Como todo comienzo de ciclo mensual ?La cortina de terciopelo?, el pequeño salón de juegos del distrito del aventurero, se encontraba abarrotado de gentes. Allí asistían toda clase de personajes que deseaban gastar sus monedas participando en los diversos juegos de azar así como de habilidades que ofrecía la casa.
Como todo comienzo de ciclo mensual, y como ya era costumbre desde hace algunos años los cinco amigos se encontraba alrededor de una mesa disfrutando de una buena comida y un buen trago. Uno reía jocosamente mientras se burlaba de la burda interpretación que hacia el bardo, otro alentaba a gritos a un pequeño humano que transpiraba mientras intentaba ganarse unas monedas lanzado dardos contra una diana, mientras los otros tres conversaban de lo sucedido en sus vidas en el último mes transcurrido. Como era costumbre, el grupo de amigos aprovechaba esta oportunidad para relajarse y dejar los problemas y las presiones cotidianas al menos por una noche?Tal era así que ninguno de los compañeros notó que eran profundamente observados desde un rincón próximo al que se hallaba reunido el grupo.
La figura de un hombre alto se levantó de su asiento y se dirigió directo a la mesa en la que estaba reunido el grupo; Con mucha presteza cogió una silla de una mesa desocupada y la ubicó de forma en que los cinco amigos pudieran verlo.
-Buenas noches, mi nombre es Andrigor.?Dijo con vos firme, a la vez que examinaba la reacción de los compañeros.
La reacción que obtuvo fue justamente la esperada. Los cinco amigos fijaron la vista en el hombre que se les presentaba. Una figura masculina, de ojos oscuros, barba finamente recortada y cabello del mismo color blanco que la elegante capa que colgaba de sus hombros.
Un minuto de un incierto silencio ocupo la mesa mientras los compañeros escudriñaban la figura de Andrigor, sin saber exactamente como reaccionar, hasta que finalmente el mago rompió el silencio.
-Tal vez hayan oído de mí, tal vez no? Lo cierto que yo si he escuchado de ustedes, y hasta me he tomado el atrevimiento de averiguar que tienen cierta experiencia en diversas habilidades así como técnicas de combate que me resultan sumamente interesantes. Pero vayamos al motivo de mi acercamiento para que no se alargue la intriga: Estoy en busca de un grupo de aventureros como este. Verán, hace algunos meses llego a mí el rumor de que una vieja fortaleza, construida por un viejo y antiguo mago, ha sido ocupada recientemente por un grupo de bandidos. Más allá de esto, mi intención es recuperar ciertos tomos que pertenecían a dicho mago y que se hallan en algún lugar de dicha fortaleza, pagando, por supuesto, el precio que crean correcto por dichos tomos. ¿Qué opinan?¿aceptan el reto?
Termino murmurando para mi jarra de cerveza.
