2º parte: Viaje en la oscuridad

[M_C]

Kal, el bárbaro, levantó la antorcha, no más que un trozo de madera y un retal de tela mugienta que había encontrado a la entrada del túnel. La oscuridad era completa en el subterráneo y la tililante llama iluminó las paredes de piedra mohosa y el suelo inundado por aguas sombrías de aspecto insano. Un insondable silencio reinaba en el pasadizo, sólo roto por un distante goteo que resonaba en los muros de piedra con ritmica precisión.
Continuaron por el pasaje durante muchos metros, escuchando un lejano rumor que se hacía más intenso hasta convertise en un estruendo. Tras avanzar una decena de metros, alcanzaron una vasta estancia, de imponentes paredes de piedra mohosa por las que caía una catarata de aguas desde varios conductos circulares que se abrían en lo alto.


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Podeis descansar aqui y recuperar fuerzas. Alguien deberia hacer la 1º guardia

[Kurdrim Barbahierro]

Yishad

Nuevamente la magia tomo forma en mi mano y se estrello contra otro de aquellos orcos pero, en vez de fulminarlo como al resto tan solo logre herirlo en un brazo, lo que me hizo percatarme de algo que ya estaba temiendo. Demasiada magia habia salido ya de mis cuerpo y estaba empezando a aquejar el cansancio, basicamente por la falta de costumbre de tan prolongado esfuerzo, y eso solo significaban mas problemas.

recule taimadamente hacia la tapa de la cloaca mientras observaba como mis dos compañeros se deshacian de algun que otro orco mas hasta lograr alcanzar la posicion en la que me hallaba; alli se hizo evidente que a veces la maña no era suficiente, pues a duras penas si habia logrado mover unos centimetros la tapa empleando mi baculo como apoyo... por el contrario Kal y sus musculos alzaron el objeto sin mas complicaciones permitiendonos asi escabullirnos ante los belicosos orcos, que nos dedicaron una serie de lindas palabras que no hicieron mas que acrecentar mis deseos de poner tanta tierra de por medio como fuera posible

Pero algo me detuvo en seco nada mas bajar.

Una fuerte y visceral arcada me sacudio por completo haciendo expulsar la bilis en aquel antro pestilente. Las inmundicias alli congregadas me abofetearon los sentidos hasta el punto de marearme y hacerme lagrimear mientras intentaba, en vano, aguantar una segunda arcada. Aquello era realmente asqueroso.

Mi rostros ceniciento lo decia todo, pues no tenia animos alguno para tomar aire y hablar ya que el simple hecho de respirar me suponia un esfuerzo de voluntad; si añadiamos que las goteras de inmundicia que recorrian el techo me cayera de tanto en tanto encima no ayudaba a mejorar mi humor, provocando que durante el rato que nos guiamos por la antorcha de Kal a traves de aquel entramado de tuneles malolientes de mi boca no saliera mas que gruñidos de fastidio y alguna maldicion

Embozado en mis rasgadas vestidura, con la capucha hasta los ojos y mirando tan solo donde ponia los pies, apoyandome en mi baculo, apenas me percate de que habiamos llegado a un enorme sumidero donde el sonido de aquel cieno asqueroso que recorria el lugar desembocaba en varias cascadas verduzcas, donde el olor ya de por si desagradable era poco menos que asqueroso.

Observe el lugar mientras haciamos un alto para descansar. El olor que antes apenas me dejaba avanzar ahora se habia impregnado en todo mi cuerpo y dudaba que algun dia pudiera desprenderme de el por mucho que me lavara; aun y asi el haberme acosumbrado, a desgana, a olerlo constantemente me habia hecho en parte olvidarlo.

Deberiamos descansar aqui y dejarme que os revisara esas heridas... con toda esta inmundicia no me extrañaria que se infectaran- les indique con el gesto fruncido y sin quitarme la capucha

Si me dejan utilizare mis poderes sobre ellos, sino pues me encogeria de hombros y me colocaria en el lugar mas seco y alejado de la entrada posible...

Deberiamos hacer guardia, por si acaso nos buscan aqui abajo... aunque con este hedor dudo que alguien quiera internarse hasta aqui ¡puaj! ... yo hare la primera, me va a ser imposible dormir creo- indique con desgana mientras dejaba ir un suspiro... no por ultima vez me lamente interiormente de no haberme ido en su momento a algun lugar apartado del mundo a proseguir mis estudios

Un saludo!

[capiosca]

IZANA


Finalmente conseguimos abrir camino hasta colarnos en la alcantarilla? Parecía que aquel momento no iba a llegar nunca y respiré aliviada cuando la oscuridad del lugar y sus ya conocidos aromas llenaron mis fosas nasales? Observé atónita como Yishad boqueaba y finalmente dejaba escapar unas arcadas? Pobre¡¡¡ No estaba acostumbrado a caminar por esos lugares? Una vez abajo, le golpeé el hombro con afectuosidad en un intento por darle algo de fuerza moral? aunque su mirada de desagrado y sus ojos desorbitados demostraban que estaba a punto de vomitar nuevamente por lo que me separé?.

El hediondo olor de aquel lugar alteraba los sentidos de cualquiera? Kal usó algunos restos que cogió de entre las turbulentas aguas y a las cuales no quise ni acercarme? A pesar de todo era un sitio tranquilo donde solo las ratas se atrevían a ir, por lo que era un sitio recogido por el que pasear sin levantar sospechas ni cosas extrañas? Mientras seguía la musculosa silueta de Kal, caminaba al lado del mago mirándolo de soslayo? Al final y visto que no decía nada, acabé por decirle:

- Oye¡¡ Te has comportado bien ahí fuera? Si al final resultará que sabes de magia y que no era mentira? - Mi mirada denotaba el comentario de guasa? aunque no sabía si el muy estirado lo entendería? - Gracias por quitarme a alguno de aquellos brutos de encima? estaban comenzando a ser molestos? - le sonreí aunque una mueca de dolor cruzó mi rostro ante el pinchazo que me ocasionaba una de las heridas del muslo?

Tras un rato caminando, un ruido ensordecedor comenzó a crecer, hasta que llegamos a una sala circular en la cual caía una catarata. Tras inspeccionarla por encima me dejé caer en alguna zona seca, momento que aproveché para revisar mis heridas? La verdad es que ninguna era de gravedad a excepción de la del muslo?

- A alguno os sobra algo de ropa para hacerme algo parecido a un vendaje? Yo podría usar lo que queda de mi ropa, pero habrían zonas que quedarían?sueltas o a la vista? - Les sonreí, riendo para mis adentros ante el azoramiento del mago, y ante la mirada descarada de Kal? Ante el ofrecimiento del Yishad no dudé en acercarme a él y colocando mi pierna delante suyo, le insinué de forma un tanto picante? - Ten cuidado con lo que tocas no sea que nos hagamos daño? - Mientras le mostraba mi mirada más encantadora?

Aquel parón me hizo estirarme de forma ostentosa y voluptuosa, notando el cansancio en mi cuerpo? No obstante y a pesar de haber escapado de aquellos brutos, no podíamos descansar de forma alegre? Escuché al mago ofrecerse para hacer la primera guardia?

- No Yishad¡¡¡ Yo haré la primera guardia? No necesito descansar tanto como los humanos? Además estoy bastante fresca?y tu necesitas descansar para recuperarte? Por el olor no te asustes¡¡¡ Siempre acabas acostumbrándote, ¿verdad Kal?

Si nadie se opone, una vez que duerman me dedicaré a vagar por el reducido espacio de la sala y buscaré la forma de encaramarme al agujero por el que sale la improvisada catarata? Por ver si hay algo interesante?

Un saludo

[Kurdrim Barbahierro]

Yishad

Los gestos y palabras de Izana no hicieron mas que arrancar de mi compungido cuerpo y agitado estomago un seco y lastimero Gracias junto a un nuevo amago de arcada al tomar aire, que por suerte pude contener... de haber vuelto a expulsar algo estaba seguro que serian las mismisimas entrañas

....

El ofrecimiento de curacion fue rapidamente aceptado por Izana, quien parecia aquejar la herida del muslo mas que cualquier otra; al observarla de cerca comprobe que en verdad tenia mal aspecto pero cuando me disponia a retirar con suavidad los trozos de tela que habian quedado adheridos a la zon apor la sangre la voz de Izana me hizo dar un respingo ante lo que insinuaba, aderezando el asunto enseñando mas carne de su pierna de la realmente necesaria

Con los colores subidos, nuevamente coloreando mi ceniciento rostro, y una mirada escandalizada replica a la elfa con un tono estridente que delataba, claramente, que no estaba preparado para aquellas situaciones tan alejadas de la tranquilidad de mi biblioteca ¡Izana! Soy un mago de reputacion intachable... no pensaras... no insinuaras... aarg, de verdad, sois como crios!. Estate quietecita, a ver si puedo hacer algo en vez de ponerme nervioso con tus contoneos, diantre!- acabe intentando centrarme nuevamente en la herida mientras me esforzaba por olvidar lo suave y delicada que era su piel y no centrarme nada mas que en mi trabajo

La magia rielo entorno a mis yemas mientras mi cuerpo se estremecia levemente, envolviendo la zona afectada de una tenue resplandor azulado mientras la sensacion de tibieza embargaba la pierna y mis manos... pero mientras la herida se cerraba note como me flaqueaban las fuerzs y mi concentracion se quebraba, cesando el conjuro cuando aun quedaba trabajo que hacer

Siento no poder hacer mas por el momento, pero necesito descanso... al menos ahora no te desangraras y no se infectara - me excuse ante aquel percance - Cuando repose un poco volvere a tratarla, si no te importa Izana-añadi un poco avergonzado mientras reparaba en que aun sostenia con ternura la pierna de la elfa, dejandola ir con un gesto demasiado evidente y forzado, mascullando unas palabras en voz baja mientras me cubria el rostro con la capucha, a la espera de que Kal se pronunciara sobre si requeria o no de mis atenciones

Un saludo!
PD: Capiosca, mira que te gusta ponerme en compromisos... pobre Yishad, con lo bueno que es

[guli]

Kal


- Calla un poco, mago. Están muy bien esos rayos tuyos, son de agradecer. Pero si sigues quejándote te aseguro que te tragas tu bastón.

Estaba de mal humor. Me había costado más de lo debido quitarme de encima a los malditos orkos, y ahora huía a través de las entrañas de una pestilente y fétida cloaca. Mladita sea! Inmundicias y ratas, nada más que eso. Y así es como me sentía, como una rata que huía con el rabo entre las piernas.

A veces me giraba, me detenía, escuchando:

-Elfa, agudiza tus oídos. Tal vez esos orkos se hayan decidido a descender tras nosotros. Sería propio de ellos.

Pensé mientras caminaba, al margen de la conversación de mis dos insospechados compañeros, en la gente de allá ?arriba?. La ciudad sería masacrada, los hombres asesinados, las mujeres violadas y esclavizadas, lo mismo que los niños. ¡y yo aquí! Escapando para salvar el pellejo. Rechinaron mis dientes y casi destrozo el mango de la improvisada antorcha. Gruñi:

- Yishad, ¿sabes algún hechizo de, no se, como lo llames, de luz, o algo así. Esto no durará mucho.

Gruñí otra vez cuando llegamos a la gran estancia. La verdad es que no se me ocurría expresar de otra manera mi descontento y estado de ánimo. Suficiente con eso antes de que explotara. Iluminé aquí y allá el lugar, buscando un nuevo pasadizo y mirando sin pudor los turgente muslos de la elfa y las manipulaciones del mago. Me reí a su costa, divertido por su azoramiento:

- Vamos, hombre. Qué tiene que ver la reputación aquí. Eres un hombre y eso basta. Claro que te gusta mirar a una mujer de bellas formas. No hay nada de malo en eso. Izana lo sabe, no es una santa, ¿verdad que no, elfa? Mira y disfruta, mago, puede que sea lo último que vean tus ojos en tu sosa vida. Al menos te irás con una sonrisa en la cara.

Solté una estruendosa carcajada. Luego negué con la cabeza a su ofrecimiento de curación:

- Reserva energías, amigo. Y terminad rápido. No podemos descansar aquí, no con la posibilidad de que esa horda de orkos baje a visitarnos y con este olor a flores, al que te acostumbras, sí, querida Izana, pero con todo, mejor evitarlo. Con suerte, si seguimos ahora encontremos pronto una salida. ¿Te conoces algo de estos túneles, Izana?


OFF

Kal no quiere descansar ahora. No se si resolverás con dos a uno o lo tratamos entre nosotros con otros anexos.

[M_C]

Yishad curó a Izana, que aunque no habia podido cerrar del todo la herida, la había sanado lo suficiente como para que el dolor remitiese.
Yishad se acosto, recuperando asi las fuerzas y su magia, mientras tantos kal y Izana se quedaron haciendo guarida.

Izana
Izana inquieta, se acerco a la catarata, había una forma pintada sobre la piedra. Se trataba de la silueta de una mano abierta y de color sangre.
Izana se arrodilló para activar un mecanismo anegado por las aguas de la alcantarilla. Al instante, un tramo de la pared de piedra se desplazó con un chasquido dejando un paso estrecho que conducía a la oscuridad.
La elfa se adentro por la puerta para encontrarse en una amplia estancia; un viejo almacén repleto de cajas y bártulos, desordenados en pilas que en muchos casos alcanzaban el techo de la sala. Sobre el suelo de piedra, caídos en posiciones imposibles, yacían los cuerpos de varios hombres, ensangrentados y mortalmente rígidos.
Izana no pudo reprimir un grito al ver los cadáveres y corrió junto al más cercano, un muchacho apenas a quien habían cortado la garganta.

Kal
El bárbaro se situó al borde de las aguas que lamían el escalón de piedra. Con la antorcha encendida a un lado, se acomodó en la fría piedra para velar el descanso de sus compañeros.
En el silencio del subterráneo, su pensamiento vagó a las montañas Durestes, a su hogar. A pesar de que su pueblo fue exterminado por una incursión orka, el hombre sentía la melancolía de su tierra, los rigores del clima alpino, la crudeza de su invierno y el vigorizante viento del norte. Contemplando el lóbrego paraje en que se encontraba, se preguntó si alguna vez volvería a sentir la gélida caricia de la nieve sobre su piel.
De pronto, las aguas se abrieron en un estallido. Alertado, Kal apenas tuvo tiempo de alcanzar su arma antes de encontrarse atacado por un ser surgido de las profundidades de aquel vertedero. Se trataba de un reptil escamoso, de cuerpo alargado y enormes fauces que se abrían en una ristra de colmillos amarillentos. Chasqueando con furia sus mandíbulas, se abalanzó sobre el y el dormido Yishad para devorarlos.

[guli]

Kal


Mis dos compañeros estaban lo suficientemente cansados como para no proseguir de momento a través de las inmundas alcantarillas. Así que me dediqué a examinar mis cortes y arañazos y a limpiarlos un poco entretanto que Yishad se echaba un corto sueñecito. Seguidamente me ocupé de la espada.

Izana era culo de mal asiento y donde yo no había visto nada ella descubrió algo. No se estaba parada y me sacó de mis pensamientos y recuerdos. Si ya estaba de pésimo humor, el hecho de recordar mi tierra y mis gentes masacradas por los orkos me enfureció más. No me clamó la nostalgia de los parajes alpinos, al contrario, me puso más nervioso. Además, esperaba que nuestros enemigos aparecieran de un momento a otro y consideraba que era demasiado riesgo descansar ahora y aquí.

Cuando escuché el grito de la elfa me puse en pie de un salto, presto a la batalla de nuevo. Ya llegaron los orkos malditos, me dije. Y justo por donde no los esperábamos, sino por ese pasaje que acabada de descubrir Izana. A la vez, algo irrumpió desde las sucias y lóbregas aguas. Me eché para atrás, atónito.

Aquella cosa poseía el aspecto de un cocodrilo. Semejante a ese animal, se lazo furioso contra nosotros. Interpuse el filo de la espada a su montón de dientes podridos y agudos. Casi no tuve tiempo de más, rápido como era. Lo miré con atención, perplejo; siempre había escuchado los rumores e historias de bichos de las cloacas y esto era lo que me temía desde que nos sumergimos en estas lóbregas y húmedas oscuridades, que nos apareciesen bichejos de este pelaje.

Lancé un golpe circular y salté a un lado para llevar al monstruo lejos de la posición del mago.

- ¡Yishad, despierta! Maldito mago dormilón, ¡espabila!

Encaré a la bestia:

-¡Y tú, lagartija enana, te apesta el aliento! Debes mirar con atención lo que comes. ¡Y esta noche no vamos a ser nosotros!

Y descargué un espadazo a su cabezota.

[Kurdrim Barbahierro]

Yishad

Kal se mofo de mis sentimientos, ante lo que solo recibio como respuesta una mirada viperina y un gruñido claramente audible donde se podia entender un "Cerebro de limaco", con claro desden, mientras me arrebujaba en mis ropones, intentando aliviar el hedor del lugar tapandome la nariz con la propia tela pero era tal la pestilencia que la solucion era aun peor y tuve que desistir cuando una nueva arcada me sobrevino, aguantandola a duras penas.

Dormi, o eso intente, estando en un estado a medio camino de la consciencia en el que los retazos de sueños se mezclaban con la realidad... ora los orcos atacando la ciudad en llamas, ora la elfa rebuscando entre las piedras; ora un dragon lanzando su aliento, ora Kal moviendose de aqui para alla... aquella situacion no se si me reportaria algo pues mi mente apenas podia descansar entre tanto alboroto... es que no podian hacer otra cosa que mover piedras, chapotear en el agua y rugir... ¡¿rugir?!

Me levante sobresaltado con el estrepito de algo muy pesado saliendo del putrefacto canal y atacando a Kal mietnras el barbaro me chillaba no-se-que para que me despertara. La impresion fue mayuscula cuando descubri que pasaba y un grito de terror y sopresa surgio de mis labios cuando mi rostro se topo con una dentellada que chasqueo a menos de un palmo de mi cabeza, haciendome retroceder de espaldas, hasta toparme con la pared y estando a punto de caer al profundo foso donde los desperdicios se amontonaban

Un lagarto, un gigantesco lagarto con ansias de carne fresca ¡nuestra carne! chasqueaba las enormes fauces intentando devorar a Kal y, de paso, engullirme a mi como acompañamiento mientras todo a nuestro alrededor vibraba con los gritos del barbaro y los rugidos del desmesurado reptil.

Con el estomago revuelto, la cabeza atolondrada y un susto de mil demonios aun haciendome galopar el corazon hice lo primero que me vino a la mente...iba a lanzar un proyectil directamente a los ojos del animal pero, justo cuando iba a finiquitar el hechizo el barbaro se puso en medio obligandome a abortar el hechizo para no herirlo a el. Pense con rapidez y elegi lo mas obvio dado mi incapacidad para contribuir a derrotar al ser. Si Kal iba a llevar el peso del combate el menos que estubiera protegido, pense echandome todo lo atras que podia y dejando distancia entre el monstruo y mi cuerpo

Con un rapido pase de manos conjure las energias misticas, que esperaba volvieran a responderme despues del breve descanso, en un intento de que la bestia no matara a Kal pues sabia a ciencia cierta que si el barbaro caia bajo aquellas mandibulas yo seria el siguiente sin lugar a dudas.

Apenas habia acabado el conjuro mi voz ya chillaba a pleno pulmon el nombre de la elfa, a fin de que se uniera a la refriega
¡IZANAAAAAAA!

Un saludo!

[capiosca]

Izana


Suspiré aliviada ante el hormigueante calorcillo que me recorría la pierna mientras Yishad ponía sus manos con delicadeza evitando en todo momento mirarme tanto la cara como la pierna? Aquel pobre seguro que no había probado los placeres de la vida? Debía de ser una vida triste siempre encentrado en oscuras bibliotecas y cuartuchos leyendo libros mohosos y pergaminos casi borrados por el paso del tiempo en busca de vete a saber que?

El pobre hacia cara de cansado y al poco rato paró, pidiendo disculpas por no poder hacer más? No obstante la herida estaba cerrada y había dejado de sangrar? Seguía doliendo pero ya era mucho más asequible:

- Muchas gracias Yishad? - Dije golpeando la pierna contra el suelo? - Esto ha quedado muy bien¡¡¡ Cuando estés mejor si quieres terminas de curarme del todo? Ah¡¡ Y no hagas caso de ese bruto de Kal¡¡¡ Es la envidia que siente por no poder poner sus manazas donde tu las tenías? Cuando quieras experimentar ya sabes donde encontrarme? ahora a dormir¡¡¡ ? Añadí divertida mientras le daba un beso en la mejilla y me encaramaba en un muro para mirar mejor los alrededores?

Mientras Yishad se acomodaba lo mejor que podía observé a Kal mientras se miraba las heridas y su espada? Era un gruñón¡¡¡ Pero había que reconocer que su destreza con las armas era digna de tener en cuenta? Su mirada perdida indicaba que sus pensamientos estaban en otro sitio ahora mismo? Así que como no había nadie con quien hablar, me puse a echar un vistazo por la zona cercana a la catarata?

Al poco rato descubrí una mano roja abierta dibujada en la pared? Tras rebuscar un poco tocando con la yema de los dedos la áspera superficie de la pared, descubrí una piedra que sobresalía un poco más, aunque para ello tuve que meter mis manos en aquellas aguas pestilentes? accionándola y abriéndose un pasaje justo delante de mí? Aunque oscuro comencé a adentrarme sacando una de mis armas por si acaso? Al final aquel camino desembocaba en una estancia no demasiado grande repleta de cajas, algunas volcadas o tiradas? Pero lo que más llamó mi atención fueron los cuerpos de varios humanos tirados en extrañas posiciones por toda la estancia?No pude evitar soltar un gritito ante tal escena?

Vigilando posibles accesos me acerqué a uno de los cuerpos perteneciente a un joven? Su cuello había sido seccionado con destreza? Comencé a registrar los cuerpos y a mirar las cajas por ver que es lo que había en su interior y por si podía sacar alguna cosa positiva? De paso miraba posibles entradas a aquella habitación?

El grito de Yishad llamándome, no dejaba lugar a dudas de que algo andaba? Malditos orcos¡¡¡ Seguro que nos habían encontrado¡¡¡ Pero al llegar a la apertura observé con estupor como Kal mantenía a raya a una especie de cocodrilo enorme, mientras Yishad trataba de lanzar algunos pases mágicos? Sin dudarlo cogí una de mis dagas y tras esperar un instante en el que Kal se hizo a un lado dejando vía libre la lancé a la cabeza de la fiera?


Un saludo

[M_C]

Antes de que Kal descargara un fuerte espadazo en el caiman, éste su lanzó hacia él, mordiendole la pierna. El caiman se volvia a lanzar contra Kal, pero Yishad lanzo antes de que este le atacara un conjuro de protección, por lo que el caiman no pudo llegar a la pierna de Kal. Izana, desde dentro de la cueva

Izana

Sabiendo que nada podían hacer por su compañero moribundo, la elfa se internó entre las pilas de cajas y cofres. No sabía lo que podía haber pasado en la guarida de la Mano Silenciosa, pero quizás hallase una pista que les diese una respuesta. La muchacha examinó varios objetos hechos pedazos, el cadáver de un hombre y algunas de las armas caídas.
A pesar de sus esfuerzos, Izana no encontró nada que explicase la muerte de sus compañeros.

Cuando escuchó la voz de Yishad fue a ver que pasaba, encontrando a Kal luchando contra un caiman, lanzó una daga, la daga se clavo en la escamosa piel del caiman per no parecia que le doliese mucho

[guli]

Kal


La maldita lagartija fue más rápida que yo. Resbalé ligeramente en el suelo y ella aprovechó para lanzarme ese mordisco a la pierna, por fortuna solo un rasguño. Miré al suelo enfangado y lleno de repugnantes viscosidades, tratando de afianzarme para que no se repitiera el mismo error.

Una nueva dentellada del monstruo se me vino encima, pero sus mandíbulas se cerraron en el cargado y maloliente aire. No supe qué fue hasta que volví la vista hacia Yishad y observé que ya estaba espabilado usando su magia inagotable. Bien por el mago. Aproveché para descargar un poderoso mandoble en la cabezota del bicho.

Izana entró en escena. Recordaba sus palabras de antes, provocándome. En realidad provocando a ambos hombres. Ten cuidado, elfa, no es sensato jugar con esas cosas. Me encogí de hombros entonces, ya había coincido con mujeres semejantes, aunque nunca de raza elfa. Potrillas locas difíciles de manejar que te acostumbran a meter en líos. Gruñí.

La daga de Izana le hico poco menos que cosquillas al crecidito lagarto, lo justo para que se girase a ella y yo de nuevo le atizara un espadazo dirigido esta vez a cegarle.

[capiosca]

IZANA


Observé con satisfacción como mi daga impactaba a aquel tremendo reptil, y aunque el daño que le podía haber ocasionado no era mortal, si que había servido para desviar su atención de Kal?

Eché una última mirada atrás donde yacían los cuerpos destrozados de mis antiguos compañeros? No podía creer que estuvieran muertos? Desde luego tenían muchos enemigos y en este mundo en el que se movían la competencia era fiera? Pero que los hubiesen asesinado a todos de aquella manera? Un grito de Kal me sacó de mis oscuros pensamientos? Lego haría que me acompañara el mago a analizar el terreno por si había algo que se me escapase? Pero ahora había faena¡¡¡

Tras desenfundar las dos espadas, me lancé al suelo en uno de los laterales del cocodrilo? Miré al pobre Yishad subido en lo alto de una piedra de forma precaria pero con la determinación en su mirada? No obstante Kal en su danza de muerte con el reptil no le permitía visualizar al lagarto?

- Kal¡¡¡ Al otro lado¡¡ - Le chillé mientras le lanzaba una estocada al cocodrilo, más para llamar su atención que para herirlo? Yo era más ágil?o eso esperaba? - Al próximo ataque que yo haga, mira de clavarle tu espada con ganas en esa cabezota dura que tiene? - Dicho lo cual lancé unas estocadas mientras gritaba?.: - AHORA¡¡¡


Un saludo

[Kurdrim Barbahierro]

Yishad

Los pies me resbalaban sobre el lodo que cubria las losas de aquel lugar, al igual que un sudor frio por la espalda ante aquella aberracion reptiliana seguia lanzando dentelladas a Kal que, por fortuna, pudo evitar parte del daño gracias a la magia que ahora lo rodeaba aunque la bestia no cejaba en su empeño, siquiera tras recibir una daga de la elfa en su coriaceo cuerpo.

Gruñia y se revolvia como lo que era, una bestia salvaje, haciendo que cualquier tecnica fuera solo cuestion de suerte que impactara y el dañar el cuerpo era aun mas dificil debido a la piel que recubria su grueso cuerpo, que a buen seguro seria del todo imposible mover si lograba aprisionar a alguno de nosotros... solo habia una opcion y era causarle un daño tan intenso que o bien desistiera y se retirara o que lo dejara incapacitado; el problema era poder causar aquel daño antes de acabar con nuestros huesos en su grotesco estomago

Observe como Izana y Kal empezaban a complementarse para acosar a la bestia por los flancos... perfecto, ahora era mi ocasion.

Centre mi vista en los ojos de la critatura, grandes como los de un buey, y sin pensarmelo dos veces canalice la magia para lanzar un proyectil magico directo a uno de aquellos negros globos oculares; con un poco de suerte la bestia veria que habia sido mala idea atacarnos y se largaria o, a unas malas, siempre podiamos cegarla del todo y abatirla cuando estubiera exhausta

- ¡A ver que tal ves esto, lagarto monstruoso!

Un saludo!

[M_C]

Izana había lanzado gritos para llamar la atención del cocodrilo, que se giro lo suficiente como para que Kal le impactara con su espada en la cabeza. El caimán sangraba por la cabeza, pero aún así le lanzo un mordisco a Izana, aunque la sangre que recorría al caimán por la cabeza hizo que se desviara de su objetivo. Yishad lanzo un proyectil hacia un ojo del caimán, que no solo le exploto dejandole tuerto, sino que que le abrió más la herida provocada por Kal y un rio de sangre cubria los pies de Kal e Izana, la bestia había muerto.
La única salida que parecía haber, era por la cueva que había salido Izana

[Kurdrim Barbahierro]

Yishad

La bestia se debatia de uno a otro lado intentando chasquear sus dientes sobre la carne de la elfa o del barbaro mientras estos pugnaban por herirle de gravedad, entretanto yo me movia de un lado a otro en una vano intento de buscar un angulo optimo para poder contribuir con mi magia a acabar con la bestia... pero por el momento no habia mas que hacer y parecia que estubiera bailando una peculiar danza de un lado a otro, mientras mas y mas fango se acumulaba sobre mis botas.

Por fortuna Izana logro distraer lo suficiente a la bestia como para que esta la encarara a ella directamente, hecho que aprovecho Kal para aporrear su enorme cabeza, acompañando el movimiento de un salpicon de sangre y una nueva acometida de la criatura. ¡Por todos los dioses, es que no se va a estar quieta nunca!

Viendo como Kal retrocedia ligeramente para evitar una nueva dentellada y como Izana esquivaba por los pelos las fauces del ser vi mi oportunidad. Centrando todo mi atencion en uno de los ojos del lagarto hiperdesarrollado convoque los vientos de la magia nuevamente a mi alrededor mientras mi entrecejo se fruncia, con fastidio, por todos los quebraderos de cabeza que el bichejo nos habia causado hasta ahora. Note como la rapida volvia a fluir fuerte a tarves de mi y, con un chasquido, una saeta dorada salio disparada hacia el ojo del animal

Un crujido y el sonido de algo vicoso explosionando me hizo asentir aun ceñudo mientras la criatura, con unos ultimos estertores, quedaba finalmente inmovil mientras la sangr emanaba de forma abundante de la cavidad ocular reventada, asi como del craneo fracturado.

¡Ahora aprenderas a quedarte quieta, maldita lagartija! - espete malhumorado estirandome y recolocandome la hedionda y rasgada tunica con bruscos y secos tirones - Ni dormir tranquilo puede uno... malditas bestias de las cloacas y los engendros que las trageron al mundo- gruñi nuevamente ofuscado, relajandome al ver como el cuerpo de la bestia se hundia lentamente en las aguas de las que habia surgido

Observe enderredor y entonces me percate de una nueva cueva que antes no recordaba haber visto; a decir verdad juraria que Izana habia salido de alli... mire con una ceja alzada a la elfa y seguidamente al nuevo corredor, retornando mi mirada nuevamente a la elfa.

Parece que has encontrado una nueva ruta para salir de aqui... recemos por que no oculte nuevas bestias ansiosas por probar nuestra carne- musite aun algo molesto por la interrupcion de mi sueño

No tenia buen despertar, eso era obvio, pero que una criatura capaz de devorarte en dos bocados te despierte junto a los gritos de un saco de musculos que solo sabe jugar con su espada no contribuia a tener el mas placido de los buenos dias; de esa guisa, mascullando maldiciones y aferrando con dedicacion mi baculo, espere a que los dos compañeros avanzaran a traves del tunel pues tenia muy claro que no iba a entrar en un lugar como aquel el primero. Quien sabe que peligros podian aguardar... despues de todo yo era un erudito, no un aventurero alocado y cabeza hueca

Un saludo!