Conversación del Capítulo II: Shiba Mugen y Kaneka

[Isildur]

Pues aquí ellos!

[Shiba Mugen]

Mugen invito a Kaneka a sentarse y luego con un gesto de su mano, sus shugenjas dispusieron a asegurarse que el cuarto fuese uno seguro para la conversacion.

Mientras tanto, mando a traer te y algo acompañar ya que aun no habia desayunado y quizas al Shogun le gustase. Nada ostentoso, mas una comida que ningun soldado debia dejar pasar.

"Konnichi wa, Kaneka-sama. Supongo que el asunto que os trae aqui es lo suficiente importante para hacer que la etiqueta espere unos momentos. Os escucho.", dijo Mugen con seguridad, yendo directo al grano, dejando los juegos cortesanos para mas tarde.

[Isildur]

Kaneka apenas mira el té, aunque si saborea el arroz a modo de desayuno.
Traeme shochu dice a una de las sirvientas.
Bien, agradezco vuestra presteza a solucionar este asunto rápidamente. Como habéis visto, Mugen-san, el Imperio corre un grave peligro. Locos como Matsu Iwashi-san pretenden sumirnos en el caos. Pero debo luchar por mantener el órden, mi deber como Shogun me obliga. Por ello necesito más hombres de entre las filas de Shiba. Cuando mi ejército sea respetado, entonces mis palabras serán respetadas. Es algo que tipos como Iwashi-san necesitan para comprender. la sirvienta trajo el deseado licor, y el Shogun empieza a saborearlo, mientras te mira fijamente a los ojos, con gesto serio, esperando tus palabras.

[Shiba Mugen]

Mugen se mantuvo callado por un instante, dejando que todas las variables se combinasen en su mente una y otra vez.

"Si yo pudiese aconsejar a alguien de vuestra posicion, Kaneka-sama, este seria mi consejo.", corriendo el te y sirviendose algo de shochu tambien, con una leve sonrisa en su rostro. Quizas cortesia, quizas picardia.

"No ha habido persona en este Imperio que haya podido sostener una contienda en contra de la Mano Izquierda y la Mano Derecha del Emperador al mismo tiempo. Iwashi-sama ha dejado clara su posicion, por lo cual os recomiendo que intentes sanar cualquier herida que vuestros actos pudieran causar con Yukiko-sama, Kaneka-sama. No importa quien tuviera razon, Shiba me ha enseñado que el orgullo nunca debe interponerse cuando uno lucha por un bien superior. Quizas vuestra esposa, Doji Yasuyo-sama, pueda ayudaros con vuestro acercamiento a la Grulla. Necesitareis hombres de todos los clanes posibles. Quizas Akodo Ginawa-sama... Disculpad, aun no me acostumbro al cambio, el monje Gennai os pueda ayudar en la relacion con los Akodo y asi poder mostrar al Leon vuestra verdadera faz y sumar aliados entre ellos nuevamente.", mirando la taza donde aunque queda algo de Shochu.

"En el pasado, tanto el Unicornio como el Mantis han sido vuestros aliados. Ante el silencio durante vuestra entrada, diria que aun teneis grandes chances de que se pongan bajo vuestra ala, Kaneka-sama.", acabando con el resto de licor en su taza.

"Las intenciones actuales del Cangrejo aun son un misterio para mi, pero tarde o temprano, eso estara solucionado. Y con respecto a Fujiwa-sama, solo os puedo decir que ese hombre esconde mas de lo que aparenta. Y que quizas esteis interesado en saber que sus tropas se estan moviendo, lo mismo que las del Cangrejo.", dejando que estas palabras hicieran eco en la mente del Shogun.

[Isildur]

El Shogun escucha atentamente todas tus palabras, pero a cada frase parece mostrarse más nervioso. Finalmente, tras haber terminado de hablar, añade con tono áspero:
Vos lo habéis dicho, Mugen-san, si vos pudiérais aconsejarme... Pero no podéis, aunque respeto vuestras palabras, creo que no comprendéis mi deber. Un farsante insulta al trono con su presencia, y como hijo de Toturi y defensor de su Dinastía, no puedo tolerarlo. Debo actuar de inmediato, antes de que sus allegados crezcan. Por eso el único remedio es erradicar a aquellos que le son fieles; incluída la Grula tras su sentencia, responde a la otra parte de tus palabras. Mi esposa Yasuyo-san tiene sus deberes, yo los míos. No tiene nada que ver con esto. En cuanto a Gennai, ya no importa ahora lo que él pueda decir. El Unicornio y la Mantis serán respetados y acogidos a mi causa, mientras demuestren su clara afinidad a la Dinastía Toturi, que de momento, no ha sido el caso.
En cuanto al Cangrejo, de momento no me preocupan. Sólo son como unos niños histéricos.
Y quizás Fujiwa-san sea peligroso, pero en todo caso ya os he dicho cuáles son mis prioridades. Así que os lo preguntaré una vez más, por el bien del Imperio. ¿Váis a cederme hombres, Mugen-san? dice esperando tu respuesta.

[Shiba Mugen]

"Tendrais a cada Shiba que desee unirse a vuestras filas, Kaneka-sama. Me limitare a conservar el minimo de numero de hombres necesarios para poder defender las tierras del Fenix.", dijo Mugen en un tono demasiado serio para que su demasiada generosa oferta pudiese ser tomada en broma.

"Sin embargo, no debeis olvidar que el Fenix es un clan cuya meta principal es tanto la paz como la tradicion. Por mantener vuestro linaje lucharemos a vuestro lado, mas vos debeis luchar por la paz tambien. Si deseais el apoyo del Fenix, entonces vos mismo deberais hablar con Doji Yukiko-sama y convencerla de su error. Yo hare lo mismo con Matsu Iwashi-sama. Si no teneis exito, entonces tendras el apoyo total del Fenix en restaurar el linaje Toturi al lugar que le corresponde. Si yo no tengo exito, habra un Campeon menos.", su tono de voz demasiado frio para alguien perteneciente a la familia Shiba.

[Isildur]

Kaneka sonrió al escuchar tus palabras, más tras lo último pareció volver a su serio rostro
No pretendo hacer una masacre, Mugen-san. Pero el tiempo apremia, y cada hora que pasa Satoshi-san extende sus redes sobre más objetivos, le conozco bien.
Por eso no hay tiempo de dudas ni esperas sutiles. Hay que actuar. El León no me preocupa; su daimyo ha demostrado ser alocado e inexperto, y la moral de sus hombres sigue baja. Así que mi objetivo es la Grulla. Necesito preparar a mi ejército y marchar a Kyuden Doji. Si Yukiko-san es tan astuta como parece se rendirá a tiempo, aceptando mi linaje como el único posible. Eso servirá del mismo modo para advertirle a Satoshi-san que les ocurre a aquellos que le siguen. El Shogun tomó una pausa en su eufórico discurso. Entonces, ¿me entregaréis 15,000 Shiba?

[Shiba Mugen]

"Enviare una carta a Shiro Shiba pidiendo 15000 voluntarios para unirse a vuestro ejercito entonces, Kaneka-sama.", dijo Mugen sin duda en sus palabras, haciendo exactamente lo que dijo que haria.

"Mientras este ejercito se reune, tendreis el tiempo suficiente para poder hablar con Yukiko-sama en persona y sañar cualquier diferencia que hubiese entre ustedes. Cuento con que tengais exito en esto y que no sea una necesidad alguna presentar ningun ejercito en tierras grullas. El Fenix no derramara sangre en vano mientras queden vias posibles para la paz."

[Isildur]

Kaneka te mira a traves de sus cálidos ojos. Por un momento piensa tus palabras, llevado por el ansia de que su fuerza sea respetada.
Vuestra devoción por la paz es admirable, Mugen-san. Más como ya he dicho, el tiempo va en mi contra, y en el del futuro justo del Imperio. Sólo porque me lo habéis pedido, enviaré una carta a Yukiko-san mientras preparo mi ejército. Si en ella comprende la necesidad de desenmascarar a Satoshi-san, entonces no me veré necesitado de atacar sus tierras. Si no es así, comprobará por la fuerza del honor que estoy en la senda correcta.
Kaneka me mostraba demasiado ansioso como para entablar diálogo. Almenos, habías conseguido que se dignara a enviarle una carta.
Bien, está aclarado todo pues. Enviadme a los hombres cuanto antes, estaré esperándolos en los límites de tierras Grulla. Ha sido un honor ver que sois un digno Campeón, y que vuestra senda es la mía. Te saluda respetuosamente, mientras se levanta y se prepara para marcharse.

[Shiba Mugen]

"Esperare con ansias las noticias sobre vuestra carta a Yukiko-sama, Kaneka-sama.", dijo Mugen con una leve sonrisa.

Se paro para mostrar a Kaneka la salida de la habitacion.

"Debo suponer que pronto me podreis informar si alguno de vuestros hombres consigue averiguar algo sobre las extrañas muertes de todos los campeones. Especialmente, la de Mirabu-sama.", recordandole en cierta manera, que el habia jurado fidelidad al Fenix y que tambien era su deber averiguar que habia sucedido con su difunto antecesor.

"Que las fortunas sigan brillando en vuestro camino, Kaneka-sama. Y que la sabiduria de los Cielos guien vuestros actos. Ha sido un honor el poder conoceros."