los Secretos se adentró a la sala de reuniones. En ese instante, Shiba Mugen y Utaku Ayla acompañaban a Otomo Satoshi y su yojimbo Seppun Saeki.
Bienvenido, Ryushi-san, cuánto tiempo, seguro que hay muchas cosas de las que podemos hablar. Sin embargo, Mugen-san tiene algo de gran urgencia de lo que hablar. dijo Satoshi invitando a Ryushi a sentarse y degustar el té que había servido.
Yukiko entró acto seguido:
Parece que se requiere de nuevo mi presencia... dijo Yukiko haciendo una leve reverencia.
Mugen empezó a hablar rápidamente.
"Hoy por la mañana, los Inquisidores me han informado de sospechosas anomalias en los kamis de Toshi Ranbo.", haciendo una leve pausa para cautivar la atencion de todos los presentes.
"¿Recordais como los Tsuno se movian a traves de los Reinos Espirituales? ¿Recordais como Daigotsu logro enviar a Fu Leng a Tengoku?", posando su mirada sobre cada uno de sus oyentes.
"De una amenaza semejante os hablo.", esperando ver la reaccion de los demas ante sus palabras.
"Toshi Ranbo, como lo fue Otosan Uchi, es un lugar donde convergen los Reinos Espirituales. Especialmente, un portal hacia Yume-Do, el Reino de los Sueños. Si bien es poco probable que dichos portales puedan manifestarse en un periodo corto de tiempo, no ocurre así con este portal. A través de los sueños de los mortales, se abren pequeños pasadizos hacia Yume-Do, los cuáles pueden ser aprovechados por viajeros astutos. Toshi Ranbo parece ser un lugar perfecto de llegada de posibles viajeros a través de Yume-Do. Y además, cuanto más poderosa es el alma del soñador, más profundos pueden ser esos pasadizos. Esto ha sido informado a las demas delegaciones como tambien a los Seppun, pero al parecer, no se les ha prestado atencion a las sugerencias de mis hombres. Solo debo decir una cosa, en este instante y dentro de muy poco, esta ciudad estara atestada de Campeones de Clanes. ¿Se han preguntado cuan profundos pueden ser nuestros sueños? Os recomiendo a todos que pongais a vuestros mejores shugenjas al tanto y que se encarguen de velar cuando mas desprotegidos estamos. Yo ya lo he hecho y mientras dependa de mi, no voy a permitir que otro Campeon mas sea perdido ante las fuerzas de las Tierras Sombrias.", tomando la taza de te con su mano y bebiendo el contenido.
"Eso es todo y me retirare si no se me necesita mas aqui."
Lo que decís es realmente preocupante. Entiendo que representa una posible amenaza a Toshi Ranbo, por lo que estoy en la obligación de garantizar la máxima seguridad. Os daré el oportuno permiso para que desplacéis a cuantos miembros de vuestro Clan necesitéis, con tal de garantizar la estabilidad de esos portales. Por supuesto, también tendréis mi permiso para efectuar rituales o conjuros para prevenir lo peor, sin embargo, os ruego que me informéis de cualquier medida que preciséis tomar antes de llevarla a cabo. dijo Satoshi.
Ya recuerdo que lo comentó Seppun Kiharu-sama... sin embargo, él no tenía la misma información exactamente. Sólo me dijo que había mandado reforzar la seguridad en previsión de posibles ataques mágicos... En fin, comunicaré a Asahina Sekawa que se ponga en contacto con vuestros Inquisidores, quizás él pueda ayudar en algo. dijo Yukiko.
La verdad, tanto lo del ejército impío como eso de los portales me parece tan increíble, que si no fuera por que en estos tiempos puede pasar cualquier cosa, no lo creería. Que conste, que no dudo de vuestra palabra, Mugen-san. Tan sólo, creo que son demasiadas cosas, ante las que necesito más tiempo para meditar. Mi virtud es reaccionar ante los imprevistos, pero en el campo de batalla. Ante tales amenazas, sólo puedo ofreceros la humilde aptitud de mis shugenja Moto, Iuchi y Horiuchi. dijo Ayla.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Bayushi Ryushi presto suma atencion al monologo del Shiba mientras que, sosteniendo la taza entre sus manos y con la vista fija en su interior, bebio lentamente de aquel exquisito te tan dulce como los labios de su esposa.
Intento meditar al respecto de los hechos mas no pudo hacerlo con claridad debido a una extraña presencia que nublo sus pensamientos; pudo sentir la calides de los brazos de su esposa abrazandolo por detras de la cintura, acariciando su rostro con el suyo, mejilla con mejilla.
Soto la taza.
La porcelana estallo literalmente al golpearse contra la mesa y el liquido alcanzo a Ryushi tan solo un poco.
- Sumimasen- dijo el Escorpion de inmediato- Debo retirarme- asi y sin mas nada que decir, el señor de los secretos inclino su cabeza ligeramente en ademan de respeto y se reincorporo para luego abandonar la sala-
Si niguno de los jugadores o npcs desea decirme algo mi personaje se ira a su habitacion.
Intento meditar al respecto de los hechos mas no pudo hacerlo con claridad debido a una extraña presencia que nublo sus pensamientos; pudo sentir la calides de los brazos de su esposa abrazandolo por detras de la cintura, acariciando su rostro con el suyo, mejilla con mejilla.
Soto la taza.
La porcelana estallo literalmente al golpearse contra la mesa y el liquido alcanzo a Ryushi tan solo un poco.
- Sumimasen- dijo el Escorpion de inmediato- Debo retirarme- asi y sin mas nada que decir, el señor de los secretos inclino su cabeza ligeramente en ademan de respeto y se reincorporo para luego abandonar la sala-
Si niguno de los jugadores o npcs desea decirme algo mi personaje se ira a su habitacion.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Se me ocurrio escribir algo mas para que entendieras con mayor claridad lo que le sucede a mi personaje.
Nadie hubiera notado su presencia de no ser por el descuido de dejar caer la taza, aunque, por otro lado, el sabia que no había sido a propósito. Ahora mas que nunca se sentía invadido por una soledad y un vació insoportable. Jamás creyó que sus verdaderos y más íntimos sentimientos saldrían a luz en momentos como este.
Recorrió los sinuosos pasillos del palacio hasta llegar a sus aposentos donde uno de los dos Yojimbo que custodiaban la puerta le dio la bienvenida abriéndole la puerta de papel de arroz e inclinando la cabeza en el acto. El daimyo también inclino su cabeza, agradeciendo el gesto, y se dispuso a entrar. De haber sido mas perceptibles, los bushi se habrían dado cuenta de que algo andaba mal con su señor.
La shoji se deslizo suavemente hacia la derecha haciendo un ruido extraño mientras se movía y luego se apago cuando esta choco contra el marco de la puerta.
Frente a el yacía una mesa de madera lacada casi a la altura del suelo. A los lados de la misma y sobre el tatami ubicado en el centro de la habitación había unos cojines de seda de color bordo.
Bayushi Ryushi se quito las zori y se acerco a la mesa apoyando sus brazos sobre esta para sentarse en uno de los cojines con la mejor vista; frente a el había un gran ventanal cubierto con unas finas cortinas de color bordo y el mon dorado del Escorpion había sido bordado sobre ellas.
La ventana estaba abierta y los escorpiones de las cortinas se agitaban suavemente al unísono mientras que una calida brisa se colaba hacia el interior de la habitación. El señor de los secretos suspiro y se quito la mascara de Bayushi que hacia tiempo no lo hacia.
Sus pulmones se hincharon considerablemente al aspirar ese aire tan límpido y puro. Por un instante hizo un gesto con su boca como si estuviera a punto de sonreír? pero no.
Sus manos golpearon violentamente la mesa una ves, dos y tres también hasta que, adolorido, recogió sus brazos a la altura de su abdomen y contemplo el cielo que ahora observaba desde el interior de su habitación.
-Amane?- pronunciaron sus labios con delicadeza, como si cada letra del nombre de su esposa salvaguardara un preciado recuerdo. Y así lo era.-
Bayushi Ryushi estaba mal, muy mal. El peor momento de su vida sin duda era este; lo que antaño había sido protegido por su clan y familia estaba a punto de caer bajo las manos del señor oscuro, y no solo eso, su esposa y futura madre había sido capturada, raptada. Ryushi no quiso pensar en lo que podría estar pasándole pero fue inevitable y una sensación de impotencia se apodero de el.
Rapidamente desenvaino su katana y con un único y grácil movimiento había atravesado la mesa de lado a lado.
Ahora resoplaba cuan corcel gaijin luego de haber cabalgado durante horas sin cesar. Sus pelos se había precipitado sobre su frente y su boca. No parecía el mismo hombre que todos conocían. Este había perdido el temple por un instante y creyó que haciendo eso liberaría toda la tensión que su mente le venia guardando desde hace días.
Envaino su katana y se peino hacia atrás, entrelazando los dedos sobre su cabello. Resoplo, ahora mas tranquilo. Ato su pelo como si fuera la cola de un caballo y se reincorporo para luego caminar hacia el ventanal.
-¿Qué debo hacer?- se pregunto a si mismo, confuso-
Nadie hubiera notado su presencia de no ser por el descuido de dejar caer la taza, aunque, por otro lado, el sabia que no había sido a propósito. Ahora mas que nunca se sentía invadido por una soledad y un vació insoportable. Jamás creyó que sus verdaderos y más íntimos sentimientos saldrían a luz en momentos como este.
Recorrió los sinuosos pasillos del palacio hasta llegar a sus aposentos donde uno de los dos Yojimbo que custodiaban la puerta le dio la bienvenida abriéndole la puerta de papel de arroz e inclinando la cabeza en el acto. El daimyo también inclino su cabeza, agradeciendo el gesto, y se dispuso a entrar. De haber sido mas perceptibles, los bushi se habrían dado cuenta de que algo andaba mal con su señor.
La shoji se deslizo suavemente hacia la derecha haciendo un ruido extraño mientras se movía y luego se apago cuando esta choco contra el marco de la puerta.
Frente a el yacía una mesa de madera lacada casi a la altura del suelo. A los lados de la misma y sobre el tatami ubicado en el centro de la habitación había unos cojines de seda de color bordo.
Bayushi Ryushi se quito las zori y se acerco a la mesa apoyando sus brazos sobre esta para sentarse en uno de los cojines con la mejor vista; frente a el había un gran ventanal cubierto con unas finas cortinas de color bordo y el mon dorado del Escorpion había sido bordado sobre ellas.
La ventana estaba abierta y los escorpiones de las cortinas se agitaban suavemente al unísono mientras que una calida brisa se colaba hacia el interior de la habitación. El señor de los secretos suspiro y se quito la mascara de Bayushi que hacia tiempo no lo hacia.
Sus pulmones se hincharon considerablemente al aspirar ese aire tan límpido y puro. Por un instante hizo un gesto con su boca como si estuviera a punto de sonreír? pero no.
Sus manos golpearon violentamente la mesa una ves, dos y tres también hasta que, adolorido, recogió sus brazos a la altura de su abdomen y contemplo el cielo que ahora observaba desde el interior de su habitación.
-Amane?- pronunciaron sus labios con delicadeza, como si cada letra del nombre de su esposa salvaguardara un preciado recuerdo. Y así lo era.-
Bayushi Ryushi estaba mal, muy mal. El peor momento de su vida sin duda era este; lo que antaño había sido protegido por su clan y familia estaba a punto de caer bajo las manos del señor oscuro, y no solo eso, su esposa y futura madre había sido capturada, raptada. Ryushi no quiso pensar en lo que podría estar pasándole pero fue inevitable y una sensación de impotencia se apodero de el.
Rapidamente desenvaino su katana y con un único y grácil movimiento había atravesado la mesa de lado a lado.
Ahora resoplaba cuan corcel gaijin luego de haber cabalgado durante horas sin cesar. Sus pelos se había precipitado sobre su frente y su boca. No parecía el mismo hombre que todos conocían. Este había perdido el temple por un instante y creyó que haciendo eso liberaría toda la tensión que su mente le venia guardando desde hace días.
Envaino su katana y se peino hacia atrás, entrelazando los dedos sobre su cabello. Resoplo, ahora mas tranquilo. Ato su pelo como si fuera la cola de un caballo y se reincorporo para luego caminar hacia el ventanal.
-¿Qué debo hacer?- se pregunto a si mismo, confuso-
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Toshi Ranbo
Mientras Ryushi seguía triste y pensativo en sus aposentos, escuchó el sonido de alguien que llamaba a la puerta.
Ryushi-sama, soy yo. dijo la voz de Rokugo Ikken.
Cuando Ryushi le permitió entrar, el general dijo:
Adivinad quién os viene a ver... un tal Kitsuki Fujiwa. ¿Os encontráis bien? dijo el samurai.
Mientras Ryushi seguía triste y pensativo en sus aposentos, escuchó el sonido de alguien que llamaba a la puerta.
Ryushi-sama, soy yo. dijo la voz de Rokugo Ikken.
Cuando Ryushi le permitió entrar, el general dijo:
Adivinad quién os viene a ver... un tal Kitsuki Fujiwa. ¿Os encontráis bien? dijo el samurai.
Re: Capítulo III: Desenmascarando las Sombras (Clan Escorpión)
Lo que Rokugo Ikken vio al entrar en la habitacion del daimyo fue una mesa partida al medio y a su señor sentado sobre un cojin, alineado con el corte de la espada.
Cuando Ryushi reparo en su presencia se puso la mascara de Bayushi de inmediato y asintio a su subordinado por encima de su hombro con un ligero movimiento de su cabeza.
- Ahora si, estoy bien.- dijo el joven campeon mientras se reincorporaba lentamente- Kitsuki Fujiwa... interesante. Hazlo pasar... pero la mesa tiene que desaparecer. No quiero que el Dragon cuestione mi cordura por un simple hecho como este.
Algo hay que hacer con esa mesa XD jajaja
Cuando Ryushi reparo en su presencia se puso la mascara de Bayushi de inmediato y asintio a su subordinado por encima de su hombro con un ligero movimiento de su cabeza.
- Ahora si, estoy bien.- dijo el joven campeon mientras se reincorporaba lentamente- Kitsuki Fujiwa... interesante. Hazlo pasar... pero la mesa tiene que desaparecer. No quiero que el Dragon cuestione mi cordura por un simple hecho como este.
Algo hay que hacer con esa mesa XD jajaja