Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Moderador: larendil
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
EINSKALDIR
El descanso era reparador, pero la ansiedad por llegar a nuestro destino era algo que me aguijoneaba como un insecto molesto? Para colmo tenía que aguantar el ritmo lento de aquel bamboleante cerdo, así como los pasos apresurados de los que iban a pie? ¿Es que no se habían planteado la posibilidad de tener una montura? Para colmo las palabras de Alric casi habían acabado por hacerme estallar?
- ¿Te has planteado el tratar a las mujeres de una forma normal, Alric? Tal vez te sorprenderías de las cosas que se pueden conseguir usando un poco de tacto y de modales? - No le dije que su forma de pensar me parecía sucia y denigrante, por no generar una pelea que para nada nos beneficiaba?
A veces espoleaba a Gambling para inspeccionar un poco lo que nos esperaba, pero no parecían amenazarnos peligros inmediatos y además luego me veía obligado a esperarlos mientras se acercaban lentamente?
El ritmo pronto se hizo notar en los caminantes por lo que tuvimos que parar nuevamente? Pero un ruido en la distancia nos sobresaltó? El estruendo procedía sin lugar a dudas de nuestro destino en las torres? Hilda¡¡¡¡ Maldita sea¡¡¡ Me habría gustado salir a galope tendido hacia allí pero sabía que no era la solución? A pesar del variopinto grupo que me acompañaba, sabía que necesitaría de sus habilidades? Uno solo no podía hacer nada contra un montón de arañas? Solo con pensarlo recordaba la trampa en la que había caído y de la que casi no había escapado con vida?
Seguimos avanzando todo lo rápido que nos podíamos permitir parando cada poco tiempo para recuperar fuerzas? Aún y así ya era noche cerrada cuando llegamos¡¡¡¡ De las torres solo quedaban unas ruinas y en la distancia se divisaba a un grupo de arañas que marchaban hacia el este? Habíamos llegado tarde¡¡¡ Solo esperaba que Hilda estuviese escondida? Escuché las palabras de Imracar?
- Yo también sobreentiendo eso Imracar? Creo que ella hace falta para algo aunque aún no puedo imaginar para que. Solo espero que haya podido esconderse y sobrevivir después del ataque? Avancemos ya¡¡¡ No nos demoremos más¡¡¡ - dije mientras subía en Gambling y preparaba la lanza para cargar en caso de necesidad?
Fue entonces cuando escuché nuevamente la obsesiva palabrería del salido de Alric?
- Joder Alric¡¡¡ Piensa en otra cosa? - Le dije exasperado. Luego, como sabía que no pararía de preguntarlo, añadí para que se quedara tranquilo? - Y no¡¡¡ No llegamos a nada? Éramos simples compañeros. Alguna vez tomamos un trago en la taberna y he reconocer que tenía cierto atractivo? Solo espero que si está viva sea lo suficientemente lista como para no dejarse embaucar por tu sucia boca?
Dicho aquello monté y me dispuse a partir?
Saludos
El descanso era reparador, pero la ansiedad por llegar a nuestro destino era algo que me aguijoneaba como un insecto molesto? Para colmo tenía que aguantar el ritmo lento de aquel bamboleante cerdo, así como los pasos apresurados de los que iban a pie? ¿Es que no se habían planteado la posibilidad de tener una montura? Para colmo las palabras de Alric casi habían acabado por hacerme estallar?
- ¿Te has planteado el tratar a las mujeres de una forma normal, Alric? Tal vez te sorprenderías de las cosas que se pueden conseguir usando un poco de tacto y de modales? - No le dije que su forma de pensar me parecía sucia y denigrante, por no generar una pelea que para nada nos beneficiaba?
A veces espoleaba a Gambling para inspeccionar un poco lo que nos esperaba, pero no parecían amenazarnos peligros inmediatos y además luego me veía obligado a esperarlos mientras se acercaban lentamente?
El ritmo pronto se hizo notar en los caminantes por lo que tuvimos que parar nuevamente? Pero un ruido en la distancia nos sobresaltó? El estruendo procedía sin lugar a dudas de nuestro destino en las torres? Hilda¡¡¡¡ Maldita sea¡¡¡ Me habría gustado salir a galope tendido hacia allí pero sabía que no era la solución? A pesar del variopinto grupo que me acompañaba, sabía que necesitaría de sus habilidades? Uno solo no podía hacer nada contra un montón de arañas? Solo con pensarlo recordaba la trampa en la que había caído y de la que casi no había escapado con vida?
Seguimos avanzando todo lo rápido que nos podíamos permitir parando cada poco tiempo para recuperar fuerzas? Aún y así ya era noche cerrada cuando llegamos¡¡¡¡ De las torres solo quedaban unas ruinas y en la distancia se divisaba a un grupo de arañas que marchaban hacia el este? Habíamos llegado tarde¡¡¡ Solo esperaba que Hilda estuviese escondida? Escuché las palabras de Imracar?
- Yo también sobreentiendo eso Imracar? Creo que ella hace falta para algo aunque aún no puedo imaginar para que. Solo espero que haya podido esconderse y sobrevivir después del ataque? Avancemos ya¡¡¡ No nos demoremos más¡¡¡ - dije mientras subía en Gambling y preparaba la lanza para cargar en caso de necesidad?
Fue entonces cuando escuché nuevamente la obsesiva palabrería del salido de Alric?
- Joder Alric¡¡¡ Piensa en otra cosa? - Le dije exasperado. Luego, como sabía que no pararía de preguntarlo, añadí para que se quedara tranquilo? - Y no¡¡¡ No llegamos a nada? Éramos simples compañeros. Alguna vez tomamos un trago en la taberna y he reconocer que tenía cierto atractivo? Solo espero que si está viva sea lo suficientemente lista como para no dejarse embaucar por tu sucia boca?
Dicho aquello monté y me dispuse a partir?
Saludos
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Todos tuvieron claro hacia donde dirigirse y lo hicieron a buen ritmo, en una hora alcanzaron las torres o lo que quedaba de ellas. decenas de metros de escombreras alrededor de dos montones de piedras donde antes debieron estar las torres. Pero eso no les importo...
- Por el gran cazador FREDIIIiiiiii- Einkskaldir con un grito ahogado por la angustia, sujeto lo que quedaba de su amigo, a su alrededor los cuerpos mutilados de los soldados aun vertían sangre sobre las grises piedras que habían sido parte de las torres; otros de los soldados, yacían aplastados bajo los escombros.
La sensación era angustiosa, nadie parecía haberse salvado y ninguno conseguía localizar a la joven de la visión. La angustia se fue convirtiendo en desesperación y la lluvia golpeo los rostros de los aventureros.
Ninguno de ellos, ni tan siquiera esparto se percataron de la desaparición del Señor Manchas, ni de como husmeaba entre las ruinas y los escombros hasta que encontró lo que buscaba, tampoco le vieron intentar sacar a la joven de su prisión de piedras desmenuzadas y grandes bloques de granito, ni como destrozo un enorme matorral debido al enfado por no poder conseguirlo. No lo vieron hasta que el los busco uno a uno, y los guío bajo las indicaciones del hobbit hasta donde el señor Manchas sabia que tenían que llegar.
El pelo cobrizo asomaban entre unas rocas, también su espada y su armadura, Einskaldir retiro unas maderas de su Rostro y se inclino hacia ella - Hilda - dijo entre sollozos. La postraron en el suelo, aun mantenía la vida en ella, aunque estaba muy débil, demasiado para sobrevivir a cualquier viaje. No estaban seguros de si sobreviviría, tenia un hueso roto en el brazo del escudo, y varias heridas en la cabeza y la espalda que por suerte habían dejado de sangrar. Mojaron sus labios y le levaron la cara aunque no consiguieron que volviera a la consciencia, sus rostros cada vez mas preocupados se relajaron, cuando Gambling y Manchas les acercaron algunas de las hiervas de su equipaje. No tardaron en limpiarles las heridas, entablillarle el brazo y untarle un poco de ungüento, cuando no podían hacer mas todos se separaron un paso y Hilda entorno los ojos. Ante ella se arremolinaba un grupo de desconocidos, abrió un poco mas los ojos y reconoció al Rohir, una sonrisa ilumino su rostro y acto seguido pronuncio unas débiles palabras - ¿¿han marchado ya, verdad,? ya no volverán esas malditas - no pudo sin embargo escuchar ninguna respuesta, pues dicho esto cayo de nuevo en la inconsciencia.
Había pasado mas de media hora desde que llegaran a las ruinas y Esparto se erizo e nuevo, pero esta vez no solo lo sintió el, Arañas el olor era inconfundible, se acercaban sin duda y no tardarían mucho en llegar.
- Por el gran cazador FREDIIIiiiiii- Einkskaldir con un grito ahogado por la angustia, sujeto lo que quedaba de su amigo, a su alrededor los cuerpos mutilados de los soldados aun vertían sangre sobre las grises piedras que habían sido parte de las torres; otros de los soldados, yacían aplastados bajo los escombros.
La sensación era angustiosa, nadie parecía haberse salvado y ninguno conseguía localizar a la joven de la visión. La angustia se fue convirtiendo en desesperación y la lluvia golpeo los rostros de los aventureros.
Ninguno de ellos, ni tan siquiera esparto se percataron de la desaparición del Señor Manchas, ni de como husmeaba entre las ruinas y los escombros hasta que encontró lo que buscaba, tampoco le vieron intentar sacar a la joven de su prisión de piedras desmenuzadas y grandes bloques de granito, ni como destrozo un enorme matorral debido al enfado por no poder conseguirlo. No lo vieron hasta que el los busco uno a uno, y los guío bajo las indicaciones del hobbit hasta donde el señor Manchas sabia que tenían que llegar.
El pelo cobrizo asomaban entre unas rocas, también su espada y su armadura, Einskaldir retiro unas maderas de su Rostro y se inclino hacia ella - Hilda - dijo entre sollozos. La postraron en el suelo, aun mantenía la vida en ella, aunque estaba muy débil, demasiado para sobrevivir a cualquier viaje. No estaban seguros de si sobreviviría, tenia un hueso roto en el brazo del escudo, y varias heridas en la cabeza y la espalda que por suerte habían dejado de sangrar. Mojaron sus labios y le levaron la cara aunque no consiguieron que volviera a la consciencia, sus rostros cada vez mas preocupados se relajaron, cuando Gambling y Manchas les acercaron algunas de las hiervas de su equipaje. No tardaron en limpiarles las heridas, entablillarle el brazo y untarle un poco de ungüento, cuando no podían hacer mas todos se separaron un paso y Hilda entorno los ojos. Ante ella se arremolinaba un grupo de desconocidos, abrió un poco mas los ojos y reconoció al Rohir, una sonrisa ilumino su rostro y acto seguido pronuncio unas débiles palabras - ¿¿han marchado ya, verdad,? ya no volverán esas malditas - no pudo sin embargo escuchar ninguna respuesta, pues dicho esto cayo de nuevo en la inconsciencia.
Había pasado mas de media hora desde que llegaran a las ruinas y Esparto se erizo e nuevo, pero esta vez no solo lo sintió el, Arañas el olor era inconfundible, se acercaban sin duda y no tardarían mucho en llegar.
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La Caída del Norte - SDLA - Erfelaf - Eotheod
Un pie en el camino - Arthedain - Master·SDLA
Tras la rejas grito - Master·Akelarre
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- yren_damanegra
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Alric
Mirando embobado a la joven, Alric nota el apestoso olor de las arañas.
- Joder, mierda... - desenfunda la maza rápidamente.
Mira en derredor y se muerde el labio. Se pasaría la mano por el pelo pero es calvo, así que, se limita a morderse el labio.
- Mierda, mierda... Einskaldir... agarra a tu "compañera", échala al caballo y salid de aquí... rápido...
Agarra rápidamente sus cosas.
- Tenemos que salir de aquí a toda ostia... venga, espabilad... pegadle una patada al cerdo para que corra... - comenta con nerviosismo mientras ayuda al Rohir a subir a la joven al caballo.
Mirando embobado a la joven, Alric nota el apestoso olor de las arañas.
- Joder, mierda... - desenfunda la maza rápidamente.
Mira en derredor y se muerde el labio. Se pasaría la mano por el pelo pero es calvo, así que, se limita a morderse el labio.
- Mierda, mierda... Einskaldir... agarra a tu "compañera", échala al caballo y salid de aquí... rápido...
Agarra rápidamente sus cosas.
- Tenemos que salir de aquí a toda ostia... venga, espabilad... pegadle una patada al cerdo para que corra... - comenta con nerviosismo mientras ayuda al Rohir a subir a la joven al caballo.
- coloraocelta
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
El tío Barril
Era sorprendente como Alric respondía en las situaciones limite, como tanta sangre acumulada en sus correrías podían suponer la vida o la muerte cuando se le necesitaba, la fuerza y velocidad de Gambling eran la única oportunidad de esa guerrera........esas arañas tenían olor por lo tanto no eran de piedra como el grupo que marchaba al este, sus compañeros necesitaban tiempo y el se lo daría, era el tiempo de hacerse el héroe....
-NO ME ESPEREISSSS¡¡, Imracar al noreste cerca de un bosque se encuentra la vieja mansión del clan Gramwych, si llegáis hasta allí es posible que os sirva de refugio, sois grandes¡¡¡-
Acaricio el lomo del Señor Manchas y este salio en busca de las arañas.
Era sorprendente como Alric respondía en las situaciones limite, como tanta sangre acumulada en sus correrías podían suponer la vida o la muerte cuando se le necesitaba, la fuerza y velocidad de Gambling eran la única oportunidad de esa guerrera........esas arañas tenían olor por lo tanto no eran de piedra como el grupo que marchaba al este, sus compañeros necesitaban tiempo y el se lo daría, era el tiempo de hacerse el héroe....
-NO ME ESPEREISSSS¡¡, Imracar al noreste cerca de un bosque se encuentra la vieja mansión del clan Gramwych, si llegáis hasta allí es posible que os sirva de refugio, sois grandes¡¡¡-
Acaricio el lomo del Señor Manchas y este salio en busca de las arañas.
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Siempre recogeras lo que siembres..........
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
IMRACAR
Parece que todos estamos de acuerdo en algo: la chica ha de ir con Einskaldir en el caballo para alejarla de la zona lo más rápido posible. Me sorprende ver la capacidad de reacción de Alric, que no tarda ni un segundo en coger a la mujer para subirla a la cruz de la montura del rohir. Sólo hay que decidir hacia dónde huimos.
Mi primera intención es volver al sur de donde venimos. Al menos estamos seguros que por ahí no hay enemigos. Sin embargo Esparto tiene otra idea, ir al noreste hacia un viejo refugio.
-De acuerdo, Esparto. Hacia el noreste.- no es momento de dudas ni discusiones.
Sin embargo, al empezar a correr en esa dirección, enseguida me doy cuenta que Esparto se queda atrás con Manchas, encarado en la dirección de la que vienen las arañas.
-¿Qué haces, Esparto? Ven con nosotros, corre. Necesitamos tu ayuda y no podrás hacer frente a tantos insectos. - pero la mirada del hobbit no dejaba lugar a dudas sobre su determinación. Sin decir nada más, el mediano golpea al cerdo en el lomo y empieza a correr hacia el noroeste.
"Pequeño loco. Espero que sepa lo que hace", murmuro para mi mismo mientras me vuelvo hacia los demás.
-¡Einskaldir, no nos esperes! ¡Cabalga en esa dirección!- le grito indicando el noreste con el dedo.
-Te seguiremos todo lo rápido que podamos!-.
-Vamos, Alric. Tendremos que pedirle un esfuerzo más a nuestras piernas o las arañas nos lo harán pagar caro.
Tratando de recordar todo lo que se sobre la zona, aunque sea a través de historias y mapas, inicio un trote ligero que me permita mantenerme en pie el máximo tiempo posible.
Es la segunda vez en mi vida que me encuentro al borde de una lucha: en la primera nos emboscaron. En la segunda salimos huyendo. Quizás me podía haber ahorrado las clases de esgrima en la academia.
Parece que todos estamos de acuerdo en algo: la chica ha de ir con Einskaldir en el caballo para alejarla de la zona lo más rápido posible. Me sorprende ver la capacidad de reacción de Alric, que no tarda ni un segundo en coger a la mujer para subirla a la cruz de la montura del rohir. Sólo hay que decidir hacia dónde huimos.
Mi primera intención es volver al sur de donde venimos. Al menos estamos seguros que por ahí no hay enemigos. Sin embargo Esparto tiene otra idea, ir al noreste hacia un viejo refugio.
-De acuerdo, Esparto. Hacia el noreste.- no es momento de dudas ni discusiones.
Sin embargo, al empezar a correr en esa dirección, enseguida me doy cuenta que Esparto se queda atrás con Manchas, encarado en la dirección de la que vienen las arañas.
-¿Qué haces, Esparto? Ven con nosotros, corre. Necesitamos tu ayuda y no podrás hacer frente a tantos insectos. - pero la mirada del hobbit no dejaba lugar a dudas sobre su determinación. Sin decir nada más, el mediano golpea al cerdo en el lomo y empieza a correr hacia el noroeste.
"Pequeño loco. Espero que sepa lo que hace", murmuro para mi mismo mientras me vuelvo hacia los demás.
-¡Einskaldir, no nos esperes! ¡Cabalga en esa dirección!- le grito indicando el noreste con el dedo.
-Te seguiremos todo lo rápido que podamos!-.
-Vamos, Alric. Tendremos que pedirle un esfuerzo más a nuestras piernas o las arañas nos lo harán pagar caro.
Tratando de recordar todo lo que se sobre la zona, aunque sea a través de historias y mapas, inicio un trote ligero que me permita mantenerme en pie el máximo tiempo posible.
Es la segunda vez en mi vida que me encuentro al borde de una lucha: en la primera nos emboscaron. En la segunda salimos huyendo. Quizás me podía haber ahorrado las clases de esgrima en la academia.
- coloraocelta
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Barril
El señor manchas no estaba por la labor, no era miedo..........entonces Esparto se dio cuenta, esas arañas venían a por su carnaza, utilizaban a las de piedra como un cazador usa sus realas de perros en la caza mayor y ahora estas venían a recoger sus presas, diez minutos eran suficientes, saco yesca y pedernal, un frasco de licor de fresas y comenzó a prender todos los cuerpos de los guerreros caídos, con la esperanza de que ninguno de ellos sirviera de alimento para las bestias....y el fuego las sacase de quicio.
El señor manchas no estaba por la labor, no era miedo..........entonces Esparto se dio cuenta, esas arañas venían a por su carnaza, utilizaban a las de piedra como un cazador usa sus realas de perros en la caza mayor y ahora estas venían a recoger sus presas, diez minutos eran suficientes, saco yesca y pedernal, un frasco de licor de fresas y comenzó a prender todos los cuerpos de los guerreros caídos, con la esperanza de que ninguno de ellos sirviera de alimento para las bestias....y el fuego las sacase de quicio.
Última edición por coloraocelta el 17 Jun 2011, 17:23, editado 2 veces en total.
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
EINSKALDIR
El caos reinaba por doquier y no pude evitar gritar de pena al ver los restos de un viejo conocido... A duras penas contuve las ganas de salir corriendo detrás de las arañas que habíamos visto huir hacia el este... Pero aún quedaba saber que había pasado con Hilda... Y no podía perder tiempo en una venganza de la cual seguro que tendría tiempo de resarcirme...
La búsqueda era dolorosa ya que cada tres pasos veía una cara conocida... Sus ojos muertos me miraban como acusadores... ¿Por que no llegaste antes? Parecían preguntarme... La desesperación por haber no encontrar a Hilda se acrecentaba con cada nuevo cuerpo mutilado... Al final fue ese cerdo moteado del Hobbit el que localizó a la mujer...
Su pelo sobresalía entre los restos y no tardé nada en saltar de Gambling y correr para retirar los escombros mientras apartaba al gorrino... Respiraba, pero de forma leve... Pero había esperanza... Tras terminar de sacarla de allí conseguimos curarle las heridas lo mejor que pudimos... Su brazo estaba fracturado y presentaba numerosos cortes... Cuando despertó unos instantes le sonreí...:
- Tranquila Hilda¡¡¡ Han llegado los refuerzos¡¡¡¡ Ya no te preocpes por nada.... - Traté de calmarla mientras le quitaba un mechón de la cara y le acariciaba la cara... Pero volvió a sumirse en la inconsciencia.
No tardó mucho en llegarnos el olor de aquellas malditas arañas... Se acercaban¡¡¡ Rápidamente el demente de Alric se movilizó ayudándome a subir a Hilda en la silla. Subí tras ella sujetándola con mi brazo, dejando que su cabeza descansara sobre mi pecho e intentádola acomodar en la silla...
- Debemos de marcharnos ya¡¡¡ Pero que hace el insensato de Esparto¡¡¡¡ Vuelve enano estúpido¡¡¡¡ De que mierdas va a servir que ponga a salvo a Hilda si en el proceso moris los demás¡¡¡¡ No podéis plantarles cara¡¡¡ ¿Y si vienen más? Imracar¡¡¡ Escuchame por lo menos tu¡¡¡¡ Convence a ese loco e id retrocediendo en la dirección que me indicas... Saldré lo más rápido que pueda pero no debéis de morir de una forma tan tonta... Tan pronto la deje en buenas manos volveré en vuestra ayuda...
Y dicho aquello y si no me dicen nada en contra saldré lo más rápido que me pueda perrmitir...
- Corre Gambling¡¡¡¡ Tenemos prisa pero llevamos un herido... No debemos de perder tiempo.... Volveré
Saludos
El caos reinaba por doquier y no pude evitar gritar de pena al ver los restos de un viejo conocido... A duras penas contuve las ganas de salir corriendo detrás de las arañas que habíamos visto huir hacia el este... Pero aún quedaba saber que había pasado con Hilda... Y no podía perder tiempo en una venganza de la cual seguro que tendría tiempo de resarcirme...
La búsqueda era dolorosa ya que cada tres pasos veía una cara conocida... Sus ojos muertos me miraban como acusadores... ¿Por que no llegaste antes? Parecían preguntarme... La desesperación por haber no encontrar a Hilda se acrecentaba con cada nuevo cuerpo mutilado... Al final fue ese cerdo moteado del Hobbit el que localizó a la mujer...
Su pelo sobresalía entre los restos y no tardé nada en saltar de Gambling y correr para retirar los escombros mientras apartaba al gorrino... Respiraba, pero de forma leve... Pero había esperanza... Tras terminar de sacarla de allí conseguimos curarle las heridas lo mejor que pudimos... Su brazo estaba fracturado y presentaba numerosos cortes... Cuando despertó unos instantes le sonreí...:
- Tranquila Hilda¡¡¡ Han llegado los refuerzos¡¡¡¡ Ya no te preocpes por nada.... - Traté de calmarla mientras le quitaba un mechón de la cara y le acariciaba la cara... Pero volvió a sumirse en la inconsciencia.
No tardó mucho en llegarnos el olor de aquellas malditas arañas... Se acercaban¡¡¡ Rápidamente el demente de Alric se movilizó ayudándome a subir a Hilda en la silla. Subí tras ella sujetándola con mi brazo, dejando que su cabeza descansara sobre mi pecho e intentádola acomodar en la silla...
- Debemos de marcharnos ya¡¡¡ Pero que hace el insensato de Esparto¡¡¡¡ Vuelve enano estúpido¡¡¡¡ De que mierdas va a servir que ponga a salvo a Hilda si en el proceso moris los demás¡¡¡¡ No podéis plantarles cara¡¡¡ ¿Y si vienen más? Imracar¡¡¡ Escuchame por lo menos tu¡¡¡¡ Convence a ese loco e id retrocediendo en la dirección que me indicas... Saldré lo más rápido que pueda pero no debéis de morir de una forma tan tonta... Tan pronto la deje en buenas manos volveré en vuestra ayuda...
Y dicho aquello y si no me dicen nada en contra saldré lo más rápido que me pueda perrmitir...
- Corre Gambling¡¡¡¡ Tenemos prisa pero llevamos un herido... No debemos de perder tiempo.... Volveré
Saludos
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Einkskaldir miraba como el mediano cabalgaba en su montura hacia la locura de una muerte segura. pero sabia que ninguna palabra lo detendria, las miradas del resto le demostraron la certeza de sus pensamientos y no dudo mas.
- Corre Gambling¡¡¡¡ Tenemos prisa pero llevamos un herido... No debemos de perder tiempo.... Volveré
Desapareció pronto, en la oscuridad de la noche, iluminado únicamente por los rayos cada vez mas cercanos su figura se desvaneció en la lluvia y la distancia. Will seguía como ausente, nunca había sido muy hablador, pero últimamente parecía como perdido se dedicaba a seguir al grupo y poco mas, marchaba ahora al lado de Alric e Imracar en una carrera bajo la lluvia con un destino incierto. Al subir la siguiente loma se detuvieron una ultima vez y observaron la figura del mediano de pie sobre su querido puerco, parecía observar la llegada del enemigo, de repente salto al suelo y a la carrera, fue de un sitio a otro, a toda prisa, sin descanso, la locura parecía haberse apoderado de el. Todos esperaron que no fuera así, pues el mediano se había mostrado sensato en otras ocasiones, al fin y al cabo ya no estaba en sus manos el ayudarle, había sido su decisión y solo podían intentar aprovechar el tiempo que les brindaba, así pues descendieron la ladera y continuaron su marcha en pos del los jinetes.
Esparto Barril, luchaba por el futuro de su aldea y de su gente y el calor que ellos siempre habían ofrecido a su corazón habían echo de este un corazón fogoso que algunas veces dictaba el comportamiento del hobbit. Su corazón latía fuerte cuando el hobbit subido en pie a lomos de su montura, el señor manchas, vieron la tenebrosa imagen de las arañas aparecer en la cima de la loma vecina, las primeras fueron media docena de arañas de mas de vara y medio, nada mas alcanzar la loma su fétido olor se propago hasta llegar a Esparto. Tras ellas mas de una veintena de asquerosas y rechonchas arañas, cuya altura rondaba la vara pero cuyo maloliente hedor competía con el de las otras fétidas. Esparto seguía observando, pues a pesar de que las primeras arañas bajaban ya la colina, mas y mas arañas seguían llegando, centenares de ellas ninguna mas pequeña que un palmo. - Demasiadas arañas pensó el Hobbit y entonces se percato, se comerían a los soldados, habitarían las ruinas y dejarían el lugar maldito. quizás no pudiera evitar eso ultimo pero si al menos que esas gordas no crecieran mas con los cuerpos de los valientes soldados que allí yacían.
Salto de Mancha y rapidamente, comenzó a juntar los cuerpos en varios montones. El olor era asfixiante, señal de que las arañas estaban próximas, pero Esparto no desespero, busco entre los escombros, todo cuerpo que pudo rescatar lo amontono y los que no los prendió de licor.
Justo terminaba con el ultimo cuando Manchas se le acerco, gruñendo. Las arañas estaban allí, parecían enfadadas, siseaban y daban patadas al aire, no había tiempo, le habían visto y corrían hacia el. La velocidad punta de Manchas se mostró entonces, esparto 'cabalgando' a sus lomos, cogió la yesca prendida y corrieron lo mas deprisa que pudieron prendiendo los montones de cuerpos hasta que no quedo ni uno solo de los caídos sin arder. Las arañas cada vez mas enfurecidas, que habían perseguido al hobbit sin conseguir atraparle se vieron encerradas entre los fuegos y sus gritos chirriantes llegaron hasta los compañeros de Esparto que vieron las llamas en la distancia.
- Corre Gambling¡¡¡¡ Tenemos prisa pero llevamos un herido... No debemos de perder tiempo.... Volveré
Desapareció pronto, en la oscuridad de la noche, iluminado únicamente por los rayos cada vez mas cercanos su figura se desvaneció en la lluvia y la distancia. Will seguía como ausente, nunca había sido muy hablador, pero últimamente parecía como perdido se dedicaba a seguir al grupo y poco mas, marchaba ahora al lado de Alric e Imracar en una carrera bajo la lluvia con un destino incierto. Al subir la siguiente loma se detuvieron una ultima vez y observaron la figura del mediano de pie sobre su querido puerco, parecía observar la llegada del enemigo, de repente salto al suelo y a la carrera, fue de un sitio a otro, a toda prisa, sin descanso, la locura parecía haberse apoderado de el. Todos esperaron que no fuera así, pues el mediano se había mostrado sensato en otras ocasiones, al fin y al cabo ya no estaba en sus manos el ayudarle, había sido su decisión y solo podían intentar aprovechar el tiempo que les brindaba, así pues descendieron la ladera y continuaron su marcha en pos del los jinetes.
Esparto Barril, luchaba por el futuro de su aldea y de su gente y el calor que ellos siempre habían ofrecido a su corazón habían echo de este un corazón fogoso que algunas veces dictaba el comportamiento del hobbit. Su corazón latía fuerte cuando el hobbit subido en pie a lomos de su montura, el señor manchas, vieron la tenebrosa imagen de las arañas aparecer en la cima de la loma vecina, las primeras fueron media docena de arañas de mas de vara y medio, nada mas alcanzar la loma su fétido olor se propago hasta llegar a Esparto. Tras ellas mas de una veintena de asquerosas y rechonchas arañas, cuya altura rondaba la vara pero cuyo maloliente hedor competía con el de las otras fétidas. Esparto seguía observando, pues a pesar de que las primeras arañas bajaban ya la colina, mas y mas arañas seguían llegando, centenares de ellas ninguna mas pequeña que un palmo. - Demasiadas arañas pensó el Hobbit y entonces se percato, se comerían a los soldados, habitarían las ruinas y dejarían el lugar maldito. quizás no pudiera evitar eso ultimo pero si al menos que esas gordas no crecieran mas con los cuerpos de los valientes soldados que allí yacían.
Salto de Mancha y rapidamente, comenzó a juntar los cuerpos en varios montones. El olor era asfixiante, señal de que las arañas estaban próximas, pero Esparto no desespero, busco entre los escombros, todo cuerpo que pudo rescatar lo amontono y los que no los prendió de licor.
Justo terminaba con el ultimo cuando Manchas se le acerco, gruñendo. Las arañas estaban allí, parecían enfadadas, siseaban y daban patadas al aire, no había tiempo, le habían visto y corrían hacia el. La velocidad punta de Manchas se mostró entonces, esparto 'cabalgando' a sus lomos, cogió la yesca prendida y corrieron lo mas deprisa que pudieron prendiendo los montones de cuerpos hasta que no quedo ni uno solo de los caídos sin arder. Las arañas cada vez mas enfurecidas, que habían perseguido al hobbit sin conseguir atraparle se vieron encerradas entre los fuegos y sus gritos chirriantes llegaron hasta los compañeros de Esparto que vieron las llamas en la distancia.
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- coloraocelta
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Barril
-Gracias viejo amigo- le dijo Esparto al Señor Manchas, hay donde hombres, elfos y hobbit abrían desesperado, aquel animal que parecía salido de una extraña leyenda del Bosque Viejo y Bombadillo, al igual que aquellas pútridas arañas, no demostró ni siquiera miedo, quizá los Valar no habían abandonado del todo a los pueblos libres y como habían echo con los magos, habían dejado en la tierra media bestias como Gambling y Manchas para ayudarles......-bueno Manchas, estas bestias y sus crías no comerán aquí esta noche, aun te pido un ultimo esfuerzo, tenemos que marchar al sureste, otra vez hacia los pantanos, a una velocidad que estas bestias puedan seguir, cuando las hayamos entretenido lo suficiente, veremos si somos capaces de despistarlas y marchar en busca de los demás, si no somos capaces marcharemos al túmulo donde tuve extraños sueños-
-Gracias viejo amigo- le dijo Esparto al Señor Manchas, hay donde hombres, elfos y hobbit abrían desesperado, aquel animal que parecía salido de una extraña leyenda del Bosque Viejo y Bombadillo, al igual que aquellas pútridas arañas, no demostró ni siquiera miedo, quizá los Valar no habían abandonado del todo a los pueblos libres y como habían echo con los magos, habían dejado en la tierra media bestias como Gambling y Manchas para ayudarles......-bueno Manchas, estas bestias y sus crías no comerán aquí esta noche, aun te pido un ultimo esfuerzo, tenemos que marchar al sureste, otra vez hacia los pantanos, a una velocidad que estas bestias puedan seguir, cuando las hayamos entretenido lo suficiente, veremos si somos capaces de despistarlas y marchar en busca de los demás, si no somos capaces marcharemos al túmulo donde tuve extraños sueños-
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
IMRACAR
La lluvia empezaba a cubrirlo todo. Cada vez era más intensa y se hacía más presente: las gotas golpeaban sobre su capucha, la ropa empapada se le empezaba a pegar al cuerpo, las botas apenas mantenían secos sus pies. Ya no le preocupaba pisar un charco y llenarse de barro. Era imposible no hacerlo.
El cuerpo no paraba de advertirle que estaba forzándolo más allá de lo saludable: calambres y pinchazos por todos sus músculos, como rayos y truenos rompiendo el cielo. Por lo menos el agua le ayudaba a mantenerse despierto.
Einskaldir había desaparecido en la oscuridad con Hilda, siguiendo una indicación apresurada de Esparto en un momento de necesidad. Esperaba que no se desviaran de la dirección indicada y llegasen al refugio, pero ninguno de ellos sabía dónde exactamente estaba ese refugio.
Sólo el hobbit lo sabía, y se había quedado atrás, entreteniendo a las arañas. Maldito loco, fue lo único que se le ocurrió pensar. Aún no podía aceptar que Esparto se hubiera sacrificado así por los demás. Seguro que nos hubiera dado tiempo a huir a todos, no tenía que morir así, pensaba mientras corría. Pero no podía seguir pensando más, su mente estaba a punto de explotar: el cansancio, la incertidumbre sobre la suerte de sus compañeros, y, por qué no decirlo, el miedo y la ansiedad ante los cientos de arañas.
Se concentró en cada paso, en mantener el ritmo, en limpiarse la lluvia de la cara para vigilar dónde pisaba.
Y si entre el agua de la cara se mezclaba alguna lágrima, la lluvia le ayudaba a cubrirla.
La lluvia empezaba a cubrirlo todo. Cada vez era más intensa y se hacía más presente: las gotas golpeaban sobre su capucha, la ropa empapada se le empezaba a pegar al cuerpo, las botas apenas mantenían secos sus pies. Ya no le preocupaba pisar un charco y llenarse de barro. Era imposible no hacerlo.
El cuerpo no paraba de advertirle que estaba forzándolo más allá de lo saludable: calambres y pinchazos por todos sus músculos, como rayos y truenos rompiendo el cielo. Por lo menos el agua le ayudaba a mantenerse despierto.
Einskaldir había desaparecido en la oscuridad con Hilda, siguiendo una indicación apresurada de Esparto en un momento de necesidad. Esperaba que no se desviaran de la dirección indicada y llegasen al refugio, pero ninguno de ellos sabía dónde exactamente estaba ese refugio.
Sólo el hobbit lo sabía, y se había quedado atrás, entreteniendo a las arañas. Maldito loco, fue lo único que se le ocurrió pensar. Aún no podía aceptar que Esparto se hubiera sacrificado así por los demás. Seguro que nos hubiera dado tiempo a huir a todos, no tenía que morir así, pensaba mientras corría. Pero no podía seguir pensando más, su mente estaba a punto de explotar: el cansancio, la incertidumbre sobre la suerte de sus compañeros, y, por qué no decirlo, el miedo y la ansiedad ante los cientos de arañas.
Se concentró en cada paso, en mantener el ritmo, en limpiarse la lluvia de la cara para vigilar dónde pisaba.
Y si entre el agua de la cara se mezclaba alguna lágrima, la lluvia le ayudaba a cubrirla.
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
EINSKALDIR
Todo estaba dicho y aquel maldito hobbit se había empeñado en autoinmolarse... Muy bien¡¡¡ Que así fuese¡¡¡ Si los dioses tenían en bien cuidar de aquel pequeño temerario sería casi un milagro... Por mi parte no esperaba volver a verlo... Tiré de las riendas y salí a un trote ligero en la dirección señalada por Esparto...
Los demás estaban indecisos... No sabían si seguir al hobbit hacia una muerte segura o salir corriendo... Yo no esperaría a tomar una decisión¡¡¡ SOlo el sordo chapoteo de los cascos de Gabling y la lluvia corriendo por mi cara. Solo una idea en mi mente... legar hasta ese maldito refugio y rezar para qe hubiese alguien que pudiese cuidar de mi compañera... Notaba su piel ardiendo, mientras la apretaba para evitar que cayera tras un salto... La arrebujé más en mi capa y seguí alejándome de mis compañeros...
Mientras oteaba en la creciente oscuridad no podía evitar una punzada de pesar por haberlos abandonado... No era nada honorable abandonar a tus camaradas en una batalla... Solo esperaba tener la suerte de encontrar aquel lugar que me había indicado y volver sobre mis pasos para buscarlos... Al llegar a lo alto de una loma, echñe un último vistazo a mis espaldas pero la distancia ya no me dejaba ver nada...Un resplandor creciente comenzaba a dspuntar en el horizonte...
"Buena suerte pequeño" pense mientras volvía grupas y continuaba la marcha....
Un saludo
Saludos
Todo estaba dicho y aquel maldito hobbit se había empeñado en autoinmolarse... Muy bien¡¡¡ Que así fuese¡¡¡ Si los dioses tenían en bien cuidar de aquel pequeño temerario sería casi un milagro... Por mi parte no esperaba volver a verlo... Tiré de las riendas y salí a un trote ligero en la dirección señalada por Esparto...
Los demás estaban indecisos... No sabían si seguir al hobbit hacia una muerte segura o salir corriendo... Yo no esperaría a tomar una decisión¡¡¡ SOlo el sordo chapoteo de los cascos de Gabling y la lluvia corriendo por mi cara. Solo una idea en mi mente... legar hasta ese maldito refugio y rezar para qe hubiese alguien que pudiese cuidar de mi compañera... Notaba su piel ardiendo, mientras la apretaba para evitar que cayera tras un salto... La arrebujé más en mi capa y seguí alejándome de mis compañeros...
Mientras oteaba en la creciente oscuridad no podía evitar una punzada de pesar por haberlos abandonado... No era nada honorable abandonar a tus camaradas en una batalla... Solo esperaba tener la suerte de encontrar aquel lugar que me había indicado y volver sobre mis pasos para buscarlos... Al llegar a lo alto de una loma, echñe un último vistazo a mis espaldas pero la distancia ya no me dejaba ver nada...Un resplandor creciente comenzaba a dspuntar en el horizonte...
"Buena suerte pequeño" pense mientras volvía grupas y continuaba la marcha....
Un saludo
Saludos
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
HILDA
Hilda notó como las agujas del dolor recorrían cada rincón de su cuerpo, y los músculos vibraban extenuados sobre la marcha de un animal. Las imágenes en su mente se agolpaban sin sentido, y eran tan horribles que se negaba a creer que no fueran pesadillas. El olor metálico a sangre seguía presente en su nariz, y los cuerpos inertes de sus compañeros jamás se marcharían de su retina.
Ahora recordaba la voz de su antiguo compañero Einskaldir, sus brazos, sacándola del abismo. Hizo un esfuerzo, concentrando la poca fuerza que le quedaba, para torcer la mirada y reconocer el rostro de quien la tenía sujeta junto al hilo de consciencia que le quedaba. Era él, lo reconoció de inmediato, y unas lágrimas de agradecimiento empezaron a surcarle las mejillas, abriéndose paso entre la suciedad de la batalla y las marcas de sufrimiento.
Ella nunca se permitía llorar, sin embargo, estaba demasiado cansada como para poder reprimir el dolor, sin control sobre ninguna parte de su cuerpo.
- Gracias - dijo haciendo grandes esfuerzos para sacar la voz - Yo...lo siento...no he podido...lo siento...
Sus palabras se agolpaban sin sentido, presa de la vergüenza de seguir viva, y ellos muertos, todos muertos.
Jamás se había sentido tan inútil, ni tan miserable. Cerró los ojos, mientras sentía los rebotes de su cuerpo sobre el caballo y el viento y la lluvia la azotaban.
Hilda notó como las agujas del dolor recorrían cada rincón de su cuerpo, y los músculos vibraban extenuados sobre la marcha de un animal. Las imágenes en su mente se agolpaban sin sentido, y eran tan horribles que se negaba a creer que no fueran pesadillas. El olor metálico a sangre seguía presente en su nariz, y los cuerpos inertes de sus compañeros jamás se marcharían de su retina.
Ahora recordaba la voz de su antiguo compañero Einskaldir, sus brazos, sacándola del abismo. Hizo un esfuerzo, concentrando la poca fuerza que le quedaba, para torcer la mirada y reconocer el rostro de quien la tenía sujeta junto al hilo de consciencia que le quedaba. Era él, lo reconoció de inmediato, y unas lágrimas de agradecimiento empezaron a surcarle las mejillas, abriéndose paso entre la suciedad de la batalla y las marcas de sufrimiento.
Ella nunca se permitía llorar, sin embargo, estaba demasiado cansada como para poder reprimir el dolor, sin control sobre ninguna parte de su cuerpo.
- Gracias - dijo haciendo grandes esfuerzos para sacar la voz - Yo...lo siento...no he podido...lo siento...
Sus palabras se agolpaban sin sentido, presa de la vergüenza de seguir viva, y ellos muertos, todos muertos.
Jamás se había sentido tan inútil, ni tan miserable. Cerró los ojos, mientras sentía los rebotes de su cuerpo sobre el caballo y el viento y la lluvia la azotaban.
- yren_damanegra
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Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Alric
Alric, corriendo con el corazón en la boca, se detiene momentáneamente junto a Imracar y Will un momento para mirar hacia atrás.
- ¡¡Cago'nlaputa!! - exclama y a continuación escupe al suelo - el jodío del mediano... la que ha liado... jajajajajaja... bueno, espero que esas arañas disfruten con el cerdo y nos den un poco más de ventaja... Vamos...
Y echa de nuevo a correr. Por un lado le da pena por el hobbit, le empezaba a caer bien, pero el puto cerdo es otra cosa... los cerdos en jamón y embutido...
- Vamos... vamos... puf... puf... y todo ésto por una chorba... mandahuevos... puf, puf...
Alric, corriendo con el corazón en la boca, se detiene momentáneamente junto a Imracar y Will un momento para mirar hacia atrás.
- ¡¡Cago'nlaputa!! - exclama y a continuación escupe al suelo - el jodío del mediano... la que ha liado... jajajajajaja... bueno, espero que esas arañas disfruten con el cerdo y nos den un poco más de ventaja... Vamos...
Y echa de nuevo a correr. Por un lado le da pena por el hobbit, le empezaba a caer bien, pero el puto cerdo es otra cosa... los cerdos en jamón y embutido...
- Vamos... vamos... puf... puf... y todo ésto por una chorba... mandahuevos... puf, puf...
- coloraocelta
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- Registrado: 21 Ene 2009, 22:34
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
Por Fin turno de larendil(me lo ha pasado esta tarde, os lo cuelgo, esta intentando que vodafone le de una vez cobertura internete)
La voz de Hilda apenas fue un susurro tan leve como el aleteo de una mariposa, solo Gambling la sintió, y un relincho que sorprendió al propio Einskaldir, dio paso a una nuevo galope mas veloz que cualquier tramo de la carrera anterior, mas hacia el este que hacia el norte a pesar de las indicaciones del Rohir, que desistió de dirigirle, a sabiendas de que su montura era lo suficientemente capaz de elegir un destino cuando el Rohir no conocía el camino.
Cruzaban los montes rocosos hacia el este, esa cadena de montes que habían bordeado días antes por su punta mas al sur. La claridad del cielo anunciaba el amanecer, un amanecer que el Rohir esperaba trajera nuevas esperanzas para aquel extraño viaje en el que se había enzarzado.
Al poco cruzo los montes, la lluvia había cesado lentamente y Gambling seguía el ritmo fuerte que se había dado a si mismo un par de horas antes, y antes ellos y alumbrados por los primeros rayos del sol, dejaron Oiliad y entraron de nuevo en las Landas de Eten, Aun no era el terreno escabroso y maldito según decían muchos que eran esas tierras o al menos no lo parecían y ante ellos, - pues Hilda había despertado de sus pesadillas aunque el Rohir no se hubiera percatado - un bosque de cedros entorpecía el paso hacia el río, de nuevo el Sir Morva, aunque esta vez por suerte habían dejado las ciénagas mas al sur comó si los limites de aquel bosque hubieran frenado su avance. Aquel bosque era sin duda el destino que había elegido su montura, era bastante grande y tupido a primera vista, y aunque PenMorva se encontraba un poco mas al este, las arañas al menos las de piedra no debían cruzarlo sino bordearlo, o eso quiso creer.
Esparto y Manchas no saldrían nunca como el ejemplo del héroe y su gloriosa montura en las historias de Osgliath, Fornost o cualquiera de las grandes ciudades de los hombres, pero aquella noche entraron en las pesadillas de cierto grupo de arácnidos. Cuando dejo la ladera del monte con los restos de la torres, su intención fue ir hacia el sur, como el mediano había indicado a su fiel compañero, pero al llegar a la siguiente loma y volverse, se dieron cuenta de que aquellas arañas diezmadas por el fuego, no le seguían sino que pretendiera ocupar el lugar, pensó en el circulo de piedras pero su mirada se fue entonces al noreste y su pensamiento torno hacia sus compañeros. El refugio enano de los Greenwich, era apenas un relato, una vieja historia semi-olvidada por casi todos. Hacia mas de cuatro generaciones que ninguno de sus habitantes había visitado Nueva Esperanza y solo los enanos de Kazad-Zirak, hermanos de sangre, conocían el lugar exacto.
Esparto decidió cambiar el rumbo, bajo la intensa lluvia, giro de nuevo a pesar de los gruñidos de desaprobación del señor Manchas ante la visión de Alric, relamiendo cada vez que le adelantaba y le mostraba sus posaderas pero sabia que no podía defraudar a su fiel y valiente amigo por la compañía que le había tocado en este extraño viaje.
La lluvia arreciaba por momentos para volver a los pocos minutos con mas fuerza, el viento que había parado con el inicio de la tormenta había vuelto también y las fuerzas de los Imracar y sobre todo las de Alric, desfallecían por momentos, sus piernas a penas podían sostenerles y cada paso les provocaba punzadas como pocas veces en su vida, lo mismo daba que el camino fuera en ascenso o en descenso la energía se les acababa por momentos pues a pesar de la poderosa ascendencia adán que corría por sus venas, esta también tenia sus limites.
Había pasado unas dos horas aproximadamente cuando los dos se miraron a los ojos, aun quedaba mas de media noche para que el sol calentara sus cuerpos, la oscuridad lo cubría todo y no sabían cuando cesaría la lluevia. El olor de los jinetes había desaparecido hacia tiempo y las tierras eran extrañas para los dos, hasta el punto de que no sabían siquiera si la dirección que seguían era la correcta......
La voz de Hilda apenas fue un susurro tan leve como el aleteo de una mariposa, solo Gambling la sintió, y un relincho que sorprendió al propio Einskaldir, dio paso a una nuevo galope mas veloz que cualquier tramo de la carrera anterior, mas hacia el este que hacia el norte a pesar de las indicaciones del Rohir, que desistió de dirigirle, a sabiendas de que su montura era lo suficientemente capaz de elegir un destino cuando el Rohir no conocía el camino.
Cruzaban los montes rocosos hacia el este, esa cadena de montes que habían bordeado días antes por su punta mas al sur. La claridad del cielo anunciaba el amanecer, un amanecer que el Rohir esperaba trajera nuevas esperanzas para aquel extraño viaje en el que se había enzarzado.
Al poco cruzo los montes, la lluvia había cesado lentamente y Gambling seguía el ritmo fuerte que se había dado a si mismo un par de horas antes, y antes ellos y alumbrados por los primeros rayos del sol, dejaron Oiliad y entraron de nuevo en las Landas de Eten, Aun no era el terreno escabroso y maldito según decían muchos que eran esas tierras o al menos no lo parecían y ante ellos, - pues Hilda había despertado de sus pesadillas aunque el Rohir no se hubiera percatado - un bosque de cedros entorpecía el paso hacia el río, de nuevo el Sir Morva, aunque esta vez por suerte habían dejado las ciénagas mas al sur comó si los limites de aquel bosque hubieran frenado su avance. Aquel bosque era sin duda el destino que había elegido su montura, era bastante grande y tupido a primera vista, y aunque PenMorva se encontraba un poco mas al este, las arañas al menos las de piedra no debían cruzarlo sino bordearlo, o eso quiso creer.
Esparto y Manchas no saldrían nunca como el ejemplo del héroe y su gloriosa montura en las historias de Osgliath, Fornost o cualquiera de las grandes ciudades de los hombres, pero aquella noche entraron en las pesadillas de cierto grupo de arácnidos. Cuando dejo la ladera del monte con los restos de la torres, su intención fue ir hacia el sur, como el mediano había indicado a su fiel compañero, pero al llegar a la siguiente loma y volverse, se dieron cuenta de que aquellas arañas diezmadas por el fuego, no le seguían sino que pretendiera ocupar el lugar, pensó en el circulo de piedras pero su mirada se fue entonces al noreste y su pensamiento torno hacia sus compañeros. El refugio enano de los Greenwich, era apenas un relato, una vieja historia semi-olvidada por casi todos. Hacia mas de cuatro generaciones que ninguno de sus habitantes había visitado Nueva Esperanza y solo los enanos de Kazad-Zirak, hermanos de sangre, conocían el lugar exacto.
Esparto decidió cambiar el rumbo, bajo la intensa lluvia, giro de nuevo a pesar de los gruñidos de desaprobación del señor Manchas ante la visión de Alric, relamiendo cada vez que le adelantaba y le mostraba sus posaderas pero sabia que no podía defraudar a su fiel y valiente amigo por la compañía que le había tocado en este extraño viaje.
La lluvia arreciaba por momentos para volver a los pocos minutos con mas fuerza, el viento que había parado con el inicio de la tormenta había vuelto también y las fuerzas de los Imracar y sobre todo las de Alric, desfallecían por momentos, sus piernas a penas podían sostenerles y cada paso les provocaba punzadas como pocas veces en su vida, lo mismo daba que el camino fuera en ascenso o en descenso la energía se les acababa por momentos pues a pesar de la poderosa ascendencia adán que corría por sus venas, esta también tenia sus limites.
Había pasado unas dos horas aproximadamente cuando los dos se miraron a los ojos, aun quedaba mas de media noche para que el sol calentara sus cuerpos, la oscuridad lo cubría todo y no sabían cuando cesaría la lluevia. El olor de los jinetes había desaparecido hacia tiempo y las tierras eran extrañas para los dos, hasta el punto de que no sabían siquiera si la dirección que seguían era la correcta......
► Show Spoiler
Siempre recogeras lo que siembres..........
Re: Una noche especial - Las Torres Hermanas - (3)
IMRACAR
-Hemos de acampar. Con la posición del sol por la mañana comprobaremos hacia dónde nos dirigimos.- Lo único que hizo Imracar fue poner en palabras lo que los dos pensaban. Casi no le hacía falta ver la reacción de Alric para saber que estaría de acuerdo.
Las rodillas le fallaban cada dos pasos y las botas resbalaban sobre cada piedra mojada que pisaba. Tenía la ropa tan empapada que daría lo mismo ir desnudo. Hacía horas que no dormían, horas que parecían días. La lluvia era molesta, pero si no fuera por ella haría tiempo que hubiese cerrado los ojos y se hubiera echado sobre la hierba, aunque fuese a la vista de las arañas.
Pero las Torres Hermanas quedaban lejos (creía que a su espalda, pero no estaba seguro) y, si había algún otro peligro delante de ellos, no tendrían fuerzas para enfrentarlo.
Era de noche, llovía y no sabían seguro en qué dirección marchaban. No había otra opción que acampar. No arriesgaría a refugiarse bajo un árbol por temor a ser alcanzado por un rayo (eso le había explicado su hermano cuando hacían prácticas de supervivencia), pero debían buscar algo a cubierto. Quizás en algún promontorio encontrara una hendidura que permitiera acurrucarse a los dos. No era una situación para andarse con remilgos, y el calor de sus propios cuerpos era lo único que les permitiría combatir la humedad que les calaba los huesos.
Casi a tientas y aprovechando los segundos de luminosidad que pudieran dar los relámpagos, Imracar buscó algún refugio en las cercanías.
-Hemos de acampar. Con la posición del sol por la mañana comprobaremos hacia dónde nos dirigimos.- Lo único que hizo Imracar fue poner en palabras lo que los dos pensaban. Casi no le hacía falta ver la reacción de Alric para saber que estaría de acuerdo.
Las rodillas le fallaban cada dos pasos y las botas resbalaban sobre cada piedra mojada que pisaba. Tenía la ropa tan empapada que daría lo mismo ir desnudo. Hacía horas que no dormían, horas que parecían días. La lluvia era molesta, pero si no fuera por ella haría tiempo que hubiese cerrado los ojos y se hubiera echado sobre la hierba, aunque fuese a la vista de las arañas.
Pero las Torres Hermanas quedaban lejos (creía que a su espalda, pero no estaba seguro) y, si había algún otro peligro delante de ellos, no tendrían fuerzas para enfrentarlo.
Era de noche, llovía y no sabían seguro en qué dirección marchaban. No había otra opción que acampar. No arriesgaría a refugiarse bajo un árbol por temor a ser alcanzado por un rayo (eso le había explicado su hermano cuando hacían prácticas de supervivencia), pero debían buscar algo a cubierto. Quizás en algún promontorio encontrara una hendidura que permitiera acurrucarse a los dos. No era una situación para andarse con remilgos, y el calor de sus propios cuerpos era lo único que les permitiría combatir la humedad que les calaba los huesos.
Casi a tientas y aprovechando los segundos de luminosidad que pudieran dar los relámpagos, Imracar buscó algún refugio en las cercanías.