"Veremos si vale la pena o será una carga"
"Recuerda que cuando eras cachorrillo no te cargaba con pesos y te daba de comer en la boca" -contestó mentalmente el kóbold, con cierto asomo de humor.
"No me lo recuerdes, no se como toleraste a un pequeño tan llorón y molesto"
Suspiró mentalmente y contestó.
"Yo tampoco"
El resto del camino parecía ir sin problemas. No pudo dejar de percatarse del calzado poco acertado de Brisa para una caminata. Estúpidas y vanidosas hembras... Khan se había compadecido de ella, era como un gatazo de tierno corazón. Siempre había pensado que aquello le haría acabar mal, pero qué demonios, era agradable tener alguna clase de compañía si no quería uno acabar loco.
-Paremos y comamos -dijo, secamente.
"Realmente es fuerte, diligente y no se queja. ¿Eran mounstros y no hombres los que querían verla muerta?"
"Es su deber -contestó sin más- , aunque lo realiza bien para su edad. No es lo peor que he visto... no para deshacerse de ella. Cualquier guerrero estaría contento con ella como compañera. Es extraño, sí..."
Oso Charlatán era muy duro. Duro con Khan, duro con la hembra, e incluso más duro con él mismo. Khan lo sabía, y sabía por qué. De no haber sido así, hubiera acabado muerto hace mucho tiempo. En este caso, el carácter había surgido de su experiencia vital... una experiencia vital dura y cruel.
Tras aquello, se dispuso a comer. No era tan remilgado como para quejarse de la suciedad (ni para notarlo, de hecho), pero observó que ella le miraba. Tenía falta de seguridad. Asintió lentamente, para mostrarle que no estaba disgustado, y siguió comiendo. Guiso caliente... comida casera. Por primera vez desde hacía años. Tras la cena, ella ejerció sus artes. Uno podría acostumbrarse a aquello fácilmente, e incluso llegar a convertirse en uno de aquellos gordos y decadentes humanoides, que dejaban que el lujo aplastase su espíritu. Jamás haría algo así, aunque fuera porque era ya muy viejo para cambiar.
-Suficiente. Retirémonos.
¿No había recibimiento? Ya estaba acostumbrado a ello, así que no dijo nada. De hecho, le pareció apropiado: si aquella lagartija estaba mezclada en aquello, que sus dioses le auxiliaran. Si tenía que tomarse su justo desquiote, no quería tener que enfrentarse al resto de los habitantes del pueblo. Ahí solo había un niño, decididamente demasiado pequeño para ser guerrero por muy precoz que pudiera ser.
-Niño, llama al chamán.
¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
Moderador: Tyr
Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
El niño se va corriendo y ves salir a dos fornidos guerreros armados con lanzas de huesos y espinas, pero el mas algo te llegaba al pecho.
- Oso Charlatan Junok te espera adentro.
Ellos se adelantan hacia la cueva y Khan se arroja sobre ellos gruñendo y dice.
- Nadie camina por frente de el.
Sabes el por que lo dice, bien todavía le deben doler los golpes que le diste cuando quiso el caminar en frente tuyo en una cacería y atolondrado se arroja sobre estos para que no los golpees. Los guerreros en guardia, tu los interrumpes en la pelea que se estaba por armar y golpeas con la mano abierta en la cabeza a Khan, este se tira hacia atrás con el rabo entre las patas.
- Ellos nos guiaran.- Le dices directo a su mente.- Compórtate y no hagas nada a menos que te lo diga.
Nada había pasado a mayores asi que los guerreros se adelantaron y entraron a la cueva.
Esta esaba abandonada completamente y con restos de lo que tu conociste como algo magnifico. Ellos caminaban por entre las ruinas hasta llegar a una pared, allí dicen unas palabras misteriosas y se habré una puerta que lleva a un túnel escalonado que baja e iluminado por fuego fatuos. Bajas las escaleras el niño va al lado tuyo, adelante, atrás, rompiendo todo protocolo, pero no se acercaba a Khan, ya que este le gruñía.
Tu cara es seria pero recordabas que Khan era igual y mucho mas inquieto, sobretodo cuando descubrió que podía hablar.
Finalmente llegas a una gigantesca cueva donde habia un gran poblado donde estaba el Shaman.
- Oso Charlatan Junok te espera adentro.
Ellos se adelantan hacia la cueva y Khan se arroja sobre ellos gruñendo y dice.
- Nadie camina por frente de el.
Sabes el por que lo dice, bien todavía le deben doler los golpes que le diste cuando quiso el caminar en frente tuyo en una cacería y atolondrado se arroja sobre estos para que no los golpees. Los guerreros en guardia, tu los interrumpes en la pelea que se estaba por armar y golpeas con la mano abierta en la cabeza a Khan, este se tira hacia atrás con el rabo entre las patas.
- Ellos nos guiaran.- Le dices directo a su mente.- Compórtate y no hagas nada a menos que te lo diga.
Nada había pasado a mayores asi que los guerreros se adelantaron y entraron a la cueva.
Esta esaba abandonada completamente y con restos de lo que tu conociste como algo magnifico. Ellos caminaban por entre las ruinas hasta llegar a una pared, allí dicen unas palabras misteriosas y se habré una puerta que lleva a un túnel escalonado que baja e iluminado por fuego fatuos. Bajas las escaleras el niño va al lado tuyo, adelante, atrás, rompiendo todo protocolo, pero no se acercaba a Khan, ya que este le gruñía.
Tu cara es seria pero recordabas que Khan era igual y mucho mas inquieto, sobretodo cuando descubrió que podía hablar.
Finalmente llegas a una gigantesca cueva donde habia un gran poblado donde estaba el Shaman.
Ven y elevate como el humo y se feliz
Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
FDI: Madre mía, qué vergüenza :oops: . Ya no me acuerdo ni de la ficha, pero como la mayoría es interpretativo, da bastante igual, creo. retomemos la historia del kóbold más duro del mundo
Guerreros. Adultos. Gente que había concluído su iniciación, y a los que seguramente podría atravesar el pecho antes siquiera de que pudieran girar sus lanzas en la posición adecuada. Siseó levemente, dando a entender un cierto ambiente de suspicacia y desconfianza, y acompañó a los dos guerreros sin más preámbulos. Fue entonces cuando Khan, bien adiestrado pero un tanto ingenuo en su aplicación, trató de imponer la prerrogativa que se le debía al viejo kóbold. Éste era orgulloso, sí, pero también era sensato.
Antes de que los lagartos pudieran reaccionar, el canto de la mano de Oso Charlatán se había estrellado contra el cuello del tigre blanco, que se retiró como un gatazo grande. Tanto por ser el kóbold su mentor como por saber que no se andaba con chiquitas a la hora de enfrentarse con nadie. Ni siquiera su bestialidad combativa bastaría para hacer frente a los dones combativos y el poder mágico inherente en su cuerpo.
"Ellos nos guiarán. Compórtate, y actúa cuando yo lo diga. Vamos"
No había pasado nada, así que continuaron. ¿Y qué había? Restos decadentes; ni siquiera se habían molestado en conservar lo que sus ancestros les cedieron graciosamente para el goce y desarrollo del pueblo. ¿Cómo se atrevían siquiera a vivir allí, cuando habían dejado que todo aquello desapareciera tan flagrantemente? ¿Cuándo se había vuelto su pueblo tan inútil? No eran fuertes, de acuerdo, pero siempre habían sido un pueblo desarrollado, y favorecido de la Vieja Estirpe, pues hasta el más pequeño de ellos llegaba a detentar un don de la Magia. Don que parecían conservar, y que podía explicar cómo habían sobrevivido.
-Por fin... -murmuró.
Un poblado. SU poblado. Su búsqueda había terminado, al fin, o eso parecía. Se acercó al chamán de la tribu, apartando al niño esta vez al lugar que le correspondía.
-Saludos -dijo, con los ojos entrecerrados y los ollares abiertos, con un tono que no era el más amable de los que podían existir- ¿Me recuerdas? Cumplí la misión de mi iniciación. Dadme mi nombre. Me lo merezco -sentenció.
Guerreros. Adultos. Gente que había concluído su iniciación, y a los que seguramente podría atravesar el pecho antes siquiera de que pudieran girar sus lanzas en la posición adecuada. Siseó levemente, dando a entender un cierto ambiente de suspicacia y desconfianza, y acompañó a los dos guerreros sin más preámbulos. Fue entonces cuando Khan, bien adiestrado pero un tanto ingenuo en su aplicación, trató de imponer la prerrogativa que se le debía al viejo kóbold. Éste era orgulloso, sí, pero también era sensato.
Antes de que los lagartos pudieran reaccionar, el canto de la mano de Oso Charlatán se había estrellado contra el cuello del tigre blanco, que se retiró como un gatazo grande. Tanto por ser el kóbold su mentor como por saber que no se andaba con chiquitas a la hora de enfrentarse con nadie. Ni siquiera su bestialidad combativa bastaría para hacer frente a los dones combativos y el poder mágico inherente en su cuerpo.
"Ellos nos guiarán. Compórtate, y actúa cuando yo lo diga. Vamos"
No había pasado nada, así que continuaron. ¿Y qué había? Restos decadentes; ni siquiera se habían molestado en conservar lo que sus ancestros les cedieron graciosamente para el goce y desarrollo del pueblo. ¿Cómo se atrevían siquiera a vivir allí, cuando habían dejado que todo aquello desapareciera tan flagrantemente? ¿Cuándo se había vuelto su pueblo tan inútil? No eran fuertes, de acuerdo, pero siempre habían sido un pueblo desarrollado, y favorecido de la Vieja Estirpe, pues hasta el más pequeño de ellos llegaba a detentar un don de la Magia. Don que parecían conservar, y que podía explicar cómo habían sobrevivido.
-Por fin... -murmuró.
Un poblado. SU poblado. Su búsqueda había terminado, al fin, o eso parecía. Se acercó al chamán de la tribu, apartando al niño esta vez al lugar que le correspondía.
-Saludos -dijo, con los ojos entrecerrados y los ollares abiertos, con un tono que no era el más amable de los que podían existir- ¿Me recuerdas? Cumplí la misión de mi iniciación. Dadme mi nombre. Me lo merezco -sentenció.
Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
El chaman se acerca a ti y te dice con voz seria.
- Todos perdimos nuestros nombres desde que fuimos vencido en la guerra de los Sha. No tengo nombre que darte Oso Charlatan solo tengo que darte una nueva mision a tu ya cargada espalda. Rescata a nuestro pueblo de las garras de los Sha.
El Shaman se espanta a ver tu rostro y comienza a retroceder. No recuerdas bien lo que paso, solo que alguien quiso tocarte por la ofensa de tratar de atacar al shaman. Finalmente estas con tu lanza en el cuello del shaman buscando respuestas.
- Oso Charlatan, es lo que tengo, por que crees que fuiste enviado lejos hace tantos años, por que te encomendamos una mision imposible, para que no cayeras. Yo mismo te fui el de la idea Oso Charlatan. No hay segundos nombres, hace mucho antes que tu te fueras que los totems habian hablado del gran cambio, tu eres ese gran cambio, Oso Charlatan calma, perdona la vida de este Shaman y deja que te explique la razon de tus dolores.
Khan extrañamente no reaccionaba, simplemente mantenia a raya a los que se te acercaban, uno le abia arrojado una lanza, el simplemente se la saco de la pata y le dedico un gruñido, comenzaron a roderlo, pero el de un simple zarpazo los alejaba, no sabias por que no los lastimaba.
Tus manonos estaban manchadas de sangre, aunque no los habias matado pero seguramente no combatirian por un buen tiempo.
- Todos perdimos nuestros nombres desde que fuimos vencido en la guerra de los Sha. No tengo nombre que darte Oso Charlatan solo tengo que darte una nueva mision a tu ya cargada espalda. Rescata a nuestro pueblo de las garras de los Sha.
El Shaman se espanta a ver tu rostro y comienza a retroceder. No recuerdas bien lo que paso, solo que alguien quiso tocarte por la ofensa de tratar de atacar al shaman. Finalmente estas con tu lanza en el cuello del shaman buscando respuestas.
- Oso Charlatan, es lo que tengo, por que crees que fuiste enviado lejos hace tantos años, por que te encomendamos una mision imposible, para que no cayeras. Yo mismo te fui el de la idea Oso Charlatan. No hay segundos nombres, hace mucho antes que tu te fueras que los totems habian hablado del gran cambio, tu eres ese gran cambio, Oso Charlatan calma, perdona la vida de este Shaman y deja que te explique la razon de tus dolores.
Khan extrañamente no reaccionaba, simplemente mantenia a raya a los que se te acercaban, uno le abia arrojado una lanza, el simplemente se la saco de la pata y le dedico un gruñido, comenzaron a roderlo, pero el de un simple zarpazo los alejaba, no sabias por que no los lastimaba.
Tus manonos estaban manchadas de sangre, aunque no los habias matado pero seguramente no combatirian por un buen tiempo.
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Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
- Todos perdimos nuestros nombres desde que fuimos vencido en la guerra de los Sha. No tengo nombre que darte Oso Charlatan solo tengo que darte una nueva mision a tu ya cargada espalda. Rescata a nuestro pueblo de las garras de los Sha.
Por un momento se quedó callado. Luego continuó mirando al chamán, abrió sus ollares y reaccionó a lo que había escuchado, dejado llevar su cuerpo como éste deseaba reaccionar. En aquel momento estaba vacío de pensamiento, pero alguien había tratado de detenerle por amenazar al chamán. Pobre idiota que pretendía detenerle, suerte ttenía de haber sido simplemente desarmado y derribado. Ahora, el chamán yacía en el suelo mientras la lanza del kóbold amenazaba con segar la vida del viejo hombre-sabio.
-¿Pretendess que eso sea toda respuesta? ¡Lo cumplí! ¡Soy un hombre! ¡Quiero MI NOMBRE! -rugió prácticamente.
- Oso Charlatan, es lo que tengo, por que crees que fuiste enviado lejos hace tantos años, por que te encomendamos una mision imposible, para que no cayeras. Yo mismo te fui el de la idea Oso Charlatan. No hay segundos nombres, hace mucho antes que tu te fueras que los totems habian hablado del gran cambio, tu eres ese gran cambio, Oso Charlatan calma, perdona la vida de este Shaman y deja que te explique la razon de tus dolores.
-Hrumphhh... -murmuró, mientras miraba con desagrado al chamán y la sangre que caía entre sus manos; le tendió una , mirándole aún así, y le ayudó a levantarse- Creo que nuestro pueblo ya está bastante exhausto como para que derrame más sangre, por mucho que me seduzca la idea. Hablas de una tarea imposible, pero yo derribé a la Bestia y tengo su cabeza como trofeo. Pensaba exponerla en el salón de mi cabaña y vivir para siempre orgulloso de mi hazaña, y ahora me dices que toda mi vida ha sido un desperdicio -dijo, olfateando el miedo aún en las carnes del chamán, y encontrando agradable el aroma- Habla, chamán, y demuéstrame por qué debería seguir conservando la vida de aquello a lo que he perdido todo respeto.
Por un momento se quedó callado. Luego continuó mirando al chamán, abrió sus ollares y reaccionó a lo que había escuchado, dejado llevar su cuerpo como éste deseaba reaccionar. En aquel momento estaba vacío de pensamiento, pero alguien había tratado de detenerle por amenazar al chamán. Pobre idiota que pretendía detenerle, suerte ttenía de haber sido simplemente desarmado y derribado. Ahora, el chamán yacía en el suelo mientras la lanza del kóbold amenazaba con segar la vida del viejo hombre-sabio.
-¿Pretendess que eso sea toda respuesta? ¡Lo cumplí! ¡Soy un hombre! ¡Quiero MI NOMBRE! -rugió prácticamente.
- Oso Charlatan, es lo que tengo, por que crees que fuiste enviado lejos hace tantos años, por que te encomendamos una mision imposible, para que no cayeras. Yo mismo te fui el de la idea Oso Charlatan. No hay segundos nombres, hace mucho antes que tu te fueras que los totems habian hablado del gran cambio, tu eres ese gran cambio, Oso Charlatan calma, perdona la vida de este Shaman y deja que te explique la razon de tus dolores.
-Hrumphhh... -murmuró, mientras miraba con desagrado al chamán y la sangre que caía entre sus manos; le tendió una , mirándole aún así, y le ayudó a levantarse- Creo que nuestro pueblo ya está bastante exhausto como para que derrame más sangre, por mucho que me seduzca la idea. Hablas de una tarea imposible, pero yo derribé a la Bestia y tengo su cabeza como trofeo. Pensaba exponerla en el salón de mi cabaña y vivir para siempre orgulloso de mi hazaña, y ahora me dices que toda mi vida ha sido un desperdicio -dijo, olfateando el miedo aún en las carnes del chamán, y encontrando agradable el aroma- Habla, chamán, y demuéstrame por qué debería seguir conservando la vida de aquello a lo que he perdido todo respeto.
Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
- Calma Oso Charlatan, no comprendes, ya no hay mas que un nombre porque tu vienes a traernos los nuevos nombres. Es duro lo que los espíritus quieren y te han designado, tu que traes los nombres no tendrás jamás uno, siempre seras igual no puedo iniciarte en la adultez ya que los espíritus te quieren siempre joven.
Algo vio en ti el shaman y volvió a hablar.
- No Oso Charlatan, perdona mi vida y dale vida a la de tu pueblo, ten hijos y que tus hijos nos gobiernen con sabiduría pero tu, al ser el primero no tendras nombre. Oso Charlatan. Organízanos, rescata a nuestro pueblo, estamos a tu merced.
Algo vio en ti el shaman y volvió a hablar.
- No Oso Charlatan, perdona mi vida y dale vida a la de tu pueblo, ten hijos y que tus hijos nos gobiernen con sabiduría pero tu, al ser el primero no tendras nombre. Oso Charlatan. Organízanos, rescata a nuestro pueblo, estamos a tu merced.
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Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
Clama, calma, calma. Eso era todo lo que el viejo idiota sabía decir. Y todavía trtaba de engañarle con eso. ¿Salvarle la vida? ¡Habría MUERTO por su pueblo! Y él debería haber hecho lo mismo, claro, pero no tenía lo que había que tener. Por eso envió al joven cazador a una misión imposible, ¿eh? Escoria inmunda. Encima iba a perder el último placer que verían sus días, poder empalar lentamente al causante de sus desdichas, y regodearse en su dolor.
-¿Esso es lo que quieren? -dijo, y cuando estaba a punto de acabar con la vida del chamán, retiró el arma y tendió una mano para ayudarle a izarse, aunque con su odio aún patente- No pienso conservar el nombre de un chiquillo impulsivo e irrespetuso, cgarlatán. Si eso es lo que los espíritus quieren de mí, sea.
Se echó la lanza a la espalda y continuó mirando al resto de los allí presentes, sonriendo con dureza, sin un ápice de humor. Probablemente sabían que si alguno se atrevía a atacar a aquel guerrero acabarían en el suelo con su cabeza tristemente separada de sus hombros.
-Camina-sin-Nombre soy, y esa es mi condena. Acepto. Pero si jamás seré un hombre por derecho, veremos si mis actos lo desmienten... si es que todavía hay alguien que dude de ello -comentó, sarcástico, dándose la vuelta, digno- Y por el amor de lo sagrado, deja ya de temblar. Me desagradas. No voy a matarte, pero muéstrame lo que queda del pueblo del que partí hace cientos de lunas.
-¿Esso es lo que quieren? -dijo, y cuando estaba a punto de acabar con la vida del chamán, retiró el arma y tendió una mano para ayudarle a izarse, aunque con su odio aún patente- No pienso conservar el nombre de un chiquillo impulsivo e irrespetuso, cgarlatán. Si eso es lo que los espíritus quieren de mí, sea.
Se echó la lanza a la espalda y continuó mirando al resto de los allí presentes, sonriendo con dureza, sin un ápice de humor. Probablemente sabían que si alguno se atrevía a atacar a aquel guerrero acabarían en el suelo con su cabeza tristemente separada de sus hombros.
-Camina-sin-Nombre soy, y esa es mi condena. Acepto. Pero si jamás seré un hombre por derecho, veremos si mis actos lo desmienten... si es que todavía hay alguien que dude de ello -comentó, sarcástico, dándose la vuelta, digno- Y por el amor de lo sagrado, deja ya de temblar. Me desagradas. No voy a matarte, pero muéstrame lo que queda del pueblo del que partí hace cientos de lunas.
Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
Te lleva a aquel henorme hueco. Emulaba muy bien tu antigua aldea pero no dejaba de ser un hueco. No sabes en que proporciones fue la batalla que los escondió allí pero se habían llevado mas que hombres y mujeres, se habían llevado el orgullo de ser quienes eran.
Caminaban con miedo, reuian a tu paso, hasta Brisa de las flores caminaba con mas orgullo y podras apostar tus orejas que había vivido una vida con mas valentía. Khan no salía de su sorpresa y no ejaba de emanar aquel sentimiento.
- ¿Como el (refiriéndose a ti) puede venir de una raza tan indigna?
Fue un pensamiento privado y silencioso que no quería hacer publico.
Las casa eran redondas y de piedra con una sola habitación o dos a lo sumo. Habia una plaza central la cual tenia una única fuente de la cual todos extraían su agua, agua que era generada mágicamente. Había algunos grandes lagartos que antes no habías visto que utilizaban como animales de carga. El lugar era iluminado muy tenuemente pero de igual manera podias ver en aquella oscuridad. No había taberna ni negocio alguno solo había un gran salón donde todos concurrían a comer según te decían. Algunas vacas de pelo largo, algunos perros grandes y no mucho mas.
Viste la armas de los guerreros y eran todas viejas, las mas nuevas eran construidos de ébano, o simplemente piedra, habían perdido toda habilidad en el manejo del bronce.
Encontraste algunos tornos de alfareros manejados por??????. Mujeres.
- Por los dioses.- Dijiste en vos baja, semejante cosa, los tornos manejados por mujeres era una completa eregia.
Algunos niños se acercaron a Khan a jugar y este????.. se puso a jugar, sabias que nunca había dejado de ser un gran cachorro. Cachorro que era capaz de destrozar huesos y romper armaduras con su dentellada pero cachorro al fin. ¿O es que había algo mas en el que lo llevaba a portarse asi?
Tu recorrido termina en la fuente donde llegaste con tu compañera, Khan con cinco niñitos montándolo y el shaman
Caminaban con miedo, reuian a tu paso, hasta Brisa de las flores caminaba con mas orgullo y podras apostar tus orejas que había vivido una vida con mas valentía. Khan no salía de su sorpresa y no ejaba de emanar aquel sentimiento.
- ¿Como el (refiriéndose a ti) puede venir de una raza tan indigna?
Fue un pensamiento privado y silencioso que no quería hacer publico.
Las casa eran redondas y de piedra con una sola habitación o dos a lo sumo. Habia una plaza central la cual tenia una única fuente de la cual todos extraían su agua, agua que era generada mágicamente. Había algunos grandes lagartos que antes no habías visto que utilizaban como animales de carga. El lugar era iluminado muy tenuemente pero de igual manera podias ver en aquella oscuridad. No había taberna ni negocio alguno solo había un gran salón donde todos concurrían a comer según te decían. Algunas vacas de pelo largo, algunos perros grandes y no mucho mas.
Viste la armas de los guerreros y eran todas viejas, las mas nuevas eran construidos de ébano, o simplemente piedra, habían perdido toda habilidad en el manejo del bronce.
Encontraste algunos tornos de alfareros manejados por??????. Mujeres.
- Por los dioses.- Dijiste en vos baja, semejante cosa, los tornos manejados por mujeres era una completa eregia.
Algunos niños se acercaron a Khan a jugar y este????.. se puso a jugar, sabias que nunca había dejado de ser un gran cachorro. Cachorro que era capaz de destrozar huesos y romper armaduras con su dentellada pero cachorro al fin. ¿O es que había algo mas en el que lo llevaba a portarse asi?
Tu recorrido termina en la fuente donde llegaste con tu compañera, Khan con cinco niñitos montándolo y el shaman
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Re: ¿Que paso de mi hogar? - Capitulo 1 - Oso Charlatan
¿Aquello era volver a casa? Nunca lo hubiera hecho. Se avergonzaba de que aquel lugar pudiera ser llamado por alguien "casa". la gente que vivía allí tenía el mismo espíritu de guerra que un tulipán, y posiblemente las mismas defensas ante un depredador. Los miró con asco. No había excusa ninguna para ello, incluso en el caso de que hubieran sido derrotados y exterminados deberían recordar quienes eran y por qué habían luchado. lo que tenía ante sus ojos era una raza que, simple y llanamente, se había rendido. ¿Y querían que perpetuara una especie así? Pfff... sentía hasta asco de pisar el mismo suelo que pisaban ellos, no se le fuera a contagiar lo mujeresco de la población. No, peor que mujeres. Mucho peor.
-Por los dioses... -masculló, sin poderlo evitar.
Mujeres manejando el torno. Definitivamente, habían perdido todo el espíritu que aquel pueblo pudiera aún alvergar en aquellos miserables y cobardicas corazones, habiéndose resignado con una rutina tras otra de oprobio y vergüenza, y habinedo rechazado hasta tal punto la vida que anteriormente habían gozado que habían permitido que dignos oficios se ensuciaran poniendo las mujeres sus zarpas encima. ya sólo le faltaba ver a los guerreros coser en sus cabañas, o tejer los vestidos para las camadas. Oficios nobles como el trabajo del bronce parecían desterrados de aquella gente. Imposible que hubieran olvidado su trabajo. pensó en la otra alternativa, y le hizo sentir un escalofrío. No podía ser, pero...
Huían. No tenían bronce porque no querían luchar por él contra otros grupos. ¡HUÍAN!
-He vissto demasiado, chamán -dijo, dejando muy claro lo que sentía por aquello que ahora era su pueblo- Háblame de los sha, y háblame de qué es lo que rodea a este pueblo. Y, sobre todo, dime por qué merecéis que me moleste en levantarlo de la nada que ahora es.
-Por los dioses... -masculló, sin poderlo evitar.
Mujeres manejando el torno. Definitivamente, habían perdido todo el espíritu que aquel pueblo pudiera aún alvergar en aquellos miserables y cobardicas corazones, habiéndose resignado con una rutina tras otra de oprobio y vergüenza, y habinedo rechazado hasta tal punto la vida que anteriormente habían gozado que habían permitido que dignos oficios se ensuciaran poniendo las mujeres sus zarpas encima. ya sólo le faltaba ver a los guerreros coser en sus cabañas, o tejer los vestidos para las camadas. Oficios nobles como el trabajo del bronce parecían desterrados de aquella gente. Imposible que hubieran olvidado su trabajo. pensó en la otra alternativa, y le hizo sentir un escalofrío. No podía ser, pero...
Huían. No tenían bronce porque no querían luchar por él contra otros grupos. ¡HUÍAN!
-He vissto demasiado, chamán -dijo, dejando muy claro lo que sentía por aquello que ahora era su pueblo- Háblame de los sha, y háblame de qué es lo que rodea a este pueblo. Y, sobre todo, dime por qué merecéis que me moleste en levantarlo de la nada que ahora es.