Capitulo 1 - Lurk - El Discipulo

[rj]

Lurk, el indómito

Al parecer aquella mujer tenía unos gustos algo peculiares y, por lo que dijo conocía las artes mágicas algo que puso en alerta al hombre.
-Muy bien, tendré cuidado y procuraré ser frio en mis pensamientos-
Si Lurk hubiese sido una persona común habría muerto ni bien sus pies pisaran el suelo carmesí de aquel bosque. Si no hubiera muerto por el horror que propagaba el paisaje, seguramente sus gritos habrían atraido a los suicidas y estos habrían acabado por fagocitar su traquea. Pero Lurk no era una persona común, era un ser poderos, obstinado en ser la representación misma del mal. Su caos interno simpatizaba con Caras, pero a diferencia de este, él disfrutaba con la generación de mal en todas sus formas y no sólo con la generación del caos.
Transitó sin detenerse aquel paisaje y vió gente muerta incapaz de morir, afixisiándose etermanmente mientras colgaban de las ramas de los árboles. Otros sagraban sin parar de heridas abiertas en cuellos y brazos corriendo de un lado a otro e impregnando el suelo con su sangre que manaría infinitamente impidiendoles descansar.
De repente y sin quererlo Lurk comenzó a pensar en el magnífico ejército que podría formar con ellos. La voz de la mujer volvió a hablar en el y le advirtió que abandonara aquellas ideas o atraería la atención de los cuicidas, Lurk fue incapaz de escucharla y fue entonces cuando los más cercanos comenzaron a dirigir su atención hacia él.
Pronto varios cadaveres se acercaban con paso veloz hacia el hombre sedientos de su no vida, él en lugar de correr se sentó sobre la tierra e intentó meditar y librar su mente de aquellos anhelos.
Segundos más tarde un grupo de casi treinta suicidas se cernían sobre su cuerpo, cuando todo parecía acabado para el hechicero los muertos perdieron el foco que los movía y lentamente comenzaron a dar vuelta sobre si mismos y continuaron con su pena eterna alejandose del hombre que había logrado apaciguar su mente y se había vuelto, otra vez, totalmente imperceptible para ellos.

[Tyr]

Aquellos suicidas habían desaparecido, pero se los escuchaba, se los percibía en el caminar de las hojas y en las arcadas de los frutos de aquellos árboles. Caminaste, no sabias si en la dirección adecuada, tu ambición te había desviado de tu camino. Anduviste hasta llegar a una torre de piedra redonda de tres pisos en cuyo techo había parapeto para arqueros, pero el lugar estaba visiblemente abandonado, tu guía se había callado. Veías un blasón que era un dragón negro rampante sobre una cruz y el otro blasón una roza negra. La puerta de marea, ya que al torre era de piedra, estaba podrida y la piedra cubierta de hiedra. No supiste que hacer por un buen tiempo hasta que los pensamientos volvieron a tu mente, viste que en frente había un camino que cursaba por el frente de aquella pequeña fortificación, podías ir hacia la derecha o hacia la izquierda, entrar o atravesar y seguir por el bosque. Viste el cadáver de un caballo atado con recia armadura y con flechas incrustadas, la armadura estaba manchada de sangre. En un momento, en un instante, supiste que estabas fuera del ?la tierra de los suicidas? pero desconcias de donde, a tu mente vino la palabra ?Tierra del noble penitente? miras a un costado y ves un pequeño camposanto con algunas tumbas????. tumbas en el infierno. Mientras estabas en este dilema un caballo negro y delgado casi hasta verle los huesos de ojos lechosos de crines y pesuñas humeantes montado por un ser que te recordaba a una humana desnuda pero con garras de tres dedos y alas de murciélago aparece caminando en el camino, ella disminuye su velocidad y solamente te mira. Su cuerpo era bello como el de toda una demoniza y sus ojos marrones y su pelo renegrido, toda una belleza, pero en su mirada no había deseo, mas bien había sorpresa, pero bien reconociste que estaba a punto de continuar presurosa su viaje a menos que hicieras algo.

[rj]

Lurk, el indómito

Justo cuando se disponía a atravezar el portal e investigar que se escondía en el interior de la fortificación una montura se acerco hacia el. Su jinete, una mujer que le recordó a Lurk las historias sobre Sucubos pareció sorprenderse con su presencia y el Necromante entendió que apuraría la marcha si no hacía algo para detenerla.
¿Quería detenerla? si, lo deseaba ¿Por qué? pues porque había sido la única criatura que demostrase un grado de inteligencia elevado.
-Alto mujer. Necesito cruzar algunas palabras contigo-

[Tyr]

Con tus palabras la mujer noto tu presencia pero no hubo sorpresa en ella. Te miro escrutándote con aquellos sensuales ojos. Aquella bestia siempre mirando hacia delante y ella como regia amazona. Finalmente te habla.
- ¿Quién eres alma viva? Dime tu nombre y pregunta que estoy ocupada.

[rj]

Lurk

La mujer que habló con premura antes las palabras de Lurk, este sopesando la situación respondió.
-Dos son las preguntas que tengo para ti. Primero ¿Que puedes contarme de esta torre, qué peligros me esperan en su interior? Segundo ¿Cuál es el camino que debo seguir para salir de este infierno? -

[Tyr]

Con tus palabras la mujer noto tu presencia pero no hubo sorpresa en ella. Te miro escrutándote con aquellos sensuales ojos. Aquella bestia siempre mirando hacia delante y ella como regia amazona. Finalmente te habla.
- ¿Quién eres alma viva? Dime tu nombre y pregunta que estoy ocupada.
- Esa torres es para héroes, y tu tienes poco de eso, al menos que te interese liberar un alma en pena injustamente atormentada.- Ella se rie quedamente.- Y con respecto a como salir del infierno, la mejor forma y la mas rápida es yendo río arriba por alli, te señala hacia el camino.- Si sigues por el camino que va a la vera del rio encontraras que se acaba el infierno en una gran grieta. La grita tiene mucho viento y te elevara al mundo mortal, pero solo los cuerpos vivos pueden hacerlo, el resto caen al foso y son devorados por un dragón.- Te observa.- No te preocupes por el alma que llevas dentro, ella se tomara de tu cuerpo y se elevara con tigo.- Luego te mira fijamente.- Me debes un favor mortal, y ya me lo cobrare.
Sin esperar respuesta alguna espolea su caballo y sale a una increíble velocidad.

Puedes hacer el viaje hasta la grieta y eres libre de hacer algún encuentro si lo deseas, si te mantienes en el camino, todos estará tranquilo, los problemas que necesitaran mi alluda es si te sales de el.

[rj]

Lurk

Los dichos del demonio intrigaron al necromante. Por supuesto que no le interesaba liberar aquel alma, al menos no si no podía sacar algo a cambio. Le hubiese gustado obtener más información de aquella sensual figura semihumana, pero esta no se lo permitió y escapó a todo galope.
Dos eran las opciones que se presentaban, podía seguir el camino y salir de aquel infierno o podía adentrarse en la torre en busca de información y quizás algún buen negocio.
No tardó mucho en decidirse y finalmente miró la torre con decisión, la escudriñó desde su base hasta el fin de su extensión y encaminó sus pasos hacia única entrada visible.

[Tyr]

Tu al entrar a la torre y al no seguir las indicaciones del demonio rompes todo trato con el lo cual ya no le debes ningún favor, a menos que sigas luego sus indicaciones o las escribas de alguna manera, esas son las reglas infernales.

Al entrar ves una escalera circular que iba al primer piso y al sótano. En aquel lugar no había ventanas pero había unas rendijas altas que permitían entrar la luz. El decorado era un mobiliario simple, mesa, sillas, como para que se sentaran a comer, todo muy parco. En un costado había blasones desconocidos en tapices. También había un mueble en el cual sostenía espadas y otro que sostenía unas arma extrañas que te recordaban en algo a los arcos, pero mas sofisticados. Había también un mueble cerrado, un placard, a primera vista no tenia cerrojo, también había un arcon cerrado sin cerradura. Como única puerta, sin contar la de la entrada había una al fondo de la habitación, también sin cerradura, solo con un pestillo para que no se balanceara. En el techo había arañas para colocar velas y había velas colocadas pero apagadas y amarillas de lo vieja. El suelo estaba sucio de hojas ya que la puerta estaba abierta y dejaba entra el viento. Reojeas todo nuevamente y no hay rastros de que alguien allá cruzado en mucho tiempo aquel lugar, pero si que lo allá echo en algún momento ya que ves tranquilamente un sendero de huellas de barro que se dirigen a la escalera pero que acaba antes de llegar, como si el extraño se hubiera limpiado.

[rj]

Lurk

Mentiría si dijese que Lurk no se sintió tentado a tomar aquellas armas o a abrir aquellos cofres y muebles. Lo hizo, pero también pensó que podía ser una trampa. No estaba en su elemento, sus hechizos eran prácticamente inservibles en aquel lugar.
Volvió a mirar la sala y encontró algo que había pasado por alto la primera vez. Un par de huellas se dirigían hacia las escaleras, parecían ser muy antiguas pero no podría precisar cuanto.
Desenvainando su espada se acercó a los escalones y decidió seguirlas e investigar a donde se había dirigido aquel que las hubiera dejado.

[Tyr]

Aquella escalera entraba a un deposito de armas, un sótano. Allí había armas de gran calidad y armaduras soñadas por un guerrero, también había alimentos en descomposición. Das un vistazo a aquel lugar pero un pequeño brillor resalto por sobre todo, en la pared escrito en lengua arcana.
?Las puertas del infierno se te abrirán y ascenderás por un escalera de un solo sentido a lo mas alto? Miras como las energías mágicas recorrían parte de la pared formando un portal, las huellas habían atravesado aquel portal.

[rj]

Lurk

Aquella podía ser la trampa más grande en la que jamás aya caído. Se vio tentado a tomar alguna de aquellas armas y armaduras. A punto estuvo de sostener el mango de una espada sin embargo decidió detenerse. Sería mejor estudiar el aura mágica de aquellos objetos unos minutos. No quería que una maldición cayera sobre su persona por ser descuidado.
Una vez revisadas armas y armaduras hizo acopio de las que sintió más poderosas y útiles y se dispuso a cruzar la puerta.

[Tyr]

Revisas aquella armería concienzudamente y ves muchas auras, todas ellas falsas solo para hacerlas ver mas bonitas o para que al golpear hagan minucias ridículas que serian denigrante para un necromante de tu calaña, ya te habías cansado de semejante trabajo cuando sientes algo en una espada olvidada en el fondo de aquel lugar. Estaba oxidada y con el filo roto. Su mango sucio con tiras de cueras viejas y resecas. La miras bien y realmente era????? una porquería, pero su energía era enorme. Ves en su mango, en la parte superior de un lado dibujado una boca y del otro un ojo, mal dibujados por cierto, pronto la reconoces. De estas espadas solo fueron solo forjadas trece y mal utilizadas ya que los poseedores del conocimiento del arte mágico, los magos podían utilizarlos, mas específicamente los necromantes. Tu no eras un ?mago convencional? pero te importaba un carajo eso.

Off-Rol: Lo que recuerdas es que impone un penalizado de +4 a las tiradas de salvación de los conjuros necromantes el cual la espada utilices como componente y mientras la tengas en la mano tienes una salvación del 50% a los críticos y una salvación de 15 a las espadas +3 o sagradas, además te vuelves inmune al sueño, encantamiento y transformación y al veneno y efectos necromanticos tienes una salvación de +4. Algo mas se te escapa a tu entendimiento, algo importante.

[rj]

Lurk

Sonriendo ante el hallazgo Lurk tomó la espada y ahora sí cruzó la puerta

[Tyr]

Al cruzar la puerta te encuentras en un camino de piedras filosas con algunas manchas de sangre. Ves como por ese camino caminan lentamente personas, animales y criaturas lastimandose y desgarrandose. Te colocas a la vera del camina y no te explicas por que aquellas criaturas no lo hacen, pero no lo hacen. Algunas caen al suelo lacerandose fuertemente y gritando, claramente sabes que ya no te allas en el infierno, sino en el camino al cielo
Pero la vera del camino tampoco esta despoblada, en tu andar desorientado encuentras a un angel encadenado, desnudo, y con marcas de haber recibido latigasoso. Esta con la cabeza gacha, arrodillado y el pelo le cubre la cara. Cerca de el hay una espada y armaduras de las cuales ellos llevan y una llave para sus cadenas, pero a una distancia justa para que no pueda alcanzarla.