Evlyern - Capitulo 2 - Pohojola

[Tyr]

Evlyern - Capitulo 2 ? Pohojola
- Me veo sorprendido que quieras que esa creatura del Pohola quieras que te acompañe, pero el eterno Runoya dijo que sería algo revelador el viaje y que me acompañarían gentes sorprendentes. Una virgen de la Paz, un renegado del Pohola y un????. Cual es el nombre de tu raza.
- Orco.
- ?.. y un orco, veo que eres un guerrero adversado ¿No es así?
- Si
- Y de pocas palabras, bien, en este viaje aprenderás unas cuantas y la importancia de esas.
- No creo.
- Orco, hijo de esta tierra, guerrero de gran espada si has sido elegido para viajar a ver al eterno Runoya es por algo???. pero es hora de comenzar el viaje y no necesitamos comprar, tengo un Zampo para que nos provea, vayamos afuera.
Al salir ya no ves el pueblo, solo una puerta tras ti y un trineo lujoso lleno de gemas, perlas, construido de oro, plata y maderas. El trineo era tirado por seis extraños venado de cuernos astados como ramas. Al Salir Murray la puerta desaparece y Kukommely se pone a cantar.
L a canción es bella como no te imaginas, sus sones te hacen acordar a algo olvidado, a algo tan primigenio que tu mente no lo retiene. Finalmente se detiene, para la tristeza de todos y dice en voz alta.
- Madre, necesito dos trineos completos y alimentos para mis compañeros, ten con bien el dármelos.
Frente a tus ojos aparecen dos trineos mas humildes per de igual magnificencia que el de Kukomelli tirado por cuatro de aquellos extraños animales.
Murray va en uno, tu y Grock va en el otro.
- Hija de la Paz, es sencillo manejarlo, es parecido a tus carretas pero iré despacio por estas tierras para que te acostumbres, también va esto para ti renegado.
Te subes a aquel trineo forrado en pieles y tomas las riendas, tu anfitrión se adelanta en aquella nada y comienzan a transitar una tierra de eterna nieve, sin cielo, sin nubes, sol ni luna. No había estrellas para esta tierra, tampoco el viento para dar sonido ni animales que lo escucharan, solo nieve y los trineos.
Finalmente en aquellas tierras comienza a haber un cambio, un arbusto, luego e ello una roca, mas allá otro arbusto y poco a poco comenzó a poblarse de lo que en la tierra hay.
- Todavía no hemos abandonado la nada pero debemos frenar para que nuestros corceles descansen y nuestro cuerpo se recupere. Aquella zona de arboles será buena para descansar.