Alric
Como siempre que se levanta, y tras comprobar que todos están levantados. Alric, debe ir al baño y busca un sitio poco apartado pero a resguardo y sin dejar de mirar en derredor se dedica a sus labores.
Al rato, regresa con los demás, frotándose la mano en el pantalón.
- Joer... peso tres kilos menos... jajajajajaja... deberíais haberlo visto... parecía Barad Dûr... jajajaja ... Venga, vámonos de este puto sitio...
Y sin esperar más, agarra sus cosas y busca algo que mordisquear en el camino.
- Vamos... búsquemos huellas de ese caballo cagón que dice el mediano... joer... y aparta al puto cerdo de mi pierna... la ostia...
Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
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- yren_damanegra
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
IMRACAR
-Bien pues, dirijámonos hacia el noreste entonces. Busquemos ese bosque y el rastro de Einskaldir. Confío en que sea tan fácil encontrarlos como dices. Además- añadió mirando a Alric con una sonrisa-en este sitio cada vez hay más cosas que "me huelen mal"-
-Bien pues, dirijámonos hacia el noreste entonces. Busquemos ese bosque y el rastro de Einskaldir. Confío en que sea tan fácil encontrarlos como dices. Además- añadió mirando a Alric con una sonrisa-en este sitio cada vez hay más cosas que "me huelen mal"-
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Turno de los caminantes.
El cansancio no había desaparecido ni mucho menos de los cuerpos de nuestros tres aventureros, pero sin embargo el despertar con la luz del sol había dado fuerzas a su animo, así pues recogieron rápidamente sus equipos y marcharon en busca del refugio del bosque y de su compañeros jinetes. Lamentaban sobremanera la ausencia del joven Losstoh que les había acompañado hasta la noche anterior, pero sabían que no podían hacer nada por él. Solo Alric sonrisas le recordaba después del ataque suicida del mediano contra las arañas, en aquella colina desde la que observaban el Lossoth había partido a su espalda, pero no recordaba donde se había separado. El Dorwinadan no dijo nada y emprendió la marcha.
Tardaron poco mas de media hora en comenzar a bordear las colinas que separaban las tierras de Oiliad con las landas de Etten, decidieron subir a la ultima de ellas y desde allí pudieron contemplar el bosque que mencionaba el mediano, también el pantano que llegaba hasta sus limites y que por suerte ahora podrian esquivar. Mas al este la ruinas de Pen-Morva permanecían ocultas entre los vapores y nieblas del fangoso Morva-Tarch.
El resto del camino hasta las lindes del bosque fueron tranquilas, solo aquella sensación de inquietud y el silencio de su viaje y la fatiga diferenciaba su viaje de un paseo por el agreste campo. Esparto hacia ya mas de una hora que había confiado en el buen hacer de Manchas para ir durmiendo sobre su espalda y de su olfato para encontrar a sus compañeros ahora perdidos, pero este hacia rato que había dejado la búsqueda debido al cansancio y la carga, ademas ningún castaño o roble o haya se había cruzado en su camino y las pocas hiervas que había para mordisquear eran tan ásperas que ningún cerdo con algo de sentido las comería. Imracar caminaba justo delante del 'jinete' intentaba buscar huellas de caballo desde que dejaran la colina pero no había tenido suerte o su destreza no había sido suficiente, el cansancio volvía rápidamente a sus músculos y la tos aunque en menor numero de veces, aparecía con mayor fuerza, los oídos se le taponaban y la mente se le nublaba cuando intentaba seguir un rastro con cierta concentración, por suerte su compañero de viaje, Alric, encaminaba la marcha y a poco mas de diez minutos de la linde del bosque encontró lo que buscaba.
- Valla mierdecilla de truño, si ese meara ve lo que he echo esta mañana lo mismo hasta vomita - Señalo con una mano, hacia las deposiciones de Gambling -
Imracar recupero un poco de su aliento - Bien sigamos el rastro hasta los arboles he intentemos no perderlos -.
Manchas se removió hasta que Esparto despertó y estuvo a punto de caer, se bajo se valiente montura y se estiro. -Bien bien, ya casi hemos llegado -
El rastro fue sencillo de seguir hasta el viejo bosque, las marcas de los cascos perduraban claramente en el suelo hollado y pronto las ramas de los cedros, robles y hayas cubrían a los cuatro viajeros.
El cansancio no había desaparecido ni mucho menos de los cuerpos de nuestros tres aventureros, pero sin embargo el despertar con la luz del sol había dado fuerzas a su animo, así pues recogieron rápidamente sus equipos y marcharon en busca del refugio del bosque y de su compañeros jinetes. Lamentaban sobremanera la ausencia del joven Losstoh que les había acompañado hasta la noche anterior, pero sabían que no podían hacer nada por él. Solo Alric sonrisas le recordaba después del ataque suicida del mediano contra las arañas, en aquella colina desde la que observaban el Lossoth había partido a su espalda, pero no recordaba donde se había separado. El Dorwinadan no dijo nada y emprendió la marcha.
Tardaron poco mas de media hora en comenzar a bordear las colinas que separaban las tierras de Oiliad con las landas de Etten, decidieron subir a la ultima de ellas y desde allí pudieron contemplar el bosque que mencionaba el mediano, también el pantano que llegaba hasta sus limites y que por suerte ahora podrian esquivar. Mas al este la ruinas de Pen-Morva permanecían ocultas entre los vapores y nieblas del fangoso Morva-Tarch.
El resto del camino hasta las lindes del bosque fueron tranquilas, solo aquella sensación de inquietud y el silencio de su viaje y la fatiga diferenciaba su viaje de un paseo por el agreste campo. Esparto hacia ya mas de una hora que había confiado en el buen hacer de Manchas para ir durmiendo sobre su espalda y de su olfato para encontrar a sus compañeros ahora perdidos, pero este hacia rato que había dejado la búsqueda debido al cansancio y la carga, ademas ningún castaño o roble o haya se había cruzado en su camino y las pocas hiervas que había para mordisquear eran tan ásperas que ningún cerdo con algo de sentido las comería. Imracar caminaba justo delante del 'jinete' intentaba buscar huellas de caballo desde que dejaran la colina pero no había tenido suerte o su destreza no había sido suficiente, el cansancio volvía rápidamente a sus músculos y la tos aunque en menor numero de veces, aparecía con mayor fuerza, los oídos se le taponaban y la mente se le nublaba cuando intentaba seguir un rastro con cierta concentración, por suerte su compañero de viaje, Alric, encaminaba la marcha y a poco mas de diez minutos de la linde del bosque encontró lo que buscaba.
- Valla mierdecilla de truño, si ese meara ve lo que he echo esta mañana lo mismo hasta vomita - Señalo con una mano, hacia las deposiciones de Gambling -
Imracar recupero un poco de su aliento - Bien sigamos el rastro hasta los arboles he intentemos no perderlos -.
Manchas se removió hasta que Esparto despertó y estuvo a punto de caer, se bajo se valiente montura y se estiro. -Bien bien, ya casi hemos llegado -
El rastro fue sencillo de seguir hasta el viejo bosque, las marcas de los cascos perduraban claramente en el suelo hollado y pronto las ramas de los cedros, robles y hayas cubrían a los cuatro viajeros.
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Turno de Einskaldir y Hilda.
Hilda vio alejarse al Rohir, su buen compañero, hacia una semana desde que marcho y algunos le daban por perdido, pero ella sabia que continuaba vivo y también sabia que de no haber sido así, ella probablemente estaría muerta. Se incorporo un poco y se sentó en la manta apoyada en la espalda de Gambling que se había tumbado a su lado. El calor la reconforto y las pesadillas y los recuerdos de la anterior noche, desaparecieron. Ante ella los hermosos robles mostraban en sus hojas como el otoño había llegado en su totalidad, y el esplendor de aquellos colores calentaron su corazón como un ascua que es reavivada.
El rohir, se retrasaba, esperaba que nada hubiera ocurrido, al menso ningún ruido la había alertado de peligro y ninguna bestia parecía merodear por allí, Hilda se acomodo y descanso mientras tanto.
Einskaldir, se despidio de su buena amiga y guerrera, volver pronto le dijo, adios. Pero al po¡oco de separarse en busca de alimentos y agua, encontro un rastro. Sin duda un rastro peligroso, varias huellas de lo que sin duda eran orcos, el olor aun impregnaba los arbustos de alrededor. Sin duda alguna se diriguian al norte y si no se equivocaba hacia poco mas de una hora que habian pasado por alli. - Demasiado cerca - penso el Rohir, - son al menos seis y al menos se alejan de nuestra posicion, pero si esto es un paso comun para desgraciados sera mejor que vuelva con Hilda -.
Habian pasado solo unos diez minutos cuando Enishaldir volvio al claro, unto a Hilda, su gesto de preocupacion no fue observado por su compañera, que se habia recuperado en parte y comenzo a hablarle.
- Einskaldir, ha sido un regalo el encontrarte, aún no me explico cómo aún estoy con vida y fuera de ese...sitio -...........
Hilda vio alejarse al Rohir, su buen compañero, hacia una semana desde que marcho y algunos le daban por perdido, pero ella sabia que continuaba vivo y también sabia que de no haber sido así, ella probablemente estaría muerta. Se incorporo un poco y se sentó en la manta apoyada en la espalda de Gambling que se había tumbado a su lado. El calor la reconforto y las pesadillas y los recuerdos de la anterior noche, desaparecieron. Ante ella los hermosos robles mostraban en sus hojas como el otoño había llegado en su totalidad, y el esplendor de aquellos colores calentaron su corazón como un ascua que es reavivada.
El rohir, se retrasaba, esperaba que nada hubiera ocurrido, al menso ningún ruido la había alertado de peligro y ninguna bestia parecía merodear por allí, Hilda se acomodo y descanso mientras tanto.
Einskaldir, se despidio de su buena amiga y guerrera, volver pronto le dijo, adios. Pero al po¡oco de separarse en busca de alimentos y agua, encontro un rastro. Sin duda un rastro peligroso, varias huellas de lo que sin duda eran orcos, el olor aun impregnaba los arbustos de alrededor. Sin duda alguna se diriguian al norte y si no se equivocaba hacia poco mas de una hora que habian pasado por alli. - Demasiado cerca - penso el Rohir, - son al menos seis y al menos se alejan de nuestra posicion, pero si esto es un paso comun para desgraciados sera mejor que vuelva con Hilda -.
Habian pasado solo unos diez minutos cuando Enishaldir volvio al claro, unto a Hilda, su gesto de preocupacion no fue observado por su compañera, que se habia recuperado en parte y comenzo a hablarle.
- Einskaldir, ha sido un regalo el encontrarte, aún no me explico cómo aún estoy con vida y fuera de ese...sitio -...........
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Alric
Se detiene y observa el bosque.
- Joder... qué sitio más bonito... para traer a una doncella y desvirgarla... jajajajaja - y le pega un manotazo a Imracar en la espalda - Anímate, coño... y deja de toser que seguro que casi hemos llegado... Seguro que ese jinete está por este puto bosque metido entre las piernas de esa Hirga o como se llame... venga... sigamos el rastro de los jadeos... y de los truños... - comenta con una sonrisa mientras observa el suelo.
OFF: vamos, que se dedica a buscar el rastro...
Se detiene y observa el bosque.
- Joder... qué sitio más bonito... para traer a una doncella y desvirgarla... jajajajaja - y le pega un manotazo a Imracar en la espalda - Anímate, coño... y deja de toser que seguro que casi hemos llegado... Seguro que ese jinete está por este puto bosque metido entre las piernas de esa Hirga o como se llame... venga... sigamos el rastro de los jadeos... y de los truños... - comenta con una sonrisa mientras observa el suelo.
OFF: vamos, que se dedica a buscar el rastro...
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
IMRACAR
Tenía la cabeza embotada y los ojos llorosos, además de escocidos por el sueño y la humedad del lugar. No había manera de enfocar el suelo y distinguir una piedra de un rastro de caballo. Después de un rato infructuoso de tratar de encontrar la pista de Einskaldir, el montaraz dejó en manos de Alric la tarea de seguir el caballo de su compañero y se ocupó algo más de vigilar que Esparto no cayera de su "cama con patas".
-De nuevo cerca de los pantanos, compañeros. Parece que algo nos atrae a este lugar infecto.Esperemos tener suerte y poder encontrar a Einskaldir y a Hilda en el bosque.
Alric también se fijó en el bosque, pero sus apreciaciones fueron algo distintas de las de Imracar. El manotazo que este recibió en la espalda casi le arranca los ojos de las cuencas, pero también sirvió para sacarlo de sus ensimismamiento y recordarle que no era momento de descansar ni de compadecerse. Se tapó la boca con la manga para cubrir un nuevo ataque de tos y se inclinó sobre el suelo en busca de un nuevo rastro que los llevara en la dirección correcta.
Tenía la cabeza embotada y los ojos llorosos, además de escocidos por el sueño y la humedad del lugar. No había manera de enfocar el suelo y distinguir una piedra de un rastro de caballo. Después de un rato infructuoso de tratar de encontrar la pista de Einskaldir, el montaraz dejó en manos de Alric la tarea de seguir el caballo de su compañero y se ocupó algo más de vigilar que Esparto no cayera de su "cama con patas".
-De nuevo cerca de los pantanos, compañeros. Parece que algo nos atrae a este lugar infecto.Esperemos tener suerte y poder encontrar a Einskaldir y a Hilda en el bosque.
Alric también se fijó en el bosque, pero sus apreciaciones fueron algo distintas de las de Imracar. El manotazo que este recibió en la espalda casi le arranca los ojos de las cuencas, pero también sirvió para sacarlo de sus ensimismamiento y recordarle que no era momento de descansar ni de compadecerse. Se tapó la boca con la manga para cubrir un nuevo ataque de tos y se inclinó sobre el suelo en busca de un nuevo rastro que los llevara en la dirección correcta.