Mercenarios
Moderador: guli
Mercenarios
Hola!
Este apartado será para las fichas. Las iré actualizando conforme se produzcan cambios.
LA FICHA
Nombre, sexo, edad, procedencia - cualquier nación de las existentes -, descripción física, carácter ( sois mercenarios, aunque esto no significa que tengáis que ser malvados necesariamente - posibilidad factible -. Vamos, el espectro va desde gente sin ninguna clase de escrúpulos a otros que tienen ciertos principios, valores o moralidad racial. Vosotros/as mismos. Eso sí, el perfil psicológico tiene que ser bien marcado) ; aptitudes, habilidades e historia.
La clase. Gente de armas, desde el bárbaro, soldado, guerrero típico, caballero desviado del camino, amazona?etc., etc? Posibilidad de mago-hechicero/a.
Armas y equipo. Lo que podáis cargar, el límite es el peso. Nada mágico - evidentemente vale un amuleto que el psj crea que tiene ciertas propiedades -.
Magia/brujería. Esto lo comentaré con quien elija a un hechicero/a . Podrá llevar un útil con propiedades taumatúrgicas.
Tres formas para cumplimentar la ficha:
DESCRIPTIVA: Narración detallada del psj y su historia - no hace falta que sea larga pero sí lo suficiente para darle un buen trasfondo al psj, tampoco es necesario tres páginas -, de donde yo definiré sus atributos y niveles. Esto os da la posibilidad de diseñar a la medida y con más "cariño" a vuestro psj y sus habilidades. Pensad que cuantas más tenga en general será menos bueno con ellas y a la inversa, aunque siempre habrá una - o dos - en la que realmente destaque. Pueden ser las que queráis, conforme a vuestra clase, físicas, intelectuales o psíquicas; no pongáis más de ocho. No olvidéis defectos o limitaciones. En cuanto a esto último, puede valer tanto una deficiencia física como psíquica; tener enemigos aquí o allá también sería una penalización o incluso decir que se es muy valiente o muy orgulloso, o excesivamente curioso. O ingenuo. Las variantes son muchas.
DESCRIPTIVA también pero las habilidades, atributos y características por niveles en plan listado. Se trata de ir escribiendo lo que se considera más importante y relevante - si es necesario os paso un inventario de posibles rasgos y competencias.
ALEATORIA: pues eso, tiramos dados. Te haces un psj, decides que características tiene y que el azar decida en cual eres mejor. Aún más extremado pero factible es que incluso yo decida las habilidades y tire dados a ver. Pero mejor esto último no. Curraros un poco el tema.
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Bajas
Gazár da Varga Muerto en combate
Ingen Muerto en combate
Xhuar `Ner Se marchó con Lannia
Drauglin Muerto en combate
Reik Muerto en combate
Kumai Muerto arrojado al abismo
Lannia Se fue a las montañas nevadas del norte, a su tierra.
Wotan No se sabe
Gotrek Marchó a su tierra, Hiperbórea
Ifigenia No se sabe el rumbo que tomó su vida
Mai Ling Muerta en el Laberinto en la isla de los confines helados al norte de Vanaheim
Ghal-Tir, Muerto en el Laberinto en la isla de los confines helados al norte de Vanaheim
Raughar Desparecido en el Mar de Vilayet tras el encuentro con un dios-demonio
Arpello Desaparecido en el Laberinto de la isla en los confines helados al norte de Vanaheim
Aniuska Perdido su rastro en Argos
Gael Than Perdido su rastro en Argos
Ragman
*Nombre.-Ghal-tir
*Sexo.-Varón
*Edad.-27
*Procedencia.- Argos
*Descripción física.-Tamaño medio y complexión abultada pero dentro de lo normal, algo músculoso pero más bien curtido. De piel azotada por el sol, cabellos negros y largos poco cuidados, ojos penetrantes y hundidos, nariz aguileña, grande y larga, labios finos y agrietados. Dientes amarillentos y alguno podrido.
Básicamente feo. De silueta enjuta y casi esquelética, pero de brazos fuertes y piernas rápidas. Marcas de latigazos en la espalda y una cicatriz cerca de los riñones de una daga o una espada. Viste con botas altas, ropa simple de color marrón o gris, una capa de piel sobre los hombros, guantes de bandas y poco más. Parece más un campesino que un mercenario.
*Descripción mental.-No confia en nadie, tiene una lengus viperina y esta dispuesto a todo para seguir adelante. Sabe trabajar en equipo si eso equivale a salvar el cuello, pero no sentirá nada de compañerismo o amistad hacia otros. El amor es una ilusión, solo existe el placer y los desxeos cumplidos. Los pecados son solo esas cosas que es más divertido hacer, no algo que este prohibido o mal visto. No tiene vergüenza de si mismo ni de lo que hace. No se oculta. Es algo orgulloso aunque no por ello estúpido. Rechazará una pelea si sabe que tiene posibilidades de perder y si tiene que luchar buscará alguna manera, sucia, de ganar o escapar. No es un cobarde, sabe luchar bastante bien, pero a veces le parece inncesario hacerlo. Es sensato y cabal. Temeroso de las maldiciones y la magia aunque no por ello se achanta si hay metales valiosos de por medio. Misógino por naturaleza(si, es lo que estas pensando, es un cabrón...xd), también repudia a los negros(a los que considera salvajes) y por supuesto a los sacerdotes de cualquier culto. Adora las buenas armas y las construcciones navales(son unas de sus pasiones además del odio). Es posesivo, materialista, desconsiderado, ofensivo, poco respetuoso, poco limpio y sobretodo burlón. No como una persona normal si no que tiene a reirse de cosas que no suelen hacer gracia a quien las vive. Disfruta bastante con el sufrimiento ajeno. Eso le trae problemas. En el campo de batalla, una vez decidido a luchar, no se arriesgará en exceso salvo que no hacerlo signifique perder. Es paciente y esperar, como en la vida, al que el otro falle, entonces emite una de sus risas de hiena rasposa y clava su arma sin consideración. No tiene piedad, saquea a los muertos, las tumbas, casi no tiene escrúpulos. Es la clase de persona que corteja a la viuda en el funeral de su marido. No es un traidor pero la lealtad es solo una palabra. Deber, honor...tonterias. Al final, en la oscuridad de la noche, lo único que le consuela es una cama caliente, la bolsa bien llena y una espada del mejor acero de Hyrkania. Un alma atormentada que no está triste, no se arrepiente de lo que hace y sobrevive día a día riéndose de los que se quedan atrás. Es un bastardo malnacido en el que aún debe de quedar algo bueno dentro de él, pero como siempre dice. "Eso amigo es como los misterios de la Costa Negra, está por descubrir".
*Habilidades.-
-Combate con espada(esta principal por narices).
-Hombre culto. Amplios conocimientos sobre Teología, además de que sabe hablar y escribir en diversos idiomas y lenguas. Sabe leer mapas, interpretar símbolos, guiarse por las estrellas. No ya por esperiencia sino porque lo ha leido y ha recibido una buena educación. Así pues tiene diversos conocimientos sobre varios temas aunquen su fuerte es la Teología y los idiomas.
-Lanzamiento de cuchillos.
-Navegar.
-Cabalgar.
-Seguir rastros.
-Orientación innata(lo que él llama suerte).
*Defectos.-
-Mala presencia.
-Su personalidad tiene casi tantos defectos que le hacen parecer desagradable después de haber intercambiado con él un par de veces. Falta de respeto, de amor propio, pensamientos crueles, total falta de generosidad, caballerosidad, honradez...
-Enemigos en su tierra natal(él suele decir que él no tiene enemigos, si no que toda su tierra tiene un poderoso enemigo, él).
*Equipo.-
-Espada larga de combate.
-Cuchillos, para arrojar. Una docena. Por todo el cuerpo. En botas, cinturón, la parte baja de la espalda, el interior de los muslos, antebrazos y dos más largos en el pecho. Y tiras de cuero y fundas para fijarlos.
-Yescal y pedernal.
-Dos antorchas.
-Provisiones.
-Cantimplora con agua.
-Pequeño espejo de metal(para afeitarse no...xd)
-Un par de frasquitos con venenos para las armas ( uno de ellos es loto negro ).
Guantes de cuero.
-Botas altas de monta.
-Ropas ligeras, oscuras.
-Capa de piel, blanca al ser posible.
-Peto de cuero endurecido.
-Vendas.
-Algo de dinero.
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Be´lakor
Nombre: Gotrek Stelios
Sexo: Varón
Edad: 28
Procedencia: Haloga, por esa zona.
La clase: Guerrero.
Descripción física: Un hombre alto, de cerca de dos metros, y enormemente musculoso. De pelo castaño, casi pelirrojo y ojos negros. Posee la piel a juego tostada e increiblemente curtida. Es de rostro más o menos agraciado.
Carácter: guerrero (es decir, combatiente). Posee un elevado honor lo que no le impide cobrar por sus trabajos. Le encanta el combate y la guerra aunque no es un saqueador. Defiende la diferencia del guerrero con el civil, siempre que se cumplan ambas partes, uno defiende al otro, y el otro lo sustenta con alimentos u otras cosas.
Aptitudes y habilidades: (de más a menos)
Luchador: ante todo es un guerrero sin parangón; en el combate individual apenas tendría rival.
Curtido: apenas lleva ropa pero su piel es resitente como lo seria el cuero endurecido. Además, resite mejor el frío y las inclmenecias meteorilogicas
Fortachón: eso, es muy fuerte.
Escudo: es un experto en el uso del enorme escudo tanto para parar como para atacar golpeando.
Guerrero: especialmente con espada corta, lanza y jabalina.
Carismático: es especialmente poderoso en este sentido con guerreros. Mientras que los de su calaña se ven con la moral más alta a su lado, otros son facilmente intimidados.
Defectos:
Instinto suicidad (o temeridad): constantemente demuestra quien es el más fuerte, el mejor guerrero, y eso le lleva a ponerse en peligro.
Tuerto: perdió un ojo en una lamentable batalla y desde entonces se la tiene que arreglar sólo con el derecho.
Historia:
Gotrek se crió en una tribu del frío norte cerca de Haloga. Fue el hijo menor de una familia importante y se convirtió rápidamente en un poderoso guerrero, incluso antes de cumplir los 18 años.
Por aquel entonces ya era un hombre grande y músculoso, violento incluso. Demostró su valentía en multiples ocasiones y con el paso del tiempo se fue ganando el respeto de todos aunque a él cada vez le interesaba menos.
Su vida hubiera sido tranquila de no ser por los aconecimientos que ocurrieron en una tarde de verano. Por aquel entonces, con 25 años, era el capitán de una valerosa tropa. Inspiraba una gran moral a su hombres. Tanta, que nadie le corrigió cuando quisó frenar a un ejército invasor que se acercaba con lentitud. El ejército, que no era muy grande, hubiera sido detenido cerca de Haloga sin problemas pero Gotrek no quiso esperar y cargó con sus hombres.
Tal fue la matanza que los invasores dieron media vuelta y huyeron. Sin embargo, sólo quedaron con Gotrek una decena de hombres cubiertos de sangre y, al regresar a casa, se le castigo por su imprudencia con el exilio. Gotrek los despreció a todos y, dando media vuelta, se marchó por siempre.
Han pasado tres años desde esos acontecimientos y el capitán Gotrek trabaja en el sur como mercenario o matón. Lo hace por sobrevivir y está dispuesto a cobrar menos por participar en una batalla de verdad, aunque la mayoría de sus trabajos son insultantemente fáciles.
Equipo:
Escudo redondo grande y metálico
Un par de lanzas equilibradas para lanzar
Espada corta
Provisiones varias
Capa roja
Taparrabos de cuero
Brazales y espinilleras de cuero endurecido.
Hierbas de mascar
Botas
Dinero
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Lordarzun
Nombre: Whosoran 'El estrangulador'
Raza: Hyrkanio (criado en Turan)
Altura 1,90 130 kg
Edad 34
Descripción física:
Un hombre alto, corpulento, de aspecto brutal. Bastante gordo, quizás sin demasiado fondo físico, pero con una gran fuerza intimidatoria. Es peludo y de piel tostada. Su cara es ancha, sus ojos ligeramente rasgados, nariz rota, pequeñas cicatrices y su intensamente bronceado rostro está arrugado por la constante exposición a lejanos soles. Se deja bigote, un enorme mostacho, desde un viaje a Zingaria.
Historia:
Whosoran es hijo de una princesa Hyrkaniana, tomada como rehen por los ejercitos de Turan. Recién nacido, fué llevado a Turan junto con su madre. Sus captores Turanos esperaban apaciguar la tribu a la que pertenecia Whosoran de este modo. Los años pasaron y las negociaciones no avanzaron mucho. Durante esos años, sin embargo, sus captores les trataron bien. Whosoran aprendió a leer y a escribir, educado como un noble Turano..y, aunque se le negó el adiestramiento con las armas, nada le faltó de nada; ni alimento, ni ropas, ni conocimiento. Bien es sabido que los turanos sienten hermanamiento por el pueblo Hyrkanio -aunque no con los bandidos de dicha raza-. Sin embargo, años más tarde llegaron órdenes del gobierno de Turan;
Tras diez años de amable prisión, serian ejecutados, sin más. Una lección para los de su pueblo.
Whosoran, a los que sus amos le habian cogido aprecio, fué dejado marchar, huyendo a través de los campos y las campiñas..llegando finalmente a la árida región de Yaralet. Aunque muy joven, Whosoran trabajó duro allá donde fué, pero no se dejó atrapar por oficios o empleos, escapando siempre que tenia opción. Sus recuerdos iban una y otra vez a su madre. Y la furia le embargaba. ¿ No podrian haberles dejado marchar a los dos? Sufrió golpes e insultos, fué dejado como muerto un par de veces en las veredas de los caminos. Se volvió vengativo, como un perro rabioso. Pero frio, metódico. Se creia superior a toda esa chusma. Todo el que le golpeaba, más tarde o más temprano, se arrepentia para el resto de su vida, si conseguía sobrevivir.
Whosoran a los quince años era ya grande y alto. Todavia no tenia la gordura posterior, pero si tenia la fuerza y la rabia. Viajó y se alistó como soldado con el ejército de Turán. El adiestramiento militar era duro, pero a Whosoran le gustaba, se sentia realizado. La intermitente vida del soldado, comer, guardias, trabajar, furcias, matar y morir. Esa era una buena vida, sin complicaciones. Eventualmente, años más tarde, pasó cerca del lugar donde su madre se quedó. Indagó ligeramente entre los soldados de su compañía.. pero nadie sabia nada de una princesa Hyrkania prisionera. No le importaba en realidad.
La vida del soldado era, cada vez más aburrida. Su fuerza y su ferocidad, acrecentadas tras luchar en la costa oriental del Vilayet contra bandoleros de su propia raza, eran merecedoras de más oro que el escaso salario de un sargento o el ocasional pillaje. Con veintiocho años cumplidos, doce en el ejército de turán, se retiró de la vida de soldado. Intentó vivir una nueva vida..pero Sólo sabia matar y emborracharse e irse de putas. Sabia leer y escribir..no habia olvidado eso. Pero sumergirse en la lectura, en la historia, en las artes, le traian un doloroso recuerdo...el recuerdo de una vida mejor. El recuerdo de lo que pudo ser y no fué.
Se convirtió en un mercenario. De los más caros. Su amplia experiencia militar le fué de ayuda comandando pequeñas unidades de bastardos indisciplinados. Su brutalidad y su aspecto le ayudaban a mantener a raya incluso a los más rebeldes y sanguinarios mercenararios.
Descripción psicológica:
Whosoran es inteligente. Es de rápida comprensión y no se encoge de hombros ante razonamientos filosóficos o ante las artimañas diplomáticas. Pero desprecia rudamente cualquier religión, filosofia, arte, libro, escultura o ciencia. Whororan es fuerte, no admitirá nunca, ni para sí mismo, que añora el arte y la ciencia. Por eso, demuestra su fuerza destruyendo lo que es bello para los demás. Whosoran es despreciable en ese sentido. Su amarga risa es una pesadilla para los que aman algo o a alguien. Sus comentarios son duros y crueles, infantiles pero dañinos.
Normalmente, sin embargo, Whosoran es incluso campechano. Su sonrisa y unas palmadas en la espalda son intimidatorias. Tódo en él es intimidatorio. NO sabes si esa palmada se va a convertir en una presa en tu cuello.
A menos que se le impresione de algún modo, trata a todo el mundo cmo basura. La lealtad y el honor no están en su vocabulario, aunque sí lo están la responsabilidad y el oro..y su palabra, aunque nunca la da. Quieres lealtad y honor? Dame oro.
Sin duda Whosoran sigue pensando en su madre. Pero no lo admitirá, pues cualquier cosa relacionada con su felizl pasado le trae desazón.
Sus ideales/objetivos..bueno, son difíciles de conseguir. Si se le ofreciese un título, cantidades ingentes de oro, la posibilidad de vengarse de los turanos y después paz..entonces sin duda aceptaría. Cualquiera, incluso él, sabe que cosas así no pasan nunca. Para que ilusionarse o soñar?
Se podria decir que el pasado tiene un gran peso sobre Whosoran. No tiene más objetivos que el dia a dia, su placer personal y hacer sus trabajos.
En cuanto a escrupulos..tiene bastantes pocos escrúpulos. En combate y contra a los que odia es cruel e inclemente. La tortura (puedo añadir esta habilidad??? XDDDD ), le es grata. No es un monstruo, sin embargo. Mutilar niños o mujeres no tiene gracia. Normalmente aquellos que demuestran el debido terror en su presencia suelen acabar vivos con más frecuencia. Los chulitos lo tienen bastante peor.
Me parece que Whosoran se encuentra en tierra de nadie. Su pasado, su educación, le hacen parecer distinto a los ojos de la gente de su calaña, pero es demasiado orgulloso como para ocultarlo, aunque desearia que así fuese. Desprecia a todas esas ratas, ajenas a ideales como nobleza y que no valoran las artes. Quizás quede algo de nobleza en él..pero si la hay, se ha transformado en una especie de código de conducta mercenaria.. que hacen que le respeten y, en algunos circulos, admiren.
Por otro lado, siente amargura y odio al contemplar los salones de la nobleza, las enormes bibliotecas..y busca ridiculizar todo lo que una vez amó.
Vamos, una joya de persona.
Habilidades:
-Combate con Armas a dos manos (hachas u espadones)
-Lucha (presa y estrangular)
-Intimidar (mucho)
-Fuerza explosiva (autoexplicativa)
-Conocimientos de Hyboria. Especialmente desde Zamora y Koth hasta Vendhya e Hyrkania.
-Cabalgar
-Navegar
Equipo:
Hacha de doble filo, grande, para matar caballos.
Un machete afilado. Un cuchillo más pequeño.
Un corselete de mayas, con grebas reforzadas
Botas reforzadas y guantes
Mantas
Yesca y pedernal
algo de Carne Seca
Capa resistente, oscura. Ropas amplias.
Un yelmo medio, con protector nasal.
Unas cuantas monedas.
Una pieza de tiza o roca similar.
Un frasco de aguardiente
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Ifigenia
Equipo:
Espada larga
Cuatro dagas pequeñas
Mochila
Mudas
Bolsitas de hierbas, pociones, bálsamos y bebedizos
Cuchillo para cortar plantas o sacar savia de los árboles
¿dónde guardé la ficha?
Este apartado será para las fichas. Las iré actualizando conforme se produzcan cambios.
LA FICHA
Nombre, sexo, edad, procedencia - cualquier nación de las existentes -, descripción física, carácter ( sois mercenarios, aunque esto no significa que tengáis que ser malvados necesariamente - posibilidad factible -. Vamos, el espectro va desde gente sin ninguna clase de escrúpulos a otros que tienen ciertos principios, valores o moralidad racial. Vosotros/as mismos. Eso sí, el perfil psicológico tiene que ser bien marcado) ; aptitudes, habilidades e historia.
La clase. Gente de armas, desde el bárbaro, soldado, guerrero típico, caballero desviado del camino, amazona?etc., etc? Posibilidad de mago-hechicero/a.
Armas y equipo. Lo que podáis cargar, el límite es el peso. Nada mágico - evidentemente vale un amuleto que el psj crea que tiene ciertas propiedades -.
Magia/brujería. Esto lo comentaré con quien elija a un hechicero/a . Podrá llevar un útil con propiedades taumatúrgicas.
Tres formas para cumplimentar la ficha:
DESCRIPTIVA: Narración detallada del psj y su historia - no hace falta que sea larga pero sí lo suficiente para darle un buen trasfondo al psj, tampoco es necesario tres páginas -, de donde yo definiré sus atributos y niveles. Esto os da la posibilidad de diseñar a la medida y con más "cariño" a vuestro psj y sus habilidades. Pensad que cuantas más tenga en general será menos bueno con ellas y a la inversa, aunque siempre habrá una - o dos - en la que realmente destaque. Pueden ser las que queráis, conforme a vuestra clase, físicas, intelectuales o psíquicas; no pongáis más de ocho. No olvidéis defectos o limitaciones. En cuanto a esto último, puede valer tanto una deficiencia física como psíquica; tener enemigos aquí o allá también sería una penalización o incluso decir que se es muy valiente o muy orgulloso, o excesivamente curioso. O ingenuo. Las variantes son muchas.
DESCRIPTIVA también pero las habilidades, atributos y características por niveles en plan listado. Se trata de ir escribiendo lo que se considera más importante y relevante - si es necesario os paso un inventario de posibles rasgos y competencias.
ALEATORIA: pues eso, tiramos dados. Te haces un psj, decides que características tiene y que el azar decida en cual eres mejor. Aún más extremado pero factible es que incluso yo decida las habilidades y tire dados a ver. Pero mejor esto último no. Curraros un poco el tema.
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Bajas
Gazár da Varga Muerto en combate
Ingen Muerto en combate
Xhuar `Ner Se marchó con Lannia
Drauglin Muerto en combate
Reik Muerto en combate
Kumai Muerto arrojado al abismo
Lannia Se fue a las montañas nevadas del norte, a su tierra.
Wotan No se sabe
Gotrek Marchó a su tierra, Hiperbórea
Ifigenia No se sabe el rumbo que tomó su vida
Mai Ling Muerta en el Laberinto en la isla de los confines helados al norte de Vanaheim
Ghal-Tir, Muerto en el Laberinto en la isla de los confines helados al norte de Vanaheim
Raughar Desparecido en el Mar de Vilayet tras el encuentro con un dios-demonio
Arpello Desaparecido en el Laberinto de la isla en los confines helados al norte de Vanaheim
Aniuska Perdido su rastro en Argos
Gael Than Perdido su rastro en Argos
Ragman
*Nombre.-Ghal-tir
*Sexo.-Varón
*Edad.-27
*Procedencia.- Argos
*Descripción física.-Tamaño medio y complexión abultada pero dentro de lo normal, algo músculoso pero más bien curtido. De piel azotada por el sol, cabellos negros y largos poco cuidados, ojos penetrantes y hundidos, nariz aguileña, grande y larga, labios finos y agrietados. Dientes amarillentos y alguno podrido.
Básicamente feo. De silueta enjuta y casi esquelética, pero de brazos fuertes y piernas rápidas. Marcas de latigazos en la espalda y una cicatriz cerca de los riñones de una daga o una espada. Viste con botas altas, ropa simple de color marrón o gris, una capa de piel sobre los hombros, guantes de bandas y poco más. Parece más un campesino que un mercenario.
*Descripción mental.-No confia en nadie, tiene una lengus viperina y esta dispuesto a todo para seguir adelante. Sabe trabajar en equipo si eso equivale a salvar el cuello, pero no sentirá nada de compañerismo o amistad hacia otros. El amor es una ilusión, solo existe el placer y los desxeos cumplidos. Los pecados son solo esas cosas que es más divertido hacer, no algo que este prohibido o mal visto. No tiene vergüenza de si mismo ni de lo que hace. No se oculta. Es algo orgulloso aunque no por ello estúpido. Rechazará una pelea si sabe que tiene posibilidades de perder y si tiene que luchar buscará alguna manera, sucia, de ganar o escapar. No es un cobarde, sabe luchar bastante bien, pero a veces le parece inncesario hacerlo. Es sensato y cabal. Temeroso de las maldiciones y la magia aunque no por ello se achanta si hay metales valiosos de por medio. Misógino por naturaleza(si, es lo que estas pensando, es un cabrón...xd), también repudia a los negros(a los que considera salvajes) y por supuesto a los sacerdotes de cualquier culto. Adora las buenas armas y las construcciones navales(son unas de sus pasiones además del odio). Es posesivo, materialista, desconsiderado, ofensivo, poco respetuoso, poco limpio y sobretodo burlón. No como una persona normal si no que tiene a reirse de cosas que no suelen hacer gracia a quien las vive. Disfruta bastante con el sufrimiento ajeno. Eso le trae problemas. En el campo de batalla, una vez decidido a luchar, no se arriesgará en exceso salvo que no hacerlo signifique perder. Es paciente y esperar, como en la vida, al que el otro falle, entonces emite una de sus risas de hiena rasposa y clava su arma sin consideración. No tiene piedad, saquea a los muertos, las tumbas, casi no tiene escrúpulos. Es la clase de persona que corteja a la viuda en el funeral de su marido. No es un traidor pero la lealtad es solo una palabra. Deber, honor...tonterias. Al final, en la oscuridad de la noche, lo único que le consuela es una cama caliente, la bolsa bien llena y una espada del mejor acero de Hyrkania. Un alma atormentada que no está triste, no se arrepiente de lo que hace y sobrevive día a día riéndose de los que se quedan atrás. Es un bastardo malnacido en el que aún debe de quedar algo bueno dentro de él, pero como siempre dice. "Eso amigo es como los misterios de la Costa Negra, está por descubrir".
*Habilidades.-
-Combate con espada(esta principal por narices).
-Hombre culto. Amplios conocimientos sobre Teología, además de que sabe hablar y escribir en diversos idiomas y lenguas. Sabe leer mapas, interpretar símbolos, guiarse por las estrellas. No ya por esperiencia sino porque lo ha leido y ha recibido una buena educación. Así pues tiene diversos conocimientos sobre varios temas aunquen su fuerte es la Teología y los idiomas.
-Lanzamiento de cuchillos.
-Navegar.
-Cabalgar.
-Seguir rastros.
-Orientación innata(lo que él llama suerte).
*Defectos.-
-Mala presencia.
-Su personalidad tiene casi tantos defectos que le hacen parecer desagradable después de haber intercambiado con él un par de veces. Falta de respeto, de amor propio, pensamientos crueles, total falta de generosidad, caballerosidad, honradez...
-Enemigos en su tierra natal(él suele decir que él no tiene enemigos, si no que toda su tierra tiene un poderoso enemigo, él).
*Equipo.-
-Espada larga de combate.
-Cuchillos, para arrojar. Una docena. Por todo el cuerpo. En botas, cinturón, la parte baja de la espalda, el interior de los muslos, antebrazos y dos más largos en el pecho. Y tiras de cuero y fundas para fijarlos.
-Yescal y pedernal.
-Dos antorchas.
-Provisiones.
-Cantimplora con agua.
-Pequeño espejo de metal(para afeitarse no...xd)
-Un par de frasquitos con venenos para las armas ( uno de ellos es loto negro ).
Guantes de cuero.
-Botas altas de monta.
-Ropas ligeras, oscuras.
-Capa de piel, blanca al ser posible.
-Peto de cuero endurecido.
-Vendas.
-Algo de dinero.
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Be´lakor
Nombre: Gotrek Stelios
Sexo: Varón
Edad: 28
Procedencia: Haloga, por esa zona.
La clase: Guerrero.
Descripción física: Un hombre alto, de cerca de dos metros, y enormemente musculoso. De pelo castaño, casi pelirrojo y ojos negros. Posee la piel a juego tostada e increiblemente curtida. Es de rostro más o menos agraciado.
Carácter: guerrero (es decir, combatiente). Posee un elevado honor lo que no le impide cobrar por sus trabajos. Le encanta el combate y la guerra aunque no es un saqueador. Defiende la diferencia del guerrero con el civil, siempre que se cumplan ambas partes, uno defiende al otro, y el otro lo sustenta con alimentos u otras cosas.
Aptitudes y habilidades: (de más a menos)
Luchador: ante todo es un guerrero sin parangón; en el combate individual apenas tendría rival.
Curtido: apenas lleva ropa pero su piel es resitente como lo seria el cuero endurecido. Además, resite mejor el frío y las inclmenecias meteorilogicas
Fortachón: eso, es muy fuerte.
Escudo: es un experto en el uso del enorme escudo tanto para parar como para atacar golpeando.
Guerrero: especialmente con espada corta, lanza y jabalina.
Carismático: es especialmente poderoso en este sentido con guerreros. Mientras que los de su calaña se ven con la moral más alta a su lado, otros son facilmente intimidados.
Defectos:
Instinto suicidad (o temeridad): constantemente demuestra quien es el más fuerte, el mejor guerrero, y eso le lleva a ponerse en peligro.
Tuerto: perdió un ojo en una lamentable batalla y desde entonces se la tiene que arreglar sólo con el derecho.
Historia:
Gotrek se crió en una tribu del frío norte cerca de Haloga. Fue el hijo menor de una familia importante y se convirtió rápidamente en un poderoso guerrero, incluso antes de cumplir los 18 años.
Por aquel entonces ya era un hombre grande y músculoso, violento incluso. Demostró su valentía en multiples ocasiones y con el paso del tiempo se fue ganando el respeto de todos aunque a él cada vez le interesaba menos.
Su vida hubiera sido tranquila de no ser por los aconecimientos que ocurrieron en una tarde de verano. Por aquel entonces, con 25 años, era el capitán de una valerosa tropa. Inspiraba una gran moral a su hombres. Tanta, que nadie le corrigió cuando quisó frenar a un ejército invasor que se acercaba con lentitud. El ejército, que no era muy grande, hubiera sido detenido cerca de Haloga sin problemas pero Gotrek no quiso esperar y cargó con sus hombres.
Tal fue la matanza que los invasores dieron media vuelta y huyeron. Sin embargo, sólo quedaron con Gotrek una decena de hombres cubiertos de sangre y, al regresar a casa, se le castigo por su imprudencia con el exilio. Gotrek los despreció a todos y, dando media vuelta, se marchó por siempre.
Han pasado tres años desde esos acontecimientos y el capitán Gotrek trabaja en el sur como mercenario o matón. Lo hace por sobrevivir y está dispuesto a cobrar menos por participar en una batalla de verdad, aunque la mayoría de sus trabajos son insultantemente fáciles.
Equipo:
Escudo redondo grande y metálico
Un par de lanzas equilibradas para lanzar
Espada corta
Provisiones varias
Capa roja
Taparrabos de cuero
Brazales y espinilleras de cuero endurecido.
Hierbas de mascar
Botas
Dinero
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Lordarzun
Nombre: Whosoran 'El estrangulador'
Raza: Hyrkanio (criado en Turan)
Altura 1,90 130 kg
Edad 34
Descripción física:
Un hombre alto, corpulento, de aspecto brutal. Bastante gordo, quizás sin demasiado fondo físico, pero con una gran fuerza intimidatoria. Es peludo y de piel tostada. Su cara es ancha, sus ojos ligeramente rasgados, nariz rota, pequeñas cicatrices y su intensamente bronceado rostro está arrugado por la constante exposición a lejanos soles. Se deja bigote, un enorme mostacho, desde un viaje a Zingaria.
Historia:
Whosoran es hijo de una princesa Hyrkaniana, tomada como rehen por los ejercitos de Turan. Recién nacido, fué llevado a Turan junto con su madre. Sus captores Turanos esperaban apaciguar la tribu a la que pertenecia Whosoran de este modo. Los años pasaron y las negociaciones no avanzaron mucho. Durante esos años, sin embargo, sus captores les trataron bien. Whosoran aprendió a leer y a escribir, educado como un noble Turano..y, aunque se le negó el adiestramiento con las armas, nada le faltó de nada; ni alimento, ni ropas, ni conocimiento. Bien es sabido que los turanos sienten hermanamiento por el pueblo Hyrkanio -aunque no con los bandidos de dicha raza-. Sin embargo, años más tarde llegaron órdenes del gobierno de Turan;
Tras diez años de amable prisión, serian ejecutados, sin más. Una lección para los de su pueblo.
Whosoran, a los que sus amos le habian cogido aprecio, fué dejado marchar, huyendo a través de los campos y las campiñas..llegando finalmente a la árida región de Yaralet. Aunque muy joven, Whosoran trabajó duro allá donde fué, pero no se dejó atrapar por oficios o empleos, escapando siempre que tenia opción. Sus recuerdos iban una y otra vez a su madre. Y la furia le embargaba. ¿ No podrian haberles dejado marchar a los dos? Sufrió golpes e insultos, fué dejado como muerto un par de veces en las veredas de los caminos. Se volvió vengativo, como un perro rabioso. Pero frio, metódico. Se creia superior a toda esa chusma. Todo el que le golpeaba, más tarde o más temprano, se arrepentia para el resto de su vida, si conseguía sobrevivir.
Whosoran a los quince años era ya grande y alto. Todavia no tenia la gordura posterior, pero si tenia la fuerza y la rabia. Viajó y se alistó como soldado con el ejército de Turán. El adiestramiento militar era duro, pero a Whosoran le gustaba, se sentia realizado. La intermitente vida del soldado, comer, guardias, trabajar, furcias, matar y morir. Esa era una buena vida, sin complicaciones. Eventualmente, años más tarde, pasó cerca del lugar donde su madre se quedó. Indagó ligeramente entre los soldados de su compañía.. pero nadie sabia nada de una princesa Hyrkania prisionera. No le importaba en realidad.
La vida del soldado era, cada vez más aburrida. Su fuerza y su ferocidad, acrecentadas tras luchar en la costa oriental del Vilayet contra bandoleros de su propia raza, eran merecedoras de más oro que el escaso salario de un sargento o el ocasional pillaje. Con veintiocho años cumplidos, doce en el ejército de turán, se retiró de la vida de soldado. Intentó vivir una nueva vida..pero Sólo sabia matar y emborracharse e irse de putas. Sabia leer y escribir..no habia olvidado eso. Pero sumergirse en la lectura, en la historia, en las artes, le traian un doloroso recuerdo...el recuerdo de una vida mejor. El recuerdo de lo que pudo ser y no fué.
Se convirtió en un mercenario. De los más caros. Su amplia experiencia militar le fué de ayuda comandando pequeñas unidades de bastardos indisciplinados. Su brutalidad y su aspecto le ayudaban a mantener a raya incluso a los más rebeldes y sanguinarios mercenararios.
Descripción psicológica:
Whosoran es inteligente. Es de rápida comprensión y no se encoge de hombros ante razonamientos filosóficos o ante las artimañas diplomáticas. Pero desprecia rudamente cualquier religión, filosofia, arte, libro, escultura o ciencia. Whororan es fuerte, no admitirá nunca, ni para sí mismo, que añora el arte y la ciencia. Por eso, demuestra su fuerza destruyendo lo que es bello para los demás. Whosoran es despreciable en ese sentido. Su amarga risa es una pesadilla para los que aman algo o a alguien. Sus comentarios son duros y crueles, infantiles pero dañinos.
Normalmente, sin embargo, Whosoran es incluso campechano. Su sonrisa y unas palmadas en la espalda son intimidatorias. Tódo en él es intimidatorio. NO sabes si esa palmada se va a convertir en una presa en tu cuello.
A menos que se le impresione de algún modo, trata a todo el mundo cmo basura. La lealtad y el honor no están en su vocabulario, aunque sí lo están la responsabilidad y el oro..y su palabra, aunque nunca la da. Quieres lealtad y honor? Dame oro.
Sin duda Whosoran sigue pensando en su madre. Pero no lo admitirá, pues cualquier cosa relacionada con su felizl pasado le trae desazón.
Sus ideales/objetivos..bueno, son difíciles de conseguir. Si se le ofreciese un título, cantidades ingentes de oro, la posibilidad de vengarse de los turanos y después paz..entonces sin duda aceptaría. Cualquiera, incluso él, sabe que cosas así no pasan nunca. Para que ilusionarse o soñar?
Se podria decir que el pasado tiene un gran peso sobre Whosoran. No tiene más objetivos que el dia a dia, su placer personal y hacer sus trabajos.
En cuanto a escrupulos..tiene bastantes pocos escrúpulos. En combate y contra a los que odia es cruel e inclemente. La tortura (puedo añadir esta habilidad??? XDDDD ), le es grata. No es un monstruo, sin embargo. Mutilar niños o mujeres no tiene gracia. Normalmente aquellos que demuestran el debido terror en su presencia suelen acabar vivos con más frecuencia. Los chulitos lo tienen bastante peor.
Me parece que Whosoran se encuentra en tierra de nadie. Su pasado, su educación, le hacen parecer distinto a los ojos de la gente de su calaña, pero es demasiado orgulloso como para ocultarlo, aunque desearia que así fuese. Desprecia a todas esas ratas, ajenas a ideales como nobleza y que no valoran las artes. Quizás quede algo de nobleza en él..pero si la hay, se ha transformado en una especie de código de conducta mercenaria.. que hacen que le respeten y, en algunos circulos, admiren.
Por otro lado, siente amargura y odio al contemplar los salones de la nobleza, las enormes bibliotecas..y busca ridiculizar todo lo que una vez amó.
Vamos, una joya de persona.
Habilidades:
-Combate con Armas a dos manos (hachas u espadones)
-Lucha (presa y estrangular)
-Intimidar (mucho)
-Fuerza explosiva (autoexplicativa)
-Conocimientos de Hyboria. Especialmente desde Zamora y Koth hasta Vendhya e Hyrkania.
-Cabalgar
-Navegar
Equipo:
Hacha de doble filo, grande, para matar caballos.
Un machete afilado. Un cuchillo más pequeño.
Un corselete de mayas, con grebas reforzadas
Botas reforzadas y guantes
Mantas
Yesca y pedernal
algo de Carne Seca
Capa resistente, oscura. Ropas amplias.
Un yelmo medio, con protector nasal.
Unas cuantas monedas.
Una pieza de tiza o roca similar.
Un frasco de aguardiente
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Ifigenia
Equipo:
Espada larga
Cuatro dagas pequeñas
Mochila
Mudas
Bolsitas de hierbas, pociones, bálsamos y bebedizos
Cuchillo para cortar plantas o sacar savia de los árboles
¿dónde guardé la ficha?
Re: Mercenarios
Posible Ifigenia
La que envió Iasbel:
Aquella que puse en Inforol:
Thel
La que envió Iasbel:
Aquella que puse en Inforol:
Thel
Re: Mercenarios
Nombre: Mai Ling
Sexo: Femenino
Edad: 30
Procedencia: Khitai
Descripción Física:
Es un soldado de pequeña estatura, con un sable curvado en cada cadera y una daga con forma de serpiente bajo cada espada. Su pecho va atravesado por un un carcaj de flechas cuya cola es de pelo y un arco de doble curva. Lleva el pelo con una miriada de trenzas pequeñas y largas de medio metro. Y a ambos lados de la cabeza, como efecto óptico de las trenzas se ve formado un dragón oriental blanco. Sus rasgos faciales son orientales (ojos rasgados, pómulos prominentes, labios estrechos, etc..), comunes de su tierra natal. Habla muy poco y con acento cuando no habla su lengua natal.
Aptitudes; Es rápida, muy rápida. Sobre todo en la lucha con dos espadas.
La clase. Luchadora!?
;
Carácter: Reservada. Callada y algo impulsiva. Valora el Poder y adora el dinero. Odia lo que no comprende, como la magia y los hechiceros. Todo para ella tiene un precio. Es una persona fría, impertérrita a casi todo y vulnerable a la avaricia. No le da miedo que la maten, ni que la corten en trocitos, ni que la violen. A fin de cuentas, la muerte es el final de todo dolor, de toda pena. Eso si, el oro... que brillo!, que belleza!. Y solo tiene una palabra.
Sexo: Femenino
Edad: 30
Procedencia: Khitai
Descripción Física:
Es un soldado de pequeña estatura, con un sable curvado en cada cadera y una daga con forma de serpiente bajo cada espada. Su pecho va atravesado por un un carcaj de flechas cuya cola es de pelo y un arco de doble curva. Lleva el pelo con una miriada de trenzas pequeñas y largas de medio metro. Y a ambos lados de la cabeza, como efecto óptico de las trenzas se ve formado un dragón oriental blanco. Sus rasgos faciales son orientales (ojos rasgados, pómulos prominentes, labios estrechos, etc..), comunes de su tierra natal. Habla muy poco y con acento cuando no habla su lengua natal.
Aptitudes; Es rápida, muy rápida. Sobre todo en la lucha con dos espadas.
La clase. Luchadora!?
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Carácter: Reservada. Callada y algo impulsiva. Valora el Poder y adora el dinero. Odia lo que no comprende, como la magia y los hechiceros. Todo para ella tiene un precio. Es una persona fría, impertérrita a casi todo y vulnerable a la avaricia. No le da miedo que la maten, ni que la corten en trocitos, ni que la violen. A fin de cuentas, la muerte es el final de todo dolor, de toda pena. Eso si, el oro... que brillo!, que belleza!. Y solo tiene una palabra.
► Show Spoiler
Última edición por Helen el 09 Mar 2008, 01:41, editado 4 veces en total.
» "Nunca discutas con un estúpido. Te hará descender a su nivel, y ahí te ganará por experiencia." -- Mark Twain.
Re: Mercenarios
Compañeros de viaje:
Cuatro soldados:
- Coldio: bajito, fuerte, calvo, treinta años. Sereno, callado. Espada hyrkania.
- Menchar: Alto, fuerte, pelo corto, treinta años. Más conversador, más movido.
- Salhad: Alto, miembros largos, múltiples trenzas, barba, no es tan fuerte, 25 años. Nervioso, tosco, habla rápido.
- Brevea: Mujer, nervuda, mediana estatura, cabellos rojos hirsutos, media melena, otros treinta años. Le gusta hablar, cuenta historias, práctica, eficiente.
Jokam y Lento: dos hermanos gemelos, mercenarios, juerguistas, acatan órdenes a disgusto, pero las cumplen. Uno es rubio de cabellos largos, el otro se rapa al cero, con una coleta. Armados con dos grandes arcos y un arsenal de flechas.
- Amalrius: Bastante alto, corpulento, menos que Galrio, de cuidada barba negra, mirada suspicaz y atenta, rasgos finos y larga cabellera trenzada color ámbar. Unos treinta años, fama de mujeriego, afamado espadachín.
- Hectorios: segundo al mando. 40 años, cabellos grises, bigote, ancho de espaldas, dos metros de alto. Austero, calculador, inflexible. Espada de acero hyrkanio.
- Saba-Leron: Sacerdote de Mitra, sesenta años que lleva bien. Casi calvo, encorvado, delgado. Manos extremadamente cuidadas de finos y agudos dedos. Habla poco, mira mucho. Parece que es el sacerdote con supuestos poderes mágicos.
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Cuatro soldados:
- Coldio: bajito, fuerte, calvo, treinta años. Sereno, callado. Espada hyrkania.
- Menchar: Alto, fuerte, pelo corto, treinta años. Más conversador, más movido.
- Salhad: Alto, miembros largos, múltiples trenzas, barba, no es tan fuerte, 25 años. Nervioso, tosco, habla rápido.
- Brevea: Mujer, nervuda, mediana estatura, cabellos rojos hirsutos, media melena, otros treinta años. Le gusta hablar, cuenta historias, práctica, eficiente.
Jokam y Lento: dos hermanos gemelos, mercenarios, juerguistas, acatan órdenes a disgusto, pero las cumplen. Uno es rubio de cabellos largos, el otro se rapa al cero, con una coleta. Armados con dos grandes arcos y un arsenal de flechas.
- Amalrius: Bastante alto, corpulento, menos que Galrio, de cuidada barba negra, mirada suspicaz y atenta, rasgos finos y larga cabellera trenzada color ámbar. Unos treinta años, fama de mujeriego, afamado espadachín.
- Hectorios: segundo al mando. 40 años, cabellos grises, bigote, ancho de espaldas, dos metros de alto. Austero, calculador, inflexible. Espada de acero hyrkanio.
- Saba-Leron: Sacerdote de Mitra, sesenta años que lleva bien. Casi calvo, encorvado, delgado. Manos extremadamente cuidadas de finos y agudos dedos. Habla poco, mira mucho. Parece que es el sacerdote con supuestos poderes mágicos.
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Re: Mercenarios
Hola!
Unas imágenes que he buscado para ilustrar - aproximadamente - a algunos de vuestro enemigos:
El jefe de los vanires
Uno de los que están a su lado:
Dos más:
Unas imágenes que he buscado para ilustrar - aproximadamente - a algunos de vuestro enemigos:
El jefe de los vanires
Uno de los que están a su lado:
Dos más:
Re: Mercenarios
Ficha de Hida Yorinaga
Nombre: Raughar
sexo Varon
Edad 25
Procedencia Cimmeria
Clase: Guerrero - bárbaro
Descripción física
Robusto y muy fornido, de musculatura abultad y prieta, las largas carreras y dura vida en las montañas de cimmeria le ha hecho agil a pesar de su constitución,la actividad al aire le ha tostado la piel, dandole una tonalidad ligeramente morena. Su largo pelo negro y sus ojos azules son propios de los suyos. Manos grandes y fuertes, bien proporcionado y de mandibula cuadrada, rasgos hermosos.Alto, rondando el metro noventa y cinco. Tiene varias cicatrices por el cuerpo y algunos tatuajes de intrincado diseño.
Carácter
Pausado, alegre, desconfiado de los extraños, aventurero, curioso. Paciente y ardiente en la batalla. Le gusta la fiesta, la batalla , el vino, las mujeres y el buen acero. Desconfia de la magia y no le gustan los brujos, sigue a Crom y no espera nada bueno de la vida salvo disfrutarla todo lo que pueda mientras pueda, con sus brazos. Le gusta meditar, pensar, aunque lo esconde, no siente piedad y su codigo de honor es muy breve, no le gustan las mentiras ni las intrigas, pero considera que es algo normal, no le gusta que le engañen, siendo algo vengativo. Es leal, disciplinado, cuando lo ve oportuno y alguien consige ganarse esa actitud.
Aptitudes/habilidades
Dominio maestro de la espada
Trepar
Supervivencia
Esquivar
Resistencia al dolor
Cabalgar
Dominio del Escudo
Defecto
Desterrado: no puede volver a su aldea bajo pena de muerte
Enemigo: Su hermano quiere verle muerto
historia.
Nacido en las tierras inhospitas de Cimmeria, creció bajo el tutelaje del señor del poblado, lider de los guerreros, desde el comienzo, en cuanto pudo empuñar una espada comenzó a entrenar con ella, haciendo tareas pesadas y fatigosas y recibiendo golpes de continuo. Eso forjó su caracter y su pensamiento y su cuerpo, haciendole fuerte, y siendo una imagen del padre, excepto el rostro, de la madre, fuerte pero hermoso.
El poblado en su mayor parte eran guerreros o cazadores, y vivian de saqueos o de ayudar en guerras ajenas, pronto comenzó a participar junto a otros, intercambiando impresiones y combatiendo duramente en refriegas y peleas varias. El amor se le quitó de golpe, pues después de un saqueo especialmente bueno, conoció a una mujer, hermosa, rubia, ojos azur, generosa de atributos y encantos, durante un tiempo estuvieron juntos y compartieron cama e intimidades, pero una mañana se encontró, después de haber bebido bastante, con que casi todo su oro y ella se habían esfumado.
A partir de entonces confió a medias en las mujeres y el corazón se le endureció, arrancandose la idea del amor y desterrandola en el olvido. Asímismo, las cosas que vió durante sus batallas y viajes le terminó de endurecer y marcar el caracter. Su madre murió de fiebres, ni se sorprendió al no derramar una lagrima. Su padre estuvo algo más afectado y aprovechó eso su hermano mayor para destronarle, matandolo en combate. Temeroso de su hermano menor, y el mismo Raughar astuto abandonó el poblado antes de que terminara la fiesta en honor de su hermano, Garghul.
Uniendose a una banda de mercenarios, comenzó a viajar y sufrir distintas penalidades y glorias, pasando varios años. Les tuvo como mucho respeto a algún que otro, tuvo intimidades con alguna y mató a un par. No hace mucho, mientras investigaban unas ruinas fueron atacados por bandidos o buscadores de esclavos, no tuvo tiempo de averiguarlo, la lucha fue intensa y cruenta, entre golpes de acero se vieron obligados a tomar un tunel, derrumbandolo al quitar algunas vigas, en el camino al exterior vieron una aldea saqueada, con solo cuatro del grupo vivos, dos de ellos heridos, hablaron y sus tres compañeros decidieron ir a un sitio seguro y descansar, quedaron verse más adelante, repartiendo algo de sus ganancias, Raughar se acercó a la aldea, habló con los supervivientes y emprendió la marcha, tras la pista de unos vanires, tras un buen trecho, vió una batalla terminada y se acercó a un grupo de cimmerios que se armaban y otros extraños.
Armas y equipo:
Armadura de cuero con refuerzos de metal, yelmo, escudo, espada ancha de acero Hyrkaniano, daga, mochila, capa, botas, cantimplora, yesca y pedernal, comida, dinero.
http://img217.imageshack.us/img217/1034 ... athvp8.jpg
Nombre: Raughar
sexo Varon
Edad 25
Procedencia Cimmeria
Clase: Guerrero - bárbaro
Descripción física
Robusto y muy fornido, de musculatura abultad y prieta, las largas carreras y dura vida en las montañas de cimmeria le ha hecho agil a pesar de su constitución,la actividad al aire le ha tostado la piel, dandole una tonalidad ligeramente morena. Su largo pelo negro y sus ojos azules son propios de los suyos. Manos grandes y fuertes, bien proporcionado y de mandibula cuadrada, rasgos hermosos.Alto, rondando el metro noventa y cinco. Tiene varias cicatrices por el cuerpo y algunos tatuajes de intrincado diseño.
Carácter
Pausado, alegre, desconfiado de los extraños, aventurero, curioso. Paciente y ardiente en la batalla. Le gusta la fiesta, la batalla , el vino, las mujeres y el buen acero. Desconfia de la magia y no le gustan los brujos, sigue a Crom y no espera nada bueno de la vida salvo disfrutarla todo lo que pueda mientras pueda, con sus brazos. Le gusta meditar, pensar, aunque lo esconde, no siente piedad y su codigo de honor es muy breve, no le gustan las mentiras ni las intrigas, pero considera que es algo normal, no le gusta que le engañen, siendo algo vengativo. Es leal, disciplinado, cuando lo ve oportuno y alguien consige ganarse esa actitud.
Aptitudes/habilidades
Dominio maestro de la espada
Trepar
Supervivencia
Esquivar
Resistencia al dolor
Cabalgar
Dominio del Escudo
Defecto
Desterrado: no puede volver a su aldea bajo pena de muerte
Enemigo: Su hermano quiere verle muerto
historia.
Nacido en las tierras inhospitas de Cimmeria, creció bajo el tutelaje del señor del poblado, lider de los guerreros, desde el comienzo, en cuanto pudo empuñar una espada comenzó a entrenar con ella, haciendo tareas pesadas y fatigosas y recibiendo golpes de continuo. Eso forjó su caracter y su pensamiento y su cuerpo, haciendole fuerte, y siendo una imagen del padre, excepto el rostro, de la madre, fuerte pero hermoso.
El poblado en su mayor parte eran guerreros o cazadores, y vivian de saqueos o de ayudar en guerras ajenas, pronto comenzó a participar junto a otros, intercambiando impresiones y combatiendo duramente en refriegas y peleas varias. El amor se le quitó de golpe, pues después de un saqueo especialmente bueno, conoció a una mujer, hermosa, rubia, ojos azur, generosa de atributos y encantos, durante un tiempo estuvieron juntos y compartieron cama e intimidades, pero una mañana se encontró, después de haber bebido bastante, con que casi todo su oro y ella se habían esfumado.
A partir de entonces confió a medias en las mujeres y el corazón se le endureció, arrancandose la idea del amor y desterrandola en el olvido. Asímismo, las cosas que vió durante sus batallas y viajes le terminó de endurecer y marcar el caracter. Su madre murió de fiebres, ni se sorprendió al no derramar una lagrima. Su padre estuvo algo más afectado y aprovechó eso su hermano mayor para destronarle, matandolo en combate. Temeroso de su hermano menor, y el mismo Raughar astuto abandonó el poblado antes de que terminara la fiesta en honor de su hermano, Garghul.
Uniendose a una banda de mercenarios, comenzó a viajar y sufrir distintas penalidades y glorias, pasando varios años. Les tuvo como mucho respeto a algún que otro, tuvo intimidades con alguna y mató a un par. No hace mucho, mientras investigaban unas ruinas fueron atacados por bandidos o buscadores de esclavos, no tuvo tiempo de averiguarlo, la lucha fue intensa y cruenta, entre golpes de acero se vieron obligados a tomar un tunel, derrumbandolo al quitar algunas vigas, en el camino al exterior vieron una aldea saqueada, con solo cuatro del grupo vivos, dos de ellos heridos, hablaron y sus tres compañeros decidieron ir a un sitio seguro y descansar, quedaron verse más adelante, repartiendo algo de sus ganancias, Raughar se acercó a la aldea, habló con los supervivientes y emprendió la marcha, tras la pista de unos vanires, tras un buen trecho, vió una batalla terminada y se acercó a un grupo de cimmerios que se armaban y otros extraños.
Armas y equipo:
Armadura de cuero con refuerzos de metal, yelmo, escudo, espada ancha de acero Hyrkaniano, daga, mochila, capa, botas, cantimplora, yesca y pedernal, comida, dinero.
http://img217.imageshack.us/img217/1034 ... athvp8.jpg
Re: Mercenarios
Ficha de Teppic:
Nombre: Arpello
Sexo: Si, gracias.
Edad: 20
Procedencia: Messantia (Argos)
Clase: Necromante
Descripción física:
Bajo, aproximadamente 1,70, moreno, fibroso mas que musculoso, guapo si no fuera por la cicatriz que recorre el lado derecho de su cara de arriba abajo y el blanquecino ojo inútil que la corta.
Carácter:
Simpático, el largo contacto con la muerte le ha convencido de que la vida hay que vivirla y aprovecha cualquier oportunidad de pasárselo bien. No tiene escrúpulos en tomar lo que quiere. Todavía no es malo del todo.
Equipo:
Ropa de abrigo, útiles para hacer fuego, algo de comida y de dinero, un garrote de madera de deriva endurecida con el que suele jugar. Algunos cuchillos. Para todo lo demás confía en sus habilidades para conseguirlo.
Habilidades
Cierta capacidad negociadora y para el comercio.
Leer y escribir y hasta sumar y restar. Una lumbrera.
Si se sube a un barco no esta perdido del todo, sabe donde esta babor y estribor, como manejar una vela y azotar a un remero y hacia donde girar un timón pero poco mas.
Sabe pelear con su bastón y una espada medianamente, restos de sus enseñanzas para gente decente.
Montar a caballo.
Conocimientos del lenguaje de la antigua Aqueron.
Nacido en Messantia en el seno de una familia medianamente acomodada, Arpello tuvo una vida fácil y sin sobresaltos, con acceso a una buena educación y a las habilidades mercantiles de la familia. Avezado en el arte del comercio, el regateo y el soborno podría haberse pasado la vida haciéndose rico de no haber conocido a Dalila. Esta esclava nacida en la lejana Punt y regalo de su padre, entre otras muchas cosas compartió con él las enseñanzas de Derketa, el mundo de la necromancia, la alegría de la muerte y el poder que otorgaba. Arpello disfrutó ampliamente con Dalila en todos los sentidos hasta el día en que se excedieron y sacrificaron a quien no debían. Perseguidos, Dalila fue descuartizada y Arpello escapó con un ojo menos. Sin posibilidad de volver ni nada delante viajó siempre hacia el norte tomando las cosas como venían. Al principio asustado por como había muerto Dalila desmembrada por las vengativas gentes rechazó sus enseñanzas viéndose obligado a mendigar y robar para poder sobrevivir, pero lo que se desea y no se obtiene siempre es un buen motivo para replantearse las cosas y pronto volvió a usar a los muertos con alegría y despreocupación para procurarse lo que otros conseguían con el trabajo o la espada. Perseguido cuando era descubierto huyo cada vez más hacia el norte, saqueando cualquier rastro de poder, oro o conocimiento que se ponía a su alcance y perdiendo poco a poco los lazos que lo unían a la humanidad, cada vez más oscuro y despreocupado por las consecuencias de lo que hacía.
(faltan algunos detalles internos, como sus artes hechiceras)
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Nombre: Arpello
Sexo: Si, gracias.
Edad: 20
Procedencia: Messantia (Argos)
Clase: Necromante
Descripción física:
Bajo, aproximadamente 1,70, moreno, fibroso mas que musculoso, guapo si no fuera por la cicatriz que recorre el lado derecho de su cara de arriba abajo y el blanquecino ojo inútil que la corta.
Carácter:
Simpático, el largo contacto con la muerte le ha convencido de que la vida hay que vivirla y aprovecha cualquier oportunidad de pasárselo bien. No tiene escrúpulos en tomar lo que quiere. Todavía no es malo del todo.
Equipo:
Ropa de abrigo, útiles para hacer fuego, algo de comida y de dinero, un garrote de madera de deriva endurecida con el que suele jugar. Algunos cuchillos. Para todo lo demás confía en sus habilidades para conseguirlo.
Habilidades
Cierta capacidad negociadora y para el comercio.
Leer y escribir y hasta sumar y restar. Una lumbrera.
Si se sube a un barco no esta perdido del todo, sabe donde esta babor y estribor, como manejar una vela y azotar a un remero y hacia donde girar un timón pero poco mas.
Sabe pelear con su bastón y una espada medianamente, restos de sus enseñanzas para gente decente.
Montar a caballo.
Conocimientos del lenguaje de la antigua Aqueron.
Nacido en Messantia en el seno de una familia medianamente acomodada, Arpello tuvo una vida fácil y sin sobresaltos, con acceso a una buena educación y a las habilidades mercantiles de la familia. Avezado en el arte del comercio, el regateo y el soborno podría haberse pasado la vida haciéndose rico de no haber conocido a Dalila. Esta esclava nacida en la lejana Punt y regalo de su padre, entre otras muchas cosas compartió con él las enseñanzas de Derketa, el mundo de la necromancia, la alegría de la muerte y el poder que otorgaba. Arpello disfrutó ampliamente con Dalila en todos los sentidos hasta el día en que se excedieron y sacrificaron a quien no debían. Perseguidos, Dalila fue descuartizada y Arpello escapó con un ojo menos. Sin posibilidad de volver ni nada delante viajó siempre hacia el norte tomando las cosas como venían. Al principio asustado por como había muerto Dalila desmembrada por las vengativas gentes rechazó sus enseñanzas viéndose obligado a mendigar y robar para poder sobrevivir, pero lo que se desea y no se obtiene siempre es un buen motivo para replantearse las cosas y pronto volvió a usar a los muertos con alegría y despreocupación para procurarse lo que otros conseguían con el trabajo o la espada. Perseguido cuando era descubierto huyo cada vez más hacia el norte, saqueando cualquier rastro de poder, oro o conocimiento que se ponía a su alcance y perdiendo poco a poco los lazos que lo unían a la humanidad, cada vez más oscuro y despreocupado por las consecuencias de lo que hacía.
(faltan algunos detalles internos, como sus artes hechiceras)
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Re: Mercenarios
Nombre: Zhang Xei
Sexo: Masculino
Edad: 32
Procedencia: Khitay.
Clase: Hechicero - Brujo
Descripción física y psíquica: De aspecto enclenque aunque saludable. No tiene una gran corpulencia aunque sabe defenderse llegado el momento. De estatura baja no alcanzando el 1.65 de altura y los 60 kilos de peso. Sus ojos son de color oscuro y posee una larga melena oscura atada en una coleta y una siempre bien cuidada barba y bigote, que enmarcan unos delgados labios. Los dedos de sus manos son muy largos y delgados, asemejándose si se observan en la oscuridad a garras. Siempre tiene una medio sonrisa en la boca, lo que le da un aspecto un tanto insolente. Acostumbra a vestir túnicas grises con capucha, aunque acostumbra a ponérsela solo cuando no quiere que vean lo que mira. Normalmente prefiere llevar la cara descubierta. No suele llevar colores llamativos. La daga la lleva en el cinturón que abraza su cintura.
Perfil psicológico: Siempre camina un poco encorvado lo que lo hace parecer más pequeño de lo que es. Su mirada es siempre esquiva y no le gusta mirar a la cara cuando habla con las personas. Solo lo hace cuando quiere o necesita alguna información. Es entonces cuando su dos ojos se convierten en dos rendijas que llenan de pavor a aquellas personas de voluntad débil. Posee unas ansias irrefrenables de poder y no dudará en aprovechar cualquier oportunidad que se le ponga por delante si con ello consigue aumentar sus poderes o aprender algún nuevo hechizo. Trabaja en equipo, pero solo por que ello le proporciona la seguridad que necesita en las luchas cuerpo a cuerpo. Ello le permite concentrarse en el punto de la batalla que más le interesa mientras otros sufren las heridas y mueren. Acostumbrará a ayudar a sus compañeros pero solo si ello le de forma positiva. Acostumbra a hablar poco y cundo lo hace, su voz rasposa provoca cierta aprensión. No acostumbrará a tomar decisiones precipitadas, prefiere que las tomen otros. Luego el hará lo que crea más conveniente. Tampoco arriesgará la vida por nadie...se quiere demasiado como para perder la suya propia. Es propenso a la corrupción. Ansío por encima de todo dinero y poder, lo que me dará el renombre que un elemento de mi calaña desea. Las mujeres y el placer solo lo buscará si con ello consigue algún provecho o le abre alguna puerta?
Habilidades:
- Ocultismo.
- Hipnotismo
- Subterfugio.
- Intimidar.
- hechizo de paralizar, durará unos segundos - los suficientes al menos para escapar o clavarle una daga al objetivo, dependiendo de la fortaleza física y psíquica de este.
Defectos:
- Es altivo y muy arrogante.
- Vanidoso.
- Tiene el corazón débil y no aguanta los esfuerzos prolongados.
Historia: Nacido en Khitay, en su capital Paikang. Nació dentro de una familia adinerada y al ser el quinto en la línea de sucesión de las propiedades de su padre, decidió que lo mejor que podía hacer era meterse en alguna escuela de magia para aprender el uso de las artes arcanas. Durante su infancia y parte de su adolescencia estuvo bajo las órdenes de un viejo mago que lo inició en las artes, pero la mente de Zhang era muy inquieta y cada vez quería más y más. Cada día presionaba más a su viejo maestro pero este o bien no sabía nada más o no quería enseñarle lo que él ansiaba. Finalmente, se hartó de perseguirlo, por lo que le robó u libro de hechizos y huyó. Durante un tiempo vagó por la esplendorosa ciudad, debatiéndose entre volver con su familia o rehacer su vida, pero nunca llegaba a una conclusión clara. De esa forma, aprendió a moverse en las oscuras calles, usando sus habilidades para conseguir algo de dinero, ya que su orgullo finalmente había vencido la batalla y nunca volvió a su casa.
Fue en uno de sus paseos por las zonas bajas de la ciudad cuando presenció un duelo de brujos. Aquello le impresionó sobremanera y observó sobrecogido la lucha que se desataba en aquel callejón. Finalmente uno de los magos pereció entre gritos de agonía, aunque el otro había quedado herido de muerte. Acercándose hasta el moribundo, consiguió embaucarlo con palabras dulces sobre la salvación de la muerte gracias a sus poderes curativos (que eran totalmente inventados). Gracias a sus venenosas palabras ayudó a aquel mago a que lo llevara hasta su casa para prodigarle todos los cuidados necesario que de seguro lo curaría, pero lo que Zhang deseaba en realidad era que le abriesen el camino y le eliminaran las posibles defensas mágicas que pudiese tener aquel mago. Una vez en la casa, y tras recostar al mago en un diván, Zhang ni pestañeó mientras le quitaba la vida degollándolo por la espalda. En los instantes posteriores, se dedicó a vagar por la casa, cogiendo todas las cosas que le pudiesen resultar útiles, incluido el báculo negro con un ónice en la parte superior, el cual estaba imbuido de un halo de poder (a determinar si hace algo o no).
Desde entonces se ha dedicado a vagar por las grandes ciudades vendiendo sus servicios como asistente y asesor a mercaderes y personas adineradas. Ha conseguido cierto renombre aunque siempre acaban expulsándolo por usar sus malas artes y ser descubierto.
Armas y equipo: Daga y báculo en el cual siempre se apoya al caminar y que si es menester utiliza como arma contundente. Se ilumina con una palabra mágica. Una bolsa en la que guarda todo tipo de artilugios raros que ha ido encontrando en sus año de vagabundeos. En una cajita lleva varias hierbas curativas y algunas drogas para que se mantengan en buen estado. También lleva algo de comida, agua y una cuerda). De su pasado solo conserva un anillo con el sello de su familia (una serpiente enroscada alrededor de una espada curvada).
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Nombre Aniuska
Sexo Mujer
Origen: Corinthia
Altura 1.70 Mtros.
Peso 65 Kg.
Pelo Larga cabellera de color negro precioso, oscuro como la misma oscuridad que cubría su alma, de forma alisada como torrentes de agua cayendo libremente, es su lado mas femenino, hasta la altura de la rodilla, mas nunca, solo en ocasiones demasiado especiales lo lleva suelta, siempre esta recogida con unas gomas dando la idea de un látigo totalmente recogido dejando despejado su puntiagudo rostro y dándole un aire altivo de reina sin reino....
Ojos Ojos ... cosa menos expresiva, cosa mas tenebrosa nunca he visto, es lógico imaginar que al observar sus ojos podrías encontrar algunas respuestas a su descomunal comportamiento, mas ninguna respuesta se encuentra. De color verde esmeralda que junto con su cabellera hacen un hermoso contraste, algo rasgados de forma artificial con pintura que muchas mujeres desearían saber como lo hace.
Edad 22 años
Profesión Guerrera Ladrona ?Mercenaria o lo que sea necesario. No es una experta en ambas cosas, pero sí aceptable.
Conocimientos
Es sin duda una dama de la seducción ( todo lo consigue a costa de sus palabras aduladoras, de la forma descarada en que es capaz de mentir ... hasta juraría que su cuerpo, si es muy capaz de vender su cuerpo por obtener lo que desea*)
Pero como no todo lo consigues con la seducción, conoce otras formas, su cuerpo responde fácilmente a situaciones extremas,de gran agilidad, la juventud le es propicia coordinar perfectamente cuerpo y mente no es de andar tonto es buena peleando mas prefiere recurrir a ello en casos donde no es capaz de envenenar, disuadir, engañar, persuadir, sin lugar a dudas su lengua es su mejor arma. Conoce su arma, todo lo que requiera de una coordinación con el cuerpo no le es difícil, nadar, trepar, andar sigiloso, apurar el paso, es capaz de lo que sea necesario para sobrevivir.
Desventajas
Su carácter posee demasiadas contrariedades, debe de sufrir algún tipo de trastorno mental, noooo no rías es verdad, si te fijas puedes ver que si se encuentra sola, simula conversar con alguien, o ves que ríe o llora sin razón aparente, se burla o amenaza a alguien, hasta he visto que se lastima así misma, dejando correr sangre. No tiene sentido de responsabilidad, de culpa, de remordimiento, de amor, de nostalgia, de pesar parece totalmente de piedra mas la soledad, si, la soledad le es insoportable, si esta sola es atacada por sus demonios. Con respecto a sus intereses considero mas bien que si, es ambiosa, pero no es su prioridad, no se desvive por oro, aunque claro un trabajo que se le encarga debera de ser pagado por su supuesto, ademas que lo necesita para vivir.
Armas
Posee espada larga sin filo, varias dagas puntiagudas, un bumerang,y una oz que cuando no esta en combate la usa como baston en sus largas caminatas.
Armadura y Ropaje
Armadura, no, no tiene o por lo menos no una que parezca de batalla o que en la lucha pueda darle algún tipo de resguardo. Su vestimenta es un corset negro ajustado con tiras de hilo en los costados que se ensañan a su cintura dándole una figura privilegiada, dejando un escote pronunciado hasta casi el inicio de sus senos, donde tiene tatuado una figura sin sentido, algún trivial antiguo o marca , he oído que podría ser una marca de esclava, mas ella esclava....
Lleva una falda también de color negro, donde sus contorneadas piernas se muestran, hasta un poco mas de las rodillas, la vista seria angelical sino fuera de unas cicatrices en la cara anterior del muslo, parece ser como de golpes o cortes, mas si miras sus piernas de frente ... juro que desearías si quiera un golpe de ellas ....
Su vestimenta termina con una capucha larga de un tono oscuro desteñido y ajado que tiene algunos figuras bordadas en hilo color rojo, y sus botas mucho mas ajados que su capa, mas aun soportaran por algún tiempo su trajinar.
Objetos
No lleva nada de bolsos o mochilas, lo poco que tiene cabe en los compartimientos de su capa, sus armas, algunas cosas chicas robadas, un poco de plantas medicinales, y una fragancia afrodisíaca, y un pedazo de hoja arrancada que nunca supe si tiene algo escrito o es solo un papel sin importancia.
Descripción Física y Psicológica
Es una mujer, en el amplio sentido de la palabra y con todas las letras, tanto física como emocionalmente. De extremidades largas, delgada de cara puntiaguda una nariz que concuerda con su rostro, de cuello esbelto y largo dando un aire altivo. Su rostro e modificado por algunos trucos de belleza, sobre todo la zona de los ojos. Podría ser que su imagen de una falsa sensación de rudeza, indistintamente es guerrera hasta veces creo que le agradaría mas ser un hombre a una mujer si hablamos de lo físico, mas emocionalmente tiene total dominio sobre las personas es calculadora, fría no demuestra sentimiento alguno inclusive en la lucha, no se puede decir que guste de matar o luchar mas esto se ve seriamente en duda cuando tiene algún objetivo, no dudar en matar sea a quien sea y esto incluye a personas indefensas. Tiene una mezcla de seres en su interior, cada uno lucha por tener el total dominio de su ser, uno que lo obliga a imponerse a todos y a todo sin importar el costo, uno que es capaz de lanzar al aire cualquier tipo de sentimiento o remordimiento alguno, uno que es capaz de arriesgar lo que sea necesario, armas, cuerpo o alma ..... a fin de obtener lo buscado, y otro que es totalmente opuesto que trata de equilibrar su alma colocarla en un lugar de reposo se encuentra en constante lucha con sigo misma, reviendo sus llamados ideales, no, no creo que tenga ideales aunque ... aunque alguno habrá en lo mas escondido de su mente.... el segundo muy pocas veces se impone y solo es invocado por alguien mucho mas fuerte que ella misma, uno cuya fuerza no radica específicamente en las armas o la lucha, sino en la inteligencia o respeto
Historia
'No se si podría decir que orgullosamente soy sino el único, uno de los pocos que conoce de su vida, de su historia, de lo perjudicial que puede llegar a ser, de la maldad que su alma puede albergar y de lo tonta e inútil que puede ser.
Es una persona cambiante, una persona real, no es el típico ser bonachón que solo busca la salvación o la protección de los mas débiles o desafortunados, ni la mujer idealista de noble sentimientos capaz de creer en sentimientos nobles, que piensa en una familia e hijos, tampoco cree en los ideales es mas no cree que ninguno crea en ellos, imagina que todos de alguna forma lo que hacen es buscar sacar provecho a las situaciones, que no hay sentimiento que lo lleve a uno a perder beneficios por otro, si alguno arriesga es solo que sabe que podrá obtener beneficios mayores.
Pero todo eso tampoco significa que sea una mujer malvada, creada desde la oscuridad que este dominada por alguna extraña fuerza del mal, que mate por delicia o que se beba la sangre de sus víctimas, como no cree en ideales ni sentimientos es que se siente sola.( esto nunca lo admitido, pero por mas que lo niegue, ninguno resiste a eso)
Esta mezcla de contrariedades es lo que la convierte en una mujer falsa, sucia y carente de sentido común, mas esto no lo saben.
Falsa, porque nada de lo que dice es totalmente cierto o totalmente falso, ha engañando en todo, no son mentiras piadosas, son mentiras que pudieron haber definido un pleito o que pudieron salvar a personas o evitar sucesos catastróficos, falsa porque es capaz de engatusar sin pestañear, sabe que su cuerpo es especialmente beneficioso para ella. Puede llegar a bajezas de cualquier tipo, no creo que sea necesario explicarlo......esto lo convierte en sucia .
Pero a todo esto es inocente ..... inocente porque se ve dominada por un profundo pesar por cada acto incorrecto, lastima que le duren poco y se borren completamente cuando ve los resultados. Conozco de sus actos de bien, el haber salvado a un inocente de la horca, de haber salvado a una nena de manos de unos pervertidos que jugarían con su virginal cuerpo, de haber encabezado una guerra contra los opresores de un pueblo y haberlo ganado por su terrible visión de líder y guerrera, y así ... mas lastima que sus actos de maldad tengan mayor peso a la hora de definirla ....
Su cuerpo tiene mas huellas de hombres que una playa en pleno verano, su espada es reclamada por muchas sangres inocentes, su mente es continuamente atormentada por los remordientos, he llegado a pensar que es con sus remordimientos es que habla a solas que procura callarlos, o sonríe cómplice con ellos ..... tiene temores dentro que le impiden definirse en una línea, si es buena o malvada, si podría defender el bien en caso de ser llamada o se uniría a las fuerzas oscuras ... esto .. esto es creo yo, lo que algún día la terminara consumiendo y devorando al fin su alma, con escasos 22 anos a vivido mas que cualquier cachorro de humano, ha pasado por situaciones traumáticas y delicadas que los fortachones soldados. Pero lo que es peor, no conoce ningún sentimiento noble que le ayude a encaminarse hacia uno u otro lado
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Sexo: Masculino
Edad: 32
Procedencia: Khitay.
Clase: Hechicero - Brujo
Descripción física y psíquica: De aspecto enclenque aunque saludable. No tiene una gran corpulencia aunque sabe defenderse llegado el momento. De estatura baja no alcanzando el 1.65 de altura y los 60 kilos de peso. Sus ojos son de color oscuro y posee una larga melena oscura atada en una coleta y una siempre bien cuidada barba y bigote, que enmarcan unos delgados labios. Los dedos de sus manos son muy largos y delgados, asemejándose si se observan en la oscuridad a garras. Siempre tiene una medio sonrisa en la boca, lo que le da un aspecto un tanto insolente. Acostumbra a vestir túnicas grises con capucha, aunque acostumbra a ponérsela solo cuando no quiere que vean lo que mira. Normalmente prefiere llevar la cara descubierta. No suele llevar colores llamativos. La daga la lleva en el cinturón que abraza su cintura.
Perfil psicológico: Siempre camina un poco encorvado lo que lo hace parecer más pequeño de lo que es. Su mirada es siempre esquiva y no le gusta mirar a la cara cuando habla con las personas. Solo lo hace cuando quiere o necesita alguna información. Es entonces cuando su dos ojos se convierten en dos rendijas que llenan de pavor a aquellas personas de voluntad débil. Posee unas ansias irrefrenables de poder y no dudará en aprovechar cualquier oportunidad que se le ponga por delante si con ello consigue aumentar sus poderes o aprender algún nuevo hechizo. Trabaja en equipo, pero solo por que ello le proporciona la seguridad que necesita en las luchas cuerpo a cuerpo. Ello le permite concentrarse en el punto de la batalla que más le interesa mientras otros sufren las heridas y mueren. Acostumbrará a ayudar a sus compañeros pero solo si ello le de forma positiva. Acostumbra a hablar poco y cundo lo hace, su voz rasposa provoca cierta aprensión. No acostumbrará a tomar decisiones precipitadas, prefiere que las tomen otros. Luego el hará lo que crea más conveniente. Tampoco arriesgará la vida por nadie...se quiere demasiado como para perder la suya propia. Es propenso a la corrupción. Ansío por encima de todo dinero y poder, lo que me dará el renombre que un elemento de mi calaña desea. Las mujeres y el placer solo lo buscará si con ello consigue algún provecho o le abre alguna puerta?
Habilidades:
- Ocultismo.
- Hipnotismo
- Subterfugio.
- Intimidar.
- hechizo de paralizar, durará unos segundos - los suficientes al menos para escapar o clavarle una daga al objetivo, dependiendo de la fortaleza física y psíquica de este.
Defectos:
- Es altivo y muy arrogante.
- Vanidoso.
- Tiene el corazón débil y no aguanta los esfuerzos prolongados.
Historia: Nacido en Khitay, en su capital Paikang. Nació dentro de una familia adinerada y al ser el quinto en la línea de sucesión de las propiedades de su padre, decidió que lo mejor que podía hacer era meterse en alguna escuela de magia para aprender el uso de las artes arcanas. Durante su infancia y parte de su adolescencia estuvo bajo las órdenes de un viejo mago que lo inició en las artes, pero la mente de Zhang era muy inquieta y cada vez quería más y más. Cada día presionaba más a su viejo maestro pero este o bien no sabía nada más o no quería enseñarle lo que él ansiaba. Finalmente, se hartó de perseguirlo, por lo que le robó u libro de hechizos y huyó. Durante un tiempo vagó por la esplendorosa ciudad, debatiéndose entre volver con su familia o rehacer su vida, pero nunca llegaba a una conclusión clara. De esa forma, aprendió a moverse en las oscuras calles, usando sus habilidades para conseguir algo de dinero, ya que su orgullo finalmente había vencido la batalla y nunca volvió a su casa.
Fue en uno de sus paseos por las zonas bajas de la ciudad cuando presenció un duelo de brujos. Aquello le impresionó sobremanera y observó sobrecogido la lucha que se desataba en aquel callejón. Finalmente uno de los magos pereció entre gritos de agonía, aunque el otro había quedado herido de muerte. Acercándose hasta el moribundo, consiguió embaucarlo con palabras dulces sobre la salvación de la muerte gracias a sus poderes curativos (que eran totalmente inventados). Gracias a sus venenosas palabras ayudó a aquel mago a que lo llevara hasta su casa para prodigarle todos los cuidados necesario que de seguro lo curaría, pero lo que Zhang deseaba en realidad era que le abriesen el camino y le eliminaran las posibles defensas mágicas que pudiese tener aquel mago. Una vez en la casa, y tras recostar al mago en un diván, Zhang ni pestañeó mientras le quitaba la vida degollándolo por la espalda. En los instantes posteriores, se dedicó a vagar por la casa, cogiendo todas las cosas que le pudiesen resultar útiles, incluido el báculo negro con un ónice en la parte superior, el cual estaba imbuido de un halo de poder (a determinar si hace algo o no).
Desde entonces se ha dedicado a vagar por las grandes ciudades vendiendo sus servicios como asistente y asesor a mercaderes y personas adineradas. Ha conseguido cierto renombre aunque siempre acaban expulsándolo por usar sus malas artes y ser descubierto.
Armas y equipo: Daga y báculo en el cual siempre se apoya al caminar y que si es menester utiliza como arma contundente. Se ilumina con una palabra mágica. Una bolsa en la que guarda todo tipo de artilugios raros que ha ido encontrando en sus año de vagabundeos. En una cajita lleva varias hierbas curativas y algunas drogas para que se mantengan en buen estado. También lleva algo de comida, agua y una cuerda). De su pasado solo conserva un anillo con el sello de su familia (una serpiente enroscada alrededor de una espada curvada).
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Nombre Aniuska
Sexo Mujer
Origen: Corinthia
Altura 1.70 Mtros.
Peso 65 Kg.
Pelo Larga cabellera de color negro precioso, oscuro como la misma oscuridad que cubría su alma, de forma alisada como torrentes de agua cayendo libremente, es su lado mas femenino, hasta la altura de la rodilla, mas nunca, solo en ocasiones demasiado especiales lo lleva suelta, siempre esta recogida con unas gomas dando la idea de un látigo totalmente recogido dejando despejado su puntiagudo rostro y dándole un aire altivo de reina sin reino....
Ojos Ojos ... cosa menos expresiva, cosa mas tenebrosa nunca he visto, es lógico imaginar que al observar sus ojos podrías encontrar algunas respuestas a su descomunal comportamiento, mas ninguna respuesta se encuentra. De color verde esmeralda que junto con su cabellera hacen un hermoso contraste, algo rasgados de forma artificial con pintura que muchas mujeres desearían saber como lo hace.
Edad 22 años
Profesión Guerrera Ladrona ?Mercenaria o lo que sea necesario. No es una experta en ambas cosas, pero sí aceptable.
Conocimientos
Es sin duda una dama de la seducción ( todo lo consigue a costa de sus palabras aduladoras, de la forma descarada en que es capaz de mentir ... hasta juraría que su cuerpo, si es muy capaz de vender su cuerpo por obtener lo que desea*)
Pero como no todo lo consigues con la seducción, conoce otras formas, su cuerpo responde fácilmente a situaciones extremas,de gran agilidad, la juventud le es propicia coordinar perfectamente cuerpo y mente no es de andar tonto es buena peleando mas prefiere recurrir a ello en casos donde no es capaz de envenenar, disuadir, engañar, persuadir, sin lugar a dudas su lengua es su mejor arma. Conoce su arma, todo lo que requiera de una coordinación con el cuerpo no le es difícil, nadar, trepar, andar sigiloso, apurar el paso, es capaz de lo que sea necesario para sobrevivir.
Desventajas
Su carácter posee demasiadas contrariedades, debe de sufrir algún tipo de trastorno mental, noooo no rías es verdad, si te fijas puedes ver que si se encuentra sola, simula conversar con alguien, o ves que ríe o llora sin razón aparente, se burla o amenaza a alguien, hasta he visto que se lastima así misma, dejando correr sangre. No tiene sentido de responsabilidad, de culpa, de remordimiento, de amor, de nostalgia, de pesar parece totalmente de piedra mas la soledad, si, la soledad le es insoportable, si esta sola es atacada por sus demonios. Con respecto a sus intereses considero mas bien que si, es ambiosa, pero no es su prioridad, no se desvive por oro, aunque claro un trabajo que se le encarga debera de ser pagado por su supuesto, ademas que lo necesita para vivir.
Armas
Posee espada larga sin filo, varias dagas puntiagudas, un bumerang,y una oz que cuando no esta en combate la usa como baston en sus largas caminatas.
Armadura y Ropaje
Armadura, no, no tiene o por lo menos no una que parezca de batalla o que en la lucha pueda darle algún tipo de resguardo. Su vestimenta es un corset negro ajustado con tiras de hilo en los costados que se ensañan a su cintura dándole una figura privilegiada, dejando un escote pronunciado hasta casi el inicio de sus senos, donde tiene tatuado una figura sin sentido, algún trivial antiguo o marca , he oído que podría ser una marca de esclava, mas ella esclava....
Lleva una falda también de color negro, donde sus contorneadas piernas se muestran, hasta un poco mas de las rodillas, la vista seria angelical sino fuera de unas cicatrices en la cara anterior del muslo, parece ser como de golpes o cortes, mas si miras sus piernas de frente ... juro que desearías si quiera un golpe de ellas ....
Su vestimenta termina con una capucha larga de un tono oscuro desteñido y ajado que tiene algunos figuras bordadas en hilo color rojo, y sus botas mucho mas ajados que su capa, mas aun soportaran por algún tiempo su trajinar.
Objetos
No lleva nada de bolsos o mochilas, lo poco que tiene cabe en los compartimientos de su capa, sus armas, algunas cosas chicas robadas, un poco de plantas medicinales, y una fragancia afrodisíaca, y un pedazo de hoja arrancada que nunca supe si tiene algo escrito o es solo un papel sin importancia.
Descripción Física y Psicológica
Es una mujer, en el amplio sentido de la palabra y con todas las letras, tanto física como emocionalmente. De extremidades largas, delgada de cara puntiaguda una nariz que concuerda con su rostro, de cuello esbelto y largo dando un aire altivo. Su rostro e modificado por algunos trucos de belleza, sobre todo la zona de los ojos. Podría ser que su imagen de una falsa sensación de rudeza, indistintamente es guerrera hasta veces creo que le agradaría mas ser un hombre a una mujer si hablamos de lo físico, mas emocionalmente tiene total dominio sobre las personas es calculadora, fría no demuestra sentimiento alguno inclusive en la lucha, no se puede decir que guste de matar o luchar mas esto se ve seriamente en duda cuando tiene algún objetivo, no dudar en matar sea a quien sea y esto incluye a personas indefensas. Tiene una mezcla de seres en su interior, cada uno lucha por tener el total dominio de su ser, uno que lo obliga a imponerse a todos y a todo sin importar el costo, uno que es capaz de lanzar al aire cualquier tipo de sentimiento o remordimiento alguno, uno que es capaz de arriesgar lo que sea necesario, armas, cuerpo o alma ..... a fin de obtener lo buscado, y otro que es totalmente opuesto que trata de equilibrar su alma colocarla en un lugar de reposo se encuentra en constante lucha con sigo misma, reviendo sus llamados ideales, no, no creo que tenga ideales aunque ... aunque alguno habrá en lo mas escondido de su mente.... el segundo muy pocas veces se impone y solo es invocado por alguien mucho mas fuerte que ella misma, uno cuya fuerza no radica específicamente en las armas o la lucha, sino en la inteligencia o respeto
Historia
'No se si podría decir que orgullosamente soy sino el único, uno de los pocos que conoce de su vida, de su historia, de lo perjudicial que puede llegar a ser, de la maldad que su alma puede albergar y de lo tonta e inútil que puede ser.
Es una persona cambiante, una persona real, no es el típico ser bonachón que solo busca la salvación o la protección de los mas débiles o desafortunados, ni la mujer idealista de noble sentimientos capaz de creer en sentimientos nobles, que piensa en una familia e hijos, tampoco cree en los ideales es mas no cree que ninguno crea en ellos, imagina que todos de alguna forma lo que hacen es buscar sacar provecho a las situaciones, que no hay sentimiento que lo lleve a uno a perder beneficios por otro, si alguno arriesga es solo que sabe que podrá obtener beneficios mayores.
Pero todo eso tampoco significa que sea una mujer malvada, creada desde la oscuridad que este dominada por alguna extraña fuerza del mal, que mate por delicia o que se beba la sangre de sus víctimas, como no cree en ideales ni sentimientos es que se siente sola.( esto nunca lo admitido, pero por mas que lo niegue, ninguno resiste a eso)
Esta mezcla de contrariedades es lo que la convierte en una mujer falsa, sucia y carente de sentido común, mas esto no lo saben.
Falsa, porque nada de lo que dice es totalmente cierto o totalmente falso, ha engañando en todo, no son mentiras piadosas, son mentiras que pudieron haber definido un pleito o que pudieron salvar a personas o evitar sucesos catastróficos, falsa porque es capaz de engatusar sin pestañear, sabe que su cuerpo es especialmente beneficioso para ella. Puede llegar a bajezas de cualquier tipo, no creo que sea necesario explicarlo......esto lo convierte en sucia .
Pero a todo esto es inocente ..... inocente porque se ve dominada por un profundo pesar por cada acto incorrecto, lastima que le duren poco y se borren completamente cuando ve los resultados. Conozco de sus actos de bien, el haber salvado a un inocente de la horca, de haber salvado a una nena de manos de unos pervertidos que jugarían con su virginal cuerpo, de haber encabezado una guerra contra los opresores de un pueblo y haberlo ganado por su terrible visión de líder y guerrera, y así ... mas lastima que sus actos de maldad tengan mayor peso a la hora de definirla ....
Su cuerpo tiene mas huellas de hombres que una playa en pleno verano, su espada es reclamada por muchas sangres inocentes, su mente es continuamente atormentada por los remordientos, he llegado a pensar que es con sus remordimientos es que habla a solas que procura callarlos, o sonríe cómplice con ellos ..... tiene temores dentro que le impiden definirse en una línea, si es buena o malvada, si podría defender el bien en caso de ser llamada o se uniría a las fuerzas oscuras ... esto .. esto es creo yo, lo que algún día la terminara consumiendo y devorando al fin su alma, con escasos 22 anos a vivido mas que cualquier cachorro de humano, ha pasado por situaciones traumáticas y delicadas que los fortachones soldados. Pero lo que es peor, no conoce ningún sentimiento noble que le ayude a encaminarse hacia uno u otro lado
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Re: Mercenarios
Nombre: Gael Than
Sexo: Varón
Edad: 31 años
Procedencia:
Descripción física: Gael Than es un hombre alto y esbelto, pero fibroso, acostumbrado a la dura vida mercenaria. Su cabello, de color castaño, enmarca un rostro agudo, en el que destacan sus ojos de color verde. Un intrincado tatuaje tribal recorre su brazo izquierdo, llegando hasta el hombro y parte de su cuello, y una antigua cicatriz se puede ver en la comisura derecha de sus labios. A pesar de eso, es un hombre al que puede considerársele atractivo, si bien su carácter meditabundo no suele atraer a las mujeres.
Suele vestir ropas de viaje, de color terroso, así como guantes de cuero, botas recias del mismo material, y capa de viaje.
Descripción mental: Gael Than es un hombre comedido, que mide sus palabras y actos a cada instante. Teme perder el control, como ya le ocurrió en su trágico pasado, y por ello mantiene su carácter tras un férreo autocontrol, ayudado por las técnicas de meditación oriental aprendidas en Kithai.
Es difícil que haga lazos de amistad con nadie, para él, el trabajo es el trabajo, y lo hace de forma eficiente y rápida. Es muy consciente de que en la vida que le ha tocado vivir, todo depende de un hilo, y cualquier duda puede llevarlo a la tumba. Por ello mata sin escrúpulos y sin tribulaciones, dónde y cuando hace falta.
Una de sus pasiones es el arte de la espada. Desde que fue adiestrado en las disciplinas orientales, utiliza sus enseñanzas como medio de perfeccionamiento tanto corporal como mental.
Habilidades
- Adiestramiento Oriental: Gael Than fue entrenado por un maestro de la espada en Kithai, aprendiendo a unificar mente y cuerpo en el uso de su arma. Busca constantemente perfeccionar su habilidad, con lo cual es un contrincante a tener en cuenta.
- Cultura General: Gael Than tiene otra pasión, además de la espada. Le encanta leer, y también sabe escribir en algunos idiomas. Suele mostrar interés en libros y pergaminos antiguos, que hablen de civilizaciones perdidas, razas y pueblos extraños. Por ello, si bien no es un experto en nada, ni mucho menos, tiene una amplia cultura general, y al menos de oídas, recordará muchas cosas.
- Reflejos Rápidos: Gael Than es muy ágil, lo cual favorece su estilo de combate, además de proveerle de una capacidad de reacción bastante notable.
Defectos
- Enemigos: Gael Than se ha buscado dos poderosos enemigos en su azarosa vida. Uno, la familia del mercader que mató en Argos. La otra, un clan de kithai que lo busca por matar a su maestro. Ambos pondrán todos los medios a su disposición para acabar con el mercenario. Es por ello que no suele establecerse demasiado tiempo en ningún sitio.
Equipo
- Una katana de excelente manufactura, perteneciente a su maestro asesinado. Su empuñadura es negra, con grabados en plata, y a lo largo de su hoja hay grabado un dragón oriental, todo acompañado de una excelente vaina negra adornada con los mismos motivos orientales. Es su posesión más preciada, y prácticamente daría su vida por ella. Hará todo lo que esté en su mano por recuperarla en caso de perderla. Lleva la espada cruzada a su espalda, junto con el arco.
- Una espada de hoja curva, también de estilo oriental, que pende de su cinturón. Generalmente es el arma que más utiliza, reservando la espada de su maestro para combates merecedores de ella.
- Dos dagas, una larga, sujeta a su cinturón a la altura de los riñones, y otra, un estilete fino que esconde en su bota derecha.
- Arco corto estilo oriental, con un carcaj de cuero y veinte flechas.
- Un zurrón, del que cuelga un odre con agua. Dentro del zurrón podemos encontrar algo de dinero, comida de viaje, vendas, yesca y pedernal, algunas puntas de flecha de repuesto y el material necesario para afilar su espada.
Historia
Gael Than es el segundo hijo de un mercader de Argos, cuyos negocios nunca fueron lo bien que debieron ir. Su hermano, Dael, siempre fue el preferido de su progenitor, y el que probablemente heredara su negocio, así que él se dedico a desperdiciar su adolescencia, de taberna en taberna, bebiendo y fornicando, enredado en mil y una pendencias. Fruto de una de ellas es la gran cicatriz que cruza su pecho, desde la ingle hasta casi el cuello, causada por la hoja de un hyrkanio borracho. Su madre se desesperaba, y su padre y su hermano le reprendían de mil y una formas, pero sus sermones caían en saco roto.
Se fugaba por las noches, y volvía al amanecer, apestando a alcohol y a perfume barato. Su vida fue transcurriendo de ese modo, a trancas y a barrancas, hasta que cumplió los veinte años. En ese tiempo, un odio hacia su padre se había ido enquistando en su corazón, probablemente debido a la escasa atención que le prestó desde pequeño. Todos los parabienes eran para su hermano, mientras que para Gael solo quedaban las quejas, las protestas y las descalificaciones. Solamente en el regazo de su madre encontraba consuelo, pues la pobre mujer aún creía en enderezar el camino de su díscolo hijo.
Ese año, los negocios de su padre cayeron en bancarrota, y el carácter de su padre, ya de por sí agrio, empeoró notablemente. Comenzó a maltratar a su esposa, humillándola tanto física como verbalmente, y Gael Than se retorcía las manos impotente, al ver que nadie hacía nada para impedirlo.
Una noche, el mercader se había reunido con Alectus, otro comerciante de notable influencia, en un intento de reflotar sus negocios. Corrió el vino durante toda la noche, su propia madre haciendo las labores de sirvienta, pues se habían quedado sin dinero para mantener sirvientes. A altas horas de la madrugada, a su madre, debido al cansancio, se le derramaron unas gotas de vino sobre las ropas de Alectus, el cual, ebrio, la golpeó con fuerza, insultándola vilmente. Inmediatamente, Gael Than se levantó, pero su sorpresa fue enorme al ver, no solo que su hermano no se levantaba, sino que su padre lo mandaba a sentar, insultando a su ?inútil y estúpida mujer? según sus propias palabras.
En ese momento, algo pareció quebrarse en su interior. Una furia incontrolada recorrió sus venas como fuego líquido, un velo rojizo se implantó ante sus ojos, un zumbido restallaba en sus tímpanos? en un instante, años de desprecios e injusticias estallaron dentro de sí.
Se abalanzó sobre el mercader, golpeándolo furiosamente con sus puños, una y otra vez. Notaba los huesos quebrándose, no sabía si eran sus nudillos o el rostro de Alectus, pero tampoco le importaba. Sentía las manos de su padre y de su hermano tratando de separarlo, pero apenas podían hacer nada, pues Gael Than tenía la furia y la fuerza de un animal salvaje. Sin apenas ver, cogió un cuchillo de la mesa, y de un solo tajo, degolló al comerciante.
El chorro de sangre caliente impactó en su rostro, y durante unos instantes, recuperó la cordura. Contempló el cuerpo del mercader, aún sentado en el sillón, su rostro deformado y quebrado, sus ojos vidriosos mirando el techo, mientras en su cuello se dibujaba una larga sonrisa sangrienta, por la que aún brotaba rojo icor. Notó un latido, y vio que de su mano izquierda goteaba sangre, y que se había dislocado la muñeca.
Un silencio sepulcral había caído sobre la sala, solamente roto por el crepitar del fuego que se consumía en la chimenea. Su hermano, de piel, lo miraba aterrado, al igual que su padre, tirado en el suelo tras un golpe suyo. Podía ver la marca rojiza que se marcaba en su mejilla. Su madre, en un rincón, sollozaba, su rostro arrasado en lágrimas.
Horrorizado ante su acto, pero sobre todo, incapaz de soportar la mirada de su madre, huyó de allí, como alma que lleva el diablo.
Había asesinado a un comerciante importante, y desde ese momento, estaría buscado por la justicia. Acudiendo a algunos amigos, pudo reunir algo de dinero y ropas, y partió de Messantia sin rumbo predefinido. Vagó por varias tierras, casi como mendigo, hasta que, sin esperanza ni futuro, se unió a un grupo de desarrapados que se ganaban la vida como bandidos y asaltantes de caminos. Durante tres años convivió con ellos, y pronto llegó a ser segundo al mando de la banda, sólo por debajo de su líder Fern ?Cuervo Rojo?. Allí dio rienda suelta a sus instintos más bajos, matando, robando, violando y saqueando, en una caída hacia la perdición que no parecía tener fin.
Un día, atacaron lo que parecía ser una caravana camino de oriente. Cayeron sobre ellos como buitres, con una lluvia de flechas y lanzando alaridos de furia. Un hombre se bajó del carromato. Era mayor, rozando la sesentona, delgado como un junco. En su cráneo calvo se veían símbolos tatuados, y en su mano izquierda llevaba una espada oriental, una de esas katanas. Con precisión, casi con desgana, desenvainó su arma, y se puso en posición de combate.
Gael Than nunca había visto a nadie luchar así. Sus movimientos eran perfectos, danzaba entre sus contrincantes, lanzando tajos a diestro y siniestro. Cuando llegó el turno de Gael Than, pensó que había llegado su hora, y se lamentó, como antes no había hecho, de lo bajo que había caído en esta vida. Soltó su arma y cayó de rodillas ante el anciano, que lo miraba extrañado. El bandido sintió un golpe en su sien, y sucumbió a la oscuridad.
Cuando despertó estaba en el carromato, junto al extraño oriental. Éste dijo llamarse Feng Lei, y le dijo que había perdonado su vida, puesto que su alma aún podía salvarse. ¿Qué fue lo que el viejo vio en un bandido sucio y desnutrido? Gael nunca lo supo. ¿Por qué motivo perdonó su vida? Tampoco lo entendió nunca.
Desde ese momento, Feng Lei se convirtió en su maestro, mostrándole una doctrina oriental, basada en la meditación y el autocontrol, perfeccionando sus habilidades, uniendo cuerpo y mente en cada movimiento que realizaba.
Probablemente fueran los momentos más felices de su vida, y aunque era un maestro duro, Gael Than pronto mostró dotes para la disciplina marcial. Se establecieron en Kithai, donde Feng Lei tenía un negocio de guardaespaldas y guardianes de caravanas, con notable éxito. Vivieron allí varios años, hasta que Gael cumplió los veintiocho. Allí nuevamente, su aciago destino llamó a su puerta. Una mañana, cuando volvía del mercado, encontró a su maestro muerto, asesinado cobardemente mientras dormía. Gael Than volvió a sentir lo que había sentido tiempo atrás, en casa de sus padres, pero esta vez era diferente. Esta vez tenía disciplina, y la ira cegadora se convirtió en una fría furia. Cogió la espada de su maestro, y llegó hasta la casa de Hiao Dai, el más encarnizado rival de Feng. No tenía pruebas, ni podía demostrar nada, pero sabía que había sido él.
Entró en la casa, acabando con las vidas de aquellos que se le enfrentaban, hasta que llegó al salón donde estaba Hiao Dai. Sin dudarlo, ensartó al hombre, clavándolo en su silla. Luego, prendió fuego al edificio y se fue.
Desde entonces, vaga por el mundo, alquilando su espada al mejor postor. Gael Than buscó la felicidad, pero sólo encontró muerte. Buscó paz, y sólo encontró furia. Buscó luz, y sólo encontró oscuridad.
Sexo: Varón
Edad: 31 años
Procedencia:
Descripción física: Gael Than es un hombre alto y esbelto, pero fibroso, acostumbrado a la dura vida mercenaria. Su cabello, de color castaño, enmarca un rostro agudo, en el que destacan sus ojos de color verde. Un intrincado tatuaje tribal recorre su brazo izquierdo, llegando hasta el hombro y parte de su cuello, y una antigua cicatriz se puede ver en la comisura derecha de sus labios. A pesar de eso, es un hombre al que puede considerársele atractivo, si bien su carácter meditabundo no suele atraer a las mujeres.
Suele vestir ropas de viaje, de color terroso, así como guantes de cuero, botas recias del mismo material, y capa de viaje.
Descripción mental: Gael Than es un hombre comedido, que mide sus palabras y actos a cada instante. Teme perder el control, como ya le ocurrió en su trágico pasado, y por ello mantiene su carácter tras un férreo autocontrol, ayudado por las técnicas de meditación oriental aprendidas en Kithai.
Es difícil que haga lazos de amistad con nadie, para él, el trabajo es el trabajo, y lo hace de forma eficiente y rápida. Es muy consciente de que en la vida que le ha tocado vivir, todo depende de un hilo, y cualquier duda puede llevarlo a la tumba. Por ello mata sin escrúpulos y sin tribulaciones, dónde y cuando hace falta.
Una de sus pasiones es el arte de la espada. Desde que fue adiestrado en las disciplinas orientales, utiliza sus enseñanzas como medio de perfeccionamiento tanto corporal como mental.
Habilidades
- Adiestramiento Oriental: Gael Than fue entrenado por un maestro de la espada en Kithai, aprendiendo a unificar mente y cuerpo en el uso de su arma. Busca constantemente perfeccionar su habilidad, con lo cual es un contrincante a tener en cuenta.
- Cultura General: Gael Than tiene otra pasión, además de la espada. Le encanta leer, y también sabe escribir en algunos idiomas. Suele mostrar interés en libros y pergaminos antiguos, que hablen de civilizaciones perdidas, razas y pueblos extraños. Por ello, si bien no es un experto en nada, ni mucho menos, tiene una amplia cultura general, y al menos de oídas, recordará muchas cosas.
- Reflejos Rápidos: Gael Than es muy ágil, lo cual favorece su estilo de combate, además de proveerle de una capacidad de reacción bastante notable.
Defectos
- Enemigos: Gael Than se ha buscado dos poderosos enemigos en su azarosa vida. Uno, la familia del mercader que mató en Argos. La otra, un clan de kithai que lo busca por matar a su maestro. Ambos pondrán todos los medios a su disposición para acabar con el mercenario. Es por ello que no suele establecerse demasiado tiempo en ningún sitio.
Equipo
- Una katana de excelente manufactura, perteneciente a su maestro asesinado. Su empuñadura es negra, con grabados en plata, y a lo largo de su hoja hay grabado un dragón oriental, todo acompañado de una excelente vaina negra adornada con los mismos motivos orientales. Es su posesión más preciada, y prácticamente daría su vida por ella. Hará todo lo que esté en su mano por recuperarla en caso de perderla. Lleva la espada cruzada a su espalda, junto con el arco.
- Una espada de hoja curva, también de estilo oriental, que pende de su cinturón. Generalmente es el arma que más utiliza, reservando la espada de su maestro para combates merecedores de ella.
- Dos dagas, una larga, sujeta a su cinturón a la altura de los riñones, y otra, un estilete fino que esconde en su bota derecha.
- Arco corto estilo oriental, con un carcaj de cuero y veinte flechas.
- Un zurrón, del que cuelga un odre con agua. Dentro del zurrón podemos encontrar algo de dinero, comida de viaje, vendas, yesca y pedernal, algunas puntas de flecha de repuesto y el material necesario para afilar su espada.
Historia
Gael Than es el segundo hijo de un mercader de Argos, cuyos negocios nunca fueron lo bien que debieron ir. Su hermano, Dael, siempre fue el preferido de su progenitor, y el que probablemente heredara su negocio, así que él se dedico a desperdiciar su adolescencia, de taberna en taberna, bebiendo y fornicando, enredado en mil y una pendencias. Fruto de una de ellas es la gran cicatriz que cruza su pecho, desde la ingle hasta casi el cuello, causada por la hoja de un hyrkanio borracho. Su madre se desesperaba, y su padre y su hermano le reprendían de mil y una formas, pero sus sermones caían en saco roto.
Se fugaba por las noches, y volvía al amanecer, apestando a alcohol y a perfume barato. Su vida fue transcurriendo de ese modo, a trancas y a barrancas, hasta que cumplió los veinte años. En ese tiempo, un odio hacia su padre se había ido enquistando en su corazón, probablemente debido a la escasa atención que le prestó desde pequeño. Todos los parabienes eran para su hermano, mientras que para Gael solo quedaban las quejas, las protestas y las descalificaciones. Solamente en el regazo de su madre encontraba consuelo, pues la pobre mujer aún creía en enderezar el camino de su díscolo hijo.
Ese año, los negocios de su padre cayeron en bancarrota, y el carácter de su padre, ya de por sí agrio, empeoró notablemente. Comenzó a maltratar a su esposa, humillándola tanto física como verbalmente, y Gael Than se retorcía las manos impotente, al ver que nadie hacía nada para impedirlo.
Una noche, el mercader se había reunido con Alectus, otro comerciante de notable influencia, en un intento de reflotar sus negocios. Corrió el vino durante toda la noche, su propia madre haciendo las labores de sirvienta, pues se habían quedado sin dinero para mantener sirvientes. A altas horas de la madrugada, a su madre, debido al cansancio, se le derramaron unas gotas de vino sobre las ropas de Alectus, el cual, ebrio, la golpeó con fuerza, insultándola vilmente. Inmediatamente, Gael Than se levantó, pero su sorpresa fue enorme al ver, no solo que su hermano no se levantaba, sino que su padre lo mandaba a sentar, insultando a su ?inútil y estúpida mujer? según sus propias palabras.
En ese momento, algo pareció quebrarse en su interior. Una furia incontrolada recorrió sus venas como fuego líquido, un velo rojizo se implantó ante sus ojos, un zumbido restallaba en sus tímpanos? en un instante, años de desprecios e injusticias estallaron dentro de sí.
Se abalanzó sobre el mercader, golpeándolo furiosamente con sus puños, una y otra vez. Notaba los huesos quebrándose, no sabía si eran sus nudillos o el rostro de Alectus, pero tampoco le importaba. Sentía las manos de su padre y de su hermano tratando de separarlo, pero apenas podían hacer nada, pues Gael Than tenía la furia y la fuerza de un animal salvaje. Sin apenas ver, cogió un cuchillo de la mesa, y de un solo tajo, degolló al comerciante.
El chorro de sangre caliente impactó en su rostro, y durante unos instantes, recuperó la cordura. Contempló el cuerpo del mercader, aún sentado en el sillón, su rostro deformado y quebrado, sus ojos vidriosos mirando el techo, mientras en su cuello se dibujaba una larga sonrisa sangrienta, por la que aún brotaba rojo icor. Notó un latido, y vio que de su mano izquierda goteaba sangre, y que se había dislocado la muñeca.
Un silencio sepulcral había caído sobre la sala, solamente roto por el crepitar del fuego que se consumía en la chimenea. Su hermano, de piel, lo miraba aterrado, al igual que su padre, tirado en el suelo tras un golpe suyo. Podía ver la marca rojiza que se marcaba en su mejilla. Su madre, en un rincón, sollozaba, su rostro arrasado en lágrimas.
Horrorizado ante su acto, pero sobre todo, incapaz de soportar la mirada de su madre, huyó de allí, como alma que lleva el diablo.
Había asesinado a un comerciante importante, y desde ese momento, estaría buscado por la justicia. Acudiendo a algunos amigos, pudo reunir algo de dinero y ropas, y partió de Messantia sin rumbo predefinido. Vagó por varias tierras, casi como mendigo, hasta que, sin esperanza ni futuro, se unió a un grupo de desarrapados que se ganaban la vida como bandidos y asaltantes de caminos. Durante tres años convivió con ellos, y pronto llegó a ser segundo al mando de la banda, sólo por debajo de su líder Fern ?Cuervo Rojo?. Allí dio rienda suelta a sus instintos más bajos, matando, robando, violando y saqueando, en una caída hacia la perdición que no parecía tener fin.
Un día, atacaron lo que parecía ser una caravana camino de oriente. Cayeron sobre ellos como buitres, con una lluvia de flechas y lanzando alaridos de furia. Un hombre se bajó del carromato. Era mayor, rozando la sesentona, delgado como un junco. En su cráneo calvo se veían símbolos tatuados, y en su mano izquierda llevaba una espada oriental, una de esas katanas. Con precisión, casi con desgana, desenvainó su arma, y se puso en posición de combate.
Gael Than nunca había visto a nadie luchar así. Sus movimientos eran perfectos, danzaba entre sus contrincantes, lanzando tajos a diestro y siniestro. Cuando llegó el turno de Gael Than, pensó que había llegado su hora, y se lamentó, como antes no había hecho, de lo bajo que había caído en esta vida. Soltó su arma y cayó de rodillas ante el anciano, que lo miraba extrañado. El bandido sintió un golpe en su sien, y sucumbió a la oscuridad.
Cuando despertó estaba en el carromato, junto al extraño oriental. Éste dijo llamarse Feng Lei, y le dijo que había perdonado su vida, puesto que su alma aún podía salvarse. ¿Qué fue lo que el viejo vio en un bandido sucio y desnutrido? Gael nunca lo supo. ¿Por qué motivo perdonó su vida? Tampoco lo entendió nunca.
Desde ese momento, Feng Lei se convirtió en su maestro, mostrándole una doctrina oriental, basada en la meditación y el autocontrol, perfeccionando sus habilidades, uniendo cuerpo y mente en cada movimiento que realizaba.
Probablemente fueran los momentos más felices de su vida, y aunque era un maestro duro, Gael Than pronto mostró dotes para la disciplina marcial. Se establecieron en Kithai, donde Feng Lei tenía un negocio de guardaespaldas y guardianes de caravanas, con notable éxito. Vivieron allí varios años, hasta que Gael cumplió los veintiocho. Allí nuevamente, su aciago destino llamó a su puerta. Una mañana, cuando volvía del mercado, encontró a su maestro muerto, asesinado cobardemente mientras dormía. Gael Than volvió a sentir lo que había sentido tiempo atrás, en casa de sus padres, pero esta vez era diferente. Esta vez tenía disciplina, y la ira cegadora se convirtió en una fría furia. Cogió la espada de su maestro, y llegó hasta la casa de Hiao Dai, el más encarnizado rival de Feng. No tenía pruebas, ni podía demostrar nada, pero sabía que había sido él.
Entró en la casa, acabando con las vidas de aquellos que se le enfrentaban, hasta que llegó al salón donde estaba Hiao Dai. Sin dudarlo, ensartó al hombre, clavándolo en su silla. Luego, prendió fuego al edificio y se fue.
Desde entonces, vaga por el mundo, alquilando su espada al mejor postor. Gael Than buscó la felicidad, pero sólo encontró muerte. Buscó paz, y sólo encontró furia. Buscó luz, y sólo encontró oscuridad.
Re: Mercenarios
Ficha de Ragman:
Nombre.- Urugh Bey, el "hijo de la luna".
*Sexo.-Varón
*Edad.-32
*Procedencia.-Reinos Pictos. Clan del Cuervo.
*Descripción física.-No muy alto, de músculos abultados, entrenados para correr y luchar, no para estorbar. Cabellos largos y negros, sucio y amplios, como la melena de un león. Exprensión brutal y desalmada, como si lo hubiesen tallado en la roca. Serio, altivo, con el cuerpo tatuado mediane tribales. En las piernas tiene franjas negras, similares a las del tigre, en los brazos, tribales y en la espalda largos trazos que emulan un cuervo en el esplendor del vuelo. Sobre los ojos lleva una franja negra y en rostro extrañas runas que le grabó el chamán de su tribu, palabras que le protegen de la muerte y le dan fuerza. Viste con botas de cuero grueso y un taparrabos de piel. Lleva unas protecciones de piel en los antebrazos. En los climas frios se suele abrigar una con una capa de pieles. Lleva un colgante con un colmillo de lobo negro, un pendiente de huesos en la oreja derecha y un hueso de ave que le atraviesa la nariz de un lado a otro. En el cinto lleva un juego de siete cabelleras de diferentes colores que arrancó a sus enemigos y un llavero que consiste en una cuerda con un gancho que atraviesa un par de dedos humanos, una oreja y una lengua.(Todo un encanto)
*Descripción mental.-Feroz, primitivo, cauteloso, igual que una pantera que acecha. Inteligente, mide sus palabras. No habla mucho, tampoco sonríe. El mundo que le rodea no le agrada. Le deja estar ahí y es suficiente. Valiente hasta el límite, impetuoso. A veces sus acciones le causan problemas. Dice o hace algo inadecuado. Intenta entender el mundo. No quiere más problemas de los que tiene. Tampoco va a dejarse controlar o aplastar. No acepta órdenes, es orgulloso. Odia a los que se llaman amos o dueños de otros hombres. Le gustan los animales, la naturaleza, se siente en caza que vez que trabaja en un pantano o en un bosque. No tiene moral, no como el hombre civilizado, ni acata leyes. Aunque si tiene sus propias normas. La superviviencia y el clan. Para sobrevivir vale todo, salvo el dehsonor. Uno no puede esconderse detrás de una mujer o dejar que otros luchen por él. Corazón de guerrero, alma orgullosa, digno. La batalla purifica el espíruto. Adora a sus dioses. Espirutual, supersticioso. No busca problemas por si mismo, es sensato. A veces no puede evitarlos. Tribal, salvaje, sabe cumplir con lo mejor que se le da. Cazar hombres. Tiene algo de nobleza y grandeza, proviene de una raza que así lo es. La lealtad hacia los suyos y hacia su clan es eterna. Ha viajado con hombres civilizados y la mayoría son chacales, lobos o serpientes. No se fia de ellos, pero podría llegar a hacerlo. Si alguno logra ganarse su amistad lo tratará como a sus hermanos, lo que significaba luchar a su lado, no abandonarlo, evitar su dolor y acabar con sus enemigos. Es regio y sobrio, rudo y severo. No se anda que tejemanejes ni dobles sentidos. A veces pierde el control. ¿Y quién no? Es decidido y firme. Su palabra es como la roca, indestructible y solo admite un entendimiento.
*Habilidades.-
-Cazador.(Que englobaría disparar un arco, rastrear, acechar, etc)
-Sabe hacer herramientas, armas, utensilios, con piedra, madera, plantas, etc.
-Lucha salvaje. Digamos que sería un maestro en combate, un buen esgrimista, pero en su propia clase marcial. No es solo un bruto que golpea el aire. Sabe donde duele más y como ganar a rivales más fuertes y rápidos. Es bueno con armas burdas como hachas, martillos o mazas.
-Orientación. Jamás se pierde. Sabe leer las estrellas y las marcas del bosque. Incluso en una cueva encontraría el camino. Es como un animal.
-Empatía con los animales. Asustar a los perros de la tundra, montar un caballo que no es suyo, etc. Los animales le tratan mejor que los humanos.
-Supervivencia, sobretodo en selvas o bosques densos. Tiene experiencia en estos sitios. Las plantas que les pueden ayudar, los territorios de las bestias, las zonas peligrosas con arenas movedizas, etc, etc, etc.
-Ocultarse/sigilo(sabe moverse, sobretodo en la naturaleza).
-Aprende con facilidad. Lo cual le ha llevado a seguir vivo. Gracias a esto conoce el idioma común y chapurrea otros más simples. Además comprende las situaciones aunque sea la primera vez que las vea.
*Defectos.-
-Es picto, odiado por todos.
-No tiene conocimientos muy amplios sobre la civilización lo cual le lleva a meterse en problemas.
-No habla el idioma común muy bien.
-Desconfiado por naturaleza. Si alguien se gana su amistad tendrá el amigo más fiel que pueda darle la tierra.
-Comportamiento primitivo. A veces, más propio de un animal que de un ser humano.
-Puesto que tiene empatía con la naturaleza no verá bien a quien la maltrate duramente.
-No se rige por leyes morales o judiciales, es su propio amo.
*Equipo.
-Cuchillo de hueso, largo, dos filos.(Pierna derecha)
-Cuchillo de diente de sable, más largo, de cazador. (Pierna izquierda)
-Daga pequeña.(en la bota)
-4 jabalinas, finas, de madera, punta de piedra.(A la espalda)
-Hacha de acero, buena labranza. Robado (En el cinto)
-Escudo de metal reforzado con pieles y pintado con el emblema del cuervo con sangre seca. Redondo, tamaño medio.
-Cuerda.
-Raciones de comida.
-Cantimplora con agua.
-Bolsa con algo de dinero.
-Colgante con colmillo de lobo negro.
-Juego de cabelleras.
-Adorno con dedos humanos, una oreja y una lengua.
-¿Para que poner más cosas si es un puto salvaje?...xd
*Historia.-
Nació en el Clan del Cuervo y le llamaron Urugh Bey, porque su piel era albina y la luna brillaba en el cielo. Su madre murió en el parte, su madre pasó a ser la gran esfera blanca del cielo que solo aparece a veces. El Shamán se lo entregó a su padre, cazador del clan, que lo ungió con su propia sangre. Ya era grande y pesado. Su padre estaba orgulloso. El color de su piel inquietó a muchos, su padre lo aceptó. El shamán aseguro que había sido marcado y que algún día sería útil al clan. Eso le ganó la enemistad de alguno. Su padre lo protegió. El color de piel del chaval se fue oscureciendo con el paso del tiempo. Eso calmó las lenguas más inquietas. Su padre, cuando el niño tuvo uso de razón, no dejó que olvidase ese origen y en las noches más frías y oscuras se sentaba a su lado en una roca y le señalaba la Luna. "Ahí está tu madre", le decía "No lo olvides. Yo desapareceré. Los gusanos comerán mi carne y los cuervos se llevaran mis ojos. Tu madre siempre te protegerá". Y él asentía. Jamás se le olvidó
Aprendía con facilidad. Empezó a fabricar utensilios para comer y cazar cuando era solo un niño. Le preparaba las flechas a su padre, buscaba las piedras más rebustas y las afilaba, las ataba a la mejor madera y luego colocaba plumas de aver exóticas que su padre traía para cenar. El Shamán del poblado, Ghurat-Narr, quería tomarlo como pupilo. Su padre se negó y hubo una gran discusión. Por poco corre la sangre. Pero eran tiempos difíciles. Cazadores como Yhuran podían contarse con una mano. Y sabían que su hijo no tardaría en seguir su legado.
Al principio Urugh solo prepraba el equipo de su padre. Se quedaba en el poblado con las mujeres, que lo trataban con cierto respeto aunque con desprecio, fabricando cuencos y preparando pieles. En esos momentos pensaba que le hubiese gustado tener una madre. Los otros niños se pegaban a sus matronas cuando sus padres, guerreros o cazadores, salían del poblado. Él quedaba solo y las noches eran largas y tristes. Salvo cuando brillaba la luna en el cielo. Entonces se sentía arropado.
Su padre le llevó a su primera cacería a los ocho años. Le enseñó a manejar la lanza y el arco, a ocultarse, a seguir rastros, a saber cuando parar, donde encontrar agua, a comer insectos si la caza de prolongaba y a dormir en los árboles. Le enseñó la importancia de no hacer sonido y de la dirección del viento. En su primera cacería acabaron con jabalí. Su padre le enseñó a destripar y a sacarle la piel. Los órganos y la carne, la apartó. El corazón lo enterró. Le explicó que ellos no eran nada, que el mundo era grande y feroz. Que la naturaleza era una diosa sin nombre más feroz que Gullah, el dios gorila que adoraban en el clan. Que ella era toda la madre de todas las cosas y que, cuando tomaban algo debían rendirla culto pues era capaz de desatar fuertes heladas sobre ellos, vientos torrenciales o terribles tormentas. Urugh lo aprendió bien.
Al principio cazaba presas pequeñas. Su padre le atendía y le dejaba hacer, siempre vigilante. Jabalís, perros salvajes, aves, jamás cuervos, y, poco a poco, lobos de la tundra o el temible dientes de sable. El primero que cazó lo hizo a la edad de catorce años. Se ganó un par de arañazos y por poco lo mata. Lo aseteó con dardos, luego con lanzas y jabalinas. Al final tuvo que ir a su caza con el hacha y el cuchillo. Fue una lucha feroz. Su padre no intervino. Se quedó mirando. Le felicitó cuando salió entre la sangre y la helada. "Ahora eres un hombre y deben tratarte como tal". Llevaron la pieza al clan, sin corazón. Ghurat-Narr siempre ponía mala cara cuando veía el cadáver sin corazón, esa era una ofrenda que debían hacer a su dios. Solo respetraban a Yhuran porque era muy bueno. Su hijo seguía su camino. Ya no era mirado mal por las mujeres. No después de llevar esa pieza. La carne era sabrosa y la piel excelente. Le hizo una capa a su padre, un regalo. Su padre, a cambio, le entregó un colgante con el colmillo de un lobo negro, feroz, el doble de largo que uno normal. La primera pieza que él había cazado. Ese nexo les uniría siempre.
Ya había guerras por aquel entonces. El clan de los dientes de sable a veces hacía incursiones para robarles alimentos y mujeres y tenían que ir a buscarlas. Colloh era el jefe de los guerreros, joven, fuerte y hábil. Intentó tomar a Urugh como uno de los suyos pero este se negó. Era cazador. Matar a otros hombres no entraba en sus planes. Por ello se ganó su enemistad. Había cierta agresividad reprimida entre los dos. En otras ocasiones llegaban hombres de fuera de la jungla. Hombres que portaban armas medidas, largas, a las que llamaban espadas, y que eran como colmillos, pero más duras, y que tenían escamas del mismo material. Eran más complicados de matar, según Colloh, aunque caían siempre. No eran muy sabios, la jungla no era su reino. El sigilo y la astucia, unida a la ferocidad de los pictos, mermaban a esos hombres con facilidad. Enterraban aquellos extraños objetos y dejaban los cuerpos pudriéndose para alimentar a los carroñeros. Sabían que en otras zona de la jungla tribus más numerosas, agrupadas bajo uno o varios jefes, atacaban esos reinos por el placer de la guerra, por sus dioses, por Gullah, o por las promesas de placeres y bienes extraños que no había en la jungla. Ellos, en una zona más apartada, no se vieron arrastrados a esa orgía de sangre.
Negó esa responsabilidad. Los tiempos se complicaban. Esas incursiones eran cada vez más numerosas. Su padre le pidió que ayudase en la guerra. Volvió a negarse. Y así duró...un invierno más, y otro. Hasta que un día su padre salió de caza y tardó en volver. Los días cayeron y Urugh sintió una aprensión. Fue en su búsqueda. El rastro era casi invisible. Su padre era bueno. No encontró su rastro. Sin embargo si vio seis pares de pisadas, calzadas y pesadas, que iban en una dirección. Tras dos días de marcha lo encontró. El cadáver de su padre, desnucado. Le habían robado la capa de dientes de sable. Encontró signos de pelea y sangre, demasiado lejos del cadáver de su padre como para no saber que se había llevado a unos cuantos. Había seguido seis pares de huellas hasta allí. Ahora solo había había un par. Lo llevó a casa y lo enterró con los demás. Sintió que en parte era culpa suya. Su padre había muerto por los hombres a los que Ghurat-Narr llamaba civilizados. Gente que vivía al amparo de grandes muros de piedra, que reían y danzaban, que mataban por metales brillantes y que codiciaban sus tierras. Se unió a Colloh y a sus guerreros.
Al principio tendían emboscadas. Era fácil, igual que cazar fieras. Más fácil, incluso. En la jungla no les veían, saltaban sobre ellos, destrozaban sus cráneos y desaparecían. A veces alguno de esos hombres civilizados presentaba lucha, no era tomado por sorpresa y se llevaba a un par de compañeros. Esos hombres, más veteranos, eran rudos, feroces, manejaban aquel metal con maestría, hombres bravos, dignos. Cuando los mataban él los sacaba el corazón y se lo ofrecía a Gullah en una pira. No los enterraba. Los hombres no eran bestias dignas para la diosa de la vida. Siguieron sus propias incursiones. Se unieron al clan dientes de sable donde conoció a otros guerreros. Su técnica fue mejorando. Asaltaron asentaciones enemigas. Sus guardianes eran descuidados, sus líderes, a veces, pomposos y fondones. En otras ocasiones llegaban a ellos hombres de rostros cetrinos y torvos, no eran tan fáciles de matar. Esas batallas eran las que esperaban, porque entonces podía ofrecer una anfrendar a Gullag y llevarse un obsequí del cadáver, que solía ser una oreja, una lengua o dientes, incluso cráneos. No se sentía solo, llevaba a su padre en el colmillo y su madre seguía vigiándolo en el cielo. Sus compañeros hacían el resto. Hermanos los llamaba. Si uno caía, los otros le socorrían. Si uno era herido, lo sacaban. Porque el clan cuida de los suyos. Había que morir por él, matar por él, y uno no se sentía solo. En una ocasión se vio rodeado por tres hombres de barbas rojas. Creía que venía más lejos de los hombres que vivían entre paredes de piedra. Estaban acostumbrados al frío y la nieve no les afectó ese infierno. Tres contra uno. Luchó, derribó al primero, el segundo le golpeó en la cabeza...Y Colloh estaba allí, y luego vinieron otros. Porque sus hermanos no dejarían que muriese, al igual que él no dejaba morir a sus hermanos. Volvían al poblado y las mujeres estaban sanas y los niños jugaban o preparaban alimentos. Así debía ser. Ellos cuidaban de los débiles. Ghurat-Narr era el líder, tanto en la guerra como en lo espiritual, era sabío, hablaba de esos hombres como si los conociese. Cuidaban de él y al vez eran cuidado por ellos. Era un sentimiento de camaradería, de lealtad. Algo que no se exigía, que nacía. Era grande, y él lo era por formar parte del clan.
El clan creció, aún así era pequeño. El verano era demencialmente caluroso y atraía nuevos guerreros de rostros oscuros mientras que el invierno, letalmente frío traía hombres fuertes de barbas rojas o rubias. Aunque la mayoría de incursores eran hombrecillos organizados con escamas y dientes de materiales extraños. Cada vez llegaban más y ellos eran menos. Finalmente, una noche trágica, un centener de hombres cayeron sobre ellos. No había más que treinta guerreros en el clan. Todos se unieron en la defensa. Las mujeres, los jóvenes, incluso los niños. No hubo piedad. No la pidieron eran gente orgullosa. La furia de ver como mataban a sus mujeres y sus niños, a sus hermanos, le daba fuerzas para seguir luchando hasta que una herida de flecha le tumbó. Le dieron por muerto, perdió el sentido. Abrió los ojos, habían tomado prisioneros. Estaba allí, debajo del cuerpo de un hermano, observando como se llevaban a Colloh y a otros, a las mujeres y a Ghurat-Narr. A los niños los mataron. "Mala venta" dijo uno de los hombres. Se dispuso a coger un arma y a enfrentarse a los hombres civilizados. Eran más. Moriría. Pero la sola idea de quedarse oculto le resultaba más ofensiva que la muerte. Entonces Ghurat-Narr le vio y le hizo detenerse, algo en su mirada le indicaba que había pensado en algo. Y entonces, se abandonó, esperó, y cuando todos se hubieron marchado se ocupó de su herida. Enterró a sus hermanos y apagó los fuegos. Dos días después siguió el rastro de sus hermanos a través de la jungla.
Semanas, meses. Nunca había salido de la jungla. Fuera había un mundo ruidoso que no comprendía. Entró en un poblado civilizado. En seguida intentaron matarlo. Le tiraron piedras como si se tratase de una bestia. Comprendió que tendría que hacerlo con siguilo. En el siguiente poblado se escondió en las calles y los tejados. Era otra jungla, más feroz. Siguió el rastro. Llegó a una de esas ciudades que tenían paredes de roca como protección. Se coló dentro escalando la muralla ¿Cómo si no? Arriba se encontró con un hombre que intentó "Detenerle", como no tenía tiempo, lo arrojó por la pared y luego se perdió en la ciudad. Siempre en las sombras. El rastro allí era más complicado. Fue y vino y no encontró nada. Hasta que le atrajo el sonido de un griterío, un clamor. Guerra, pero no era guerra. Había tierra en el suelo y fieras atacando a hombres. A veces eran hombres los que atacaban a otros hombres. Mientras, un montón de gente obseraban, cómodamente sentados, aplaudiendo a la muerte. Pensó que era el Infierno. Allí vio a Colloh, luchando por su vida, y a un hermano callendo ante el abrazo de una bestia peluda de zarpas prodigiosas. ¿Cómo iba a sacarlos de allí? Había hombres armados y estos eran mejores vigilantes que los de sus murallas. Merodeó por la zona. Era un sitio impenetrable. No podía sacarlos por la fuerza. Hizo recuento, vio a algunos de sus hermanos. Los otros habían muertos o habrían desaparecido. No entendió que hacian con las mujeres, las tenían apartadas. A la segunda semana una vaga silueta se acercó a unas rejas. Era Ghurat-Narr.
-¿Eres tú Urugh Bey, el hijo de la luna?-Se acercó, se dejó ver.-Solo tú puedes merodear sin que te vean los hombres civilizados.-Asintió.
-He venido a sacaros. No sé como hacerlo. Me superan en número. Morir no me asusta. Pero muerto no puedo ayudaros.-El chamán asintió.
-Hay un modo. Es laborioso.
-Lo que sea.-Deslizó un objeto brillante entre los barrotes.
-Oro. Un hombre llamados Theolous es nuestro dueño. Nos soltará si logras traer diez mil por cada uno de nosotros.
-¿Dueño? Somos hombres libres. Siempre lo hemos sido.
-Solo tú estás al otro lado de los barrotes.-Urugh miró el pedazo de oro. Más tarde sabría que lo llamaban moneda. No era un mineral que él pudiese sacar de la tierra. Luego había que librarlo de impurezas y "acuñarlo". Una palabra fea.
-¿Cuántos?
-Los niños han muerto. Diez mujeres, siete guerreros. ¿Podrás?
-Tardaré. ¿Podreís sobrevivir?
-Colloh es fuerte. Organiza a sus guerreros. No perderá en este juego de la muerte. Sobre las mujeres...
-¿Qué las hacen?
-No quieras saberlo. El hombre civilizado toma lo que no es suyo. No respeta. Aguantaran, son fuertes, como tus hermanos. Has sido marcado. Por la luna. Eres el que caminará entre los hombres civilizados.
-Lo haré. Traeré el oro. Todo el oro. Os sacaré...
Se alejó del coliseo. Al día siguiente entró en una tienda. Había visto entrar allí a gente con oro y salir con la bolsa medio vacía. Allíd ebía haber oro. Se acercó a una larga barra de madera. Detrás un hombre ofrecía licores en cristal. Dejó su maza al lado y miró al hombre.
-Oro. Todo. Ya.-Palabras que había aprendido. No se lo tomaron bien. Alguno intentó abrirle la cabeza y luego acudieron guerreros, con escamas de metal, ya sabía que era metal, y esas armas tan burdas llamadas espadas. Comprendió que a veces esos hombres aparecían para causar problemas. Además, lo acusaban de haber matado a otro de los suyos, en las murallas. Intentó explicarles que había sido él el primero en atacarle. No sirvió de nada. Salió usando la fuerza bruta. La ciudad no le serviría para encontrar oro. Esa no. Escapó, pero recordó los caminos. Volvería a por sus hermanos. Un dia. Colloc, Ghurat-Narr, Uhgast el grande, Brim del clan de dientes de sable...hombres dignos, hermanos, sangre de su sangre. Volvería a por ellos.
Aquel mundo le resultaba extraño. A veces le atacaban solo por su aspecto. En otras ocasiones le cedían el paso. Necesitaba oro. Pedirlo no servía. En un poblado intentó robarlo. Así solo ganó la persecución de otros de esos hombres. Guardianes, eran, no sabía de que, pero siempre iban detrás. Intentó cazar, vender pieles y utensilios. Pero los ladrones le ofrecían poco y además, había demasiada competencia. Ganaba poco. La vida de un hombre valía mucho oro. Más que la de las bestias....La vida valía oro. Un análisis simple, sencillo. No cazaría bestias, solo hombres. Hombres caros. Empezó un trabajo macabro. Había hombres, incluso mujeres, que ofrecían oro por que otra gente muriese. A veces no entendía las intrigas, otras tenían que ver con más oro, mujeres, posesiones. No lo entendía. Se vendió, acabó con gente, cobró. A veces le engañaban e intentaban matarle. Otras veces trabajaba con otros hombres que se repartían el botín y se reían de sus costumbres. Esos hombres no vivían mucho. Se fue haciendo conocido. Le llamaban picto, solo picto, y eso le engorgullecía. No era como ellos. Cogía el dinero y lo escondía. No sabía contar, pero aprendió. Vio que le faltaba mucho. De vez en cuando volvía al coliseo, entre las sombras, y visitaba a sus hermanas desde el otro lado de las rejas. Theolus se hacia más fuerte, uno de sus hermanos había caído con valor, una de las mujeres se había vuelto loca. Siempre era así. Rezó a los dioses por ellos, porque aguantasen.
Ha aprendido como funcionan las cosas a base de golpes. Sabe como encontrar un "trabajo", se defiende con el idioma y de las mujeres, serpientes con cuerpos de deseo que engañan a los hombres. Ha conocido muchos sitios. Aquilonia, donde yacen sus hermanos, Ophir, Corintia, Shem, Zamora, los desiertos de Estigia. Conoce a sus gente. No las entiende. Sigue siendo nuevo en ese mundo aunque sabe como tratar con él. Se impone, lucha, se gana el oro. No teme, no se asusta. Es otra jungla, enrevesada, algo se le escapa, siempre. Costumbres, tradiciones, respeto hacia reyes que nunca ha visto. Se mete en problemas. Entrar calzado en un templo, no arrodillarse ante alguien a quien llaman "duque del condado", escupir delante de una mujer vestida como un loro, coger una manzana de una cesta que está al aire libre. Entiende las normas. Sabe lo de los guardianes, lo del odio racial y esas bobadas a las que llaman leyes. Las esquiva, no las respeta. Se mueve por los círculos donde hay menos guardianes y más trabajos. También mujeres ponzoñosas. Se aparta de estas últimas.
Solo, en un mundo que no comprende y que desprecia. Le llaman picto, mercenario, mata a gente por dinero. Ni niños ni mujeres, solo hombres dignos. O indignos, pero que muestren los dientes. Esa es su misión, su objetivo. Es su sitio en el mundo...
Nombre.- Urugh Bey, el "hijo de la luna".
*Sexo.-Varón
*Edad.-32
*Procedencia.-Reinos Pictos. Clan del Cuervo.
*Descripción física.-No muy alto, de músculos abultados, entrenados para correr y luchar, no para estorbar. Cabellos largos y negros, sucio y amplios, como la melena de un león. Exprensión brutal y desalmada, como si lo hubiesen tallado en la roca. Serio, altivo, con el cuerpo tatuado mediane tribales. En las piernas tiene franjas negras, similares a las del tigre, en los brazos, tribales y en la espalda largos trazos que emulan un cuervo en el esplendor del vuelo. Sobre los ojos lleva una franja negra y en rostro extrañas runas que le grabó el chamán de su tribu, palabras que le protegen de la muerte y le dan fuerza. Viste con botas de cuero grueso y un taparrabos de piel. Lleva unas protecciones de piel en los antebrazos. En los climas frios se suele abrigar una con una capa de pieles. Lleva un colgante con un colmillo de lobo negro, un pendiente de huesos en la oreja derecha y un hueso de ave que le atraviesa la nariz de un lado a otro. En el cinto lleva un juego de siete cabelleras de diferentes colores que arrancó a sus enemigos y un llavero que consiste en una cuerda con un gancho que atraviesa un par de dedos humanos, una oreja y una lengua.(Todo un encanto)
*Descripción mental.-Feroz, primitivo, cauteloso, igual que una pantera que acecha. Inteligente, mide sus palabras. No habla mucho, tampoco sonríe. El mundo que le rodea no le agrada. Le deja estar ahí y es suficiente. Valiente hasta el límite, impetuoso. A veces sus acciones le causan problemas. Dice o hace algo inadecuado. Intenta entender el mundo. No quiere más problemas de los que tiene. Tampoco va a dejarse controlar o aplastar. No acepta órdenes, es orgulloso. Odia a los que se llaman amos o dueños de otros hombres. Le gustan los animales, la naturaleza, se siente en caza que vez que trabaja en un pantano o en un bosque. No tiene moral, no como el hombre civilizado, ni acata leyes. Aunque si tiene sus propias normas. La superviviencia y el clan. Para sobrevivir vale todo, salvo el dehsonor. Uno no puede esconderse detrás de una mujer o dejar que otros luchen por él. Corazón de guerrero, alma orgullosa, digno. La batalla purifica el espíruto. Adora a sus dioses. Espirutual, supersticioso. No busca problemas por si mismo, es sensato. A veces no puede evitarlos. Tribal, salvaje, sabe cumplir con lo mejor que se le da. Cazar hombres. Tiene algo de nobleza y grandeza, proviene de una raza que así lo es. La lealtad hacia los suyos y hacia su clan es eterna. Ha viajado con hombres civilizados y la mayoría son chacales, lobos o serpientes. No se fia de ellos, pero podría llegar a hacerlo. Si alguno logra ganarse su amistad lo tratará como a sus hermanos, lo que significaba luchar a su lado, no abandonarlo, evitar su dolor y acabar con sus enemigos. Es regio y sobrio, rudo y severo. No se anda que tejemanejes ni dobles sentidos. A veces pierde el control. ¿Y quién no? Es decidido y firme. Su palabra es como la roca, indestructible y solo admite un entendimiento.
*Habilidades.-
-Cazador.(Que englobaría disparar un arco, rastrear, acechar, etc)
-Sabe hacer herramientas, armas, utensilios, con piedra, madera, plantas, etc.
-Lucha salvaje. Digamos que sería un maestro en combate, un buen esgrimista, pero en su propia clase marcial. No es solo un bruto que golpea el aire. Sabe donde duele más y como ganar a rivales más fuertes y rápidos. Es bueno con armas burdas como hachas, martillos o mazas.
-Orientación. Jamás se pierde. Sabe leer las estrellas y las marcas del bosque. Incluso en una cueva encontraría el camino. Es como un animal.
-Empatía con los animales. Asustar a los perros de la tundra, montar un caballo que no es suyo, etc. Los animales le tratan mejor que los humanos.
-Supervivencia, sobretodo en selvas o bosques densos. Tiene experiencia en estos sitios. Las plantas que les pueden ayudar, los territorios de las bestias, las zonas peligrosas con arenas movedizas, etc, etc, etc.
-Ocultarse/sigilo(sabe moverse, sobretodo en la naturaleza).
-Aprende con facilidad. Lo cual le ha llevado a seguir vivo. Gracias a esto conoce el idioma común y chapurrea otros más simples. Además comprende las situaciones aunque sea la primera vez que las vea.
*Defectos.-
-Es picto, odiado por todos.
-No tiene conocimientos muy amplios sobre la civilización lo cual le lleva a meterse en problemas.
-No habla el idioma común muy bien.
-Desconfiado por naturaleza. Si alguien se gana su amistad tendrá el amigo más fiel que pueda darle la tierra.
-Comportamiento primitivo. A veces, más propio de un animal que de un ser humano.
-Puesto que tiene empatía con la naturaleza no verá bien a quien la maltrate duramente.
-No se rige por leyes morales o judiciales, es su propio amo.
*Equipo.
-Cuchillo de hueso, largo, dos filos.(Pierna derecha)
-Cuchillo de diente de sable, más largo, de cazador. (Pierna izquierda)
-Daga pequeña.(en la bota)
-4 jabalinas, finas, de madera, punta de piedra.(A la espalda)
-Hacha de acero, buena labranza. Robado (En el cinto)
-Escudo de metal reforzado con pieles y pintado con el emblema del cuervo con sangre seca. Redondo, tamaño medio.
-Cuerda.
-Raciones de comida.
-Cantimplora con agua.
-Bolsa con algo de dinero.
-Colgante con colmillo de lobo negro.
-Juego de cabelleras.
-Adorno con dedos humanos, una oreja y una lengua.
-¿Para que poner más cosas si es un puto salvaje?...xd
*Historia.-
Nació en el Clan del Cuervo y le llamaron Urugh Bey, porque su piel era albina y la luna brillaba en el cielo. Su madre murió en el parte, su madre pasó a ser la gran esfera blanca del cielo que solo aparece a veces. El Shamán se lo entregó a su padre, cazador del clan, que lo ungió con su propia sangre. Ya era grande y pesado. Su padre estaba orgulloso. El color de su piel inquietó a muchos, su padre lo aceptó. El shamán aseguro que había sido marcado y que algún día sería útil al clan. Eso le ganó la enemistad de alguno. Su padre lo protegió. El color de piel del chaval se fue oscureciendo con el paso del tiempo. Eso calmó las lenguas más inquietas. Su padre, cuando el niño tuvo uso de razón, no dejó que olvidase ese origen y en las noches más frías y oscuras se sentaba a su lado en una roca y le señalaba la Luna. "Ahí está tu madre", le decía "No lo olvides. Yo desapareceré. Los gusanos comerán mi carne y los cuervos se llevaran mis ojos. Tu madre siempre te protegerá". Y él asentía. Jamás se le olvidó
Aprendía con facilidad. Empezó a fabricar utensilios para comer y cazar cuando era solo un niño. Le preparaba las flechas a su padre, buscaba las piedras más rebustas y las afilaba, las ataba a la mejor madera y luego colocaba plumas de aver exóticas que su padre traía para cenar. El Shamán del poblado, Ghurat-Narr, quería tomarlo como pupilo. Su padre se negó y hubo una gran discusión. Por poco corre la sangre. Pero eran tiempos difíciles. Cazadores como Yhuran podían contarse con una mano. Y sabían que su hijo no tardaría en seguir su legado.
Al principio Urugh solo prepraba el equipo de su padre. Se quedaba en el poblado con las mujeres, que lo trataban con cierto respeto aunque con desprecio, fabricando cuencos y preparando pieles. En esos momentos pensaba que le hubiese gustado tener una madre. Los otros niños se pegaban a sus matronas cuando sus padres, guerreros o cazadores, salían del poblado. Él quedaba solo y las noches eran largas y tristes. Salvo cuando brillaba la luna en el cielo. Entonces se sentía arropado.
Su padre le llevó a su primera cacería a los ocho años. Le enseñó a manejar la lanza y el arco, a ocultarse, a seguir rastros, a saber cuando parar, donde encontrar agua, a comer insectos si la caza de prolongaba y a dormir en los árboles. Le enseñó la importancia de no hacer sonido y de la dirección del viento. En su primera cacería acabaron con jabalí. Su padre le enseñó a destripar y a sacarle la piel. Los órganos y la carne, la apartó. El corazón lo enterró. Le explicó que ellos no eran nada, que el mundo era grande y feroz. Que la naturaleza era una diosa sin nombre más feroz que Gullah, el dios gorila que adoraban en el clan. Que ella era toda la madre de todas las cosas y que, cuando tomaban algo debían rendirla culto pues era capaz de desatar fuertes heladas sobre ellos, vientos torrenciales o terribles tormentas. Urugh lo aprendió bien.
Al principio cazaba presas pequeñas. Su padre le atendía y le dejaba hacer, siempre vigilante. Jabalís, perros salvajes, aves, jamás cuervos, y, poco a poco, lobos de la tundra o el temible dientes de sable. El primero que cazó lo hizo a la edad de catorce años. Se ganó un par de arañazos y por poco lo mata. Lo aseteó con dardos, luego con lanzas y jabalinas. Al final tuvo que ir a su caza con el hacha y el cuchillo. Fue una lucha feroz. Su padre no intervino. Se quedó mirando. Le felicitó cuando salió entre la sangre y la helada. "Ahora eres un hombre y deben tratarte como tal". Llevaron la pieza al clan, sin corazón. Ghurat-Narr siempre ponía mala cara cuando veía el cadáver sin corazón, esa era una ofrenda que debían hacer a su dios. Solo respetraban a Yhuran porque era muy bueno. Su hijo seguía su camino. Ya no era mirado mal por las mujeres. No después de llevar esa pieza. La carne era sabrosa y la piel excelente. Le hizo una capa a su padre, un regalo. Su padre, a cambio, le entregó un colgante con el colmillo de un lobo negro, feroz, el doble de largo que uno normal. La primera pieza que él había cazado. Ese nexo les uniría siempre.
Ya había guerras por aquel entonces. El clan de los dientes de sable a veces hacía incursiones para robarles alimentos y mujeres y tenían que ir a buscarlas. Colloh era el jefe de los guerreros, joven, fuerte y hábil. Intentó tomar a Urugh como uno de los suyos pero este se negó. Era cazador. Matar a otros hombres no entraba en sus planes. Por ello se ganó su enemistad. Había cierta agresividad reprimida entre los dos. En otras ocasiones llegaban hombres de fuera de la jungla. Hombres que portaban armas medidas, largas, a las que llamaban espadas, y que eran como colmillos, pero más duras, y que tenían escamas del mismo material. Eran más complicados de matar, según Colloh, aunque caían siempre. No eran muy sabios, la jungla no era su reino. El sigilo y la astucia, unida a la ferocidad de los pictos, mermaban a esos hombres con facilidad. Enterraban aquellos extraños objetos y dejaban los cuerpos pudriéndose para alimentar a los carroñeros. Sabían que en otras zona de la jungla tribus más numerosas, agrupadas bajo uno o varios jefes, atacaban esos reinos por el placer de la guerra, por sus dioses, por Gullah, o por las promesas de placeres y bienes extraños que no había en la jungla. Ellos, en una zona más apartada, no se vieron arrastrados a esa orgía de sangre.
Negó esa responsabilidad. Los tiempos se complicaban. Esas incursiones eran cada vez más numerosas. Su padre le pidió que ayudase en la guerra. Volvió a negarse. Y así duró...un invierno más, y otro. Hasta que un día su padre salió de caza y tardó en volver. Los días cayeron y Urugh sintió una aprensión. Fue en su búsqueda. El rastro era casi invisible. Su padre era bueno. No encontró su rastro. Sin embargo si vio seis pares de pisadas, calzadas y pesadas, que iban en una dirección. Tras dos días de marcha lo encontró. El cadáver de su padre, desnucado. Le habían robado la capa de dientes de sable. Encontró signos de pelea y sangre, demasiado lejos del cadáver de su padre como para no saber que se había llevado a unos cuantos. Había seguido seis pares de huellas hasta allí. Ahora solo había había un par. Lo llevó a casa y lo enterró con los demás. Sintió que en parte era culpa suya. Su padre había muerto por los hombres a los que Ghurat-Narr llamaba civilizados. Gente que vivía al amparo de grandes muros de piedra, que reían y danzaban, que mataban por metales brillantes y que codiciaban sus tierras. Se unió a Colloh y a sus guerreros.
Al principio tendían emboscadas. Era fácil, igual que cazar fieras. Más fácil, incluso. En la jungla no les veían, saltaban sobre ellos, destrozaban sus cráneos y desaparecían. A veces alguno de esos hombres civilizados presentaba lucha, no era tomado por sorpresa y se llevaba a un par de compañeros. Esos hombres, más veteranos, eran rudos, feroces, manejaban aquel metal con maestría, hombres bravos, dignos. Cuando los mataban él los sacaba el corazón y se lo ofrecía a Gullah en una pira. No los enterraba. Los hombres no eran bestias dignas para la diosa de la vida. Siguieron sus propias incursiones. Se unieron al clan dientes de sable donde conoció a otros guerreros. Su técnica fue mejorando. Asaltaron asentaciones enemigas. Sus guardianes eran descuidados, sus líderes, a veces, pomposos y fondones. En otras ocasiones llegaban a ellos hombres de rostros cetrinos y torvos, no eran tan fáciles de matar. Esas batallas eran las que esperaban, porque entonces podía ofrecer una anfrendar a Gullag y llevarse un obsequí del cadáver, que solía ser una oreja, una lengua o dientes, incluso cráneos. No se sentía solo, llevaba a su padre en el colmillo y su madre seguía vigiándolo en el cielo. Sus compañeros hacían el resto. Hermanos los llamaba. Si uno caía, los otros le socorrían. Si uno era herido, lo sacaban. Porque el clan cuida de los suyos. Había que morir por él, matar por él, y uno no se sentía solo. En una ocasión se vio rodeado por tres hombres de barbas rojas. Creía que venía más lejos de los hombres que vivían entre paredes de piedra. Estaban acostumbrados al frío y la nieve no les afectó ese infierno. Tres contra uno. Luchó, derribó al primero, el segundo le golpeó en la cabeza...Y Colloh estaba allí, y luego vinieron otros. Porque sus hermanos no dejarían que muriese, al igual que él no dejaba morir a sus hermanos. Volvían al poblado y las mujeres estaban sanas y los niños jugaban o preparaban alimentos. Así debía ser. Ellos cuidaban de los débiles. Ghurat-Narr era el líder, tanto en la guerra como en lo espiritual, era sabío, hablaba de esos hombres como si los conociese. Cuidaban de él y al vez eran cuidado por ellos. Era un sentimiento de camaradería, de lealtad. Algo que no se exigía, que nacía. Era grande, y él lo era por formar parte del clan.
El clan creció, aún así era pequeño. El verano era demencialmente caluroso y atraía nuevos guerreros de rostros oscuros mientras que el invierno, letalmente frío traía hombres fuertes de barbas rojas o rubias. Aunque la mayoría de incursores eran hombrecillos organizados con escamas y dientes de materiales extraños. Cada vez llegaban más y ellos eran menos. Finalmente, una noche trágica, un centener de hombres cayeron sobre ellos. No había más que treinta guerreros en el clan. Todos se unieron en la defensa. Las mujeres, los jóvenes, incluso los niños. No hubo piedad. No la pidieron eran gente orgullosa. La furia de ver como mataban a sus mujeres y sus niños, a sus hermanos, le daba fuerzas para seguir luchando hasta que una herida de flecha le tumbó. Le dieron por muerto, perdió el sentido. Abrió los ojos, habían tomado prisioneros. Estaba allí, debajo del cuerpo de un hermano, observando como se llevaban a Colloh y a otros, a las mujeres y a Ghurat-Narr. A los niños los mataron. "Mala venta" dijo uno de los hombres. Se dispuso a coger un arma y a enfrentarse a los hombres civilizados. Eran más. Moriría. Pero la sola idea de quedarse oculto le resultaba más ofensiva que la muerte. Entonces Ghurat-Narr le vio y le hizo detenerse, algo en su mirada le indicaba que había pensado en algo. Y entonces, se abandonó, esperó, y cuando todos se hubieron marchado se ocupó de su herida. Enterró a sus hermanos y apagó los fuegos. Dos días después siguió el rastro de sus hermanos a través de la jungla.
Semanas, meses. Nunca había salido de la jungla. Fuera había un mundo ruidoso que no comprendía. Entró en un poblado civilizado. En seguida intentaron matarlo. Le tiraron piedras como si se tratase de una bestia. Comprendió que tendría que hacerlo con siguilo. En el siguiente poblado se escondió en las calles y los tejados. Era otra jungla, más feroz. Siguió el rastro. Llegó a una de esas ciudades que tenían paredes de roca como protección. Se coló dentro escalando la muralla ¿Cómo si no? Arriba se encontró con un hombre que intentó "Detenerle", como no tenía tiempo, lo arrojó por la pared y luego se perdió en la ciudad. Siempre en las sombras. El rastro allí era más complicado. Fue y vino y no encontró nada. Hasta que le atrajo el sonido de un griterío, un clamor. Guerra, pero no era guerra. Había tierra en el suelo y fieras atacando a hombres. A veces eran hombres los que atacaban a otros hombres. Mientras, un montón de gente obseraban, cómodamente sentados, aplaudiendo a la muerte. Pensó que era el Infierno. Allí vio a Colloh, luchando por su vida, y a un hermano callendo ante el abrazo de una bestia peluda de zarpas prodigiosas. ¿Cómo iba a sacarlos de allí? Había hombres armados y estos eran mejores vigilantes que los de sus murallas. Merodeó por la zona. Era un sitio impenetrable. No podía sacarlos por la fuerza. Hizo recuento, vio a algunos de sus hermanos. Los otros habían muertos o habrían desaparecido. No entendió que hacian con las mujeres, las tenían apartadas. A la segunda semana una vaga silueta se acercó a unas rejas. Era Ghurat-Narr.
-¿Eres tú Urugh Bey, el hijo de la luna?-Se acercó, se dejó ver.-Solo tú puedes merodear sin que te vean los hombres civilizados.-Asintió.
-He venido a sacaros. No sé como hacerlo. Me superan en número. Morir no me asusta. Pero muerto no puedo ayudaros.-El chamán asintió.
-Hay un modo. Es laborioso.
-Lo que sea.-Deslizó un objeto brillante entre los barrotes.
-Oro. Un hombre llamados Theolous es nuestro dueño. Nos soltará si logras traer diez mil por cada uno de nosotros.
-¿Dueño? Somos hombres libres. Siempre lo hemos sido.
-Solo tú estás al otro lado de los barrotes.-Urugh miró el pedazo de oro. Más tarde sabría que lo llamaban moneda. No era un mineral que él pudiese sacar de la tierra. Luego había que librarlo de impurezas y "acuñarlo". Una palabra fea.
-¿Cuántos?
-Los niños han muerto. Diez mujeres, siete guerreros. ¿Podrás?
-Tardaré. ¿Podreís sobrevivir?
-Colloh es fuerte. Organiza a sus guerreros. No perderá en este juego de la muerte. Sobre las mujeres...
-¿Qué las hacen?
-No quieras saberlo. El hombre civilizado toma lo que no es suyo. No respeta. Aguantaran, son fuertes, como tus hermanos. Has sido marcado. Por la luna. Eres el que caminará entre los hombres civilizados.
-Lo haré. Traeré el oro. Todo el oro. Os sacaré...
Se alejó del coliseo. Al día siguiente entró en una tienda. Había visto entrar allí a gente con oro y salir con la bolsa medio vacía. Allíd ebía haber oro. Se acercó a una larga barra de madera. Detrás un hombre ofrecía licores en cristal. Dejó su maza al lado y miró al hombre.
-Oro. Todo. Ya.-Palabras que había aprendido. No se lo tomaron bien. Alguno intentó abrirle la cabeza y luego acudieron guerreros, con escamas de metal, ya sabía que era metal, y esas armas tan burdas llamadas espadas. Comprendió que a veces esos hombres aparecían para causar problemas. Además, lo acusaban de haber matado a otro de los suyos, en las murallas. Intentó explicarles que había sido él el primero en atacarle. No sirvió de nada. Salió usando la fuerza bruta. La ciudad no le serviría para encontrar oro. Esa no. Escapó, pero recordó los caminos. Volvería a por sus hermanos. Un dia. Colloc, Ghurat-Narr, Uhgast el grande, Brim del clan de dientes de sable...hombres dignos, hermanos, sangre de su sangre. Volvería a por ellos.
Aquel mundo le resultaba extraño. A veces le atacaban solo por su aspecto. En otras ocasiones le cedían el paso. Necesitaba oro. Pedirlo no servía. En un poblado intentó robarlo. Así solo ganó la persecución de otros de esos hombres. Guardianes, eran, no sabía de que, pero siempre iban detrás. Intentó cazar, vender pieles y utensilios. Pero los ladrones le ofrecían poco y además, había demasiada competencia. Ganaba poco. La vida de un hombre valía mucho oro. Más que la de las bestias....La vida valía oro. Un análisis simple, sencillo. No cazaría bestias, solo hombres. Hombres caros. Empezó un trabajo macabro. Había hombres, incluso mujeres, que ofrecían oro por que otra gente muriese. A veces no entendía las intrigas, otras tenían que ver con más oro, mujeres, posesiones. No lo entendía. Se vendió, acabó con gente, cobró. A veces le engañaban e intentaban matarle. Otras veces trabajaba con otros hombres que se repartían el botín y se reían de sus costumbres. Esos hombres no vivían mucho. Se fue haciendo conocido. Le llamaban picto, solo picto, y eso le engorgullecía. No era como ellos. Cogía el dinero y lo escondía. No sabía contar, pero aprendió. Vio que le faltaba mucho. De vez en cuando volvía al coliseo, entre las sombras, y visitaba a sus hermanas desde el otro lado de las rejas. Theolus se hacia más fuerte, uno de sus hermanos había caído con valor, una de las mujeres se había vuelto loca. Siempre era así. Rezó a los dioses por ellos, porque aguantasen.
Ha aprendido como funcionan las cosas a base de golpes. Sabe como encontrar un "trabajo", se defiende con el idioma y de las mujeres, serpientes con cuerpos de deseo que engañan a los hombres. Ha conocido muchos sitios. Aquilonia, donde yacen sus hermanos, Ophir, Corintia, Shem, Zamora, los desiertos de Estigia. Conoce a sus gente. No las entiende. Sigue siendo nuevo en ese mundo aunque sabe como tratar con él. Se impone, lucha, se gana el oro. No teme, no se asusta. Es otra jungla, enrevesada, algo se le escapa, siempre. Costumbres, tradiciones, respeto hacia reyes que nunca ha visto. Se mete en problemas. Entrar calzado en un templo, no arrodillarse ante alguien a quien llaman "duque del condado", escupir delante de una mujer vestida como un loro, coger una manzana de una cesta que está al aire libre. Entiende las normas. Sabe lo de los guardianes, lo del odio racial y esas bobadas a las que llaman leyes. Las esquiva, no las respeta. Se mueve por los círculos donde hay menos guardianes y más trabajos. También mujeres ponzoñosas. Se aparta de estas últimas.
Solo, en un mundo que no comprende y que desprecia. Le llaman picto, mercenario, mata a gente por dinero. Ni niños ni mujeres, solo hombres dignos. O indignos, pero que muestren los dientes. Esa es su misión, su objetivo. Es su sitio en el mundo...
Re: Mercenarios
Tres pnjs en : Caza de Hombres
Agatá
Brithunia, cabellera azabache a media espalda, ojos negrísimos, pupilas de diamante, piel bronceada, labios finos, atractivo glacial. Metro ochenta, delgada, atlética, largas piernas tatuadas con cicatrices horizontales, igual que los brazos, marcan las muertes que cuenta en su haber. Armadura ligera, de cuero gris, protectores en antebrazos, faldón de tiras de cuero. Espada en la espalda, otra al cinto, bandolera con varios cuchillos, uno en ambos brazos y en los muslos. Una ballesta sujeta a su montura.
Volgan
Aesir, rubia barba y cabellos largos, desmelenado; ojos azules, vivos, de pícaro que está de vuelta de todo. Mandíbula cuadrada, cicatriz oblicua en la frente, aros en las orejas. Metro noventa de puro músculo, cota fina de mallas, pantalón. Dos hachas ( una doble, brutalmente grande ), dos cuchillos, una daga. Un tatuaje de una serpiente en el cuello.
Henaad-al-Yeman
Casi calvo, luce una rala trenza de cabellos negros, aceitosos, en la parte posterior del cráneo. De tez mate, nariz prominente de halcón, mirada oscura turbulenta, boca grande de labios gruesos; pendiente en la oreja izquierda, le falta un trozo de la ota. Ligeramente barrigudo, fortachón, metro setenta, un excelente arquero shemita. Luce capa negra, pantalón y armdura de cuero del mismo color; añade a su arco un alfanje que cuelga de su cinto, y un par de puñales ? al menos a la vista -.
Saludos!
Agatá
Brithunia, cabellera azabache a media espalda, ojos negrísimos, pupilas de diamante, piel bronceada, labios finos, atractivo glacial. Metro ochenta, delgada, atlética, largas piernas tatuadas con cicatrices horizontales, igual que los brazos, marcan las muertes que cuenta en su haber. Armadura ligera, de cuero gris, protectores en antebrazos, faldón de tiras de cuero. Espada en la espalda, otra al cinto, bandolera con varios cuchillos, uno en ambos brazos y en los muslos. Una ballesta sujeta a su montura.
Volgan
Aesir, rubia barba y cabellos largos, desmelenado; ojos azules, vivos, de pícaro que está de vuelta de todo. Mandíbula cuadrada, cicatriz oblicua en la frente, aros en las orejas. Metro noventa de puro músculo, cota fina de mallas, pantalón. Dos hachas ( una doble, brutalmente grande ), dos cuchillos, una daga. Un tatuaje de una serpiente en el cuello.
Henaad-al-Yeman
Casi calvo, luce una rala trenza de cabellos negros, aceitosos, en la parte posterior del cráneo. De tez mate, nariz prominente de halcón, mirada oscura turbulenta, boca grande de labios gruesos; pendiente en la oreja izquierda, le falta un trozo de la ota. Ligeramente barrigudo, fortachón, metro setenta, un excelente arquero shemita. Luce capa negra, pantalón y armdura de cuero del mismo color; añade a su arco un alfanje que cuelga de su cinto, y un par de puñales ? al menos a la vista -.
Saludos!
Re: Mercenarios
Volgan:
Yeman
( sí, es un haradrim )
Agatá
Yeman
( sí, es un haradrim )
Agatá
Re: Mercenarios
Ficha de Iasbel
Ignia
Exploradora, aventurera, ladrona, asesina.
No le tenía aprecio a nada ni a nadie a excepción de si misma. Todo acababa alejándose o muriendo a su lado y por esa razón el cariño, el apego, la confianza o la amistad, eran términos que no existían para ella. Desde la mitad de su adolescencia, cuando escapó de aquellos hombres, nadie se había hecho cargo de ella, había subsistido robando, agenciándose de todo cuanto necesitaba por medio de mentiras y engaños, lo que le enseñaba la vida, lo que le había obtenido de ella en ese mundo que llamaban civilizado, entre ciudades de cúpulas doradas o bosques espesos, densos de gemidos y susurros; a través de la violencia y las armas conforme creció y aprendió a defenderse, cosa que se le daba bastante bien. Le atraían el color del oro, la calidez y el brillo de las piedras preciosas que algunas mujeres ?de bien? llevaban colgadas en sus cuellos, luciéndolas sin pudor ni reparo ante ella. Sonreía cuando alguna de aquellas exquisiteces le llamaba la atención segura de que se haría tarde o temprano con su apreciado deseo. Su vida era como ella, libre, exenta de normas y ataduras y lazos que la pudieran hacer débil. Acostumbrada como estaba a ganarse la vida, vendiendo su espada al mejor postor, vagaba por aquel asqueroso e insufrible mundo de un lado a otro, absorbiendo culturas, modos y conocimientos que utilizaba en cuanto le era preciso. Ahora, con la bolsa vacía buscaba con desesperación un nuevo encargo que realizar, el que fuera, ya que le era indiferente matar o robar, asaltar o?
Durmiendo en aquel jergón de la posada de mala muerte, recordó, entre lágrimas, el principio del fin de lo que hubiera sido su vida, cuando tan solo tenía trece años:
Sentada sobre sus piernas, con la barbilla apoyada en su pecho, Ignia tenía los ojos cerrados y musitaba una suave melodía. Se estaba preparando para la ceremonia. Sabía que era de vital importancia conseguir su objetivo si pretendía marchar. Era necesario aquel insignificante sacrificio.
Lentamente empezó a vestirse, con cuidado y esmero. Por primera vez en su vida tenía la necesidad de agradar. Se colgó el collar entregado por su padre y rodeó su cintura con un estrecho cinturón del cual pendía una pequeña bolsa. Dentro colocó el único objeto necesario para llevar a cabo su propósito. Al salir, volvió la vista atrás para cerciorarse de que su escaso equipaje estaba preparado y listo para marchar al día siguiente.
Mientras caminaba hacia el resto del grupo de mujeres con las que bailaría, en su mente empezaron a aparecer las primeras dudas. No podía dar marcha atrás pero, era consciente de que no hablaba otra lengua que la suya propia, que no conocía sus costumbres y que, aunque ellos hombres se habían visto obligados a aceptarla para continuar aquel viaje tras caer en la trampa de su pueblo, quizás el resto de su gente la despreciara o incluso intentara cazarla como habían hecho en más de una ocasión con otros miembros de su clan.
Empezó el baile y todos sus malos presagios huyeron al mover su cuerpo y dejarse llevar por el ritmo de la música. Eran movimientos lentos, acompasados en los que su cadera se movía haciendo el extraño signo del infinito, al mismo tiempo que sus brazos se colocaban sobre su cabeza uniendo sus manos y bajando lentamente ante su pecho. Giraba haciendo que la suave tela ondeara y dejara al descubierto sus piernas...
... Sobrevino sin previo aviso. Un fuerte mazazo castigó su cabeza. La oscuridad apareció de pronto y no fue consciente de que cayó al suelo, ni de lo que aconteció después.
... Se vio a si misma llorando, jadeando y envuelta en un negror indescriptible. Rodeada de un intenso haz de luz blanca se mecía, apretaba con fuerza su medallón y oraba suavemente de rodillas. A su alrededor una especie de humo blanco ascendía hacia no se sabía donde. Fue consciente de pronto que era presa de aquellos hombres a los que había pretendido acompañar de buen grado para perfeccionarse y aprender. Reían y gritaban, bebían y la miraban de una forma que no supo calificar... ¿Dónde se encontraba? ¿Qué había sido de los suyos?
Ocultó la parte de su rostro tatuado con su largo y negro cabello liso. Se apretó contra la pared solo para cerciorarse de que aún llevaba encima aquella ligeras sedas que se colocó para la ceremonia... ¿Cuánto tiempo había transcurrido? Tenía la boca seca, y le ardían los ojos, el estómago empezó a rugir, cosa que provocó enormes carcajadas en aquellas bestias...
Descripción:
Muchacha de 20 años de cabellos lacios, negros como las alas del cuervo. Cuerpo esbelto y bien proporcionado. Altura 1,67. Ágil. Diestra en el manejo de la espada y el arco que siempre lleva consigo. De rostro aniñado, dulce, pero con ojos fieros de color gris. Lleva un tatuaje trival en la parte izquierda de su cuello disimulando una cicatriz que tan solo consigue traerle malos recuerdos. Viste con pantalones estrechos negros, blusa ceñida, cordada al pecho y porta un pañuelo a modo de diadema en su cabeza. Botas altas.
Equipo:
Espada larga, arco corto y carcaj (20), cuchillos en sus altas botas. Cerbatana., dardos impregnados de un líquido de acción sedante. Mochila con odre de agua y comida, sobre todo fruta de la que es amante. Manta y capa gruesa. Dos mudas parecidas a la ropa que lleva encima.
Actitud especial: Intuir/presentir pensamientos.
Ignia
Exploradora, aventurera, ladrona, asesina.
No le tenía aprecio a nada ni a nadie a excepción de si misma. Todo acababa alejándose o muriendo a su lado y por esa razón el cariño, el apego, la confianza o la amistad, eran términos que no existían para ella. Desde la mitad de su adolescencia, cuando escapó de aquellos hombres, nadie se había hecho cargo de ella, había subsistido robando, agenciándose de todo cuanto necesitaba por medio de mentiras y engaños, lo que le enseñaba la vida, lo que le había obtenido de ella en ese mundo que llamaban civilizado, entre ciudades de cúpulas doradas o bosques espesos, densos de gemidos y susurros; a través de la violencia y las armas conforme creció y aprendió a defenderse, cosa que se le daba bastante bien. Le atraían el color del oro, la calidez y el brillo de las piedras preciosas que algunas mujeres ?de bien? llevaban colgadas en sus cuellos, luciéndolas sin pudor ni reparo ante ella. Sonreía cuando alguna de aquellas exquisiteces le llamaba la atención segura de que se haría tarde o temprano con su apreciado deseo. Su vida era como ella, libre, exenta de normas y ataduras y lazos que la pudieran hacer débil. Acostumbrada como estaba a ganarse la vida, vendiendo su espada al mejor postor, vagaba por aquel asqueroso e insufrible mundo de un lado a otro, absorbiendo culturas, modos y conocimientos que utilizaba en cuanto le era preciso. Ahora, con la bolsa vacía buscaba con desesperación un nuevo encargo que realizar, el que fuera, ya que le era indiferente matar o robar, asaltar o?
Durmiendo en aquel jergón de la posada de mala muerte, recordó, entre lágrimas, el principio del fin de lo que hubiera sido su vida, cuando tan solo tenía trece años:
Sentada sobre sus piernas, con la barbilla apoyada en su pecho, Ignia tenía los ojos cerrados y musitaba una suave melodía. Se estaba preparando para la ceremonia. Sabía que era de vital importancia conseguir su objetivo si pretendía marchar. Era necesario aquel insignificante sacrificio.
Lentamente empezó a vestirse, con cuidado y esmero. Por primera vez en su vida tenía la necesidad de agradar. Se colgó el collar entregado por su padre y rodeó su cintura con un estrecho cinturón del cual pendía una pequeña bolsa. Dentro colocó el único objeto necesario para llevar a cabo su propósito. Al salir, volvió la vista atrás para cerciorarse de que su escaso equipaje estaba preparado y listo para marchar al día siguiente.
Mientras caminaba hacia el resto del grupo de mujeres con las que bailaría, en su mente empezaron a aparecer las primeras dudas. No podía dar marcha atrás pero, era consciente de que no hablaba otra lengua que la suya propia, que no conocía sus costumbres y que, aunque ellos hombres se habían visto obligados a aceptarla para continuar aquel viaje tras caer en la trampa de su pueblo, quizás el resto de su gente la despreciara o incluso intentara cazarla como habían hecho en más de una ocasión con otros miembros de su clan.
Empezó el baile y todos sus malos presagios huyeron al mover su cuerpo y dejarse llevar por el ritmo de la música. Eran movimientos lentos, acompasados en los que su cadera se movía haciendo el extraño signo del infinito, al mismo tiempo que sus brazos se colocaban sobre su cabeza uniendo sus manos y bajando lentamente ante su pecho. Giraba haciendo que la suave tela ondeara y dejara al descubierto sus piernas...
... Sobrevino sin previo aviso. Un fuerte mazazo castigó su cabeza. La oscuridad apareció de pronto y no fue consciente de que cayó al suelo, ni de lo que aconteció después.
... Se vio a si misma llorando, jadeando y envuelta en un negror indescriptible. Rodeada de un intenso haz de luz blanca se mecía, apretaba con fuerza su medallón y oraba suavemente de rodillas. A su alrededor una especie de humo blanco ascendía hacia no se sabía donde. Fue consciente de pronto que era presa de aquellos hombres a los que había pretendido acompañar de buen grado para perfeccionarse y aprender. Reían y gritaban, bebían y la miraban de una forma que no supo calificar... ¿Dónde se encontraba? ¿Qué había sido de los suyos?
Ocultó la parte de su rostro tatuado con su largo y negro cabello liso. Se apretó contra la pared solo para cerciorarse de que aún llevaba encima aquella ligeras sedas que se colocó para la ceremonia... ¿Cuánto tiempo había transcurrido? Tenía la boca seca, y le ardían los ojos, el estómago empezó a rugir, cosa que provocó enormes carcajadas en aquellas bestias...
Descripción:
Muchacha de 20 años de cabellos lacios, negros como las alas del cuervo. Cuerpo esbelto y bien proporcionado. Altura 1,67. Ágil. Diestra en el manejo de la espada y el arco que siempre lleva consigo. De rostro aniñado, dulce, pero con ojos fieros de color gris. Lleva un tatuaje trival en la parte izquierda de su cuello disimulando una cicatriz que tan solo consigue traerle malos recuerdos. Viste con pantalones estrechos negros, blusa ceñida, cordada al pecho y porta un pañuelo a modo de diadema en su cabeza. Botas altas.
Equipo:
Espada larga, arco corto y carcaj (20), cuchillos en sus altas botas. Cerbatana., dardos impregnados de un líquido de acción sedante. Mochila con odre de agua y comida, sobre todo fruta de la que es amante. Manta y capa gruesa. Dos mudas parecidas a la ropa que lleva encima.
Actitud especial: Intuir/presentir pensamientos.
Re: Mercenarios
Ficha de Thorontir ( a falta de ciertos detalles )
Acherus
Caballero "desviado del camino"
30 años
Nacido en Poitan - Aquilonia -.
Salió del burdel con el tiempo justo para incorporarse a la columna. Por suerte, había encontrado uno que tenía además alojamientos, con lo cual había podido descansar tranquilo hasta la hora de partir. Un par de buenas mozas le habían salido por un pico, pero no era nada de lo que no pudiera reponerse en breve. No tenía demasiados vicios, así que podía permitirse aquel.
Llevaba el jubón de cuero un poco suelto, pero no importaba. En su época en Poitain la armadura tenía que estar bien bruñida, reluciente, tal como el escudo, y las armas afiladas, las espadas engrasadas para que saliesen con facilidad de la vaina. Pero ese tiempo estaba ya lejano en su memoria. Para empezar, ya no podía bruñir su armadura, salvo el yelmo, recuerdo de aquellos tiempos, había ido perdiendo las distintas partes de su armadura, sustituyendo el metal por cuero tratado, más liviano y manejable. El yelmo metálico desencajaba, era cierto, pero no lo usaba salvo en contadas ocasiones, y en estas, su nombre le precedía. El yelmo tenía la forma de una cabeza de león, un tanto tosca, pero reconocible, y no había otro igual entre sus compañeros. Por tanto, todos podían ubicarle bien en el fragor de la batalla, pues gustaba además de lanzar rugidos en mitad de los combates, desafiante, como si no temiese ser derribado precisamente por destacar. Aquello era extraño, pues por lo general solía gustar de pasar desapercibido, pero cuando se ponía el yelmo se transformaba.
Si al principio el yelmo se habia parecido de una forma un tanto vaga a un león, ahora era peor. Con el paso del tiempo, los golpes lo habían ido transformando, dando la impresión de que estaba hecho con papel, un papel que luego había sido arrugado.
Se unió a la columna apenas unos metros antes de abandonar Phal en dirección sur, en pos de la siempre revoltosa Castria, en la que descansarían unos dias mientras se acababa de negociar un nuevo contrato, probablemente para volver al norte, dado que las escaramuzas estaban siendo demasiado numerosas. Demasiado para que se encargasen los soldados regulares aquilonios, por lo que probablemente siguieran recurriendo a mercenarios durante un tiempo. Por una vez no eran los Cimmerios los que causaban los problemas en la frontera norte, si no un numeroso ejercito venido del este, al que los bárbaros habían rechazado hacía el sur. Nadíe sabía muy bien como... pero así era. No tenía sentido pensar en como o en por qué, se decía Acherus bebiendo de la bota un vino recién adquirido, mientras hubiese botín. Cierto que aquellos tiempos eran parcos en botines, pero sólo eran un plus que sumar al fijo que les pagaban como contrato, con lo que no estaba mal. Tras otro trago de la bota, la guardó en la mochila, para sacar el laud. En cuanto empezó a tocarlo, algunos hombres se adelantaron, evitándolo, mientras que otros se aproximaron a él, deseando alguna distracción. Tocó la misma canción que había tocado para las putas, asegurandoles que la había improvisado, inspirado por su belleza. La misma que tocaba siempre...
Cuando terminó, se mesó la barba, mirando hacía el horizonte. El cielo estaba demasiado oscuro, demasiado, y eso no le gustaba en absoluto. Guardó el laud, y suspirando, rebuscó en busca de la capa de piel de lobo. Aquella era una de las ventajas de poder saquear libremente: uno podía tener acceso a cosas realmente útiles. La capa la había cogido de debajo de un maldito picto, pisoteado por unos caballos. No era bonita, ni era especialmente cómoda, pero conservaba perfectamente el calor, y era lo bastante impermeable como para que supusiese alguna diferencia respecto a no llevar capa.
Equipo y armas:
-Espada, escudo y un par de lanzas. Siempre se rompen en el momento menos oportuno, especialmente si combates montado. Acherus lo aprendió con dolor en el pasado.
-Armadura de cuero/cuero endurecido, si lo hay. Ha ido dejando la armadura pesada con el tiempo, conservando solo el yelmo. Prefiere la maniobrabilidad...
-La capa.
-El laud, uno no especialmente bueno, ya que él tampoco es un intérprete especialmente afortunado, pero que pueda tocarlo.
-Una bolsita de cuero, para las monedas.
-Un amuleto, probablemente de bronce, con forma de caballo. Está lo bastante sucio como para que no se distinga bien el material.
-Una mochila/bolsa/, en la que lleva el equipo, algo de comida seca, etc. Las lanzas y el escudo van en el caballo, y la espada también, salvo que deje el caballo en establo o similar. En esos casos, salvo prohibición expresa, suele llevarse la espada, con la vaina en el cinto.
Ficha de Drakkon
-Nombre: Bazag (significa halcón)
-Sexo: Varón
-Edad: alrededor de 30
-Procedencia: Eruk, ciudad del norte de Shem
-Descripción Física:
Es un hombre de estatura algo inferior a lo normal en un adulto. De complexión atlética, con los músculos bien definidos, sin embargo no llega a ser musculoso. O al menos no lo parece a simple vista. Todo su cuerpo está trabajado para moverse con velocidad y precisión. Tiene el pelo negro y largo hasta sobrepasar un poco la altura de los ojos. Normalmente el cubre parte del rostro. De piel oscura, tanto por naturaleza como por haber pasado la mayor mucho tiempo bajo el sol. Sus ojos son negros y un poco inexpresivos. También es normal que lleve barba de días, e incluso algo más poblada. No le presta demasiada atención. Tiene algunas pequeñas cicatrices a lo largo del todo el cuerpo, pero ninguna destaca especialmente.
Viste con una camisa negra, sin mangas. Encima lleva una armadura de cuero, también negra, y también sin mangas. No le gusta perder movilidad bajo ningún concepto. Pantalones de color azul oscuro, no demasiado anchos. Botas negras. Lleva un largo pañuelo rojo enrollado en la cadera a modo de cinturón, aunque dejando caer parte por un costado
-Caracter: Da la impresión de ser una persona poco sería porque suele bromear incluso en las malas situaciones, quitándole importancia a la mayoría de asuntos. No es un hombre malvado, no disfruta haciendo sufrir a otros ni viéndolos sufrir, pero tampoco es un héroe, no suele actuar en beneficio de otros si no hay ninguna recompensa para él. Otro rasgo que le define es que parece bastante caótico e impredecible. En muchas ocasiones deja al azar decisiones importantes. Actúa sin pensar mucho en las consecuencias a largo plazo. Es un jugador empedernido, disfruta apostando, sin importarle mucho ganar o perder. Por desgracia, tanto para él como para quienes le rodean, también disfruta poniendo en peligro su integridad física e incluso su vida.
Tiene pocos amigos por su forma de ser, la gente suele considerarle una compañía peligrosa. No obstante también es muy leal a quienes considera sus allegados. Detesta estar en deuda con nadie, así que si alguien le hace cualquier favor, suele esforzarse bastante por devolverlo, le da igual si la otra persona no lo cree importante.
-Clase Guerrero/Ladrón
-Habilidades:
-Agilidad y velocidad. Es rápido y hábil tanto en carrera como con las manos.
-Combate con armas
-Combate sin armas: Basa su forma de luchar en el movimiento constante, esquivar y bailar alrededor del enemigo. A veces hace ciertos movimientos inútiles, pero eso le vuelve un poco más impredecible.
-Acrobacias
-Carterista
-Abrir cerraduras
-Trepar: No suele necesitar cuerda para hacerlo. Es ágil, capaz de saltar entre los tejados? aunque a veces también usa métodos más tradicionales.
-Camuflaje/sigilo.
-Encontrar/desactivar trampas.
-Arrojar cuchillos (su puntería no es excepcional, pero se defiende bastante bien)
-Defectos:
-Jugador compulsivo.
-Temerario: algunos dirían que suicida.
-Bocazas
-Impaciente.
-Debido a su forma de luchar, los combates largos le cansan más que a otros luchadores
-Como a veces juega de más? en ciertas ciudades hay gente a la que no cae demasiado bien
-Armas:
-Dos cimitarras, una algo más corta de lo normal.
-Seis cuchillos pensados para ser usados como proyectiles. Lleva uno en cada antebrazo y cuatro colgados en una bandolera en el pecho, bien separados entre sí, y fuertemente sujetos, para que no vayan haciendo ruido
-Equipo:
-Mochila
-20 metros de cuerda enrollada. No suele usarla para escalar, pero nunca se sabe cuando hará falta.
-Provisiones para unos cuantos días de viaje.
-Dos cantimploras de agua.
-Mapas.
-Manta
-Yesca y pedernal
-Vendas (aunque sus conocimientos de ?medicina? son poco más que ponerlas bien apretadas sobre una herida).
-Historia:
Es hijo de un ladrón. Su padre cometió el error de volverse demasiado avaricioso e intentó robar a quienes no debía. Acabó muerto, al igual que su madre, pero él consiguió escapar. De aquello recuerda poco, solo a su padre llevando comida de vez en cuando y a su madre discutiendo con él por los problemas que podía acarrearla robar a gente importante. Sí recuerda que era más o menos feliz.
No tenía ni diez años y ya estaba solo en la calle, sin ningún familiar vivo y, por tanto, sin ningún medio para subsistir. Sin embargo había aprendido parte del oficio gracias a su padre. Ambos lo practicaban más a modo de juego que como algo serio, pero su vida pronto pasó a depender de ello.
No era avaricioso, tan solo hizo una asociación sencilla. Dinero y comida. Luego descubrió que también resultaba sencillo robar la comida, ahorrándose así pasos intermedios.
Su técnica distaba mucho de ser perfecta, de hecho era poco más que un aficionado, por eso acababan descubriéndole demasiado a menudo. Algunos se apenaban de él y lo dejaban estar, otros le propinaban auténticas palizas. Aunque entonces no lo veía así, tuvo suerte, si hubiesen llamado a los guardias de la ciudad, habría tenido bastantes problemas. Luego llegó la realidad para enseñarle que así era.
Según crecía, comenzaba a parecer menos gracioso para los comerciantes del barrio. Vio en primera fila como le cortaban las manos a otro joven, un poco mayor que él. Le dio que pensar, pero tampoco tenía nada más opciones.
Un día ocurrió lo que debía ocurrir, enviaron la guardia a por él. Corrió como alma que lleva el diablo, tropezando con todos los obstáculo, resbalando, y cayendo al suelo una vez tras otra. Creyó que no había forma de escapar, pero lo consiguió por los pelos.
Cuando la persecución acabó, debía haberse sentido asustado o aliviado. No fue así, se sentía vivo por primera vez en muchos años. La respiración agitada, la tensión del momento? jamás se había sentido así.
Buscando edificios medio en ruinas, abandonados, comenzó a practicar para poder huir con más seguridad. Le costó tiempo, pero acabó siendo capaz de subir a tejados sin más ayuda que sus piernas o alguna pared. Pronto se descubría a si mismo para comenzar alguna persecución. Llegó un momento en el que dejó de importarle que robar, era más que capaz de mantenerse a si mismo, pero seguía robando solo por diversión. Entonces surgió el problema de acumular más dinero del que le interesaba gastar, pues no tenía ninguna ilusión en la vida, ningún plan o proyecto, se conformaba con vivir cada día. Fue por aquel entonces cuando empezó su adicción al juego, jamás ha intentado superarla.
Los guardias se volvían más serios con él a medida que le iban conociendo mejor, hasta que al final acabaron por atraparle. Tan solo era cuestión de cubrir bien todos los caminos. Debían haberle cortado las manos, o matarle, dependiendo del humor de las autoridades. El jefe de la guarnición tuvo una idea mejor. Si sus hombres a penas podían atraparle, tal vez podían sacar algo decente de él. Decidió adiestrarle en persona.
La mayoría de guardias eran solo patanes con un par de armas, pero el jefe de la guarnición era distinto. Había sido soldado, le contó varias batallas en las que tomó parte. Le llamó la atención, parecía tan emocionante como correr de un pelotón que pretende desmembrarte para dar ejemplo. Comenzó a tomarse muy en serio el entrenamiento. Curiosamente tenía talento para aquello. Además no se limitaba a aprender golpes, repetir las técnicas que su instructor le mostraba. Las mezclaba con lo que había aprendido durante una juventud vivida en la crudeza de las calles, con los saltos que aprendió a hacer para mantenerse a salvo. Su estilo de lucha resultó ser caótico, poco elegante, pero sorprendentemente eficaz.
Aquello le gustaba, pero odiaba sentirse atado a un uniforme y unas reglas dictadas por otros. Sentía dudas sobre si quedarse o escapar para buscar otro tipo de vida. Tomó la decisión lanzando una moneda al aire? jamás ha vuelto a la ciudad.
Descubrió que ser soldado en cualquier ejército, incluso en un ejército activo que participase en guerras, tampoco le gustaba. Las formaciones cerradas son incómodas, las acciones de los soldados demasiado estudiadas. La guerra a gran escala le resultó desagradable, tan solo una forma de ver multitud de cuerpos jóvenes desmembrados porque a algún señor feudal con delirios de grandeza decidiera ampliar sus territorios. Aquello no era para él y desertó una vez más.
Vagó durante un tiempo sin saber bien a donde ir. A veces se marcaba objetivos, palacios que asaltar para llevarse el botín. Desgraciadamente carecía de los conocimientos suficientes para encontrar un blanco realmente interesante. Se dejaba guiar demasiado por las apariencias, pero con eso no conseguía lo que buscaba, tal vez porque realmente no busca nada concreto.
Decidió probar fortuna como mercenario. Nada de compromisos largos con otro estúpido ejército. El cambio le resultó agradable. Otros marcaban sus objetivos, objetivos que a él poco le importaban. Tan solo tenía que ocuparse de la ejecución. A veces robaba, a veces cazaba personas. Aquello era sin duda lo suyo.
Durante un tiempo buscó asociarse con otros pequeños grupos o individuos. Algunos mercenarios volverían a trabajar junto a él, pero son una minoría, la mayoría le considera demasiado loco para poder fiarse. La fama se extendió, haciendo que tampoco quisiesen contratarle. Además llegaron ciertos problemas con gente a la que, según parecía, debía dinero. Emprendió el viaje una vez más.
Desde entonces va de una ciudad a otra, sin parar más de unos meses en ninguna, procurando moverse antes de que nadie pueda conocerle demasiado.
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Acherus
Caballero "desviado del camino"
30 años
Nacido en Poitan - Aquilonia -.
Salió del burdel con el tiempo justo para incorporarse a la columna. Por suerte, había encontrado uno que tenía además alojamientos, con lo cual había podido descansar tranquilo hasta la hora de partir. Un par de buenas mozas le habían salido por un pico, pero no era nada de lo que no pudiera reponerse en breve. No tenía demasiados vicios, así que podía permitirse aquel.
Llevaba el jubón de cuero un poco suelto, pero no importaba. En su época en Poitain la armadura tenía que estar bien bruñida, reluciente, tal como el escudo, y las armas afiladas, las espadas engrasadas para que saliesen con facilidad de la vaina. Pero ese tiempo estaba ya lejano en su memoria. Para empezar, ya no podía bruñir su armadura, salvo el yelmo, recuerdo de aquellos tiempos, había ido perdiendo las distintas partes de su armadura, sustituyendo el metal por cuero tratado, más liviano y manejable. El yelmo metálico desencajaba, era cierto, pero no lo usaba salvo en contadas ocasiones, y en estas, su nombre le precedía. El yelmo tenía la forma de una cabeza de león, un tanto tosca, pero reconocible, y no había otro igual entre sus compañeros. Por tanto, todos podían ubicarle bien en el fragor de la batalla, pues gustaba además de lanzar rugidos en mitad de los combates, desafiante, como si no temiese ser derribado precisamente por destacar. Aquello era extraño, pues por lo general solía gustar de pasar desapercibido, pero cuando se ponía el yelmo se transformaba.
Si al principio el yelmo se habia parecido de una forma un tanto vaga a un león, ahora era peor. Con el paso del tiempo, los golpes lo habían ido transformando, dando la impresión de que estaba hecho con papel, un papel que luego había sido arrugado.
Se unió a la columna apenas unos metros antes de abandonar Phal en dirección sur, en pos de la siempre revoltosa Castria, en la que descansarían unos dias mientras se acababa de negociar un nuevo contrato, probablemente para volver al norte, dado que las escaramuzas estaban siendo demasiado numerosas. Demasiado para que se encargasen los soldados regulares aquilonios, por lo que probablemente siguieran recurriendo a mercenarios durante un tiempo. Por una vez no eran los Cimmerios los que causaban los problemas en la frontera norte, si no un numeroso ejercito venido del este, al que los bárbaros habían rechazado hacía el sur. Nadíe sabía muy bien como... pero así era. No tenía sentido pensar en como o en por qué, se decía Acherus bebiendo de la bota un vino recién adquirido, mientras hubiese botín. Cierto que aquellos tiempos eran parcos en botines, pero sólo eran un plus que sumar al fijo que les pagaban como contrato, con lo que no estaba mal. Tras otro trago de la bota, la guardó en la mochila, para sacar el laud. En cuanto empezó a tocarlo, algunos hombres se adelantaron, evitándolo, mientras que otros se aproximaron a él, deseando alguna distracción. Tocó la misma canción que había tocado para las putas, asegurandoles que la había improvisado, inspirado por su belleza. La misma que tocaba siempre...
Cuando terminó, se mesó la barba, mirando hacía el horizonte. El cielo estaba demasiado oscuro, demasiado, y eso no le gustaba en absoluto. Guardó el laud, y suspirando, rebuscó en busca de la capa de piel de lobo. Aquella era una de las ventajas de poder saquear libremente: uno podía tener acceso a cosas realmente útiles. La capa la había cogido de debajo de un maldito picto, pisoteado por unos caballos. No era bonita, ni era especialmente cómoda, pero conservaba perfectamente el calor, y era lo bastante impermeable como para que supusiese alguna diferencia respecto a no llevar capa.
Equipo y armas:
-Espada, escudo y un par de lanzas. Siempre se rompen en el momento menos oportuno, especialmente si combates montado. Acherus lo aprendió con dolor en el pasado.
-Armadura de cuero/cuero endurecido, si lo hay. Ha ido dejando la armadura pesada con el tiempo, conservando solo el yelmo. Prefiere la maniobrabilidad...
-La capa.
-El laud, uno no especialmente bueno, ya que él tampoco es un intérprete especialmente afortunado, pero que pueda tocarlo.
-Una bolsita de cuero, para las monedas.
-Un amuleto, probablemente de bronce, con forma de caballo. Está lo bastante sucio como para que no se distinga bien el material.
-Una mochila/bolsa/, en la que lleva el equipo, algo de comida seca, etc. Las lanzas y el escudo van en el caballo, y la espada también, salvo que deje el caballo en establo o similar. En esos casos, salvo prohibición expresa, suele llevarse la espada, con la vaina en el cinto.
Ficha de Drakkon
-Nombre: Bazag (significa halcón)
-Sexo: Varón
-Edad: alrededor de 30
-Procedencia: Eruk, ciudad del norte de Shem
-Descripción Física:
Es un hombre de estatura algo inferior a lo normal en un adulto. De complexión atlética, con los músculos bien definidos, sin embargo no llega a ser musculoso. O al menos no lo parece a simple vista. Todo su cuerpo está trabajado para moverse con velocidad y precisión. Tiene el pelo negro y largo hasta sobrepasar un poco la altura de los ojos. Normalmente el cubre parte del rostro. De piel oscura, tanto por naturaleza como por haber pasado la mayor mucho tiempo bajo el sol. Sus ojos son negros y un poco inexpresivos. También es normal que lleve barba de días, e incluso algo más poblada. No le presta demasiada atención. Tiene algunas pequeñas cicatrices a lo largo del todo el cuerpo, pero ninguna destaca especialmente.
Viste con una camisa negra, sin mangas. Encima lleva una armadura de cuero, también negra, y también sin mangas. No le gusta perder movilidad bajo ningún concepto. Pantalones de color azul oscuro, no demasiado anchos. Botas negras. Lleva un largo pañuelo rojo enrollado en la cadera a modo de cinturón, aunque dejando caer parte por un costado
-Caracter: Da la impresión de ser una persona poco sería porque suele bromear incluso en las malas situaciones, quitándole importancia a la mayoría de asuntos. No es un hombre malvado, no disfruta haciendo sufrir a otros ni viéndolos sufrir, pero tampoco es un héroe, no suele actuar en beneficio de otros si no hay ninguna recompensa para él. Otro rasgo que le define es que parece bastante caótico e impredecible. En muchas ocasiones deja al azar decisiones importantes. Actúa sin pensar mucho en las consecuencias a largo plazo. Es un jugador empedernido, disfruta apostando, sin importarle mucho ganar o perder. Por desgracia, tanto para él como para quienes le rodean, también disfruta poniendo en peligro su integridad física e incluso su vida.
Tiene pocos amigos por su forma de ser, la gente suele considerarle una compañía peligrosa. No obstante también es muy leal a quienes considera sus allegados. Detesta estar en deuda con nadie, así que si alguien le hace cualquier favor, suele esforzarse bastante por devolverlo, le da igual si la otra persona no lo cree importante.
-Clase Guerrero/Ladrón
-Habilidades:
-Agilidad y velocidad. Es rápido y hábil tanto en carrera como con las manos.
-Combate con armas
-Combate sin armas: Basa su forma de luchar en el movimiento constante, esquivar y bailar alrededor del enemigo. A veces hace ciertos movimientos inútiles, pero eso le vuelve un poco más impredecible.
-Acrobacias
-Carterista
-Abrir cerraduras
-Trepar: No suele necesitar cuerda para hacerlo. Es ágil, capaz de saltar entre los tejados? aunque a veces también usa métodos más tradicionales.
-Camuflaje/sigilo.
-Encontrar/desactivar trampas.
-Arrojar cuchillos (su puntería no es excepcional, pero se defiende bastante bien)
-Defectos:
-Jugador compulsivo.
-Temerario: algunos dirían que suicida.
-Bocazas
-Impaciente.
-Debido a su forma de luchar, los combates largos le cansan más que a otros luchadores
-Como a veces juega de más? en ciertas ciudades hay gente a la que no cae demasiado bien
-Armas:
-Dos cimitarras, una algo más corta de lo normal.
-Seis cuchillos pensados para ser usados como proyectiles. Lleva uno en cada antebrazo y cuatro colgados en una bandolera en el pecho, bien separados entre sí, y fuertemente sujetos, para que no vayan haciendo ruido
-Equipo:
-Mochila
-20 metros de cuerda enrollada. No suele usarla para escalar, pero nunca se sabe cuando hará falta.
-Provisiones para unos cuantos días de viaje.
-Dos cantimploras de agua.
-Mapas.
-Manta
-Yesca y pedernal
-Vendas (aunque sus conocimientos de ?medicina? son poco más que ponerlas bien apretadas sobre una herida).
-Historia:
Es hijo de un ladrón. Su padre cometió el error de volverse demasiado avaricioso e intentó robar a quienes no debía. Acabó muerto, al igual que su madre, pero él consiguió escapar. De aquello recuerda poco, solo a su padre llevando comida de vez en cuando y a su madre discutiendo con él por los problemas que podía acarrearla robar a gente importante. Sí recuerda que era más o menos feliz.
No tenía ni diez años y ya estaba solo en la calle, sin ningún familiar vivo y, por tanto, sin ningún medio para subsistir. Sin embargo había aprendido parte del oficio gracias a su padre. Ambos lo practicaban más a modo de juego que como algo serio, pero su vida pronto pasó a depender de ello.
No era avaricioso, tan solo hizo una asociación sencilla. Dinero y comida. Luego descubrió que también resultaba sencillo robar la comida, ahorrándose así pasos intermedios.
Su técnica distaba mucho de ser perfecta, de hecho era poco más que un aficionado, por eso acababan descubriéndole demasiado a menudo. Algunos se apenaban de él y lo dejaban estar, otros le propinaban auténticas palizas. Aunque entonces no lo veía así, tuvo suerte, si hubiesen llamado a los guardias de la ciudad, habría tenido bastantes problemas. Luego llegó la realidad para enseñarle que así era.
Según crecía, comenzaba a parecer menos gracioso para los comerciantes del barrio. Vio en primera fila como le cortaban las manos a otro joven, un poco mayor que él. Le dio que pensar, pero tampoco tenía nada más opciones.
Un día ocurrió lo que debía ocurrir, enviaron la guardia a por él. Corrió como alma que lleva el diablo, tropezando con todos los obstáculo, resbalando, y cayendo al suelo una vez tras otra. Creyó que no había forma de escapar, pero lo consiguió por los pelos.
Cuando la persecución acabó, debía haberse sentido asustado o aliviado. No fue así, se sentía vivo por primera vez en muchos años. La respiración agitada, la tensión del momento? jamás se había sentido así.
Buscando edificios medio en ruinas, abandonados, comenzó a practicar para poder huir con más seguridad. Le costó tiempo, pero acabó siendo capaz de subir a tejados sin más ayuda que sus piernas o alguna pared. Pronto se descubría a si mismo para comenzar alguna persecución. Llegó un momento en el que dejó de importarle que robar, era más que capaz de mantenerse a si mismo, pero seguía robando solo por diversión. Entonces surgió el problema de acumular más dinero del que le interesaba gastar, pues no tenía ninguna ilusión en la vida, ningún plan o proyecto, se conformaba con vivir cada día. Fue por aquel entonces cuando empezó su adicción al juego, jamás ha intentado superarla.
Los guardias se volvían más serios con él a medida que le iban conociendo mejor, hasta que al final acabaron por atraparle. Tan solo era cuestión de cubrir bien todos los caminos. Debían haberle cortado las manos, o matarle, dependiendo del humor de las autoridades. El jefe de la guarnición tuvo una idea mejor. Si sus hombres a penas podían atraparle, tal vez podían sacar algo decente de él. Decidió adiestrarle en persona.
La mayoría de guardias eran solo patanes con un par de armas, pero el jefe de la guarnición era distinto. Había sido soldado, le contó varias batallas en las que tomó parte. Le llamó la atención, parecía tan emocionante como correr de un pelotón que pretende desmembrarte para dar ejemplo. Comenzó a tomarse muy en serio el entrenamiento. Curiosamente tenía talento para aquello. Además no se limitaba a aprender golpes, repetir las técnicas que su instructor le mostraba. Las mezclaba con lo que había aprendido durante una juventud vivida en la crudeza de las calles, con los saltos que aprendió a hacer para mantenerse a salvo. Su estilo de lucha resultó ser caótico, poco elegante, pero sorprendentemente eficaz.
Aquello le gustaba, pero odiaba sentirse atado a un uniforme y unas reglas dictadas por otros. Sentía dudas sobre si quedarse o escapar para buscar otro tipo de vida. Tomó la decisión lanzando una moneda al aire? jamás ha vuelto a la ciudad.
Descubrió que ser soldado en cualquier ejército, incluso en un ejército activo que participase en guerras, tampoco le gustaba. Las formaciones cerradas son incómodas, las acciones de los soldados demasiado estudiadas. La guerra a gran escala le resultó desagradable, tan solo una forma de ver multitud de cuerpos jóvenes desmembrados porque a algún señor feudal con delirios de grandeza decidiera ampliar sus territorios. Aquello no era para él y desertó una vez más.
Vagó durante un tiempo sin saber bien a donde ir. A veces se marcaba objetivos, palacios que asaltar para llevarse el botín. Desgraciadamente carecía de los conocimientos suficientes para encontrar un blanco realmente interesante. Se dejaba guiar demasiado por las apariencias, pero con eso no conseguía lo que buscaba, tal vez porque realmente no busca nada concreto.
Decidió probar fortuna como mercenario. Nada de compromisos largos con otro estúpido ejército. El cambio le resultó agradable. Otros marcaban sus objetivos, objetivos que a él poco le importaban. Tan solo tenía que ocuparse de la ejecución. A veces robaba, a veces cazaba personas. Aquello era sin duda lo suyo.
Durante un tiempo buscó asociarse con otros pequeños grupos o individuos. Algunos mercenarios volverían a trabajar junto a él, pero son una minoría, la mayoría le considera demasiado loco para poder fiarse. La fama se extendió, haciendo que tampoco quisiesen contratarle. Además llegaron ciertos problemas con gente a la que, según parecía, debía dinero. Emprendió el viaje una vez más.
Desde entonces va de una ciudad a otra, sin parar más de unos meses en ninguna, procurando moverse antes de que nadie pueda conocerle demasiado.
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Re: Mercenarios
Ficha de Perdición
Nombre : Reg?henas
Sexo : Varón
Edad : 23
Procedencia : Hyrkania
Descripción Física
Con un tamaño superior a la media, complexión atlética y músculos marcados muy fibrosos, pero equilibrados en cuanto a su volumen. Con piel de un tono marrón rojizo, curtida y tersa. Numerosos lunares e incluso alguna mancha por el cuerpo ocasionadas por largas jornadas bajo el astro rey. El bello de su cuerpo un tanto escaso y cobrizo, en contraste, su poblada melena pelirroja rizada arremolinándose mas allá de sus hombros arropando una barba rala pero igualmente roja. Cejas afinadas y pobladas cubriendo de cerca unos ojos marrones claros un tanto afilados. Nariz poco angulada casi llegando a vertical, con orificios bastante amplios. Pómulos poco pronunciados y mandíbula un tanto ancha sobre la que una sonrisa bastante generosa se marca con facilidad.
La cabeza se une al torso superior por un cuello bastante ágil y con las venas muy marcadas, alrededor del cual hay un par de cintas de cuero con varios ornamentos de seda muy común en su tribu.
Las manos, encallecidas por el duro trabajo del cuero y sin pelo alguno, de movimiento ágil y preciso sin perder por ello un ápice de fuerza.
Las extremidades inferiores igualmente de músculos marcados y resistentes al esfuerzo.
Su ropa principalmente de cuero bien trabajado, de colores oscuros y marrones claros está ribeteada con trazos y pinturas típicas de su tribu de color naranja. Sobre esta dispone de un cuero tratado para ser mas duro sobre la zona de los pectorales, hombros, y antebrazos. Una capa de piel de mono gris de la región del norte de Hyrkania se extiende hasta el suelo a lo largo de todo su cuerpo. Calza botas de cuero marrón tachonado en cuya parte superior se arremolina así mismo piel de mono gris.
Descripción Mental
De carácter extrovertido, tiene buen don de gentes, principalmente debido a su antigua condición de Mercader, premeditadamente afable e incluso jocoso a veces en extremo, busca el acercamiento con el resto de las personas de manera cordial aunque siempre con un fin ultimo, el de conseguir algo a cambio, intentado claro está salir ganando. Al fin y al cabo es una pose, puesto que realmente pretende ser un hábil negociador que usa la cercanía y simpatía como arma. Calibra muy bien , pero usa si es necesario alguna ?mentirijilla piadosa? que venda mejor su mercancia, lo cual le lleva a veces a promesas de dificil cumplimiento.
En ocasiones su condición de nómada le proporciona el carácter agresivo necesario para sobrevivir rodeado de depredadores, sean estos animales o personas. En esos momentos usa su versión mas puramente aventurera de si mismo, siendo habil y mortalmente feroz.
Busca continuamente el equilibrio entre su querencia de bienes materiales y mercancías exóticas de todo tipo y el lastre que suponen estas posesiones para su condición natural de nómada. Esto le lleva a ,en ocasiones, tener que contradecir alguno de estos aspectos de su personalidad.
Muy frío en combate, saca todos sus conocimientos de lucha a relucir de manera comedida, siempre en su justa medida, con proporcionalidad a la amenaza.
Siendo valiente es pragmático y sabe de las bondades de una retirada a tiempo, de hecho su pesar mas grande fue haber abandonado su condición de Mercader y Aventurero para abocarse a la vida como mercenario, le obsesiona en gran medida y es fuente de muchas de sus pesadillas y pérdidas de moral. Busca desesperadamente una aventura como mercenario que de un modo u otro solucione sus problemas pasados.
Dispone de una gran capacidad para adaptarse a nuevos entornos y situaciones desconocidas, usando todo lo que dispone a su alrededor para ese fin. No le agrada el conformismo ni el sedentarismo que en algunas poblaciones se ha extendido, y busca continuamente el cambio y la diferencia ante el resto.
Posee una gran empatía ante los animales, especialmente frente a los caballos, conociendo en todo momento sus necesidades y limites.
Historia
Hijo de un viejo guerrero Kozaki, Reg?henas nacio con la luz de las estrellas, las mismas que marcaron su destino y guiaron sus innumerables viajes por Hyboria. Durante sus primeros años de vida vio de manera pasiva como la pequeña tribu de su padre permanecía en un viaje constante, aprovechando algunos pequeños parones en sus viajes para aprovisionarse y entrenar en el arte del combate a sus pequeños vástagos. Fue esa la primera toma de contacto con las costumbres de sus iguales, pero hasta que no pasaron varios años, no tomo parte de esos ritos de iniciación.
Rápidamente demostró una inquietud inmensa por ampliar las fronteras de su mundo, y no dudo en separarse de su gente para participar de viajes que realizaría por su propia cuenta, y que le proporcionaron sus primeros objetos y posesiones exóticas.
Fue ese ansia de conocer nuevos lugares el que le obligó a vender estas posesiones para sufragarse el coste de expediciones cada vez mas lejanas y costosas. Su primer viaje a través del Mar de Vilayet, sus incursiones en la tundra y el frío de Sythia, Bukhrosha, Shahpur, Shangara ?.
Fueron esos los viajes que curtieron como aventurero y mercader a Reg?henas, durante los mismos fue mejorando su habilidad como jinete y adquirió conocimientos en el tratamiento del cuero mientras compartía viajes con Fedjar un mercader de cinturones de Backharus, no solo le ayudo con las técnicas de tratamiento, sino también de venta. Fue la primera vez que escucho promesas incumplidas. Fedjar le prometió participar en su particular negocio a cambio de dinero, según el para materiales y como compensación por las clases y esfuerzos que en Reg?henas puso el viejo vendedor. En cambio una vez se hizo con el dinero, Fedjar desapareció dejando a Reg?henas sin dinero y con la sensación cierta de haber sido engañado. Se dice del viejo vendedor que viajo a Makkalet para organizar una caravana en la ruta que parte de aquella ciudad, el caso es que nunca supo mas de él.
Sin medios con los que continuar con su viaje Reg?henas vagó durante años por Pah-Dishah, empleándose en los primeros trabajos que llegaban a sus manos, de esta manera conoció a un opulento mercader de la zona, un tal Cregso,.. nunca más lo olvidaría. Este al conocimiento de la capacidad aventurera de Reg?henas y su eficacia como mercader le propuso un nuevo trato, trabajar para el como aventurero a cambio de un pequeño sueldo le daría a Cregso los botines de sus viajes. Si bien con Fedjar pecó de inocente, esta vez no había elección alguna si quería salir de esa espiral sedentaria que tanto le asqueaba, aun sabiendo del riesgo a volver a ser engañado, Reg?henas ya no era el joven tonto de antaño, aceptó formar parte de los hombres de Cregso y ayudo a este a convertir sus montones de oro en una inmensa fortuna.
Como resultado Reg?henas amasó una pequeña cantidad de dinero con la cual pretendía volver a su anterior y deseado modo de vida, lo que no sabia que para Cregso, habituado a tener cuanto deseaba, su contrato era de por vida y no existía clausula alguna que lo liberara de su cometido.
así pues el final fue distinto esta vez, Cregso se quedó en Pah-Dishah, y fue Reg?henas el que huyó de la misma manera y al mismo lugar que antaño haría Fedjar,? a Makkalet. De nuevo se veía obligado a una existencia que no deseaba, pero al menos esta vez disponía de dinero y podría ,al menos, viajar, ? como mercenario de las caravanas que de allí partían.
La vida en Pah-Dishah se estaba convirtiendo para Reg?henas en una espiral, que lo atrapaba y consumía con cada giro de los acontecimientos que lo llevaba al punto en el cual todo acabaría. Se podría intentar navegar en contra de la corriente, pero al final esta por muy resistente que uno fuera acababa por doblegarte. De igual manera se podía intentar salir de esa espiral conformista, impasible e inamovible que era la ciudad, en ello estaba Reg?henas.
Acababa de realizar un pequeño trabajo, un antiguo cliente le había dado unas cuantas monedas, lo suficiente para mal comer un par de días, a cambio le había pedido que le ayudara con unos caballos que había adquirido y necesitaba domesticarlos un poco. La tarea resulto bastante fácil, había galopado mucho, sabia de sobra como tratar a los caballos salvajes, y como hacerlos sumisos a las espuelas de sus jinetes. Sumiso, pocas palabras le ocasionaban aversión, esa era una de ellas.
Intentando olvidar la urgente necesidad de salir de aquellas calles, de ese aroma rancio y estancado que le perforaba los pulmones, Reg?henas se dirigió al bullicio del mercado.
Todas las ciudades disponían de pequeños mercados, pero en Pah-dishah era especialmente imponente, situada cerca de numerosas rutas mercantiles que cruzaban Hyrkania, era el punto ideal donde confluían clientes en busca de unguentos y animales exóticos, y mercaderes curtidos en busca de beneficios.
El lugar era un continuo ir y venir de carromatos y animales de carga, el aroma a especias dibujó una leve sonrisa en el rostro de Reg?henas, era la única parte de aquella ciudad que no lo asqueaba, allí se sentía un poco más libre. Dejó atrás un par de puestos donde un par de mercaderes discutían el precio de sus mercancías gesticulando y haciendo grandes aspavientos. Sus caras como las del resto de los allí presentes eran conocidas, no era la primera ni seria la ultima vez que visitara ese Mercado.
Reg?henas detuvo su paseo enfrente de un puesto, eran cinturones, realizados por manos diestras sin duda, pero sin la terminación que el solía conferir a los suyos propios, la imagen de los cinturones atrapó su mente, llevándolo un par de años atrás, una punzada en su alma le recordó donde y porqué estaba, azuzándolo para proseguir, puesto a puesto, la búsqueda de una salida de esa ciudad.
El sol surcaba el cielo con lentitud, pero el tiempo pasó rápido mientras Reg?henas se ofrecía como mercader, sin embargo nadie quería mas competencia, ¿Qué mercader daría ayuda a otro para que este le disputara sus beneficios?, no, no era fácil.
De pronto una mano se posó en su hombro, al girar el cuello Reg?henas reconoció en esa calva brillante a Cregso, lo había visto alguna vez haciendo adquisiciones extrañas, mercancías de gran rareza eran su predilección, nada que una persona pudiera usar de manera normal para alimentarse o como adorno de su casa, lo que lo hacia aun mas extraño. Se sabía que disponía de una cantidad grande de dinero, sus ropajes lo confirmaban tintineando y destellando a cada paso que Cregso daba.
Cregso - ¡Hombre!, ¡cuanto tiempo! ? una leve sonrisa surcó sus labios.
Reg?henas conocía a ese hombre, pero solo de vista, jamás había trabajado para él, ni le había vendido mercancía alguna. Estaba claro que no era solo saludarlo lo que quería.
- ¿Qué pasa, no te acuerdas de mí? Parece mentira, con la cantidad de mercancía que me has vendido. ? se le notaba divertido ante la situación, la risa se pronunciaba mas y mas con cada frase. Reg?henas ? No tengo el placer, creo que quizás me hayas confundido con otra persona ? Cregso interrumpió la frase a mitad ? Bueno, bueno, quizás no las adquirí directamente a través de ti, pero dispongo de mucha mercancía con tu inconfundible sello. Me preguntaba si dispones de un poco de tiempo para que charlemos, ¿o ya te marchabas?. ? Reg?henas imaginaba lo que vendría a continuación, y aunque llevaba buscando esa oportunidad durante meses, sabía que tendría que arrepentirse el resto de su vida. Pero como muchas veces en su vida, ante una encrucijada en el camino, tomó la decisión menos mala, no existía una buena.
Cregso había oído en boca de numerosos intermediarios el nombre de Reg?henas, y habían sido buenas palabras siempre las que llegaban a sus oídos, sabía de su capacidad y eficacia a la hora de conseguir ciertos materiales, y era una oportunidad muy buena la que se le presentaba para seguir amasando dinero y mercancías exóticas. El trató que le ofreció a Reg?henas era simple, sus servicios a cambio de una paga. Tendría disposición plena de él para que le consiguiera mercancía, la cual seria en todos los casos de Cregso.
Así nació una nueva etapa para Reg?henas en Pah-Dishah, no le gustaba nada la sonrisa que esbozaba Cregso cuando le presentaba el resultado de sus viajes, sentía que no debía hacer esos trabajos para él, pero por lo menos ahora podría viajar y hacerle frente a la espiral que lo abocaba a la mas grande de las desidias.
Al principio Cregso dispuso de Reg?henas como un simple mercader más, aquellas mercancías menores, mas comunes, y de las que disponía en exceso, se las encargaba para que hiciera de su venta un pequeño beneficio, así pues empezaron varios viajes a ciudades cercanas, acompañado de varios mercaderes más, en los cuales Reg?henas revivió antiguas sensaciones. En cierto modo ese fue el renacimiento de el comerciante y viajante que llevaba en las venas, y le sirvió para afianzarse en numerosas rutas como un gran negociante, duro de doblegar, y al que rara vez se le veía hacer un mal trueque, o una venta desventajosa. Makkalet, Razadan,?. Muchas fueron las ciudades de las costas del Mar de Vilayet, que proporcionaron a Cregso beneficios importantes.
Poco a poco Cregso aumento la distancia de los viajes, cuanto mas lejos, mas disfrutaba Reg?henas de ellos. El primer gran viaje fue a Khitai, donde fue encargado de la obtención de varios metales que allí se forjaban de manera expléndida y sobre todo de numerosas especias e ingredientes extraños algunos de los cuales nunca volvería a ver en sus viajes.
El viaje al Este fue de los más largos, cruzando la región de Meru y sus siete ciudades sagradas, donde escuchó las leyendas acerca del dios Yama. Atravesando los inóspitos parajes del Desierto de Wuhuan, donde se toparon con numerosas tribus nómadas. Llegando finalmente a la Gran Muralla, allí Reg?henas empequeñeció ante la majestuosidad de la ciudad de Paikang donde los ?cheng-li? (extranjeros de occidente) no eran del todo bien recibidos. Bajo la vigilancia de torres alargadas de color púrpura y oro consiguió gran parte de la mercancía que necesitaba, algunas gemas comunes, un par de piedras de jade, y varios amuletos hechos con animales de la región (garras de tigres y bigotes de leopardos entre ellos).
A la vuelta Cregso se mostró mas que satisfecho por el resultado de la caravana, y sin apenas descanso continuo dando trabajos mas o menos cercanos a Reg?henas, rara vez tuvo este que ofrecer combate, si bien las principales adversidades que se encontraba durante sus periplos era la comunicación se desenvolvía bastante bien en varios idiomas, y su aspecto afable hacia el resto.
Nuevos viajes lejanos volvieron a presentarse, esta vez eran rumbo al suroeste, hacia los bien llamados Reinos Negros, hacia Stygia. disponía de varias mercancías con las que debía efectuar su compra, varias de las cuales fueron obtenidas y guardadas a tal efecto del viaje a Paikang, así como abundante dinero, y varios mercenarios que harían de ayuda ante las hostiles gentes de la región en caso de ser necesario.
Desde pah-dishah, atravesando el Mar de Vilayet en varias barcazas, llegaron al reino vecino y tradicionalmente enemigo de Turan. Cruzaron el pantano de Nshar, donde perdieron varios caballos y algún hombre entre sus lodos, sin detener su marcha prosiguieron cruzando hacia el sur desde Aghrapur hasta la ciudad de Zamboula, donde tomaron contacto por primera vez con los stygios. Zamboula era una antigua ciudad stygia que fue arrebatada a este reino, las mercancías que en sus mercados se tratan no son lo que Reg?henas llamaría comercio, mas bien es un hervidero de esclavos y tratantes.
En caravana y hacia el oeste cruzaron la parte norte del Desierto Oriental hasta llegar a Thuran. Desde donde atravesaron toda Stygia , incluido el Pantano del Loto Negro, hasta llegar a la ciudad de Khemi.
Situada a las orillas del océano occidental Khemi era la capital, el alma, de las creencias Stygias. Las escrituras jeroglíficas de los Sacerdotes Set, dictaban las normas del país. Sus enormes murallas negras se interpusieron ante la caravana, cerradas e inaccesibles.
Era de noche, y tras aquellas murallas no podían permanecer extranjeros. Allí no eran bienvenidos, y si no eran expulsados ,o peor, sacrificados al dios Set, era mera cuestión de suerte.
Reg?henas acudió al puesto de guardia, junto a las puertas de color azabache de la muralla, y solo encontró miradas de desconfianza y hostilidad, antes siquiera de presentar la licencia para comerciar que Cregso le concediera. Guarda ? Es de noche, no podeis cruzar ? su ceño fruncido se reforzó mientras llevaba la mano a la empuñadura de su espada. ? Reg?henas ? Venimos de lejos, disponemos de mercancías que seguro serán del agrado de vuestras gentes, solo necesitamos un lugar en el que descansar hasta mañana. ? El guarda apretó la mandíbula, y entre el rechinar de dientes y algún improperio repitió ? He dicho que es de noche, y no abriremos las puertas a extranjeros, acampad fuera.
Era claro que no eran bien recibidos, al amanecer, no sin antes recoger el campamento, y presentando la licencia la guardia abrió las puertas de las murallas, y como a ellos al resto de comerciantes. No se veían aventureros si no era al cuidando de las mercancías, si bien alguna figura misteriosa con poco aspecto de guerrero o comerciante, cruzaba la muralla sin demasiados inconvenientes por parte de la guardia, al resto se les ponía multitud de trabas y pegas, llegando en algún caso a impedir el paso. Reg?henas y su comitiva cruzo con cierta facilidad, aunque después de un exaustivo interrogatorio acerca de sus intenciones, y se encaminó hacia el mercado que empezaba a bullir.
A lo lejos, mas allá de las murallas eran apreciables los picos de las pirámides erigidas en honor al dios Set, que escondidas numerosos acertijos y trampas, así como cavernas y laberintos subterraneos. Decían las leyendas que de allí nunca nadie salio con vida, y que las enormes piramides guardaban riquezas y misterios nunca imaginables.
Tras una larga jornada de negocios, la comitiva consiguió gran parte de la mercancía que Cragso necesitaba, el jade, las perlas, y alfombras fueron intercambiadas por numerosos amuletos y varias mallas de acero, así como numerosa seda y varios venenos de serpiente, y ejemplares de reptiles.
La partida fue antes del anochecer, y Reg?henas se prometió volver algún día por aquella tierra que aunque salvajemente hostil, disponía de numerosos secretos.
Tras los años que llevaba trabajando para Cregso le había dotado de una incalculable riqueza a costa de sus viajes, y disponía de una cantidad de dinero bastante importante para plantearse el negocio por su cuenta, la espiral parecía haberse invertido esta vez.
A la llegada a Pah-dishah, Cregso se mostró especialmente contento, como nunca antes, la mercancía que se había conseguido fue rápidamente comprobada y llevada a las cámaras que para tal efecto disponía la guardia. Cregso ? Has hecho un grandísimo trabajo, como no podía ser de otra manera, tengo un par de viajes mas en mente, pero ? pasa, pasa y ponte cómodo Reg?henas ? De nuevo la sonrisa sibilina, a la que nunca se llegaría a acostumbrar ? Tenemos un enorme porvenir con nuestra sociedad, las ultimas mercancías que has conseguido me van a ser de muchísima utilidad. Había pensado que quizás el próximo viaje sea al Norte, son regiones de dificil transito y normalmente no se encuentran sus maravillas por nuestros puestos. ¿Qué te parece? ? Reg?henas, haciendo caso omiso de la sonrisa del calvo ? Creo que deberíamos brindar por el éxito obtenido hasta ahora ? tomando un par de copas de la mesa tendió una hacia su jefe ? ¡Por las aventuras! ? Cregso tomo su copa y alzándola ? ¡Por el dinero y las mercancías que disfruto¡ para que nunca terminen.
Esa noche Reg?henas disfruto especialmente del descanso de su cama, el día siguiente definitivamente saldría del laberinto en el que se convirtió unos años atrás su vida cuando Fedjar desapareció con lo poco que disponía. Al día siguiente?.. el sueño se apoderó de su cuerpo, unos tenues rayos de luz atravesaron su ventanal, era pronto y disponía de todo lo necesario. Mientras avanzaba con sus pertrechos a lomos del caballo miraba atrás, por aquellas calles que tantas veces había odiado, hoy parecían un poco menos hediondas y mas claras, quizás sería porque no volvería por fin a pisarlas más. En el mercado los comerciantes disponían sus puestos, comenzando lo que sería una nueva jornada de regateos, y ventas, solo ese espació de Pah-dishah seria recordado con una sonrisa, despidiéndose mentalmente de la mezcla de aromas y sensaciones, miró al frente, a la puerta de la muralla , y despacio disfrutando del paso de los segundos paso bajo su arco, y cabalgando se alejo su estela hacia el oeste a Makkalet.
Habilidades
- Resistente fisicamente sobre todo a esfuerzos continuados.
- Sabe orientarse y seguir rastros ademas de sobrevivir con pocos recursos.
- Negociar/Vender todo tipo de mercancias,tiene un grandisimo olfato para los negocios
- Combatir a caballo (esencialmente con arco corto curvado)
- Manejo de cimitarra y escudo,usa siempre el terreno y aquellos objetos que tiene alrededor para sacar la maxima ventaja a la lucha.Espera al agotamiento del rival para hacer la ofensiva
- Habilidoso en la confección de ropajes y adornos de cuero (aunque no llega a tener un nivel muy alto debido a que no acabo de perfeccionar la tecnica)
- Sabe nadar,trepar,hacer refugios,cazar,recolectar plantas e insectos, pescar? etc
Defectos
- No siempre expone toda la verdad acerca de su mercancia, aunque no es un mentiroso compulsivo,suele usar pequeñas tretas y atribuye falsas propiedades a algunos de sus objetos.
- Es incapaz de permanecer mucho tiempo en una misma ciudad,llegandose a impacientar e incluso cambiandole el carácter cuando le obligan a ello.
- Dispone de un enemigo por el cual es mercenario y que seguramente no se ha tomado muy bien su ?desaparicion?,Cregso
Equipo
- Caballo con alforjas de cuero para la posible mercancia obtenida.
- Cimitarra y Escudo medio
- Armadura de cuero flexible pero reforzada en hombros, pecho y brazos.
- Arco Curvo con Carcaj y flechas
- Un par de piedras y cuchillos para tratar el cuero, asi como tijeras, sacabocados, buriles y demas utiles.Pequeños botes con tinta de distintos colores.
- Cuerda(unos 15m)
- Anzuelo e Hilo para la pesca
- Yesca y pedernal
- Un par de mantas, mapas.
- Mochila
- Dos cantimploras
- Una pequeña figurita con forma de mono,fruto de uno de sus viajes.
http://patxinaki.deviantart.com/art/Reg-henas-104209961
Ficha de Raelana
ASWARYA
Chamán de Hiperbórea
No estoy sola. Los muertos me acompañan. Cada miembro de mi tribu viaja conmigo, atado a este cinturón de huesos. Cada falange tiene su nombre y me los recuerda, a ellos acudo cuando necesito hablar. Ellos me escuchan y me responden, flotan a mi lado cuando estoy dormida. Ellos viven mientras yo los recuerde, mientras yo los lleve conmigo. Y yo he jurado no separarme nunca de ellos.
El día que todos murieron está grabado en mi alma a sangre y fuego. Yo no estaba, no los vi morir. Yo había subido a la montaña, al hogar de los ancestros, donde los huesos de nuestros antepasados están enterrados. Allí podía hablar con ellos, preguntarles porqué las tribus del Oeste nos atacaban. Preguntarles como defendernos. Habíamos sufrido ya tres ataques, ataques cobardes donde un puñado de guerreros entraba en la tribu a robarnos las cabras y salir corriendo. Ellos nunca suben demasiado en la montaña, sus caballos no están acostumbrados a eso. Nosotros teníamos pocos caballos, éramos humildes, teníamos poco de todo. Los espiritus estuvieron callados ese día, permanecí allí toda la noche, quemando las hierbas prescritas, llamándolos y aullando y al final llorando al no recibir respuestas. Después bajé al pueblo y comprendí porqué no habían querido hablar conmigo. Los ancestros no estaban allí, en el suelo sagrado, habían bajado al pueblo y habían sido testigos de la matanza, los incendios, el miedo y el dolor. Esta vez habían sido muchos, yo encontré los restos, las pisadas de muchos caballos, muchos guerreros de nuestro pueblo derrotados. Las cabezas de mi madre y mi abuela estaban muy juntas, aunque sus cuerpos aparecieron en dos extremos distintos de la aldea. No había niños, se los llevaron a todos. A algunas mujeres también, las más jóvenes. Al principio tuve la esperanza de que alguien hubiera podido escapar pero esa noche los espíritus acudieron a mi en tropel, todos tan asustados que reviví todo lo que había pasado y lloré con ellos. Y les juré que no iba a volver a llorar jamás.
Llevé los cuerpos al suelo sagrado, tardé varios días en darles a todos la sepultura que merecían, me quedé allí con ellos, no soportaba volver a la aldea donde todo estaba destruido y cada mancha de sangre me hacía revivir la tragedia. Hice el cinturón de huesos, eran demasiados para hacer un medallón, aunque algunos los uní al medallón de los ancestros. El de mi madre y el de mi abuela. Es al medallón al que pido consejo cuando lo necesito. Al cinturón sólo le pido compañía. Voces amigas que me acompañen a través de los caminos.
No tengo a dónde ir. Mi pueblo ha quedado atrás. Yo fui una niña traviesa, a la que le costaba concentrarse en los rituales que mi abuela me enseñaba. Me gustaba subir a las montañas y correr, y jugar. Mi abuela me regañaba. No hay tiempo para eso, tienes que aprender o todo nuestro saber se perderá. Mi madre ya sabía, pero ella nunca me enseñaba. Se pasaba el día de un lado para otro, sin ver ni oir a nadie. Mi abuela decía que se había adentrado demasiado en el mundo de los espíritus y no podía ver el nuestro. Yo no lo entendía entonces, pero ahora sí lo entiendo. Es fácil hablar con ellos, confiar en ellos. Y es duro vivir. A veces temo que me pase como a mi madre, pero llevo ya meses viajando y sigo viviendo en el mundo real. Me parezco más a mi abuela, ella siempre me lo decía. Mi abuela nunca se dejó arrastrar, dominaba en vez de ser dominada. Si miraba a alguien a los ojos se echaba a temblar. Yo nunca he conseguido eso. Después de mi iniciación la gente empezó a mirarme con mucho respeto, pero eso era en mi pueblo. En el resto del mundo las miradas son lascivas a veces, despreciativas otras, soy la extranjera, la que no conoce las costumbres y no sabe cómo comportarse. Pero también sé las virtudes de las hierbas y las piedras, la sabiduría de los animales y el poder de los espíritus. Y sé defenderme cuando me atacan.
No me gusta hacer daño, pero tampoco que me lo hagan. Al principio parecía más fácil si tenías un hombre. Un hombre se peleaba por ti, te protegía, era una pantalla y yo podía estar detrás y no se me veía. Viajé con él durante meses, pensando que era lo mejor. Porque tenía miedo de un mundo que no conocía y que era demasiado distinto para comprenderlo. Thorgrim se llamaba, tenía la piel tan oscura que me impresionó al verlo y los brazos tan fuertes que podía doblar el acero. Viajamos juntos, él conseguía trabajos de mercenario que realizábamos juntos, seguíamos viajando. Comprendí que no era seguro viajar con él la primera vez que me golpeó pero seguía teniendo miedo al mundo real. Tuvieron que pasar meses para poder comprender como eran las cosas. Cuando llegó el momento simplemente lo supe. Preparé la bebida como debía hacerse y se la eché en el vino. El ya estaba borracho y no se enteró de nada. Desaparecí de allí sin llevarme ningún hueso suyo. No creo que nadie me recuerde, a su lado yo era una sombra y nunca he vuelto a aquella ciudad.
Desde entonces camino sola, y ya me siento más a gusto entre otros pueblos. Busco mis propios trabajos y los ejecuto yo sola. Hay gente que ya me conoce por mi nombre, son pocos todavía, pero algunos me miran con respeto y siento que me lo he ganado. Otros me llaman bruja y escupen cuando paso, pero yo no soy una bruja. Si los espiritus hacen algo a través de mi son ellos los que lo hacen, no yo. Es difícil explicar que sólo eres un recipiente, una portadora, un medio y que el poder que les asombra no es realmente tuyo. Me llaman Aswayra, la portadora de huesos. Mi nombre real no se lo he dicho nunca a nadie. Es como si lo hubiera dejado atrás, tan muerto como lo está mi tribu, y sólo lo oigo en sueños, pronunciado con la voz de mi abuela que a veces me canta cuando no puedo dormir.
Busco a los supervivientes. Los niños que no se acordarán de mi, las jóvenes que ahora serán madres de niños de otros pueblos. Recorro los mercados de esclavos de todas las ciudades por las que paso, con la esperanza de encontrar a alguno de ellos, pero no he tenido suerte. De los hombres que nos atacaron sólo tengo imágenes confusas en sueños, demasiado poco para poder encontrarles, aunque los muertos claman venganza y quieren usar mis manos. Si encuentro alguna pista los buscaré, se lo he prometido, pero no voy a buscar a ciegas. Tengo una prioridad por encima de la venganza: sobrevivir.
Ahora me he convertido en la única que lleva el legado de mis antepasados, la única que recuerda nuestras tradiciones y nuestros secretos. Soy algo más que una portadora de huesos, llevo conmigo todo lo que fuimos alguna vez, todo lo que hubiéramos podido ser. Mientras yo siga viva mi pueblo seguirá vivo. A veces pienso en volver, echo de menos las montañas, pero no puedo. No sobreviviré allí sola, tengo que seguir caminando.
?
De carácter tranquilo y observador, le gusta pensar las cosas y tomárselas con calma. No es temerosa pero sí prudente y analiza las consecuencias de sus actos porque no le gusta volver a cometer errores que ya haya cometido. Una vez que ha tomado una decisión le cuesta mucho cambiar de idea sobre la marcha, puede ser muy cabezota.
Características físicas: Más ágil y moderadamente veloz, miembros fuertes y resistentes como consecuencia de su ruda vida en las montañas; Se le da mejor trepar que correr.
Desventajas: búsqueda de venganza; la consideran bruja en muchos lugares; perseguida tanto por esto como por sus acciones.
Idiomas: Hiperbóreo, brithunio, nemedio, turanio.
Habilidades, características:
1. Animismo
2. Medicina
3. Herboristería (Drogas y sustancias similares -que yo lo relaciono con la medicina-)
4. Elementalismo.
5. Teología
6. Dioses de la naturaleza (estos dos últimos no me interesan mucho, no es un personaje especialmente religioso)
1.Lucha cuerpo a cuerpo con cuchillo ?o cuchillo y bastón a la vez-.
2. Manejo del bastón.
Armas: Las susodichas.
Nombre : Reg?henas
Sexo : Varón
Edad : 23
Procedencia : Hyrkania
Descripción Física
Con un tamaño superior a la media, complexión atlética y músculos marcados muy fibrosos, pero equilibrados en cuanto a su volumen. Con piel de un tono marrón rojizo, curtida y tersa. Numerosos lunares e incluso alguna mancha por el cuerpo ocasionadas por largas jornadas bajo el astro rey. El bello de su cuerpo un tanto escaso y cobrizo, en contraste, su poblada melena pelirroja rizada arremolinándose mas allá de sus hombros arropando una barba rala pero igualmente roja. Cejas afinadas y pobladas cubriendo de cerca unos ojos marrones claros un tanto afilados. Nariz poco angulada casi llegando a vertical, con orificios bastante amplios. Pómulos poco pronunciados y mandíbula un tanto ancha sobre la que una sonrisa bastante generosa se marca con facilidad.
La cabeza se une al torso superior por un cuello bastante ágil y con las venas muy marcadas, alrededor del cual hay un par de cintas de cuero con varios ornamentos de seda muy común en su tribu.
Las manos, encallecidas por el duro trabajo del cuero y sin pelo alguno, de movimiento ágil y preciso sin perder por ello un ápice de fuerza.
Las extremidades inferiores igualmente de músculos marcados y resistentes al esfuerzo.
Su ropa principalmente de cuero bien trabajado, de colores oscuros y marrones claros está ribeteada con trazos y pinturas típicas de su tribu de color naranja. Sobre esta dispone de un cuero tratado para ser mas duro sobre la zona de los pectorales, hombros, y antebrazos. Una capa de piel de mono gris de la región del norte de Hyrkania se extiende hasta el suelo a lo largo de todo su cuerpo. Calza botas de cuero marrón tachonado en cuya parte superior se arremolina así mismo piel de mono gris.
Descripción Mental
De carácter extrovertido, tiene buen don de gentes, principalmente debido a su antigua condición de Mercader, premeditadamente afable e incluso jocoso a veces en extremo, busca el acercamiento con el resto de las personas de manera cordial aunque siempre con un fin ultimo, el de conseguir algo a cambio, intentado claro está salir ganando. Al fin y al cabo es una pose, puesto que realmente pretende ser un hábil negociador que usa la cercanía y simpatía como arma. Calibra muy bien , pero usa si es necesario alguna ?mentirijilla piadosa? que venda mejor su mercancia, lo cual le lleva a veces a promesas de dificil cumplimiento.
En ocasiones su condición de nómada le proporciona el carácter agresivo necesario para sobrevivir rodeado de depredadores, sean estos animales o personas. En esos momentos usa su versión mas puramente aventurera de si mismo, siendo habil y mortalmente feroz.
Busca continuamente el equilibrio entre su querencia de bienes materiales y mercancías exóticas de todo tipo y el lastre que suponen estas posesiones para su condición natural de nómada. Esto le lleva a ,en ocasiones, tener que contradecir alguno de estos aspectos de su personalidad.
Muy frío en combate, saca todos sus conocimientos de lucha a relucir de manera comedida, siempre en su justa medida, con proporcionalidad a la amenaza.
Siendo valiente es pragmático y sabe de las bondades de una retirada a tiempo, de hecho su pesar mas grande fue haber abandonado su condición de Mercader y Aventurero para abocarse a la vida como mercenario, le obsesiona en gran medida y es fuente de muchas de sus pesadillas y pérdidas de moral. Busca desesperadamente una aventura como mercenario que de un modo u otro solucione sus problemas pasados.
Dispone de una gran capacidad para adaptarse a nuevos entornos y situaciones desconocidas, usando todo lo que dispone a su alrededor para ese fin. No le agrada el conformismo ni el sedentarismo que en algunas poblaciones se ha extendido, y busca continuamente el cambio y la diferencia ante el resto.
Posee una gran empatía ante los animales, especialmente frente a los caballos, conociendo en todo momento sus necesidades y limites.
Historia
Hijo de un viejo guerrero Kozaki, Reg?henas nacio con la luz de las estrellas, las mismas que marcaron su destino y guiaron sus innumerables viajes por Hyboria. Durante sus primeros años de vida vio de manera pasiva como la pequeña tribu de su padre permanecía en un viaje constante, aprovechando algunos pequeños parones en sus viajes para aprovisionarse y entrenar en el arte del combate a sus pequeños vástagos. Fue esa la primera toma de contacto con las costumbres de sus iguales, pero hasta que no pasaron varios años, no tomo parte de esos ritos de iniciación.
Rápidamente demostró una inquietud inmensa por ampliar las fronteras de su mundo, y no dudo en separarse de su gente para participar de viajes que realizaría por su propia cuenta, y que le proporcionaron sus primeros objetos y posesiones exóticas.
Fue ese ansia de conocer nuevos lugares el que le obligó a vender estas posesiones para sufragarse el coste de expediciones cada vez mas lejanas y costosas. Su primer viaje a través del Mar de Vilayet, sus incursiones en la tundra y el frío de Sythia, Bukhrosha, Shahpur, Shangara ?.
Fueron esos los viajes que curtieron como aventurero y mercader a Reg?henas, durante los mismos fue mejorando su habilidad como jinete y adquirió conocimientos en el tratamiento del cuero mientras compartía viajes con Fedjar un mercader de cinturones de Backharus, no solo le ayudo con las técnicas de tratamiento, sino también de venta. Fue la primera vez que escucho promesas incumplidas. Fedjar le prometió participar en su particular negocio a cambio de dinero, según el para materiales y como compensación por las clases y esfuerzos que en Reg?henas puso el viejo vendedor. En cambio una vez se hizo con el dinero, Fedjar desapareció dejando a Reg?henas sin dinero y con la sensación cierta de haber sido engañado. Se dice del viejo vendedor que viajo a Makkalet para organizar una caravana en la ruta que parte de aquella ciudad, el caso es que nunca supo mas de él.
Sin medios con los que continuar con su viaje Reg?henas vagó durante años por Pah-Dishah, empleándose en los primeros trabajos que llegaban a sus manos, de esta manera conoció a un opulento mercader de la zona, un tal Cregso,.. nunca más lo olvidaría. Este al conocimiento de la capacidad aventurera de Reg?henas y su eficacia como mercader le propuso un nuevo trato, trabajar para el como aventurero a cambio de un pequeño sueldo le daría a Cregso los botines de sus viajes. Si bien con Fedjar pecó de inocente, esta vez no había elección alguna si quería salir de esa espiral sedentaria que tanto le asqueaba, aun sabiendo del riesgo a volver a ser engañado, Reg?henas ya no era el joven tonto de antaño, aceptó formar parte de los hombres de Cregso y ayudo a este a convertir sus montones de oro en una inmensa fortuna.
Como resultado Reg?henas amasó una pequeña cantidad de dinero con la cual pretendía volver a su anterior y deseado modo de vida, lo que no sabia que para Cregso, habituado a tener cuanto deseaba, su contrato era de por vida y no existía clausula alguna que lo liberara de su cometido.
así pues el final fue distinto esta vez, Cregso se quedó en Pah-Dishah, y fue Reg?henas el que huyó de la misma manera y al mismo lugar que antaño haría Fedjar,? a Makkalet. De nuevo se veía obligado a una existencia que no deseaba, pero al menos esta vez disponía de dinero y podría ,al menos, viajar, ? como mercenario de las caravanas que de allí partían.
La vida en Pah-Dishah se estaba convirtiendo para Reg?henas en una espiral, que lo atrapaba y consumía con cada giro de los acontecimientos que lo llevaba al punto en el cual todo acabaría. Se podría intentar navegar en contra de la corriente, pero al final esta por muy resistente que uno fuera acababa por doblegarte. De igual manera se podía intentar salir de esa espiral conformista, impasible e inamovible que era la ciudad, en ello estaba Reg?henas.
Acababa de realizar un pequeño trabajo, un antiguo cliente le había dado unas cuantas monedas, lo suficiente para mal comer un par de días, a cambio le había pedido que le ayudara con unos caballos que había adquirido y necesitaba domesticarlos un poco. La tarea resulto bastante fácil, había galopado mucho, sabia de sobra como tratar a los caballos salvajes, y como hacerlos sumisos a las espuelas de sus jinetes. Sumiso, pocas palabras le ocasionaban aversión, esa era una de ellas.
Intentando olvidar la urgente necesidad de salir de aquellas calles, de ese aroma rancio y estancado que le perforaba los pulmones, Reg?henas se dirigió al bullicio del mercado.
Todas las ciudades disponían de pequeños mercados, pero en Pah-dishah era especialmente imponente, situada cerca de numerosas rutas mercantiles que cruzaban Hyrkania, era el punto ideal donde confluían clientes en busca de unguentos y animales exóticos, y mercaderes curtidos en busca de beneficios.
El lugar era un continuo ir y venir de carromatos y animales de carga, el aroma a especias dibujó una leve sonrisa en el rostro de Reg?henas, era la única parte de aquella ciudad que no lo asqueaba, allí se sentía un poco más libre. Dejó atrás un par de puestos donde un par de mercaderes discutían el precio de sus mercancías gesticulando y haciendo grandes aspavientos. Sus caras como las del resto de los allí presentes eran conocidas, no era la primera ni seria la ultima vez que visitara ese Mercado.
Reg?henas detuvo su paseo enfrente de un puesto, eran cinturones, realizados por manos diestras sin duda, pero sin la terminación que el solía conferir a los suyos propios, la imagen de los cinturones atrapó su mente, llevándolo un par de años atrás, una punzada en su alma le recordó donde y porqué estaba, azuzándolo para proseguir, puesto a puesto, la búsqueda de una salida de esa ciudad.
El sol surcaba el cielo con lentitud, pero el tiempo pasó rápido mientras Reg?henas se ofrecía como mercader, sin embargo nadie quería mas competencia, ¿Qué mercader daría ayuda a otro para que este le disputara sus beneficios?, no, no era fácil.
De pronto una mano se posó en su hombro, al girar el cuello Reg?henas reconoció en esa calva brillante a Cregso, lo había visto alguna vez haciendo adquisiciones extrañas, mercancías de gran rareza eran su predilección, nada que una persona pudiera usar de manera normal para alimentarse o como adorno de su casa, lo que lo hacia aun mas extraño. Se sabía que disponía de una cantidad grande de dinero, sus ropajes lo confirmaban tintineando y destellando a cada paso que Cregso daba.
Cregso - ¡Hombre!, ¡cuanto tiempo! ? una leve sonrisa surcó sus labios.
Reg?henas conocía a ese hombre, pero solo de vista, jamás había trabajado para él, ni le había vendido mercancía alguna. Estaba claro que no era solo saludarlo lo que quería.
- ¿Qué pasa, no te acuerdas de mí? Parece mentira, con la cantidad de mercancía que me has vendido. ? se le notaba divertido ante la situación, la risa se pronunciaba mas y mas con cada frase. Reg?henas ? No tengo el placer, creo que quizás me hayas confundido con otra persona ? Cregso interrumpió la frase a mitad ? Bueno, bueno, quizás no las adquirí directamente a través de ti, pero dispongo de mucha mercancía con tu inconfundible sello. Me preguntaba si dispones de un poco de tiempo para que charlemos, ¿o ya te marchabas?. ? Reg?henas imaginaba lo que vendría a continuación, y aunque llevaba buscando esa oportunidad durante meses, sabía que tendría que arrepentirse el resto de su vida. Pero como muchas veces en su vida, ante una encrucijada en el camino, tomó la decisión menos mala, no existía una buena.
Cregso había oído en boca de numerosos intermediarios el nombre de Reg?henas, y habían sido buenas palabras siempre las que llegaban a sus oídos, sabía de su capacidad y eficacia a la hora de conseguir ciertos materiales, y era una oportunidad muy buena la que se le presentaba para seguir amasando dinero y mercancías exóticas. El trató que le ofreció a Reg?henas era simple, sus servicios a cambio de una paga. Tendría disposición plena de él para que le consiguiera mercancía, la cual seria en todos los casos de Cregso.
Así nació una nueva etapa para Reg?henas en Pah-Dishah, no le gustaba nada la sonrisa que esbozaba Cregso cuando le presentaba el resultado de sus viajes, sentía que no debía hacer esos trabajos para él, pero por lo menos ahora podría viajar y hacerle frente a la espiral que lo abocaba a la mas grande de las desidias.
Al principio Cregso dispuso de Reg?henas como un simple mercader más, aquellas mercancías menores, mas comunes, y de las que disponía en exceso, se las encargaba para que hiciera de su venta un pequeño beneficio, así pues empezaron varios viajes a ciudades cercanas, acompañado de varios mercaderes más, en los cuales Reg?henas revivió antiguas sensaciones. En cierto modo ese fue el renacimiento de el comerciante y viajante que llevaba en las venas, y le sirvió para afianzarse en numerosas rutas como un gran negociante, duro de doblegar, y al que rara vez se le veía hacer un mal trueque, o una venta desventajosa. Makkalet, Razadan,?. Muchas fueron las ciudades de las costas del Mar de Vilayet, que proporcionaron a Cregso beneficios importantes.
Poco a poco Cregso aumento la distancia de los viajes, cuanto mas lejos, mas disfrutaba Reg?henas de ellos. El primer gran viaje fue a Khitai, donde fue encargado de la obtención de varios metales que allí se forjaban de manera expléndida y sobre todo de numerosas especias e ingredientes extraños algunos de los cuales nunca volvería a ver en sus viajes.
El viaje al Este fue de los más largos, cruzando la región de Meru y sus siete ciudades sagradas, donde escuchó las leyendas acerca del dios Yama. Atravesando los inóspitos parajes del Desierto de Wuhuan, donde se toparon con numerosas tribus nómadas. Llegando finalmente a la Gran Muralla, allí Reg?henas empequeñeció ante la majestuosidad de la ciudad de Paikang donde los ?cheng-li? (extranjeros de occidente) no eran del todo bien recibidos. Bajo la vigilancia de torres alargadas de color púrpura y oro consiguió gran parte de la mercancía que necesitaba, algunas gemas comunes, un par de piedras de jade, y varios amuletos hechos con animales de la región (garras de tigres y bigotes de leopardos entre ellos).
A la vuelta Cregso se mostró mas que satisfecho por el resultado de la caravana, y sin apenas descanso continuo dando trabajos mas o menos cercanos a Reg?henas, rara vez tuvo este que ofrecer combate, si bien las principales adversidades que se encontraba durante sus periplos era la comunicación se desenvolvía bastante bien en varios idiomas, y su aspecto afable hacia el resto.
Nuevos viajes lejanos volvieron a presentarse, esta vez eran rumbo al suroeste, hacia los bien llamados Reinos Negros, hacia Stygia. disponía de varias mercancías con las que debía efectuar su compra, varias de las cuales fueron obtenidas y guardadas a tal efecto del viaje a Paikang, así como abundante dinero, y varios mercenarios que harían de ayuda ante las hostiles gentes de la región en caso de ser necesario.
Desde pah-dishah, atravesando el Mar de Vilayet en varias barcazas, llegaron al reino vecino y tradicionalmente enemigo de Turan. Cruzaron el pantano de Nshar, donde perdieron varios caballos y algún hombre entre sus lodos, sin detener su marcha prosiguieron cruzando hacia el sur desde Aghrapur hasta la ciudad de Zamboula, donde tomaron contacto por primera vez con los stygios. Zamboula era una antigua ciudad stygia que fue arrebatada a este reino, las mercancías que en sus mercados se tratan no son lo que Reg?henas llamaría comercio, mas bien es un hervidero de esclavos y tratantes.
En caravana y hacia el oeste cruzaron la parte norte del Desierto Oriental hasta llegar a Thuran. Desde donde atravesaron toda Stygia , incluido el Pantano del Loto Negro, hasta llegar a la ciudad de Khemi.
Situada a las orillas del océano occidental Khemi era la capital, el alma, de las creencias Stygias. Las escrituras jeroglíficas de los Sacerdotes Set, dictaban las normas del país. Sus enormes murallas negras se interpusieron ante la caravana, cerradas e inaccesibles.
Era de noche, y tras aquellas murallas no podían permanecer extranjeros. Allí no eran bienvenidos, y si no eran expulsados ,o peor, sacrificados al dios Set, era mera cuestión de suerte.
Reg?henas acudió al puesto de guardia, junto a las puertas de color azabache de la muralla, y solo encontró miradas de desconfianza y hostilidad, antes siquiera de presentar la licencia para comerciar que Cregso le concediera. Guarda ? Es de noche, no podeis cruzar ? su ceño fruncido se reforzó mientras llevaba la mano a la empuñadura de su espada. ? Reg?henas ? Venimos de lejos, disponemos de mercancías que seguro serán del agrado de vuestras gentes, solo necesitamos un lugar en el que descansar hasta mañana. ? El guarda apretó la mandíbula, y entre el rechinar de dientes y algún improperio repitió ? He dicho que es de noche, y no abriremos las puertas a extranjeros, acampad fuera.
Era claro que no eran bien recibidos, al amanecer, no sin antes recoger el campamento, y presentando la licencia la guardia abrió las puertas de las murallas, y como a ellos al resto de comerciantes. No se veían aventureros si no era al cuidando de las mercancías, si bien alguna figura misteriosa con poco aspecto de guerrero o comerciante, cruzaba la muralla sin demasiados inconvenientes por parte de la guardia, al resto se les ponía multitud de trabas y pegas, llegando en algún caso a impedir el paso. Reg?henas y su comitiva cruzo con cierta facilidad, aunque después de un exaustivo interrogatorio acerca de sus intenciones, y se encaminó hacia el mercado que empezaba a bullir.
A lo lejos, mas allá de las murallas eran apreciables los picos de las pirámides erigidas en honor al dios Set, que escondidas numerosos acertijos y trampas, así como cavernas y laberintos subterraneos. Decían las leyendas que de allí nunca nadie salio con vida, y que las enormes piramides guardaban riquezas y misterios nunca imaginables.
Tras una larga jornada de negocios, la comitiva consiguió gran parte de la mercancía que Cragso necesitaba, el jade, las perlas, y alfombras fueron intercambiadas por numerosos amuletos y varias mallas de acero, así como numerosa seda y varios venenos de serpiente, y ejemplares de reptiles.
La partida fue antes del anochecer, y Reg?henas se prometió volver algún día por aquella tierra que aunque salvajemente hostil, disponía de numerosos secretos.
Tras los años que llevaba trabajando para Cregso le había dotado de una incalculable riqueza a costa de sus viajes, y disponía de una cantidad de dinero bastante importante para plantearse el negocio por su cuenta, la espiral parecía haberse invertido esta vez.
A la llegada a Pah-dishah, Cregso se mostró especialmente contento, como nunca antes, la mercancía que se había conseguido fue rápidamente comprobada y llevada a las cámaras que para tal efecto disponía la guardia. Cregso ? Has hecho un grandísimo trabajo, como no podía ser de otra manera, tengo un par de viajes mas en mente, pero ? pasa, pasa y ponte cómodo Reg?henas ? De nuevo la sonrisa sibilina, a la que nunca se llegaría a acostumbrar ? Tenemos un enorme porvenir con nuestra sociedad, las ultimas mercancías que has conseguido me van a ser de muchísima utilidad. Había pensado que quizás el próximo viaje sea al Norte, son regiones de dificil transito y normalmente no se encuentran sus maravillas por nuestros puestos. ¿Qué te parece? ? Reg?henas, haciendo caso omiso de la sonrisa del calvo ? Creo que deberíamos brindar por el éxito obtenido hasta ahora ? tomando un par de copas de la mesa tendió una hacia su jefe ? ¡Por las aventuras! ? Cregso tomo su copa y alzándola ? ¡Por el dinero y las mercancías que disfruto¡ para que nunca terminen.
Esa noche Reg?henas disfruto especialmente del descanso de su cama, el día siguiente definitivamente saldría del laberinto en el que se convirtió unos años atrás su vida cuando Fedjar desapareció con lo poco que disponía. Al día siguiente?.. el sueño se apoderó de su cuerpo, unos tenues rayos de luz atravesaron su ventanal, era pronto y disponía de todo lo necesario. Mientras avanzaba con sus pertrechos a lomos del caballo miraba atrás, por aquellas calles que tantas veces había odiado, hoy parecían un poco menos hediondas y mas claras, quizás sería porque no volvería por fin a pisarlas más. En el mercado los comerciantes disponían sus puestos, comenzando lo que sería una nueva jornada de regateos, y ventas, solo ese espació de Pah-dishah seria recordado con una sonrisa, despidiéndose mentalmente de la mezcla de aromas y sensaciones, miró al frente, a la puerta de la muralla , y despacio disfrutando del paso de los segundos paso bajo su arco, y cabalgando se alejo su estela hacia el oeste a Makkalet.
Habilidades
- Resistente fisicamente sobre todo a esfuerzos continuados.
- Sabe orientarse y seguir rastros ademas de sobrevivir con pocos recursos.
- Negociar/Vender todo tipo de mercancias,tiene un grandisimo olfato para los negocios
- Combatir a caballo (esencialmente con arco corto curvado)
- Manejo de cimitarra y escudo,usa siempre el terreno y aquellos objetos que tiene alrededor para sacar la maxima ventaja a la lucha.Espera al agotamiento del rival para hacer la ofensiva
- Habilidoso en la confección de ropajes y adornos de cuero (aunque no llega a tener un nivel muy alto debido a que no acabo de perfeccionar la tecnica)
- Sabe nadar,trepar,hacer refugios,cazar,recolectar plantas e insectos, pescar? etc
Defectos
- No siempre expone toda la verdad acerca de su mercancia, aunque no es un mentiroso compulsivo,suele usar pequeñas tretas y atribuye falsas propiedades a algunos de sus objetos.
- Es incapaz de permanecer mucho tiempo en una misma ciudad,llegandose a impacientar e incluso cambiandole el carácter cuando le obligan a ello.
- Dispone de un enemigo por el cual es mercenario y que seguramente no se ha tomado muy bien su ?desaparicion?,Cregso
Equipo
- Caballo con alforjas de cuero para la posible mercancia obtenida.
- Cimitarra y Escudo medio
- Armadura de cuero flexible pero reforzada en hombros, pecho y brazos.
- Arco Curvo con Carcaj y flechas
- Un par de piedras y cuchillos para tratar el cuero, asi como tijeras, sacabocados, buriles y demas utiles.Pequeños botes con tinta de distintos colores.
- Cuerda(unos 15m)
- Anzuelo e Hilo para la pesca
- Yesca y pedernal
- Un par de mantas, mapas.
- Mochila
- Dos cantimploras
- Una pequeña figurita con forma de mono,fruto de uno de sus viajes.
http://patxinaki.deviantart.com/art/Reg-henas-104209961
Ficha de Raelana
ASWARYA
Chamán de Hiperbórea
No estoy sola. Los muertos me acompañan. Cada miembro de mi tribu viaja conmigo, atado a este cinturón de huesos. Cada falange tiene su nombre y me los recuerda, a ellos acudo cuando necesito hablar. Ellos me escuchan y me responden, flotan a mi lado cuando estoy dormida. Ellos viven mientras yo los recuerde, mientras yo los lleve conmigo. Y yo he jurado no separarme nunca de ellos.
El día que todos murieron está grabado en mi alma a sangre y fuego. Yo no estaba, no los vi morir. Yo había subido a la montaña, al hogar de los ancestros, donde los huesos de nuestros antepasados están enterrados. Allí podía hablar con ellos, preguntarles porqué las tribus del Oeste nos atacaban. Preguntarles como defendernos. Habíamos sufrido ya tres ataques, ataques cobardes donde un puñado de guerreros entraba en la tribu a robarnos las cabras y salir corriendo. Ellos nunca suben demasiado en la montaña, sus caballos no están acostumbrados a eso. Nosotros teníamos pocos caballos, éramos humildes, teníamos poco de todo. Los espiritus estuvieron callados ese día, permanecí allí toda la noche, quemando las hierbas prescritas, llamándolos y aullando y al final llorando al no recibir respuestas. Después bajé al pueblo y comprendí porqué no habían querido hablar conmigo. Los ancestros no estaban allí, en el suelo sagrado, habían bajado al pueblo y habían sido testigos de la matanza, los incendios, el miedo y el dolor. Esta vez habían sido muchos, yo encontré los restos, las pisadas de muchos caballos, muchos guerreros de nuestro pueblo derrotados. Las cabezas de mi madre y mi abuela estaban muy juntas, aunque sus cuerpos aparecieron en dos extremos distintos de la aldea. No había niños, se los llevaron a todos. A algunas mujeres también, las más jóvenes. Al principio tuve la esperanza de que alguien hubiera podido escapar pero esa noche los espíritus acudieron a mi en tropel, todos tan asustados que reviví todo lo que había pasado y lloré con ellos. Y les juré que no iba a volver a llorar jamás.
Llevé los cuerpos al suelo sagrado, tardé varios días en darles a todos la sepultura que merecían, me quedé allí con ellos, no soportaba volver a la aldea donde todo estaba destruido y cada mancha de sangre me hacía revivir la tragedia. Hice el cinturón de huesos, eran demasiados para hacer un medallón, aunque algunos los uní al medallón de los ancestros. El de mi madre y el de mi abuela. Es al medallón al que pido consejo cuando lo necesito. Al cinturón sólo le pido compañía. Voces amigas que me acompañen a través de los caminos.
No tengo a dónde ir. Mi pueblo ha quedado atrás. Yo fui una niña traviesa, a la que le costaba concentrarse en los rituales que mi abuela me enseñaba. Me gustaba subir a las montañas y correr, y jugar. Mi abuela me regañaba. No hay tiempo para eso, tienes que aprender o todo nuestro saber se perderá. Mi madre ya sabía, pero ella nunca me enseñaba. Se pasaba el día de un lado para otro, sin ver ni oir a nadie. Mi abuela decía que se había adentrado demasiado en el mundo de los espíritus y no podía ver el nuestro. Yo no lo entendía entonces, pero ahora sí lo entiendo. Es fácil hablar con ellos, confiar en ellos. Y es duro vivir. A veces temo que me pase como a mi madre, pero llevo ya meses viajando y sigo viviendo en el mundo real. Me parezco más a mi abuela, ella siempre me lo decía. Mi abuela nunca se dejó arrastrar, dominaba en vez de ser dominada. Si miraba a alguien a los ojos se echaba a temblar. Yo nunca he conseguido eso. Después de mi iniciación la gente empezó a mirarme con mucho respeto, pero eso era en mi pueblo. En el resto del mundo las miradas son lascivas a veces, despreciativas otras, soy la extranjera, la que no conoce las costumbres y no sabe cómo comportarse. Pero también sé las virtudes de las hierbas y las piedras, la sabiduría de los animales y el poder de los espíritus. Y sé defenderme cuando me atacan.
No me gusta hacer daño, pero tampoco que me lo hagan. Al principio parecía más fácil si tenías un hombre. Un hombre se peleaba por ti, te protegía, era una pantalla y yo podía estar detrás y no se me veía. Viajé con él durante meses, pensando que era lo mejor. Porque tenía miedo de un mundo que no conocía y que era demasiado distinto para comprenderlo. Thorgrim se llamaba, tenía la piel tan oscura que me impresionó al verlo y los brazos tan fuertes que podía doblar el acero. Viajamos juntos, él conseguía trabajos de mercenario que realizábamos juntos, seguíamos viajando. Comprendí que no era seguro viajar con él la primera vez que me golpeó pero seguía teniendo miedo al mundo real. Tuvieron que pasar meses para poder comprender como eran las cosas. Cuando llegó el momento simplemente lo supe. Preparé la bebida como debía hacerse y se la eché en el vino. El ya estaba borracho y no se enteró de nada. Desaparecí de allí sin llevarme ningún hueso suyo. No creo que nadie me recuerde, a su lado yo era una sombra y nunca he vuelto a aquella ciudad.
Desde entonces camino sola, y ya me siento más a gusto entre otros pueblos. Busco mis propios trabajos y los ejecuto yo sola. Hay gente que ya me conoce por mi nombre, son pocos todavía, pero algunos me miran con respeto y siento que me lo he ganado. Otros me llaman bruja y escupen cuando paso, pero yo no soy una bruja. Si los espiritus hacen algo a través de mi son ellos los que lo hacen, no yo. Es difícil explicar que sólo eres un recipiente, una portadora, un medio y que el poder que les asombra no es realmente tuyo. Me llaman Aswayra, la portadora de huesos. Mi nombre real no se lo he dicho nunca a nadie. Es como si lo hubiera dejado atrás, tan muerto como lo está mi tribu, y sólo lo oigo en sueños, pronunciado con la voz de mi abuela que a veces me canta cuando no puedo dormir.
Busco a los supervivientes. Los niños que no se acordarán de mi, las jóvenes que ahora serán madres de niños de otros pueblos. Recorro los mercados de esclavos de todas las ciudades por las que paso, con la esperanza de encontrar a alguno de ellos, pero no he tenido suerte. De los hombres que nos atacaron sólo tengo imágenes confusas en sueños, demasiado poco para poder encontrarles, aunque los muertos claman venganza y quieren usar mis manos. Si encuentro alguna pista los buscaré, se lo he prometido, pero no voy a buscar a ciegas. Tengo una prioridad por encima de la venganza: sobrevivir.
Ahora me he convertido en la única que lleva el legado de mis antepasados, la única que recuerda nuestras tradiciones y nuestros secretos. Soy algo más que una portadora de huesos, llevo conmigo todo lo que fuimos alguna vez, todo lo que hubiéramos podido ser. Mientras yo siga viva mi pueblo seguirá vivo. A veces pienso en volver, echo de menos las montañas, pero no puedo. No sobreviviré allí sola, tengo que seguir caminando.
?
De carácter tranquilo y observador, le gusta pensar las cosas y tomárselas con calma. No es temerosa pero sí prudente y analiza las consecuencias de sus actos porque no le gusta volver a cometer errores que ya haya cometido. Una vez que ha tomado una decisión le cuesta mucho cambiar de idea sobre la marcha, puede ser muy cabezota.
Características físicas: Más ágil y moderadamente veloz, miembros fuertes y resistentes como consecuencia de su ruda vida en las montañas; Se le da mejor trepar que correr.
Desventajas: búsqueda de venganza; la consideran bruja en muchos lugares; perseguida tanto por esto como por sus acciones.
Idiomas: Hiperbóreo, brithunio, nemedio, turanio.
Habilidades, características:
1. Animismo
2. Medicina
3. Herboristería (Drogas y sustancias similares -que yo lo relaciono con la medicina-)
4. Elementalismo.
5. Teología
6. Dioses de la naturaleza (estos dos últimos no me interesan mucho, no es un personaje especialmente religioso)
1.Lucha cuerpo a cuerpo con cuchillo ?o cuchillo y bastón a la vez-.
2. Manejo del bastón.
Armas: Las susodichas.