1º Parte: Fuego en la noche
Moderador: M_C
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad lanza un misil mágico que mata a uno de los orkos. Izana se va hacia uno de los laterales de la plaza. Lanzo una daga hacia uno de los orkos, pero la daga se quedo corta y no dio en su objetivo. Dos orkos mas aparecen al final de la calle. Dos orkos van a por Izana, mientras que los otros cinco, van a por Kal e Yishad
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Kal
- Amigo mago ? le apoyé una mano en el hombro-. Gracias por sacarme de aquí, pero, ahora, calla, por todos los demonios, o lo que no pudieron hacer estas paredes lo hará tu lengua.
Aparté cascotes, piedras y trozos de vigas como si fueran mondadientes. Salimos de esa ratonera para respirar el cálido aire que transportaba el olor a sangre en medio de esta maldita noche. Miré a la elfa de felinos movimientos, ¡menuda pieza estaba hecha! No me fiaba de ella en absoluto. Por el contrario, Yishad me parecía un buen tipo. Medio ido como todos los magos y demasiado parlanchín, pero daba la impresión que se podía confiar en él.
Corrimos por las calles buscando la salida de la ciudad o al menos un lugar donde refugiarse. No me inmuté ante el panorama de muerte y desolación pintado en este macabro escenario, aunque sí me sentí un tanto extraño, algo se removía en mi interior. Yo había estado en bastante batallas cruelmente sangrientas, pero éramos todos soldados o mercenarios, aquí, sin embargo, se trataba de personas civiles, ciudadanos asesinados impunemente al amparo de la noche. Viles asesinos.
No dejé al mago que posara sus manos sobre mí para sanar la herida.
-¡Eh,eh! Esto no es nada. Un rasguño. Guarda tus?tus artes para otro. Mejor no me toques.
Magia. Me recorrían escalofríos solo de pensarlo.
Una pandilla de orkos estaba allí para saludarnos. Creo que la mueca que les presenté debió ser más horrible que sus caras. Enarbolé la espada y me lancé al combate sin pensarlo un momento mientras gritaba:
- ¡Ahora sí puedes usar esos trucos, mago!
Rebané el pescuezo a uno de ellos. Pateé a otro. Oh,oh. Más bichos. Maldición. Gruñi, Grrr. Me abalancé contra ellos, no debían tocar a nuestro mago particular. Lancé un taje a uno, luego otro golpe circular y giré y salté a un lado para esquivarlos y desde atrás cortar o partir alguna cabezota.
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- Amigo mago ? le apoyé una mano en el hombro-. Gracias por sacarme de aquí, pero, ahora, calla, por todos los demonios, o lo que no pudieron hacer estas paredes lo hará tu lengua.
Aparté cascotes, piedras y trozos de vigas como si fueran mondadientes. Salimos de esa ratonera para respirar el cálido aire que transportaba el olor a sangre en medio de esta maldita noche. Miré a la elfa de felinos movimientos, ¡menuda pieza estaba hecha! No me fiaba de ella en absoluto. Por el contrario, Yishad me parecía un buen tipo. Medio ido como todos los magos y demasiado parlanchín, pero daba la impresión que se podía confiar en él.
Corrimos por las calles buscando la salida de la ciudad o al menos un lugar donde refugiarse. No me inmuté ante el panorama de muerte y desolación pintado en este macabro escenario, aunque sí me sentí un tanto extraño, algo se removía en mi interior. Yo había estado en bastante batallas cruelmente sangrientas, pero éramos todos soldados o mercenarios, aquí, sin embargo, se trataba de personas civiles, ciudadanos asesinados impunemente al amparo de la noche. Viles asesinos.
No dejé al mago que posara sus manos sobre mí para sanar la herida.
-¡Eh,eh! Esto no es nada. Un rasguño. Guarda tus?tus artes para otro. Mejor no me toques.
Magia. Me recorrían escalofríos solo de pensarlo.
Una pandilla de orkos estaba allí para saludarnos. Creo que la mueca que les presenté debió ser más horrible que sus caras. Enarbolé la espada y me lancé al combate sin pensarlo un momento mientras gritaba:
- ¡Ahora sí puedes usar esos trucos, mago!
Rebané el pescuezo a uno de ellos. Pateé a otro. Oh,oh. Más bichos. Maldición. Gruñi, Grrr. Me abalancé contra ellos, no debían tocar a nuestro mago particular. Lancé un taje a uno, luego otro golpe circular y giré y salté a un lado para esquivarlos y desde atrás cortar o partir alguna cabezota.
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- Kurdrim Barbahierro
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad
Aquello parecia una pesadilla y para colmo los orkos se multiplicaban como chinches. Ya habia abatido a uno perforandole el estomago con un proyectil magico mientras Izana llamaba la atencion de otros dos, desplanzandose hacia un lateral aunque errando su tiro, lo que me hizo pensar fugazmente en algo que bien podia pasar (Ahora viene cuando se larga y nos deja con el aprieto) pero tal y como pense en aquello deseche la idea. Dudaba de la devocion de la elfa por ayudar de forma desinteresada, pero aquello ya habria sido el colmo.
Kal, por su parte, no tardo en dejar clara su postura. No queria ser sanado pero por el contrario estaba deseoso de destrozar a los invasores con su espadon. Sonrei a su espalda mientras me retiraba un par de pasos hacia atras, observando como se interponia en la trayectoria de los cinco orkos que se disponian a atacarnos. Entrecerre los ojos ante aquello. Kal era un gran luchador, pero el solo no podria detener a todos los enemigos y alguno llegaria hasta mi. Era hora de hacerse valer por uno mismo
Convocando las energias misticas canalice hacia mi propia persona los vientos arcanos creando a mi alrededor una barrera de corrientes magicas que me permitiria, si el combate llegaba a mi, poder apoyar a Kal como era debido en vez de convertirme en un estorbo; despues de eso llegaria el momento de los fuegos artificiales para seguir matando bestias verdosas...
Un saludo!
Aquello parecia una pesadilla y para colmo los orkos se multiplicaban como chinches. Ya habia abatido a uno perforandole el estomago con un proyectil magico mientras Izana llamaba la atencion de otros dos, desplanzandose hacia un lateral aunque errando su tiro, lo que me hizo pensar fugazmente en algo que bien podia pasar (Ahora viene cuando se larga y nos deja con el aprieto) pero tal y como pense en aquello deseche la idea. Dudaba de la devocion de la elfa por ayudar de forma desinteresada, pero aquello ya habria sido el colmo.
Kal, por su parte, no tardo en dejar clara su postura. No queria ser sanado pero por el contrario estaba deseoso de destrozar a los invasores con su espadon. Sonrei a su espalda mientras me retiraba un par de pasos hacia atras, observando como se interponia en la trayectoria de los cinco orkos que se disponian a atacarnos. Entrecerre los ojos ante aquello. Kal era un gran luchador, pero el solo no podria detener a todos los enemigos y alguno llegaria hasta mi. Era hora de hacerse valer por uno mismo
Convocando las energias misticas canalice hacia mi propia persona los vientos arcanos creando a mi alrededor una barrera de corrientes magicas que me permitiria, si el combate llegaba a mi, poder apoyar a Kal como era debido en vez de convertirme en un estorbo; despues de eso llegaria el momento de los fuegos artificiales para seguir matando bestias verdosas...
Un saludo!
Si matas a un hombre, eres un asesino.
Si matas a diez, eres un monstruo.
Si matas a cien, eres un héroe.
Si matas a diez mil ¡Eres un conquistador!
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
IZANA
Corría rauda por uno de los laterales de la plaza llamando la atención de aquellos brutos. Vi como uno de aquellos seres asqueroso me miraba y me señalaba con el dedo mientras golpeaba en el costillar a uno de sus compañeros, los cuales tras alguna estúpida gracia se lanzaron de forma salvaje contra mi. Mi daga salió disparada para uno de aquellos brutos, pero desafortunadamente le golpeó en uno de los pectorales tapujado en acero, con lo cual no le inflingí ninguna herida? De hecho, creo que ni siquiera se dio cuenta?
Por unos instantes miré uno de los callejones laterales y de forma fugaz se me pasó por la cabeza el abandonar a aquellos dos botarates, pero de seguida pensé que no sería la mejor opción? De hecho, alguien tendría que cuidar de Yishad, y por otro lado no iba a permitir que el mago atontase la cabeza del pobre Kal con palabrería vana y sin sentido?
Un rayo surcó la semi oscuridad de la plaza para caer un orco con un bonito agujero en el estómago? Al fin el mago se dignaba a hacer algo que no fuese hablar¡¡¡ Desenvainé mi otra espada curvada en plena carrera mientras los dos orcos ya estaban casi encima de mi? Uno de ellos me lanzó una lanza, obligándome a lanzarme al suelo para evitar ser ensartada como un pincho? Al levantarme, ya me vi acosada por la enorme cimitarra del oto bestia, por lo que tuve que parar el golpe colocando las espadas en cruz? Pero aquella batalla estaba perdida ya que por fuerza no podía con este, el cual me iba empujando mientras mostraba unos dientes sucios, oscuros y rezumantes de una baba oscura y muy desagradable? Por su parte el de la lanza ya se acercaba preparado a darme el golpe de gracia?. Mientras reculaba lentamente intentando colocar a un orco delante del otro, analizaba todas las posibles salidas y formas de escapar? Finalmente detecté un resquicio¡¡
Lancé una patada en la entrepierna del orco que me tenía trabada para voltear hacia un lado alejándome lo más posible del segundo orco. Aunque evité que me mataran, un tajo en uno de los muslos me hizo soltar un grito, en parte por el dolor y en parte por la frustración de haber sido herida por aquellos estupidos seres sin cerebro?.
Rápidamente me puse en pie, encarando al orco para con una rápida sucesión de golpes, abrirle la guardia , momento que mis armas volaron raudas hacia los tendones de los brazos seccionándolos y observando divertida como los brazos del orco caían a los costados como si hubiesen perdido su fuerza? Acto seguido pase por su lado golpeándole en el proceso en una de las corvas detrás de la rodilla, con lo que cayó al suelo? Sin dudarlo me dirigí al primer orco, el cual ya se reponía de mis caricias en sus partes. Pero en un alarde de destreza nada típica en aquellos seres su cimitarra salió como impelida por un invisible resorte hacia mi pecho? pero esta vez estaba preparada y a pesar del dolor lacerante de la pierna salté por encima de su estocada rodando sobre el empedrado de la plaza para levantarme detrás suyo? Una de las espadas sobresalió por su pecho a la altura del corazón, mientras que con la otra le partía el cuello con un crujido?.
Saqué ambas armas al mismo tiempo mientras el cuerpo del orco caía inerte a mis pies?. Al instante, mi mirada se fijó en el otro orco que miraba ensimismado su estado y el de su compañero? Acercándome lentamente a él, intentó de forma vana golpearme lanzándome una poderosa patada a las piernas? Tras esquivarla, le provoqué un corte en la pierna que lo hizo retroceder para acto seguido y en tres golpes consecutivos rajarle el estómago, el pecho y el cuello?.
Tras aquello, me agazapé enfundando mis espadas, tras haberlas limpiado en las ropas del orco muerto, en espera de un posible ataque viendo como iba la situación? Mientras que Kal se dedicaba a dispensar muerte a su alrededor, el mago iniciaba sus pases para lanzar algún nuevo hechizo. Permanecería en esa posición en observación. Si alguno de los dos corre peligro me lanzaré a la carrera para ayudarlo, lanzando alguno de mis cuchillos. Si la situación está controlada, me dedicaré a buscar mi cuchillo perdido y a registrar los cuerpos de los orcos, por si alguno llevaba algo interesante? y si me sobra tiempo, miraré de curarme la pierna con algún trozo de tela o algo?
Un saludo
Corría rauda por uno de los laterales de la plaza llamando la atención de aquellos brutos. Vi como uno de aquellos seres asqueroso me miraba y me señalaba con el dedo mientras golpeaba en el costillar a uno de sus compañeros, los cuales tras alguna estúpida gracia se lanzaron de forma salvaje contra mi. Mi daga salió disparada para uno de aquellos brutos, pero desafortunadamente le golpeó en uno de los pectorales tapujado en acero, con lo cual no le inflingí ninguna herida? De hecho, creo que ni siquiera se dio cuenta?
Por unos instantes miré uno de los callejones laterales y de forma fugaz se me pasó por la cabeza el abandonar a aquellos dos botarates, pero de seguida pensé que no sería la mejor opción? De hecho, alguien tendría que cuidar de Yishad, y por otro lado no iba a permitir que el mago atontase la cabeza del pobre Kal con palabrería vana y sin sentido?
Un rayo surcó la semi oscuridad de la plaza para caer un orco con un bonito agujero en el estómago? Al fin el mago se dignaba a hacer algo que no fuese hablar¡¡¡ Desenvainé mi otra espada curvada en plena carrera mientras los dos orcos ya estaban casi encima de mi? Uno de ellos me lanzó una lanza, obligándome a lanzarme al suelo para evitar ser ensartada como un pincho? Al levantarme, ya me vi acosada por la enorme cimitarra del oto bestia, por lo que tuve que parar el golpe colocando las espadas en cruz? Pero aquella batalla estaba perdida ya que por fuerza no podía con este, el cual me iba empujando mientras mostraba unos dientes sucios, oscuros y rezumantes de una baba oscura y muy desagradable? Por su parte el de la lanza ya se acercaba preparado a darme el golpe de gracia?. Mientras reculaba lentamente intentando colocar a un orco delante del otro, analizaba todas las posibles salidas y formas de escapar? Finalmente detecté un resquicio¡¡
Lancé una patada en la entrepierna del orco que me tenía trabada para voltear hacia un lado alejándome lo más posible del segundo orco. Aunque evité que me mataran, un tajo en uno de los muslos me hizo soltar un grito, en parte por el dolor y en parte por la frustración de haber sido herida por aquellos estupidos seres sin cerebro?.
Rápidamente me puse en pie, encarando al orco para con una rápida sucesión de golpes, abrirle la guardia , momento que mis armas volaron raudas hacia los tendones de los brazos seccionándolos y observando divertida como los brazos del orco caían a los costados como si hubiesen perdido su fuerza? Acto seguido pase por su lado golpeándole en el proceso en una de las corvas detrás de la rodilla, con lo que cayó al suelo? Sin dudarlo me dirigí al primer orco, el cual ya se reponía de mis caricias en sus partes. Pero en un alarde de destreza nada típica en aquellos seres su cimitarra salió como impelida por un invisible resorte hacia mi pecho? pero esta vez estaba preparada y a pesar del dolor lacerante de la pierna salté por encima de su estocada rodando sobre el empedrado de la plaza para levantarme detrás suyo? Una de las espadas sobresalió por su pecho a la altura del corazón, mientras que con la otra le partía el cuello con un crujido?.
Saqué ambas armas al mismo tiempo mientras el cuerpo del orco caía inerte a mis pies?. Al instante, mi mirada se fijó en el otro orco que miraba ensimismado su estado y el de su compañero? Acercándome lentamente a él, intentó de forma vana golpearme lanzándome una poderosa patada a las piernas? Tras esquivarla, le provoqué un corte en la pierna que lo hizo retroceder para acto seguido y en tres golpes consecutivos rajarle el estómago, el pecho y el cuello?.
Tras aquello, me agazapé enfundando mis espadas, tras haberlas limpiado en las ropas del orco muerto, en espera de un posible ataque viendo como iba la situación? Mientras que Kal se dedicaba a dispensar muerte a su alrededor, el mago iniciaba sus pases para lanzar algún nuevo hechizo. Permanecería en esa posición en observación. Si alguno de los dos corre peligro me lanzaré a la carrera para ayudarlo, lanzando alguno de mis cuchillos. Si la situación está controlada, me dedicaré a buscar mi cuchillo perdido y a registrar los cuerpos de los orcos, por si alguno llevaba algo interesante? y si me sobra tiempo, miraré de curarme la pierna con algún trozo de tela o algo?
Un saludo
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Izana pateo la entrepierna de unos de los orkos que cayo al suelo, mientras se disponia a luchar contra el otro orko que estaba a su lado, pero con tan mala fortuna que no consiguio herirlo con ninguna de sus dos espadas. El orko intento golpearla, pero la elfa con gran destreza paro el golpe con sus espadas.
Por la calle aparecieron dos orkos mas y se dirigieron hacia Izana, esta moviendose para que no la rodearan, llego hasta la entrada de la alcantarilla, al parecer la única salida que habia.
Kal se lanzo a la batalla hacia los demás orkos, aunque solo pudo herir a uno de los orkos, que se lanzo hacia kal pero fallo el ataque. Yishad despues de lanzarse un hechizo de protección sobre él, fue a ayudar a Kal. Que se hayaba rodeado por 4 orkos
Por la calle aparecieron dos orkos mas y se dirigieron hacia Izana, esta moviendose para que no la rodearan, llego hasta la entrada de la alcantarilla, al parecer la única salida que habia.
Kal se lanzo a la batalla hacia los demás orkos, aunque solo pudo herir a uno de los orkos, que se lanzo hacia kal pero fallo el ataque. Yishad despues de lanzarse un hechizo de protección sobre él, fue a ayudar a Kal. Que se hayaba rodeado por 4 orkos
- Kurdrim Barbahierro
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Kurdrim Barbahierro
La situacion se ponia cada vez mas tensa, puesto que mas orcos acudian a la reyerta sin que pudieramos acabar con los suficientes como para abrir brecha para huir. Uno de ellos ya se desangraba en el suelo fruto de mi hechizo, y otros dos gruñian heridos tras las acometidas de mis compañeros, pero aquello no parecia ser suficiente; frunciendo el ceño me dije a mi mismo que aquel lugar podia se rtan bueno como cualquier otro para morir... pero para un orco. No estaba dispuesto a caer aqui y mucho menos a dejar que Kal o Izana lo hicieran
Me horrorice al ver como la elfa sufria los ataques de los orcos mientras otros dos corrian para cercarla mientra que Kal ya estaba rodeado de cuerpos verdosos. Aquello no marchaba bien en absoluto y la unica opcion era dejarle a Kal que hiciera de las suyas dandole un respiro
Con un rapido pase de manos convoco un nuevo proyectil hacia el orco que se encuentre mas alejado de Kal, a fin de no herirle si fallo, y de paso intentar captar la atencion de alguno de esos brutos sobre mi al grito de "Eh! sacos de estiercol descerebrados! Es que acaso no os atreveis a mediros conmigo!! Malditos cobardes usurpadores, probad un poco mas de mi magia!"
Un saludo!
La situacion se ponia cada vez mas tensa, puesto que mas orcos acudian a la reyerta sin que pudieramos acabar con los suficientes como para abrir brecha para huir. Uno de ellos ya se desangraba en el suelo fruto de mi hechizo, y otros dos gruñian heridos tras las acometidas de mis compañeros, pero aquello no parecia ser suficiente; frunciendo el ceño me dije a mi mismo que aquel lugar podia se rtan bueno como cualquier otro para morir... pero para un orco. No estaba dispuesto a caer aqui y mucho menos a dejar que Kal o Izana lo hicieran
Me horrorice al ver como la elfa sufria los ataques de los orcos mientras otros dos corrian para cercarla mientra que Kal ya estaba rodeado de cuerpos verdosos. Aquello no marchaba bien en absoluto y la unica opcion era dejarle a Kal que hiciera de las suyas dandole un respiro
Con un rapido pase de manos convoco un nuevo proyectil hacia el orco que se encuentre mas alejado de Kal, a fin de no herirle si fallo, y de paso intentar captar la atencion de alguno de esos brutos sobre mi al grito de "Eh! sacos de estiercol descerebrados! Es que acaso no os atreveis a mediros conmigo!! Malditos cobardes usurpadores, probad un poco mas de mi magia!"
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Si matas a diez, eres un monstruo.
Si matas a cien, eres un héroe.
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Kal
Debía pesar sobre mí todavía los humores de la bebida y fiesta de la noche pasada, pues un orko esquivó mi espadazo y solo conseguí herir a uno de ellos. Gruñí enfurecido, contrariado conmigo mismo. ¿qué clase de guerrero era yo? Miré de refilón a mis dos compañeros, ¿qué iban a pensar de mí?
A la elfa se le estaban complicando las cosas, y se escabulló hacia la entrada de las alcantarillas, sus intenciones eran claras, nos abandona sin más. O puede que no, que buscase una vía de escape pues la situación se descontrolaba un poco. Quizá debíamos ser algo sensatos y largarnos de allí. Pero no sin antes romper unas cuantas de estas cabezas llenas de aire.
Me abalancé con furia ciega trazando demoledores semicírculos con mi espada, intentado rebanas algún que otro cuello o abrir el pecho de estas bestezuelas. Un destello cerca de mí y uno de los orkos fue derribado por?no lo se. Un rayo brillante de la vara de Yishad que me echaba una mano.
-Vamos, mago. Muévete. La elfa se larga, y cada vez vienen más pieles verdes de estos. No es que no sea capaz de contenerlos a todos, claro, pero no podré hacerlo si tengo que proteger a ese bonito culo y a ti.
Si no quedaba otra opción, descendería por las alcantarillas, sin embargo esta era la última de las posibilidades pues no me hacía gracia alguna sumergirme en esos pestilentes túneles.
OFF
Se me pasó la anterior tirada. ¿tengo que hacerla todavía?
Debía pesar sobre mí todavía los humores de la bebida y fiesta de la noche pasada, pues un orko esquivó mi espadazo y solo conseguí herir a uno de ellos. Gruñí enfurecido, contrariado conmigo mismo. ¿qué clase de guerrero era yo? Miré de refilón a mis dos compañeros, ¿qué iban a pensar de mí?
A la elfa se le estaban complicando las cosas, y se escabulló hacia la entrada de las alcantarillas, sus intenciones eran claras, nos abandona sin más. O puede que no, que buscase una vía de escape pues la situación se descontrolaba un poco. Quizá debíamos ser algo sensatos y largarnos de allí. Pero no sin antes romper unas cuantas de estas cabezas llenas de aire.
Me abalancé con furia ciega trazando demoledores semicírculos con mi espada, intentado rebanas algún que otro cuello o abrir el pecho de estas bestezuelas. Un destello cerca de mí y uno de los orkos fue derribado por?no lo se. Un rayo brillante de la vara de Yishad que me echaba una mano.
-Vamos, mago. Muévete. La elfa se larga, y cada vez vienen más pieles verdes de estos. No es que no sea capaz de contenerlos a todos, claro, pero no podré hacerlo si tengo que proteger a ese bonito culo y a ti.
Si no quedaba otra opción, descendería por las alcantarillas, sin embargo esta era la última de las posibilidades pues no me hacía gracia alguna sumergirme en esos pestilentes túneles.
OFF
Se me pasó la anterior tirada. ¿tengo que hacerla todavía?
No somos los jugadores. Somos el juego
Lo difícil de la idea es tener voluntad de llevarla a cabo http://nacionrolera.org/viewtopic.php?f=55&t=11241
Crónicas- http://www.nacionrolera.org/viewforum.php?f=316
http://mundosparalelos-1.blogspot.com/
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad lanza un misil mágico que da al orko que Kal hirió, matándolo en el acto. Las cosas parecían que poco a poco se iban poniendo a favor de Kal y Yishad ya que casi estaban igualados en combate.
Kal hizo un ataque giratorio, hiriendo a todos los orkos que estaban a su alrededor.
Los orkos intentaron atacar a Kal, pero su ataque fue en vano.
Izana lo estaba pasando realmente mal, los orkos la habían rodeado, había conseguido esquivar a dos de ellos, pero los otros dos consiguieron herirla.
Por donde habían aparecido anteriormente los orkos, aparecieron dos nuevos orkos
Kal hizo un ataque giratorio, hiriendo a todos los orkos que estaban a su alrededor.
Los orkos intentaron atacar a Kal, pero su ataque fue en vano.
Izana lo estaba pasando realmente mal, los orkos la habían rodeado, había conseguido esquivar a dos de ellos, pero los otros dos consiguieron herirla.
Por donde habían aparecido anteriormente los orkos, aparecieron dos nuevos orkos
- Kurdrim Barbahierro
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad
Un nuevo proyectil magico surge raudamente de mi baculo extendido, exterminando a otro de aquellos sucios y belicosos seres mientras Kal lanza un poderoso tajo circular que hace retroceder a todos sus enemigos, hiriendolos en diferentes partes del cuerpo lo que no da un respiro momentaneo. En la periferia de mi campo visual observo, con horror, como Izana se esta debatiendo contra varios orcos que la acosan sin cesar mientras poco a poco logra acercarse a la entrada de las alcantarillas no sin antes recibir unos feos tajos por parte de dos de los seres simiescos (Maldita elfa y sus ansias de hacerlo todo sola- refunfuñe en voz baja)
Sopensando las opciones, y viendo como otros dos orcos mas aparecen tras la esquina que da a la plaza, veo las cosas demasiado claras como para no tener en cuenta la opcion de huir, cosa que rapidamente comunico a Kal para que se deje de monsergas y haga algo util en vez de bailar con los orcos
¡Kal, botarate!¡Deja de jugar y matalos ya! Debemos llegar a las alcantarillas antes de que sea demasiado tarde, no aguantaremos a este ritmo... vienen mas orcos. Voy a ayudar a Izana, abrete paso hasta nosotros y huyamos de una maldita vez de esta ciudad condenada!- inste al barbaro que parecia no querer despedirse de aquel prolongado combate
Corriendo con soltura hacia Izana gracias a que mis faldones ya estaban rajados y chamuscados hasta la altura de los gemelos, me dirigi directamente hacia la zona donde combatia la elfa con claras intenciones de aligerar la carga que sobre ella pesaba y, tal vez, hacerle ver que de tanto en cuanto es bueno luchar en equipo en vez de en solitario
Izana ¡aparta!- chille a la hermosa femina mientras una nueva descarga de energia tomaba forma en la punta de mi baculo y salia disparada, esta vez hacia uno de los orcos que atacaba a la elfa, hacia la espalda del pielverde
Un saludo!
Un nuevo proyectil magico surge raudamente de mi baculo extendido, exterminando a otro de aquellos sucios y belicosos seres mientras Kal lanza un poderoso tajo circular que hace retroceder a todos sus enemigos, hiriendolos en diferentes partes del cuerpo lo que no da un respiro momentaneo. En la periferia de mi campo visual observo, con horror, como Izana se esta debatiendo contra varios orcos que la acosan sin cesar mientras poco a poco logra acercarse a la entrada de las alcantarillas no sin antes recibir unos feos tajos por parte de dos de los seres simiescos (Maldita elfa y sus ansias de hacerlo todo sola- refunfuñe en voz baja)
Sopensando las opciones, y viendo como otros dos orcos mas aparecen tras la esquina que da a la plaza, veo las cosas demasiado claras como para no tener en cuenta la opcion de huir, cosa que rapidamente comunico a Kal para que se deje de monsergas y haga algo util en vez de bailar con los orcos
¡Kal, botarate!¡Deja de jugar y matalos ya! Debemos llegar a las alcantarillas antes de que sea demasiado tarde, no aguantaremos a este ritmo... vienen mas orcos. Voy a ayudar a Izana, abrete paso hasta nosotros y huyamos de una maldita vez de esta ciudad condenada!- inste al barbaro que parecia no querer despedirse de aquel prolongado combate
Corriendo con soltura hacia Izana gracias a que mis faldones ya estaban rajados y chamuscados hasta la altura de los gemelos, me dirigi directamente hacia la zona donde combatia la elfa con claras intenciones de aligerar la carga que sobre ella pesaba y, tal vez, hacerle ver que de tanto en cuanto es bueno luchar en equipo en vez de en solitario
Izana ¡aparta!- chille a la hermosa femina mientras una nueva descarga de energia tomaba forma en la punta de mi baculo y salia disparada, esta vez hacia uno de los orcos que atacaba a la elfa, hacia la espalda del pielverde
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
IZANA
Mi estrategia anterior no había surtido efecto? Aquellos brutos parecían ser más resistentes de lo que aparentaban y encima el tonto de Kal no era capaz de acabar con unos pocos de ellos, ni siquiera con la ayuda del mago? Es que lo teníamos que solucionar todo las mujeres¡¡¡¡
Mis espadas volaban raudas hacia uno de los orcos que quedaba amagando golpes falsos para luego trazarle surcos sanguinolentos en sus antebrazos, pantorrillas y pecho, pero aún así tenía que recular ante la fuerza descomunal de aquel pielverde. Para colmo unos pasos a mi espalda me indicaron que recibía compañía y por el ruido de los gruñidos nada indicaba que fuera ayuda deseada.
La situación se ponía desesperada y ahora ya ni podía devolver los ataques. Mis armas volaban parando golpes a la desesperada, fintando, esquivando y evitando que me matasen. En uno de los giros noté el dolor agudo en uno de los omoplatos, haciéndome torcer la cara en un gesto de dolor cada vez que levantaba ese brazo? Otro corte en un costado a la altura de las costillas me hizo caer de rodillas? Como si hubiesen visto el cielo abierto, todos aquellos brutos se lanzaron a la vez contra mi, teniendo que rodar varias veces y saltar por encima de una porción de muro para evitar ser destripada?
Fue en ese salto que vislumbré la entrada a la alcantarilla? Era mi vía de escape, pero, ¿como llegar?? Mis compañeros parecían haberse olvidado de mí, a pesar de mis esfuerzos por atraer la atención hacia mi persona, lo cual les beneficiaba a ellos? pero no estaban respondiendo como yo esperaba y ahora mi vida peligraba por esperar a aquel mago presuntuoso y al berzotas del guerrero? Un muro de orcos se mantenía a mi alrededor, desgastándome poco a poco?
La voz del mago sonó por encima del ensordecedor ruido de las armas? Al fin venía alguien a hacer algo más que quejarse? A su voz de alarma me lanzaría al suelo, hacia el orco más cercano a la alcantarilla. Independientemente del resultado del ataque del mago, me lanzaré como una fiera contra ese orco e particular, intentando sorprenderlo con mi ataque y con la distracción generada por Yishad? Si consigo abrir brecha correré hacia la alcantarilla para dejarla abierta por si hay que salir corriendo? Luego y si sobra tiempo, me encararé con los orcos que quedan para intentar hacer algo tirando alguno de los cuchillos o ayudando en el cuerpo a cuerpo, aunque si veo las cosas muy negras me meteré en las alcantarillas al grito de ?Sálvese quien pueda?, ya que mis heridas supongo que aunque no son mortales si que me han desgastado?Además de que luchar contra cuatro orcos es de lo más cansado?
Un saludo
Mi estrategia anterior no había surtido efecto? Aquellos brutos parecían ser más resistentes de lo que aparentaban y encima el tonto de Kal no era capaz de acabar con unos pocos de ellos, ni siquiera con la ayuda del mago? Es que lo teníamos que solucionar todo las mujeres¡¡¡¡
Mis espadas volaban raudas hacia uno de los orcos que quedaba amagando golpes falsos para luego trazarle surcos sanguinolentos en sus antebrazos, pantorrillas y pecho, pero aún así tenía que recular ante la fuerza descomunal de aquel pielverde. Para colmo unos pasos a mi espalda me indicaron que recibía compañía y por el ruido de los gruñidos nada indicaba que fuera ayuda deseada.
La situación se ponía desesperada y ahora ya ni podía devolver los ataques. Mis armas volaban parando golpes a la desesperada, fintando, esquivando y evitando que me matasen. En uno de los giros noté el dolor agudo en uno de los omoplatos, haciéndome torcer la cara en un gesto de dolor cada vez que levantaba ese brazo? Otro corte en un costado a la altura de las costillas me hizo caer de rodillas? Como si hubiesen visto el cielo abierto, todos aquellos brutos se lanzaron a la vez contra mi, teniendo que rodar varias veces y saltar por encima de una porción de muro para evitar ser destripada?
Fue en ese salto que vislumbré la entrada a la alcantarilla? Era mi vía de escape, pero, ¿como llegar?? Mis compañeros parecían haberse olvidado de mí, a pesar de mis esfuerzos por atraer la atención hacia mi persona, lo cual les beneficiaba a ellos? pero no estaban respondiendo como yo esperaba y ahora mi vida peligraba por esperar a aquel mago presuntuoso y al berzotas del guerrero? Un muro de orcos se mantenía a mi alrededor, desgastándome poco a poco?
La voz del mago sonó por encima del ensordecedor ruido de las armas? Al fin venía alguien a hacer algo más que quejarse? A su voz de alarma me lanzaría al suelo, hacia el orco más cercano a la alcantarilla. Independientemente del resultado del ataque del mago, me lanzaré como una fiera contra ese orco e particular, intentando sorprenderlo con mi ataque y con la distracción generada por Yishad? Si consigo abrir brecha correré hacia la alcantarilla para dejarla abierta por si hay que salir corriendo? Luego y si sobra tiempo, me encararé con los orcos que quedan para intentar hacer algo tirando alguno de los cuchillos o ayudando en el cuerpo a cuerpo, aunque si veo las cosas muy negras me meteré en las alcantarillas al grito de ?Sálvese quien pueda?, ya que mis heridas supongo que aunque no son mortales si que me han desgastado?Además de que luchar contra cuatro orcos es de lo más cansado?
Un saludo
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Kal
La situación se complicaba. No paraban de llegar más y más orkos y cuanto más rato permaneciésemos aquí, estaba claro que su número aumentaría. Eché un vistazo a mi alrededor, incendios, llamas, gente que corría despavorida, gritos y lamentos por doquier. No se veía soldado alguno y estas bestias sanguinarias campaban a sus anchas en la ciudad cometiendo todo tipo de desmanes y tropelías.
La ciudad estaba perdida.
Así que furioso, salvajemente iracundo, arremetí una y otra vez con inusitado furor contra las pestilentes criaturas que nos rodeaban, cargando una y otra vez con mi espada, trazando círculos que cortaban el aire y los cuellos de mis oponentes, lanzando espadazos y amputando brazos y piernas.
- ¡Engendros malolientes, os voy a ensartar a todos como pollos en un espigón! ¡Es que no os cansáis de morir, idiotas!
Pero no podía con todos. Viendo a la elfa en apuros me moví hacia su posición y le corté por la espalda la cabeza a uno de los orkos que la acosaban:
- ¡Vamos, Izana, mueve ese bonito trasero y condúcenos a tu reino de las alcantarillas!
El mago gritó algo. Hum. Qué le pasaba a este ahora, ¿se le habían terminado sus energías mágicas?
-De acuerdo, mago, hay que salir de aquí. Debemos pasar de hombres a ratas. ¡Demonios! Venga, yo os cubro.
Si solo quedaba esa opción, por mucho que me desagradara no teníamos más remedio. Maldición, con lo poco que me gustaban esos pestilentes lugares. Así que cerraría el paso de los orkos mientras mis dos compañeros se escabullían hacia las cloacas.
-¡¿Alguien tiene una antorcha?! ?rugí.
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La situación se complicaba. No paraban de llegar más y más orkos y cuanto más rato permaneciésemos aquí, estaba claro que su número aumentaría. Eché un vistazo a mi alrededor, incendios, llamas, gente que corría despavorida, gritos y lamentos por doquier. No se veía soldado alguno y estas bestias sanguinarias campaban a sus anchas en la ciudad cometiendo todo tipo de desmanes y tropelías.
La ciudad estaba perdida.
Así que furioso, salvajemente iracundo, arremetí una y otra vez con inusitado furor contra las pestilentes criaturas que nos rodeaban, cargando una y otra vez con mi espada, trazando círculos que cortaban el aire y los cuellos de mis oponentes, lanzando espadazos y amputando brazos y piernas.
- ¡Engendros malolientes, os voy a ensartar a todos como pollos en un espigón! ¡Es que no os cansáis de morir, idiotas!
Pero no podía con todos. Viendo a la elfa en apuros me moví hacia su posición y le corté por la espalda la cabeza a uno de los orkos que la acosaban:
- ¡Vamos, Izana, mueve ese bonito trasero y condúcenos a tu reino de las alcantarillas!
El mago gritó algo. Hum. Qué le pasaba a este ahora, ¿se le habían terminado sus energías mágicas?
-De acuerdo, mago, hay que salir de aquí. Debemos pasar de hombres a ratas. ¡Demonios! Venga, yo os cubro.
Si solo quedaba esa opción, por mucho que me desagradara no teníamos más remedio. Maldición, con lo poco que me gustaban esos pestilentes lugares. Así que cerraría el paso de los orkos mientras mis dos compañeros se escabullían hacia las cloacas.
-¡¿Alguien tiene una antorcha?! ?rugí.
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No somos los jugadores. Somos el juego
Lo difícil de la idea es tener voluntad de llevarla a cabo http://nacionrolera.org/viewtopic.php?f=55&t=11241
Crónicas- http://www.nacionrolera.org/viewforum.php?f=316
http://mundosparalelos-1.blogspot.com/
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad con su proyectil mágico había conseguido eliminar a uno de los orkos, consiguiendo la distracción necesaria para que Izana matara al orko que le cortaba el camino hacia la entrada de la alcantarilla, Izana consiguió llegar a la entrada de esta, pero los dos orkos que estaban a su lado no la dejaban tranquila, pero por suerte conseguía esquivar los ataques.
Yishad y Kal avanzaban hacia la elfa, Kal luchaba con los orkos para abrirse camino, pero estos terminaron contándoselo. Había dejado atrás tres orkos que se acercaban cada vez mas a ellos, y delante tenían dos orkos que le cortaban el paso y otros dos que volvían aparecer por un lateral de la plaza
Yishad y Kal avanzaban hacia la elfa, Kal luchaba con los orkos para abrirse camino, pero estos terminaron contándoselo. Había dejado atrás tres orkos que se acercaban cada vez mas a ellos, y delante tenían dos orkos que le cortaban el paso y otros dos que volvían aparecer por un lateral de la plaza
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
IZANA
Me lancé al suelo justo para ver como uno de los rayos del mago volvía a impactar en una de aquellas sabandijas que caía fulminada con un bonito agujero en el pecho? Aquel mago escuálido y canijo cada vez me despertaba más el interés¡¡¡ Levantándome con la mayor rapidez que me permitían mis heridas, me alcé todo lo alta que era ante el sorprendido orco que me impedía el paso a la trampilla de la alcantarilla? Con dos certeros tajos le rebané el cuello, empujándolo luego contra el suelo?.
Aquello era una locura. ¿Es que todo el trabajo lo iban a tener que hacer el mago y ella?? Las palabras de Kal la llenaron de estupor mientras me abalanzaba hacia la entrada de la alcantarilla? intentando ser acuchillada en varias ocasiones y escapando solo gracias a mis reflejos?
- ¿Mi reino? Está bastante lejos de aquí y en el no están los orcos? - Le grité mientras me agachaba ante una embestida de uno de los orcos y trataba de cortarle, sin éxito, en la parte trasera de la rodilla? - Pero como no hagas algo más que hablar? me parece? que no lo voy a volver a ver¡¡¡¡ Berzotas¡¡¡ - Le grité indignada ante la falta de seso de aquella masa de músculos?.
Mantendría a raya a los orcos mientras intentaba por todos los medios pasar la guardia de alguno de ellos? Entre mis objetivos está el ayudar a mis compañeros pero por poca ocasión que tenga, me meteré en la alcantarilla. No obstante si al meterme veo que los orcos que me atacaban se giran para atacar a Yishad o Kal, volveré a salir lanzando los cuchillos o seccionando gargantas por la espalda?.
Un saludo
Me lancé al suelo justo para ver como uno de los rayos del mago volvía a impactar en una de aquellas sabandijas que caía fulminada con un bonito agujero en el pecho? Aquel mago escuálido y canijo cada vez me despertaba más el interés¡¡¡ Levantándome con la mayor rapidez que me permitían mis heridas, me alcé todo lo alta que era ante el sorprendido orco que me impedía el paso a la trampilla de la alcantarilla? Con dos certeros tajos le rebané el cuello, empujándolo luego contra el suelo?.
Aquello era una locura. ¿Es que todo el trabajo lo iban a tener que hacer el mago y ella?? Las palabras de Kal la llenaron de estupor mientras me abalanzaba hacia la entrada de la alcantarilla? intentando ser acuchillada en varias ocasiones y escapando solo gracias a mis reflejos?
- ¿Mi reino? Está bastante lejos de aquí y en el no están los orcos? - Le grité mientras me agachaba ante una embestida de uno de los orcos y trataba de cortarle, sin éxito, en la parte trasera de la rodilla? - Pero como no hagas algo más que hablar? me parece? que no lo voy a volver a ver¡¡¡¡ Berzotas¡¡¡ - Le grité indignada ante la falta de seso de aquella masa de músculos?.
Mantendría a raya a los orcos mientras intentaba por todos los medios pasar la guardia de alguno de ellos? Entre mis objetivos está el ayudar a mis compañeros pero por poca ocasión que tenga, me meteré en la alcantarilla. No obstante si al meterme veo que los orcos que me atacaban se giran para atacar a Yishad o Kal, volveré a salir lanzando los cuchillos o seccionando gargantas por la espalda?.
Un saludo
- Kurdrim Barbahierro
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Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Yishad
Parecia que la distraccion proporcionada por mi nuevo hechizo, que habia derribado a otro orco, habia valido a Izana la oportunidad de acabar con un nuevo enemigo y lograr abrir la tapa del alcantarillado. Aquello parecia ser nuestra unica via de escape pues, pese a haber en el suelo un buen numero de orcos otros dos mas aparecian por el callejon que daba a la plaza, lo que me hizo maldecir lanzando una malsonante exasperacion.
Entre tanto Kal se afanaba en intentar abrirse paso hasta nosotros pero los orcos parecian no estar dispuestos a darle respiro alguno al barbaro, haciendo que ahora me encontrara en medio de una tediosa disyuntiva. Por un lado tenia a Izana enfrentada a dos orcos junto a la alcantarilla, por otro Kal que tenia enfrente a dos orcos y a otros tres pisandole los talones. La situacion era grave pero no podia tomar mas decision que la de ayudar a Kal para poder largarnos de alli de una vez
Izana ya se habia hecho valer contra el doble de orcos de los que ahora la acosaban, esperaba que aun tubiera energias para poder entretener a aquellos dos sin sufrir daños serios; ahora imperaba quitarle presion a Kal para que llegara hasta nosotros. Observando la situacion esta claro que lo primordial es abrirle camino al barbaro con lo que, centrandome en uno de los orcos que le cierran el paso (el mas alejado de Kal de los dos que hay delante suya) vuelvo a convocar un nuevo proyectil magico, notando como el continuo uso de la magia empieza a pasarme factura, notando esta vez como la magia no fluye con la misma soltura que las veces anteriores... aun y asi logro convocar una nueva saeta brillante que zumba rauda en el aire, cuyo objetivo, el orco, se hallaba ahora pendiente del barbaro.
Su espalda parecia una diana tan buena como cualquier otra, mas teniendo en cuenta su envergadura, con lo que hacia alli dirigi el proyectil apuntando al hueco entre los dos homoplatos. Si el orco no moria como minimo tendria serias dificultades para blandir con esmero sus armas y supondria un peligro mucho menor... intentemos hacer diana nuevamente
Un saludo!
Parecia que la distraccion proporcionada por mi nuevo hechizo, que habia derribado a otro orco, habia valido a Izana la oportunidad de acabar con un nuevo enemigo y lograr abrir la tapa del alcantarillado. Aquello parecia ser nuestra unica via de escape pues, pese a haber en el suelo un buen numero de orcos otros dos mas aparecian por el callejon que daba a la plaza, lo que me hizo maldecir lanzando una malsonante exasperacion.
Entre tanto Kal se afanaba en intentar abrirse paso hasta nosotros pero los orcos parecian no estar dispuestos a darle respiro alguno al barbaro, haciendo que ahora me encontrara en medio de una tediosa disyuntiva. Por un lado tenia a Izana enfrentada a dos orcos junto a la alcantarilla, por otro Kal que tenia enfrente a dos orcos y a otros tres pisandole los talones. La situacion era grave pero no podia tomar mas decision que la de ayudar a Kal para poder largarnos de alli de una vez
Izana ya se habia hecho valer contra el doble de orcos de los que ahora la acosaban, esperaba que aun tubiera energias para poder entretener a aquellos dos sin sufrir daños serios; ahora imperaba quitarle presion a Kal para que llegara hasta nosotros. Observando la situacion esta claro que lo primordial es abrirle camino al barbaro con lo que, centrandome en uno de los orcos que le cierran el paso (el mas alejado de Kal de los dos que hay delante suya) vuelvo a convocar un nuevo proyectil magico, notando como el continuo uso de la magia empieza a pasarme factura, notando esta vez como la magia no fluye con la misma soltura que las veces anteriores... aun y asi logro convocar una nueva saeta brillante que zumba rauda en el aire, cuyo objetivo, el orco, se hallaba ahora pendiente del barbaro.
Su espalda parecia una diana tan buena como cualquier otra, mas teniendo en cuenta su envergadura, con lo que hacia alli dirigi el proyectil apuntando al hueco entre los dos homoplatos. Si el orco no moria como minimo tendria serias dificultades para blandir con esmero sus armas y supondria un peligro mucho menor... intentemos hacer diana nuevamente
Un saludo!
Si matas a un hombre, eres un asesino.
Si matas a diez, eres un monstruo.
Si matas a cien, eres un héroe.
Si matas a diez mil ¡Eres un conquistador!
Si matas a diez, eres un monstruo.
Si matas a cien, eres un héroe.
Si matas a diez mil ¡Eres un conquistador!
Re: 1º Parte: Fuego en la noche
Kal
Berzotas. ¿De verdad que había escuchado eso? ¿qué clase de insulto era ese? Elfos?todos igual de atontados y estirados. Me encogí de hombros y acto seguido detuve un estocada, le pegué una patada en el estómago a mi oponente y lancé un tajo circular a ver si acababa con uno de ellos.
Fue entonces cuando vi de nuevo el brillo azulado en la vara del mago y me eché a un lado. Se nos estaba complicando el asunto y estos orcos se manejaban bien con la espada, debían ser de la élite de los atacantes. Agarré con ambas manos la empuñadura de mi acero y cargué otra vez contra los dos que me cerraban el paso hasta mis compañeros. La intención era cortarle el cuello a uno y al otro si ya estaba herido por Yishad apartarlo de un empujón.
- ¡Elfa, te enseñaré unas cuantas palabras malsonantes de verdad! ? bramé con mi vozarrón.
Demonios, no debí beber tanto la noche anterior.
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Berzotas. ¿De verdad que había escuchado eso? ¿qué clase de insulto era ese? Elfos?todos igual de atontados y estirados. Me encogí de hombros y acto seguido detuve un estocada, le pegué una patada en el estómago a mi oponente y lancé un tajo circular a ver si acababa con uno de ellos.
Fue entonces cuando vi de nuevo el brillo azulado en la vara del mago y me eché a un lado. Se nos estaba complicando el asunto y estos orcos se manejaban bien con la espada, debían ser de la élite de los atacantes. Agarré con ambas manos la empuñadura de mi acero y cargué otra vez contra los dos que me cerraban el paso hasta mis compañeros. La intención era cortarle el cuello a uno y al otro si ya estaba herido por Yishad apartarlo de un empujón.
- ¡Elfa, te enseñaré unas cuantas palabras malsonantes de verdad! ? bramé con mi vozarrón.
Demonios, no debí beber tanto la noche anterior.
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