El Valle de la Daga

El Valle de la Daga se tambalea debido a una serie de sanguinarias
incursiones de los drow. Una grave amenaza para todo el mundo de la
superficie crece en Maerimydra, la ciudad de los elfos oscuros asolada
por la guerra, y se necesitan héroes intrépidos para descubrir su
origen y destruirla... si pueden.

Director: Ellifain.
Jugadores: Dantrag, Attila The Hun, Anarion, Gnomius, Asgareth.
Jugadores Reserva: --
Plazas libres: 1.
Periodicidad de los turnos: 1 vez por dekhana (10 días).

Moderador: Ellifain

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attilathehun
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Re: El Valle de la Daga

Mensaje por attilathehun »

Edwin

Con la mente en lo profundo de confusas meditaciones, Edwin recorría los alrededores del campamento en búsqueda de peligros que de seguro, si lo hubiesen encontrado en ese estado de ensimismamiento, habrían acabado con él fácilmente. Muy dentro de su ser, parecía que el mismo demonio conspiraba contra él.

Tais, llenaste mi alma por primera vez y dejaste solo dolor en tu lugar? y tu Takari? Quizás siempre quise que ocupases ese espacio y nunca me atreví a decírtelo, a sincerarme? conmigo?
Sheilah? de ti no tengo juicios, ni pensamientos, ni ataduras. Luego de muchos años hice solo lo que sentía y me pedía mi corazón sin sentir remordimientos, y gracias a ti. Quizás por eso te cruzaste en mi camino, quizás eso debo aprender de ti.


Detrás de sus ojos fuertemente cerrados por unos segundos, imágenes rápidas surcaron los turbulentos remolinos de su memoria, para ser aplastados por el fuego: el fuego que de a poco y sin piedad consumía los cuerpos de sus antiguos camaradas. Movió con fuerza lado a lado la cabeza, abrió los ojos y miró a las estrellas, para seguir caminando de regreso sin pensar en nada más que en su inalterable belleza.

Escuchó los cascos del corcel a lo lejos y aceleró el paso, pero cuando vio quien venía detrás quedó perplejo: de su mente desaparecieron los fantasmas, por su cuerpo corrió la adrenalina y no podía dejar de sonreir de la emoción. No iva a dejar que los protocolos volvieran a encarcelar sus sentimientos y corrió hacia allá. Ya cerca, caminó a paso rápido: su hermano ?Vandor?, como le gustaba que lo llamasen, estaba allí con él luego de más dos años de su última charla.

Se frenó ansioso y ni bien terminó su reverencia avanzó y le dio un fuerte abrazo. Quería contarle tantas cosas, confesarle tantas otras, llorar, reir? pero nada de eso salió. Solo un abrazo repleto de sentimientos que parecía decirlo todo.

_Vandor, hermano? _
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gnomius
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Re: El Valle de la Daga

Mensaje por gnomius »

Senithen

El sonido de los cascos de un caballo que se acercaba a un buen trote anunciaba el regreso de Táis. Senithen fue a recibirla junto al resto del grupo, y vio que en el caballo traía a un pasajero... ¿Edwin? El bardo miró a su derecha para asegurarse. Efectivamente, Edwin estaba allí junto a él. Senithen no pudo evitar el gesto teatral de frotarse los ojos con los puños cerrados.

- Vaya, si hace horas que no tomo un trago...

Los recién llegados desmontaron, y Edwin y su clon se fundieron en un abrazo. Senithen esperaba que de esa unión naciera un solo ser, como en la Canción de Fellegor, donde se contaba como los Dioses separaron la parte malvada del héroe en un anti-yo con personalidad propia. Pero no... la explicación de aquel fenómeno fue mucho más prosaica y menos romántica. Edwin Segundo se presentó como Vandor, amado hermano gemelo del primero.

- Bienvenido seas, Vandor. Toda ayuda es bienvenida a este pequeño pero valiente grupo. Yo me llamo Senithen,- se presentó con una florida reverencia-, bardo y poeta de vocación, y guerrero por obligación. El semielfo del arco es Draelion, la preciosa dama de allí con pintas de poder patearte el culo es Hildegard Javath, y esa bola de pinchos a la que le asoma una barba es en realidad un enano: el gran guerrero Torgar Battlehammer.- concluyó con una sonrisa.

Táis le echó una mirada de reproche por tomárselo todo a la ligera. Senithen le devolvió una sonrisa mientras se enocgía de hombros. No quería estropear el emotivo reencuentro de los hermanos, pero no tenía sentido ponerse melodramático, y menos en la situación en que se encontraban, a campo abierto y seguramente en peligro de muerte. Aún había drows itinerantes por los alrededores, y se acercaba la noche.

- Algunas protecciones mágicas por el lugar no estarían de más, pero si no contáis con ellas tendremos que conformarnos con hacer guardia por parejas.- dijo Táis. Sus ojos se pasearon una vez más por el lugar- No podemos descartar que esta noche ocurra otra incursión, sin contar los peligros de la región. Concretemos las parejas para las guardias.- propuso sentándose al lado de la hoguera, e invitando a los demás a hacer lo mismo.

- Me ofrezco volutario para la primera guardia, ¡señor!- dijo Senithen con una burla del saludo marcial y su sempiterna sonrisa en el rostro.
Perdita pensaba que desobedecer las reglas era, de alguna manera, interesante. Agnes pensaba que reglas como "No caigas en este enorme pozo lleno de estacas" estaban ahí con algún propósito.
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