Capitulo 1 - Axwell Issen

[Isildur]

AXWELL ISSEN
La situación era cada vez más loca, tensa y a la vez absurda. Estaba desundo ante un grupo de lagartos, que a la vez me agredían y sanaban. Cuando Él me ofreció su ayuda, no tenía elección.
Esta bien, tómame como tu hijo. Ayudame a librarme de esta tortura. Acudo a tí! dije en mis sueños.

OR: Acepto la ayuda de Él. A ver que tal! Saludos!

[Tyr]

Algo antes de dormir piensas.
- En que lugar se te hiere y se te cura después y cual es el objetivo de ello. La respuesta es en uno que se te tortura.

Despiertas en aquel palacio pero esta vez aquel salvaje que se hace llamar el esta rodeado de una mujer vestida con pieles de serpiente a su derecha y a una guerrera a su izquierda, ellas tenían mas civilización en uno de sus pelos que el?? El en todo su cuerpo.
- No te arrodilles mas Taleon, ya que as decidido recibir los dones de que te voy a dar y te podré llamar hijo.
Se supone que en un sueño no duele, pero en este si, la espalada dolía terriblemente y los brazos y cada músculo. Los ojos palpitaban y los dientes parecían estar partidos todos ellos. Tus ropas en tus espaldas estallan y seis brillantes alas de ángel surgen de ellas, tus ojos se aclaran mas todavía y tu piel se vuelve algo mas pálida. Un hálito de hermosura, bondad y poder te rodea, tus caninos e incisos crecen dejando tu sonrisa algo perruna.
- Lo que tu ates en la tierra, será atado en el cielo. Lo que tu desates en la tierra será desatado en el cielo. Quien perdones, será perdonado, quien condenes será condenado, solo tendrás un hermano al cual responder y llamar par.
Tu cuerpo no se sintió nunca tan fuerte ni tan descansado.
- Taleon, tu no eres ni un príncipe ni un rey, eres un emperador cuya sangre cubre de divinidad a quien la beba y se la otorgues. Recuerda, ahora comerás lo mejor que halla siempre, te vestirás con lo mejor que encuentres y siempre exhibirás con orgullo todo lo que te den, sea pequeño e humilde o grande y majestuoso ya que en ti estoy yo El.
Aquellas dos mujeres te levantan ya que nuevamente te habías arrodillado, no podías contener tanto poder en tu cuerpo. Te lleva a un gran banquete en donde te alimentas de todo tipo de delicias, allí te entrega unas llaves.
- Estas son las llaves del cielo y el infierno ya que tu imperio ira mas allá de todo bien y mal. Aliméntate con lo mejor del rico y con lo mejor del pobre, siempre mantente en tu posición de emperador y que todos te respeten con ellos. Taleon, hijo mío, se lo que estas pensando, que en la tierra aquellas alas que te identifican como mi hijo se hiran a una palabra tuya y volverá a tu voluntad y no importa la ropa ni armadura que lleves siempre se ajustara a ti.
Te levantas y te miras, la maravilla del cambio, las ultimas palabras que resuenan en tu mente son.
- Aquel Sha tiene un sobrino, un campeón, si lo desafías y lo vences te dará a tu dama.

Libertad, completa libertad hasta el duelo si lo haces, sino, hasta que te estén por llevar a tu castillo.

[Isildur]

AXWELL ISSEN
Nuevamente aparecí en el castillo de Él. Esta vez estaba acompañado de dos extrañas doncellas, quizás otras hijas como yo... En todo caso, Él no se retrasó en el ritual. Me entregó su poder, me bautizó como su hijo, me eligió como Emperador de la tierra.
El poder entraba en mi cuerpo como miles de lanzas atravesándolo. Deseaba que aquella agonía terminara, deseaba poder rendirme y que todo terminara. Pero mi voluntad, era lo único que me mantenía vivo.
El dolor me tumbó, retorciéndome en el suelo de piedra del castillo de Él...
Jamás pensaba que un cuerpo pudiera resistir tanto daño...
Y de pronto, el dolor se marchó, por completo; totalmente. De hecho, en toda mi vida me había sentido tan bien como ahora. Sentía que mis ojos veían más lejos, que mis músculos eran más duros, y que mis reflejos me permitían percibir rincones de la estancia que no había podido ver antes.
Detrás, a mi espalda, se extendían dos alas blancas, como las de Telsius. Notaba que ya no era el príncipe que había sido siempre, noté que mi destino no sólo involucraba Issenheim, si no todo el mundo.
Taleon, así es como me había bautizado Él. Me entregó unas misteriosas llaves, las que abren el cielo y el infierno.
Me habéis elegido, no os defraudaré. dije antes de despedirme de Él, y de mi sueño.
Volví a despertar, y me encontraba en el mismo lugar. Llamé al Sha.
Tus juegos no hacen más que retrasar mi destino. Sé que tienes un sobrino, al cuál derrotaré para demostrar que mi senda es la justa. Le desafío! dije con renovada fuerza y convicción.

OR: Me anoté en mi ficha los beneficios del Semicelestial, ¿quieres que te la mande modificada?

[Tyr]

Inicitiva Axxel
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[/dice]

Iniciativa Shermar
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[/dice]

Ataque Axxel
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[/dice]
Exito
Daño
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[/dice]

Ataque Shemar
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[/dice]
Fallo

Atque Axxel
[dice=roll]8860 1208657854 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MjtzOjY6InZhbHVlcyI7YToxOntpOjA7aToyO31zOjY6IgAqAHN0ciI7czo0OiIxZDIwIjt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MTU7czozOiJzdHIiO3M6OToiMWQyMCArIDEzIjt9fQ==
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[/dice]

Ataque Shemar

[dice=roll]8861 1208657854 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MjA7czo2OiJ2YWx1ZXMiO2E6MTp7aTowO2k6MjA7fXM6NjoiACoAc3RyIjtzOjQ6IjFkMjAiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aTozMTtzOjM6InN0ciI7czo5OiIxZDIwICsgMTEiO319
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[/dice]
Critico
[dice=roll]9003 1208703164 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aTo0O3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aTo4O3M6NjoidmFsdWVzIjthOjQ6e2k6MDtpOjE7aToxO2k6MjtpOjI7aToyO2k6MztpOjM7fXM6NjoiACoAc3RyIjtzOjM6IjRkNiI7fX1zOjU6InRvdGFsIjtpOjIwO3M6Mzoic3RyIjtzOjg6IjRkNiArIDEyIjt9fQ==
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[/dice]

PG Axxel: 64
PG Shemar: 71

Ataque Axxel Castigar el mal
[dice=roll]9001 1208703061 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6NTtzOjY6InZhbHVlcyI7YToxOntpOjA7aTo1O31zOjY6IgAqAHN0ciI7czo0OiIxZDIwIjt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MjE7czozOiJzdHIiO3M6OToiMWQyMCArIDE2Ijt9fQ==
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[/dice]
Fallo

Ataque Shemar
[dice=roll]9002 1208703061 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MTk7czo2OiJ2YWx1ZXMiO2E6MTp7aTowO2k6MTk7fXM6NjoiACoAc3RyIjtzOjQ6IjFkMjAiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aTozMDtzOjM6InN0ciI7czo5OiIxZDIwICsgMTEiO319
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[/dice]
Crtico
[dice=roll]9004 1208703164 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aTo0O3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aToxMztzOjY6InZhbHVlcyI7YTo0OntpOjA7aTozO2k6MTtpOjM7aToyO2k6MjtpOjM7aTo1O31zOjY6IgAqAHN0ciI7czozOiI0ZDYiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aToyNTtzOjM6InN0ciI7czo4OiI0ZDYgKyAxMiI7fX0=
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[/dice]

PG Axxel: 39
PG Shemar: 71

Atque Axxel Posicion defensiva, imposicion de manos
PG Axxeñ: 72

Ataque Shemar
[dice=roll]9005 1208703507 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6OTtzOjY6InZhbHVlcyI7YToxOntpOjA7aTo5O31zOjY6IgAqAHN0ciI7czo0OiIxZDIwIjt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MjA7czozOiJzdHIiO3M6OToiMWQyMCArIDExIjt9fQ==
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[/dice]
Fallo

Pg Axxel: 71
Pg Shemar: 71

Ataque Axxel Castigar el mal
[dice=roll]9006 1208703589 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6ODtzOjY6InZhbHVlcyI7YToxOntpOjA7aTo4O31zOjY6IgAqAHN0ciI7czo0OiIxZDIwIjt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MjU7czozOiJzdHIiO3M6OToiMWQyMCArIDE3Ijt9fQ==
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[/dice]
Exito
[dice=roll]9010 1208703776 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToyO3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aTo0O3M6NjoidmFsdWVzIjthOjI6e2k6MDtpOjM7aToxO2k6MTt9czo2OiIAKgBzdHIiO3M6MzoiMmQ2Ijt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MjU7czozOiJzdHIiO3M6ODoiMmQ2ICsgMjEiO319
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[/dice]

Ataque Shemar
[dice=roll]9007 1208703589 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MTI7czo2OiJ2YWx1ZXMiO2E6MTp7aTowO2k6MTI7fXM6NjoiACoAc3RyIjtzOjQ6IjFkMjAiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aToyMztzOjM6InN0ciI7czo5OiIxZDIwICsgMTEiO319
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[/dice]
Exito
[dice=roll]9011 1208703776 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToyO3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aTo2O3M6NjoidmFsdWVzIjthOjI6e2k6MDtpOjQ7aToxO2k6Mjt9czo2OiIAKgBzdHIiO3M6MzoiMmQ2Ijt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MTc7czozOiJzdHIiO3M6ODoiMmQ2ICsgMTEiO319
[sign]$H$9jU3KZoVVKMJBob5VPZhnIqqhH71Yb0[/sign]
[/dice]
PG Axxel: 54
PG Shemar: 46

Atque Axxel Castigar el mal
[dice=roll]9016 1208704029 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MjtzOjY6InZhbHVlcyI7YToxOntpOjA7aToyO31zOjY6IgAqAHN0ciI7czo0OiIxZDIwIjt9fXM6NToidG90YWwiO2k6MTk7czozOiJzdHIiO3M6OToiMWQyMCArIDE3Ijt9fQ==
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[/dice]
Critico
[dice=roll]9018 1208704199 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aTo0O3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aToxMztzOjY6InZhbHVlcyI7YTo0OntpOjA7aToxO2k6MTtpOjY7aToyO2k6NDtpOjM7aToyO31zOjY6IgAqAHN0ciI7czozOiI0ZDYiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aTo1NTtzOjM6InN0ciI7czo4OiI0ZDYgKyA0MiI7fX0=
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[/dice]

Ataque Shemar
[dice=roll]9017 1208704029 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aToxO3M6NToic2lkZXMiO2k6MjA7czozOiJzdW0iO2k6MjA7czo2OiJ2YWx1ZXMiO2E6MTp7aTowO2k6MjA7fXM6NjoiACoAc3RyIjtzOjQ6IjFkMjAiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aTozMTtzOjM6InN0ciI7czo5OiIxZDIwICsgMTEiO319
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[/dice]
Critico
[dice=roll]9019 1208704199 1261 Tyr 607 7469 YToxOntpOjA7YTozOntzOjU6InJvbGxzIjthOjE6e2k6MDtPOjQ6InJvbGwiOjU6e3M6MToibiI7aTo0O3M6NToic2lkZXMiO2k6NjtzOjM6InN1bSI7aToxMztzOjY6InZhbHVlcyI7YTo0OntpOjA7aToxO2k6MTtpOjE7aToyO2k6NTtpOjM7aTo2O31zOjY6IgAqAHN0ciI7czozOiI0ZDYiO319czo1OiJ0b3RhbCI7aTozNTtzOjM6InN0ciI7czo4OiI0ZDYgKyAyMiI7fX0=
[sign]$H$95jCzYhyHEf0TCWk7wbchmznNGG/Ou0[/sign]
[/dice]


Ahora se viene el rol, preparense

Se te entrega la armadura y unos esclavos (humanos ellos) te ayudan a vestirte, uno de ellos te entrega un papel suplicándote que lo leas cuando estés lejos de aquel lugar. Aquella ceremonia, aquella investidura al caballero fue lo mas sublime que hallas precensiado, ni a tu padre ni en la iglesia viste a nadie hacer nada tan fervientemente. Mirabas de soslayo y notabas como temblaban al tocarte, escuchaste el comentario.
- No puedo, es como tocar a un dios.- otro esclavo se acerca y le dice
- Piensa de esta forma.¿Quieres ofenderlo?
Aquel esclavo era un niño que te tocaba con increíble delicadeza al ponerte cada una de las piezas de armadura. Aquel al cual no conocías el nombre rezaba, y en ese rezo estaba el nombre de Talion. Quisiste moverte, en verdad quisiste hacerlo, pero el protocolo, las reglas de toda caballería impedían que interrumpieras el rito y menos que te dirigieras a quienes te ayudaban.
Tomaste tu espada y saliste a la improvisada arena.
Allí, rodeado de Sha viste a Vikina, encadenada al lado de in trono, con ropas echas jirones, de aspecto muy golpeada y lastimera. Se te encendió la sangre y tus alas se encresparon hacia atrás.
- Donde esta el desgraciado con el cual luchare, acaso tiene miedo de la justicia.
Las rizas de burlas brotaban de todas partes cuando todos repentinamente vieron hacia el cielo. Allí descendió un Sha alado con alas muy extrañas que semejaban a las aletas de los pescados. Su aspecto era fiero y de mirada bruta y cruel, era tu antitesis. El cielo y el infierno comenzó a luchar. Arriba tuyo, se arremolinaban las nubes, el viento comenzó a soplar de forma muy fuerte, unas de tus plumas, algo que tu no viste se desprendió y fue a parar a las manos de un esclavo ciego, este la apretó sin saber de quien era, solo sabia que dios había respondido sus plegarias.

Ambos arremataron con gran furia, sus espadas sacaban chispas al chocar y tronaban cual rayos. Le abriste en el pecho una gran herida. Este retrocedió y furioso acometió contra ti, pero hábil con la espada como eras desviaste la estocada asedian. Luego acometió una vez mas, pero esta ves tu sangre baño el suelo y se te acalambro un costado, ni lento ni perezoso nuevamente acometió y casi te arranca la cabeza, pero el hombro derecho quedo muy dañado. No tenias otra solución que curarte, mientras rezabas esquivabas las estocadas que este te daba aunque casi no lo podías ver ya que era tanta la sangre que había en ti que te tapaba los ojos. Un haz de luz cayo sobre ti y curo tus heridas, el combate comenzaba nuevamente.
Aquello fue digno de verse, dos titanes luchando y sacándose a tiras la vidas con sus espadas, finalmente, ninguno de los dos soportaba la espera y comienzan a correr el uno contra el otro clavándose las espadas en el estomago.
- Fue un movimiento entupido.- Piensa mientras tu boca se llenaba de tu propia sangre. Pero aquel Sha llamado Shemar se llevo la peor parte.
Suelta la espada y trata de tomarse las tripas que comenzaban a escurrírsele por un costado. Te vio con terror y trato de defenderse, pero tu espada le cerceno la cabeza.

Tomas su cabeza y se la arrojas a los pies de aquel reyezuelo y dices?????


¿Qué haces ahora?

[Isildur]

AXWELL ISSEN
Había notado algo extraño mientras aquellos mozos me ponían lentamente la armadura. Me trataban como si fuera una divinidad, y no terminaba de acostumbrarme. Quise decir algo, pero decidí que sería quebrantar las tradiciones, así que permanecí en silencio.
Luego llegué a la improvisada arena, donde estaba una curiosa multitud. Entre ellos, Vikina, en un estado lamentable. Deseaba correr hacia ella y liberarla, pero debía cumplir con lo que juré; derrotar al Sha.
Cuando descendió me dí cuenta de que él era un ser hecho de pura maldad, me lo indicaban mis sentidos.
Me elevé con mis alas hacia él y empezó el combate.
Este fue duro y sangriento, varias veces estuve algo malherido, pero nunca dudé en que mi voluntad y los deseos de liberar a Vikina me iban a dar la victoria.
Así fue, tras un último y violento lance, en el que terminé con la espada de mi enemigo clavada en mí. Por suerte mi cuerpo estaba más allá de las limitaciones humanas, y sobreviví para rebanarle la cabeza a mi rival con un violento mandoble.
La cogí, con gesto serio. La lancé hacia donde estaba mi captor. La sangre manchaba toda mi armadura, mi piel, y mi espada.
Ya se ha dictado justicia. Devuelveme a Vikina y liberame ahora Sha, y demuestra que tienes palabra. dije mirándole con gesto serio.

[Tyr]

No entiendes muy bien lo que ocurría a tu alrededor pero tus palabras habían sido las justas, habías ofendido al Sha.
- ¿Cómo te atreves a darme ordenes? ¿Sabes con quien hablas?
- Hablo con un vencido.- Dices con mucho orgullo sintiendo que tu armadura pesaba como una torre de piedra.
- Entréguenle a la prostituta, cúrenlo y entréguenle una recompensa por el cuerpo de mi sobrino. ¿Me entregaras a mi sobrino y sus cosas?
La oportunidad que se te brindaba era increíble.
- Si, pero deseo todos los esclavos humanos.
Hera increíble como lograbas hacer enojar a aquel lagarto. Te entregan a Vikina. Ella cae al suelo y ves sus pies ensangrentados y algo mas que caía por sus piernas, Vikina había sido violada. La tomas y la llevas con tigo a tu carpa. Ella temblaba y cuando estuvieron solos dijo.
- Perdón, te estaba guardando un regalo solo para ti pero me lo quitaron.- Luego trata de golpearte pero sus dedos resbalan por tu cara y dice.- Entupido, arriesgaste tu vida, como esperas que viva si sufres daño.
Un regalo?????

Luego se hace una comitiva y te llevan a las puertas de tu ciudad donde tu padre armado con regia armadura conversa con aquel Sha. Todos a tu alrededor gritan tu nombre, algunos tu verdadero nombre, Algunos gritan Taleon.

Mientras entras recuerdas como aquel pequeño que rezaba no se despegaba de tu alrededor y al ver a Vikina, al limpiarla el lloraba por semejante violación. Te preguntaste ¿Llora por el dolor de ella o por el dolor que a ti te ocurre?

Bien mi señor, rellena todo el rol que desees, eres libre de las manifisteaciones de tus nuevos adoradores, porque ahora tienes una dote liderazgo completamente ocupada con tus nuevos adoradores, siendo el niño un sacerdote que te adora a ti y a aquellos que te vestían, nueve en total, tus paladines. Rolea y dame gusto de tenerte como mi jugador.

[Isildur]

AXWELL ISSEN
Las exigencias del Sha sólo correspondían a las de un líder abatido. Pero yo era el vencedor, y él no estaba en condiciones de exigir nada. Me devolvió de mala gana a Vikina, y aceptó devolverme a los esclavos humanos, incluido el mozo que me ayudó a ponerme la armadura.
¿Cómo te llamas joven? le pregunté al chico.
Deimus, mi señor. dijo a respuesta. No os preocupéis por mi, señor, ella os necesita más. dijo Seimus señalando a Vikina.
En efecto, no tenía muy buen aspecto.
Deimus, hazme un favor. Guía al resto de gente de regreso a Issenheim, sé que puedes aunque seas joven. le dije apoyando mi mano en su cabeza.
Tras ello, tomé en brazos a Vikina y me marché a un lado del bosque para atenderla. Deimus ya la había aseado debidamente, y habíamos arreglado algo de ropa (aunque fuera de hombre) para tapar su magullado cuerpo.
Pero parecía que los golpes no era la peor parte. Temblaba como nunca y noté que algo andaba mal.
Perdón, te estaba guardando un regalo solo para ti pero me lo quitaron. Entupido, arriesgaste tu vida, como esperas que viva si sufres daño. me dijo tras una especie de intento de golpearme, que acabó siendo más bien una especie de caricia en mi rostro.
Yo no debía haber dejado que eso sucediera... estaba claro, le habían violado. ...lo siento, no pude hacer más. Incluso yo, fuí débil... Daría cualquier cosa para que ese acto atroz no se hubiera producido jamás, pero ya es tarde... Pero ahora, ya no soy el mismo de antes, soy más fuerte. Tengo un deber que cumplir, pero ya he arriesgado tu vida una vez. Quiero que te quedes en Issenheim, partiré solo. dije mientras giraba mi cara por tal de no tener de mirarla a los ojos. Estúpido, su presencia me hacía sentir mejor que cualquier otra cosa, había dejado que los sentimientos afloraran. Pero por eso, no podía poner su vida en peligro de nuevo.
Llamé mentalmente a Telsius, para que viniera a buscarnos.
La magnífica montura llegó volando con gran velocidad. Ayudé a Vikina a montar, pero seguía sin poder mirar su rostro fijamente.

Volamos en silencio de regreso a Issenheim. Sentía que Vikina no estaba cómoda, y yo tampoco me sentía del todo bien. No era por el hecho de las heridas, sino por saber lo que le había sucedido a ella. Casi sin quererlo, tomé su mano en silencio, sin mirarla. Así es como permaneció todo el viaje de regreso.
Al llegar a Issenheim, los Sha conversaban con mi padre. Desmonté con gran velocidad y me acerqué con rostro furioso.
Tú!! grité con ira hacia el líder Sha he jugado a tus malditos juegos, he aceptado tus rídiculas condicones!! ¿Por qué has permitido que pasara?! grité enfurecido. El Sha me miraba sin llegar a comprender, y mi padre pensó que estaba fuera de mí. Sé que sabes a que me refiero, no sé qué bastardo lagarto ha sido, pero alguno de los tuyos se ha atrevido a violar a Vikina!! Entrégamelo para que termine con su miserable existencia, o te juro que lo pagarás con sangre!! grité ya casi fuera de mí. Nunca había pensado que podría reaccionar así, pero ahora sabía cúal era el motivo... me había intentado engañar a mi mismo, alegando a mi deber como príncipe. Pero ahora era el hijo de Él, ya no tenía sentido limitarme a la estricta conducta que me habían impuesto. Por eso, pude despejar mi mente de dudas, en mi interior sabía que amaba a Vikina.

OR: Bueno ahi está el turno! Basicamente después de esto sigo con la busqueda de los elementos para la espada. Saludos!

[Tyr]

- Príncipe, porque ese ímpetu. Tu luchaste y te la devolví como querías, pero nunca acordamos en que condiciones. No me culpes de artero si las luces de la razón no te fueron dadas.
Tu padre da un paso adelante dice.
- Como te atreves a hablarle así.
Los guardianes del Sha interpusieron sus lanzas entre el rey y aquel comandante.
- Hijo, vuelve a atender tus heridas yo me encargare de dialogar con este Sha.
No te agradaba pero debías de retirarte, el ejercito Sha era muy superior al tuyo y la diplomacia no era algo que se te estaba dando.
Al darte vuelta notaste que nueve personas te seguían, al frenarte y verlos ellos se frenan y se arrodillan ante ti y el mayor, el mas anciano y el mas fuerte te dice.
- Mi señor Taleon, dios de dioses, te ofrecemos nuestras vidas a tu causa.
Habrá sido la perdida de sangre, no lo sabes, pero te sentías aturdido, primero estaba Seimus y su adoración, luego estos nueve que no eran mas que recios campesinos dispuestos a dar su vida por ellos. Un aura de luz te rodeo y no pudo ser contenida todas tus alas. Muchos mas cayeron arrodillados pero de entre todos se destacaban aquellos nueve.
- Mi señor.- Dijo el mas grande, anciano y sabio.- Hemos vivido mucho pero renacemos ante tu luz, no tenemos nombres, tu nos darás el que tu desees, danos la vida nuestro señor Taleon. (todo esto ocurría en las afueras del palacio)
A tu alrededor las plantas reverdecían, un pordiosero que no podía caminar se levanto solo para adorarte, unas prostitutas que por allí pasaban abandonaron su vida por solo contemplarte, cada vez había mas gente, toda aquella gente brillaba pero mas que nadie, Taleon luego, aquellos nueve.
- Sus nombres serán??????- dices solemnemente luego te diriges hacia el palacio.

allí ves a tu conocer encabritado por los guardias que no lo dejaban cruzar, también viste a Telsisus enojado como no creías capaz y a Vikina sentada en el suelo ayudada por un pobre que por allí pasaba preso de gran piedad. Te acercas y gritas enfurecido.
- Déjanos pasar.
- No puedo mi príncipe, ella no puede pasar, ordenes del rey.
- Me niegas el derecho de dejar entrar a quien yo quiera.
- Príncipe, nosotros debemos obediencia al rey no al príncipe y si tenemos que elegir siempre defenderemos a nuestro rey.
Estabas enfurecido y ellos temerosos de tu cólera pero se apegaban a la ley y no podías castigarles por ellos. Viste a Vikina en un aspecto mas miserable que nunca allí tirada, pidió acercarse a ti y te dijo.
- Este palacio no me puede albergar mi??? príncipe, pero tengo mi hogar, no es mucho pero podríamos entrar todos.
- Yo????- Ibas a replicar pero era suplica lo que veías en sus ojos, suplica para que la siguieras, sin poder sostener su mirada aceptas.

Caminas con una gran prospección tras de ti a la barriada mas pobre de la ciudad a un descampado donde una vieja granja se daba. allí había varias personas que se asustaron y enojaron al verlos, pero Vikina les hablo en un idioma que no conoces y no se interpusieron, luego se desmayo. Uno de aquellos se le acerco corriendo y la vio. Le paso una mano por el cuerpo le dijo.
- Ellos están débiles, entra tu y el niño, el resto no puede, no hay lugar para tantos.
Uno de los caballeros enarbolando sus puños lo toma de la ropa, mas bien del cuello y dice.
- Te atreves a darle una orden a nuestro señor.
- Atrás ????. el es el dueño de casa y estamos aquí por su hospitalidad.

Dentro de allí lo ponen dentro de una casa había mas personas todas retrocedían a tu paso. La llevaron a una cama donde había un cuadro con tu rostro. La tendieron en la cama y viste como aquel que estaba allí cambio a un Utsagui So (hombre conejo).
Le toma la mano y se la besa y dice.
- Pequeña, te lo advertimos, el humano solo te traería problemas.- Se da vuelta y dice.- Tu maldito bastardo, responderás con tu vida por lo que le a ocurrido.- Sin pensarlo aquel conejo fueron siete y te rodearon.- Primero tu, luego tus seguidores morirán.

Mientras todo esto se daba Deimus tomo la mano de Vikina primero, luego le rompió la ropa y con las dos manos en el medio del pecho dijo????.. (todo aquello les tomo muy por sorpresa)
?Taleon, hijo de El, Astarte gran diosa de la lluvia y la fecundida te pido que me concedas el poder del agua, el poder de curar a esta mujer, sana sus heridas, sana su cuerpo, por el amor de Taleon y todo lo divino ordeno a este cuerpo que sane?

Al decir estas palabras ambos comenzaron a brillar por unos instantes y notas como algo que fluyo hacia el. Sus heridas se cerraron y su ropa se volvió blanquísima, Deimus cayo al suelo agotado. Aquel So comenzó a conjurar, aquellos nueve So comenzaron a conjurar cosas distintas.
- Alto.- Dijo Vikina incorporándose, luego desaparece y aparece en frente tuyo con las manos extendidas.- Si lo atacas nos mataras a los dos.- Aquel So se detiene.

Ella se da vuelta, te mira a los ojos y te besa. Aquel beso te transporto al cielo, no es que tu vida palaciega te allá alejado de ciertos placeres, pero nunca nadie se te brindo con la pasión de ella, luego, te dio un terrible cachetazo y dijo casi gritando enfurecida.
- Maldito desgraciado, así que me quieres abandonar. Estas mas que loco que te dejare ir solo a tu gesta peligrosa. Ya no tengo aquel regalo que era para ti, pero de todas formas valgo. Mis poderes son superiores a los de las mujerzuelas con las que has estado.- (allí comienza a llorar).- No te podría dejar luchar y perderte, no me abandones, prefiero perder la vida a dejarte, por favor, déjame acompañarte, no seré tan descuidada de nuevo.- Lo ultimo lo dice llorando sobre tu pecho.

Bien Taleon, esa es la situación, te hallas en una caza llena de So con tus seguidores, los nueve y mas de una centena de marginados y algunos guardias que esperan tus ordenes. ¿Qué haces? Piénsalo bien, hasta El tenia dos mujeres que lo acompañaban y una de ella ni era guerrera.

Bien, mi querido jugador, dame una lección de cómo rolear en foro como has hecho hasta ahora.

[Isildur]

AXWELL ISSEN
La actitud burlona del Sha me hizo entrar ansias de destriparle allí enmedio... pero, en realidad yo nunca había sentido tanta ira como ahora. Siempre había actuado con temple, con la disciplina de un paladín. Sólo se me ocurría que o bien los poderes otorgados por Él o bien mis sentimientos por Vikina, me hacían actuar así.
Me marché tal y como pidió mi padre:
Está bien padre, perdonad mi impulsiva actitud, pero este Sha ha actuado con total cobardía y malicia. Además, la persona de la que hablo, es alguien muy importante para mí. dije. Quizás a mi padre no le gustarían mis últimas palabras, pero debía hacerse a la idea.

De camino a palacio, me encontré con nueve hombres que parecían seguirme. Me detube, y pregunté sobre sus intenciones. Al parecer, también me adoraban... ¿cuál era el límite de las bendiciones de Él?
Bien acompañadme. Os bautizo como Lauth dije mirando al mayor de todos, al resto empecé a nombrarlos uno a uno mientras ponía mi mano sobre sus cabezas; Terry, Solomon, Mikaelson, Tarkas, Ebué, Mefistos, Gaund y Uriel.

Tras ello encontré de nuevo a Vikina con aspecto lamentable. Los guardias de palacio negaron su entrada, ya que cumplían las órdenes de mi padre. Mi padre no la conocía realmente, era sólo su decisión de que la gente que entrara en palacio fuera solo de nuestro linaje, es decir, humanos.
No quise tomarla con los guardias, al menos, cumplían bien con su trabajo.
No había otro remedio que buscar otro lugar donde pudieran atenderla.
Vikina sugirió su propio hogar, y puesto que no habían más alternativas por el momento, accedí.
Viajamos a las afueras de Issenheim, a una especie de granja.
Allí, nos encontramos con un variopinto grupo de So, los cuáles deberían ser conocidos de Vikina sin duda.
Sus exigencias no me sorprendieron, pues debido a Vikina, sabía que los So eran una raza orgullosa y que no cejaban en su empeño. No había más opción que acceder a su petición, entraríamos sólo Dheimus, Vikina y yo.
Al entrar un retrato de mí llamó mi atención... ¿cuanto tiempo debería llevar allí? Intenté averiguarlo por la edad que aparentaba en la pintura, y ciertamente parecía que no era de la semana pasada precisamente.
Miré el cuerpo magullado de Vikina y admiré su convicción de que algún día yo correspondería a su amor, como ahora sentía.

Dheimus usó sus poderes curativos para destablecerla del todo. Sin duda el mozo sería de gran ayuda en nuestra venidera búsqueda.
Apenas estubo recuperada, Vikina se lanzó a mis brazos y me entregó su amor con un beso que ardía de pasión. Ninguna de las mozas de palacio que había cortejado hasta ahora, me había dado esa sensación de querer que el mundo se detubiera en ese instante, para poder saborearlo eternamente.
Pero el beso terminó, y esta vez Vikina me golpeó con cierto gesto enfurecido.
Tras sus palabras, la estreché entre mis brazos, mientras ella lloraba.
No... yo no podría seguir adelante si algo te sucediera. Por eso te pedí que te quedaras a salvo. Pero, ahora dudo que pueda empezar el camino siquiera si no vienes conmigo... porque me dí cuenta, cuando estabas al borde de la muerte de... que... te amo. dije casi en un susurro.

Tras aquella escena no podía dormirme. El mundo me necesitaba, me lo dijo Él. Debíamos de terminar de construir mi espada antes de todo. Ni siquiera teníamos el sulfuro de demonillo, que era lo que había decidido empezar a buscar. El bosque de los Sha no era seguro, por lo que llegaríamos al pueblo en el que había demonillos, volando. Llamé a Telsius mentalmente. El corcel vino raudo como siempre, y ayudé a montar a Vikina y Dheimus. Telsius era más grande que ningún otro caballo, además Dheimus y Vikina no eran muy corpulentos, por lo que podríamos viajar los tres a lomos de Telsius.
Aguardad un instante, tengo que hacer algo. dije a ambos.
Me acerqué al grupo comandado por Lauth.
Lauth, a donde voy no podéis acompañarme, aunque sé que lo deseáis. A cambio podéis hacer algo de gran utilidad para mí. Regresad a Issenheim, puesto que se encuentra a punto de ser asediado. Proteged a los débiles que allí encontréis. dije poniendo mi mano en su hombro.
Tras ello, lancé una fugaz mirada a los So.
No os preocupéis, trataré a Vikina mejor que a mi mismo. dije sonriendo.
Regresé a lomos de Telsius, y le acaricié para premiar su espera. Le dí orden de iniciar el vuelo, el sulfuro de los demonillos nos esperaba.

[Tyr]

Ibas volando a los lomos de tu montura con el único sacerdote verdadero que tenias y con tu amada Vikina a tu espalada en búsqueda del sulfuro de demoñillos.
Desde el cielo viste todas las murallas rodedeas de Sha, aquel ejercito era increíble pero también lo era las defensas de tu ciudad, un gran asedio había comenzado.

Al primer día de vuelo aterrizaron, no faltaba mucho para llegar pero necesitarían todas tus fuerzas para poder enfrentarte con los demoñillos. Aquel niño levanto dos carpas, una para ti y Vikina y otra menor para el, pero no con sus manos sino con sus rezos, el lo decía y lo repetía que no era digno de compartir una cama con tigo.

Ella te ayudo quitarte la armadura con increíble diligencia. Una ves que te vio con su ropa se te abalanzo con increíble fuerza, te beso y te tumbo sobre aquella cama????.

Al día siguiente te levantaste con las fuerzas muy renovadas, y para ti toda la naturaleza te sonreía. Los pájaros cantaban tus alabanzas, el sol calentaba tu piel y bastaba con girar la cabeza para ver a la mujer que te había echo mas feliz durmiendo apaciblemente. El niño ya estaba levantado y había preparado en un fuego sin humo comida para ti y para Vikina y para tu montura, su rostro estaba colorado, y no de calor, parece que los sonidos de tu carpa habrían llegado a sus oídos.

Cuando estabas por continuar tu viaje un hombre semidesnudo, cubierto de mugre y costras se te acerca y se arroja a tus pies diciendo con la cara en el suelo sin animarse a mirarte.

- Mi señor, mi aldea esta cubierta por la peste y los muertos vuelven a la vida, por favor, bendícenos con tu presencia y acaba con todo aquello. Se que no soy digno siquiera de estar sobre tu sombra.- allí se corre y se aleja.- Pero hay allí mucha gente buena que no merece morir, por favor haz algo, te lo suplico señor de señores.

Pues bien, que haces, continuas hacia el sulfuro o ayudas a aquel miserable. Si sigues al miserable tienes libertad total en aquel lugar de lo que ocurra, pero te advierto, todos ellos se convertirán a la religión de Taleon y encontraras a otro sacerdotisa espontánea por el solo verte de cuidar de ellos i el guiarlos por tu ley a aquel pueblo jurándote por tu vida que en el futuro será de gran apoyo a tu ciudad, tu sacerdote apoyara sus palabras que dicen que son proféticas inspiradas por El.

[Isildur]

AXWELL ISSEN
Viajamos tranquilamente a lomos de Telsius. Disfrutar del aire en mi rostro era algo que siempre me había gustado. El pueblo de los diablillos no debería quedar demasiado lejos, por lo que decidimos hacer un alto en un claro del bosque donde descansar y pasar la noche.
Sorprendentemente, Dheimus levantó dos tiendas de campaña tan solo con sus plegarias. Una para él, y otra para mí y Vikina. Cenamos algo los tres, provisiones que traíamos de Issenheim. Tras ello, volvimos cada uno a sus tiendas. Vikina me ayudó a quitarme la armadura, y la abracé con fuerza cuando se lanzó hacia mis brazos. La noche fue intensa, por primera vez pude gozar del calor de su cuerpo.
En la mañana, me despertó el olor del desayuno preparado por Dheimus, el mozo era toda una joya!
Tras el desayuno nos dispusimos a recoger, y desmontar el campamento. Ya me había puesto la armadura, y estabamos a punto de partir, cuando un desconocido hizo aparición. Su estado era lamentable, y parecía estar en mal momento. Al explicar lo que sucedía, lo debatí mentalmente un largo rato.
[b]Bien, os diré que tenemos prisa por resolver ciertos asuntos de gran importancia. Pero asimismo no puedo dejar a vuestro pueblo perecer a manos de los muertos vivientes. Llévanos hasta allí.[b] le dije.

[Tyr]

Caminas por entre un campo de cultivo realmente miserable. Los cultivos crecían ralos, las calabazas estaban podridas, las bacas muy flacas y algunas hasta muertas. No lo notaste, pero con cada pisada que hacías el pasto reverdecía un poco y hasta de un pozo seco comenzó a manar agua.

Llegaste hasta la casa de la granja donde te guiaba el campesino, desde allí se veía una columna de humo, al verla preguntaste que era aquello y te respondió.
- Aquello es el lugar donde quemamos los cadáveres con fuego y azufre para que la peste no nos ahogue.
A tu llegada te recibió un grupo de chiquillos, todos ellos sucios y con costras, algunas infectadas. Vikina, mostraba su rostro de zorra con cuerpo humano, algunos de los niños se le acercaron y tu la observaste. Ella los acaricio y te pregunto.
- No puedes hacer nada por ellos.
Tu sabias que si, que si podías ayudarlos, pero ayudar a todos ellos te llevaría mucho tiempo y tu espada no podía esperar, se lo hiciste saber.
Vikina se sorprendió al recibir esa respuesta y te dijo.
- Aquellos que están allí están sin fe esperando a que alguien los ayude, tu ciudad es fuerte, ellos no, cúralos con la ayuda de Dheimus yo haré con mis poderes lo que pueda, aunque no soy muy buena curando.- Dijo entre risitas.
En un día, aquel lugar fue el transportar de heridos, Dheimus curaba con sus rezos, tu con simplemente tocarlos y Vikina no hacia mas que hacerles la heridas mas livianas hasta que le tocaran su turno.
Nunca imaginaste tanta miseria en el mundo, los niños pequeños y desnutridos, con las panzas hinchadas de aire, las mujeres embarazadas que se le veían las costillas y las bacas que ya ni leche daban. Algo ocurrió al segundo día, comenzó a llover, cosa que los lugareños decían que no ocurría hace dos años. Hubo una noche en la cual algunos muertos decidieron no permanecer así se levantaron de sus tumbas, pero lo mas curioso, que te lo contaron porque no lo viste fue que el agua parecía quemarlos y finalmente terminaron en el suelo.
Pasaste una semana allí, y la lluvia duro tres días, luego de ello, nadie se explicaba como ni porque, no hubo mas contagios, las vacas comenzaron a recuperarse, los campos a reverdecer y los niños a recuperar peso.
Finalmente con el ultimo hombre sano decidiste irte. Los llantos de los niños fue grande, nadie quería que Dheimus dejara de contarles cuentos maravillosos de Taleon, ni que Vikina les enseñara trucos para divertirse no que tu te fueras, ya que la fortuna, desde que pisaras esas tierras solo había sido buena. Tu dijiste que si se guiaban por la ley suprema ?Ojo por ojo, diente por diente? todo iría también y que siempre que lo necesitaran tendrían su ayuda.
Cuando te ibas, cuando llamaste a tu montura una niña se te acerca y se tira al suelo con la cara a la tierra y luego, en esa posición te dice.
- Mi señor, soy joven, lo se, pero deseo ayudarte.
- Donde voy no necesito mas ayuda.
- Mi señor, creerás que no soy lo suficientemente buena, pero veras que soy capaz de hacer por ti.
En aquel momento la niña saca un cuchillo y lo pone sobre su mano derecha diciendo.
- Sacrifico mi mano para que veas que soy capaz de dar mi vida por ti.
Te tentaste en frenarla, pero sabias que no era capaz de hacer semejante cosa, entonces solo la miraste.
Ella, sin perderte la mirad en los ojos corto su mano derecha y con la otra se la vendo.
Aquello fue terrible te acercaste a ella, quistaste las vendas del muñón ensangrentó y uniste de nuevo su mano, como lo hiciste, no lo sabes.
La levantaste en los hombros y frente a todos con una voz muy alta y clara como la luz del sol dijiste.
- Este será el ultimo sacrificio que vera este pueblo y tu pequeña. (??? poner su nombre nuevo) guía con devoción este poblado.
Sin decir mas, subes a tu montura, todos lo hacen y te vas volando a los demoñillos.

Bien señor, tu tienes la libertad d describir como están organizados los demoñillos, si ocurre algo mas antes de llegar o lo que quieras menos el combate, eso lo decidiré yo.

[Isildur]

AXWELL ISSEN
El camino hacia el pueblo fue lamentable. El paisaje era desolador, y además, la gente que allí habitaba estaba en un estado lamentable. Me dolía ver aquellos niños desnutridos, aquellas madres sufriendo y esos parajes en los que la verdor había desaparecido. Incluso las vacas, eran poco más que animales moribundos.
Debía ayudarles. Pero, ¿cómo?
Decidimos quedarnos con ellos, el tiempo justo, ya que la espada aguardaba. Y debía construir el arma para poder abandonar estos parajes y propagar la palabra de Él en todo el mundo.
Con el simple toque de mis manos, conseguía que los enfermos sanaran. No era como mis poderes limitados de antes, si no un don innato de dimensiones inconcebibles.
Dheimus ayudó en las heridas de los niños, usando sus dones sagrados. Por su parte Vikina hizo algo muy importante, que era conseguir que toda aquella gente volviera a reír, gracias a sus trucos mágicos.
Mientras atendía a una niña con varias crostas en su cuerpo, la miré y sonreí ante sus juegos de luces que mostraban un conejo saltando entre aros de colores.
Así pasaron tres días, y decidí que ya no podíamos dedicar más tiempo al pueblo.
Por suerte, el pueblo ya se podía llamar pueblo, puesto que los campos habían reverdecido, las vacas volvían a dar leche y los niños y madres volvían a ser personas sanas.
Estaba a punto de montar en Telsius cuando se acercó una niña. Me pidió que la dejara venir, y le contesté que no era posible. Ella insistió y me ofreció cortarse su mano como muestra de su devoción. No creía que lo dijera de verdad, así que no intenté evitarlo. Ante mi sorpresa, sesgó con su cuchillo su propia mano.
La sangre llenó en suelo, más el el rostro de la niña no había llantos ni dolor. Sólo una sonrisa orgullosa de haber sido capaz de algo heroico.
Tomé su mano perdida y solo con desearlo esta volvió a formar parte de su cuerpo.
Tomé a la niña en brazos y la alcé.
Has demostrado que tu voluntad está más allá del sufrimiento. Este pueblo ha sufrido demasiado, por eso necesita de alguien con tu convicción. Yo Taleon, hijo de Él te bautizo como Rheila. Cuida de tu pueblo, un día serás capaz de seguirme. Pero ahora te necesitan aquí. besé su mejilla como un padre besaría a un hijo.
La dejé en el suelo y ví sus ojos llorosos. Sonreí y monté en Telsius.
Allí acabó mi estancia en el pueblo. Volamos hacia el pueblo de los demoñillos.
A simple vista era un lugar tranquilo... quizás demasiado. Las calles estaban desiertas, no se veía ni un alma.
Me concentré, si eran seres infernales debería de poder sentir su presencia.

[Tyr]

Fin del capitulo